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♥︎︎Capítulo 4♥︎︎

Era fin de semana y, para fortuna de Seok Jin, no debía ir a la universidad ese día. Por lo que despertó más tarde de lo normal, salteándose el desayuno, y se quedó en cama hasta la hora del almuerzo. En su mente la imagen de la salida que tuvo con Kook unos días atrás en esa heladería para luego terminar en su casa comiendo galletas con té. Habían estado solos, hablando del colegio y cosas de ese tipo, nada lo suficientemente personal como para incomodarse. Había sido un buen rato, aunque sus inseguridades lo habían cohibido en más de una ocasión. Como en el momento en que el omega se apegó a él, tomándolo del brazo y hablándole de una canción nueva que su grupo favorito había sacado. Se había sentido mal, no por el contacto eso le había agradado demasiado, el problema era la grasa en su brazo. Al contrario de los alfas musculosos y perfectos, él era gordo y la piel le sobraba cayendo hacia abajo como efecto de la maldita gravedad al levantar el brazo. Se sintió feo e indigno del omega.

Cuando terminó su almuerzo salió de la casa sin rumbo fijo, simplemente caminó sin mirar la casa de los Jeon. Quería despejar su mente, no importaba si llegaba a su casa jadeando por su poca resistencia, sólo quería olvidarse de su odio por sí mismo y de su problema con su gordura. Quería olvidar todo y hacer de cuenta, por un instante, que era un alfa normal del cual JungKook no pudiera defraudarse. Alguien de quien no se burlarían, alguien quien no le hiciera pasar un mal rato al omega.

Sintió que el destino se burlaba de él cuando, al levantar la mirada, vio un gimnasio. ¿Acaso era una forma de mostrarle la solución a sus problemas? Pero ¿las burlas no serían peores si entraba a un gimnasio con su...cuerpo? Suspiró, no perdía nada con intentarlo.

Vio algunas personas ejercitar, dos hombres que parecían concentrados en sus ejercicios solamente y dos mujeres para nada delgadas que usaban las bicicletas fijas. Pronto, un joven con buena musculatura, que reconoció como omega por su olor a jazmín, se paró frente a él con una sonrisa.

-¿Puedo ayudarte en algo?

-Sí yo...me preguntaba sobre...-estaba nervioso, no sabía si se burlaría de él o cómo reaccionaría ese muchacho.

-¿Sobre el gimnasio?-asintió-bueno, la cuota no es muy elevada, es accesible por decirlo de algún modo. Puedes venir cuando quieras, yo soy el entrenador de la tarde, me llamo Alexander pero puedes decirme Alex. Las rutinas y demás te las daré cuando pagues y te vea interesado en el tema.-fue una pequeña broma, Jin lo pudo ver.

-Yo...realmente me gustaría venir...quisiera, como verás...-se señaló a sí mismo haciendo que el omega lo mirara de arriba abajo.

-Oh, bueno no tomará mucho tiempo si eso es lo que te preocupa, si haces caso a mi rutina verás que pronto tendrás el cuerpo que quieres.-le guiñó un ojo simpáticamente.-pero como siempre digo, hazlo por tu salud, no por tu estética. Eso es lo importante, cariño.

-Sí...por cierto, aquí...eh...verás por mi cuerpo...yo...-no sabía cómo formular la pregunta, pero por la mirada de Alex supo que lo había entendido.

-¿Ves al hombre de allá? El que está levantando pesas.-observó en la dirección que señalaba a un castaño con los músculos marcados y el cuerpo que él deseaba-tenía más de treinta kilos de más, ha pasado un año desde que llegó. También tienes a las señoras de las bicicletas, hace meses que vienen, pero usan el ejercicio como distracción y un momento para ellas, no tanto para adelgazar. Aunque admito que están más delgadas que meses tras. A lo que voy es que no todos tienen un cuerpo escultural, si nacieran con ese cuerpo no vendrían a un gimnasio. Así que no tienes que preocuparte, nadie va a juzgarte, es más, si ven que haces mal algún ejercicio intentarán ayudarte.

Por lo que el omega decía no sonaba nada mal, parecía un buen lugar con gente agradable, intentarlo no le vendría mal. No sólo por su omega sino también por él, por su salud sobre todas las cosas. En un futuro deseaba poder correr junto a sus hijos sin agitarse demasiado o jugar con ellos sin problemas en el medio. Quería no tener limitaciones.

-Alex, hola.-volteó viendo un alfa moreno acercarse con una gran sonrisa con hoyuelos.-Hey, hola. ¿Nuevo?-palmeó su espalda amistosamente, se notaba los meses de gimnasio en sus brazos y piernas.

-Sí, soy nuevo.

-Entonces ¿aceptas?-preguntaba Alex casi emocionado.

-Sí, me encantaría empezar el lunes.-el omega sonrió en grande.

-Qué alegría, te estaré esperando.-tomándolo de los hombros se dirigió a la salida, pero antes volteó-Nam, evitar tocar algo mientras vuelvo ¿sí?-el chico moreno asintió pero al tomar su botella de agua esta se rompió y Alexander rio disimuladamente-sabes dónde está el trapeador.-sin darle más importancia siguieron adelante hasta estar de nuevo en la vereda mientras el omega le hablaba de todo lo que debía saber, del precio del gimnasio, los horarios y demás.

Seok Jin estaba emocionado por comenzar.

🌺Acomplejados🌺

JungKook miraba ansioso por la ventana de la sala esperando ver a Seok Jin pasar de nuevo de camino a su casa. Había ido a visitarlo, llevando unas galletas que su madre lo había ayudado a hornear para comer junto con su futuro esposo y padre de sus hijos. Pero al llegar, Kim Cho Hee le informó que su pequeño había salido y no sabía a dónde. Le sonrió diciéndole que volvería más tarde, aunque por dentro se moría de ganas por saber exactamente dónde se fue su alfa y sobre todo...si fue a ver a alguien.

Mientras miraba las pocas personas que pasaban, se mordía los labios al no ver a su Jin. Las galletas esperaban sobre el sillón, su madre estaba hablando por teléfono con su tía y su padre Byeong Ho se encargaba de cuidar las plantas del jardín y agradecía que no estuvieran ahí o lo verían raro al estar pegado a la ventana desde hacía media hora casi sin parpadear.

Otra media hora más tarde, JungKook seguía mirando por la ventana, su madre hablando por teléfono y su padre aun en el jardín, ninguno de los dos conscientes de que su hijo omega próximamente mataría a alguien si no veía a su alfa pronto. ¡Seok Jin llevaba más de una hora fuera de casa y él no sabía dónde estaba! ¡Tampoco sabía si estaba solo o con alguien! ¡Estaba seguro que enloquecería si no veía a Seok Jin ya mismo!...espera... ¿ese que iba caminando con una sonrisa era Jin?... ¡Sí, era él!

Emocionado tomó las galletas del sillón y abrió la puerta con rapidez antes de que el alfa llegara a su casa. Corrió hacia él y se lanzó a abrazarlo con cuidado de no arruinar las galletas, escuchó un jadeo de sorpresa por su parte y sonrió.

-¡Hyung! ¿Dónde ha estado? ¡Fui a buscarlo a su casa para comer galletas y no estaba!

-¿Galletas?-vio su rostro confundido y tuvo que aguantarse para no saltar a besarlo.

-Sí, hornee muchas con mamá hoy.-con emoción mostró las galletas horneadas pero su sonrisa se borró al ver la mueca de Seok Jin-¿pasa algo, hyung?

-N-no, nada-podía notarlo nervioso y no sabía por qué hasta que sintió algo extraño en su olor-pero...debo irme, tengo cosas que hacer.

Antes de que siguiera su camino, lo tomó de la muñeca para detenerlo. No lo dejaría escapar tan fácilmente de él, menos cuando logró reconocer ese suave olor a jazmín en su hombre.

-Vamos, hyung, lo ayudaré con lo que tenga que hacer-sonrió con la inocencia que lograba derretir la voluntad de sus padres, tenía que convencerlo de estar con él un poco más de tiempo para que su propio olor a fresas quedara en él.

-¡No!-bien, tenía que admitir que se había asustado ante lo forma brusca en que el mayor le habló-digo, no, lo siento, JungKook.

Lo vio irse tan rápido como pudo, zafándose de su mano y escapando de él. Se quedó con las galletas en una mano y el ceño fruncido, pensando que si ese omega creía que podía quitarle a su alfa entonces estaba muy equivocado.

JungKook era un omega que no tenía piedad con nadie.

🌺Acomplejados🌺

YoonGi salió a correr ese día, necesitaba despejar su mente de dudas y, en lo posible, encontrar un duende mágico que lo ayudara a conseguir músculos más pronunciados y un color menos cadavérico en su cuerpo. Con suerte lo lograría...o teniendo en cuenta su fortuna seguiría siendo el mismo alfa de siempre. Pura mierda todo, ni siquiera podría gustarle a su pareja destinada así.

Dio unas vueltas por el parque hasta que se detuvo a tomar agua. No estaba cansado, pero si no quería deshidratarse lo mejor era beber algo. Pensó en seguir pero al momento en que iba a correr, como si fuera obra de Satán o algo parecido, un reconocido aroma a durazno lo alertó. Giró hacia el lugar donde lo sentía, viendo a JiMin caminar molesto por el parque, detrás de él un alfa alto y musculoso lo seguía parloteando algo que no escuchaba.

Bien, lo más prudente que haría una persona en esa situación sería seguir con lo que hacía e ignorar todo. Pero YoonGi no podía hacer de cuenta que no había visto nada cuando veía a su pareja destinada quejarse con el extraño que lo seguía y que lo molestaba. Sin embargo debía ser fuerte, ¡Él podía hacer de cuenta que nada ocurría y seguir su camino como tenía planeado en un principio! Claro que podía, claro que...¡A la mierda todo! ¡Ese alfa iba a morir por tomar a su omega del brazo y hacerlo gritar por el dolor! ¡Lo iba a matar a pesar de que midiera dos metros más que él y pesara tres toneladas más!

-¡Hey imbécil! ¿Qué le haces a ese omega?-preguntó enojado, sobre todo al escuchar el mudo quejido de JiMin.

-¡¿Y tú quién te crees que eres para meterte?! ¡Yo hago lo que quiero! ¡Este omega es mío, lo vi primero!-exclamó el idiota irguiéndose y alzando la barbilla en claro gesto desafiante.

YoonGi apretó los dientes, debía contenerse, no hacer nada al respecto...debía controlarse.

Cinco minutos después...

-Gracias, YoonGi-dijo el omega con una gran sonrisa, viendo al alfa en el suelo casi muerto-ese idiota se pensaba que podría conquistarme por sus grandes músculos. Já, que idiota.

-¿Qué hacías aquí?

-Oh, vine a encontrarme con un amigo, pero no vino.-el mayor jugó con sus dedos de manera adorable.

-Ya veo, yo hacía ejercicio, así que si me disculpas, debo seguir.-su alfa quiso darle un golpe por lo que había dicho, ¡Prácticamente le pidió a su omega que lo dejara solo! ¡Cuando lo único que quería era abrazarlo y no dejarlo ir nunca! Era un idiota.

-Descuida, YoonGi, lo entiendo-bien, moriría si volvía a ver esa sonrisa adorable en el rostro hermoso de su pareja destinada-yo ya debo irme a casa, nos vemos.-y sin darle tiempo a siquiera despedirse, corrió lejos de él.

La próxima se aseguraría de retenerlo un poco más a su lado.

🌺Acomplejados🌺

JiMin llegó a su casa con una sonrisa que nadie podría borrar. ¡Su alfa lo había defendido de ese estúpido alfa que lo estaba acosando mientras él acosaba a escondidas a su pareja destinada! Había sido lo mejor ya que antes de salir en dirección a la casa de YoonGi, dirección que consiguió gracias a Lisa, y comenzó a seguirlo no pensó que volvería a hablar con él (aunque no fuera una gran charla).

Se arrojó a su cama pataleando de la felicidad que su cuerpo sentía, estaba tan emocionado por esos pequeños acercamientos que no sentía que fuera normal, tampoco que tenían que ser tan breves. Tenía que crear un plan, algo bueno que le permitiera estar más tiempo al lado de su alfa. Pero ¿Qué?

-Deberías ir de frente y pedirle una cita, no es mala idea.-sorpresivamente un JiMin diablo apareció en su hombro.

-Eso sería lo mejor, demostraría tu interés por él y podrías marcarle al resto que sólo te pertenece a ti.-un JiMin ángel apareció en el mismo hombro, abrazando al otro por los hombros.

-¿No sería ir muy rápido?

-Para nada, no hacerlo sería ir muy lento...como estás haciendo. Sigue así y no llegarás a nada, es más, es probable que algún omega te gane.

-Por algo no parece interesado en ti-asustado, el JiMinnie angelito se cubrió la boca-no puede ser.

-¿Qué pasa?-el JiMinnie diablito lo miraba preocupado.

-¡Si YoonGi no está interesado en él es porque tiene a otro omega!-su compañero lo miró aterrado.

-No...

-¡Sí!

-No... ¡Imposible! ¡Debes hacer algo rápido y ya o lo perderemos! ¡Y eso es imperdonable!-con molestia miraba a JiMin haciendo sus manos puños y amenazándolo.

-Bien...creo que lo haré, tienen razón...no debo permitir que me roben a mi alfa.-los dos lo miraron antes de irse con una sonrisa en sus rostros.

Sí, era definitivo, JiMin invitaría a Min YoonGi a salir.

🌺Acomplejados🌺

HoSeok se preguntó por qué había aceptado salir con TaeHyung a tomar un café. Supuso que fue porque quería recompensarle el regalo que le había hecho, ese angelito de cristal era sumamente hermoso y delicado, de seguro le había salido mucho dinero (además de que se tomó la molestia de ir hacia su casa) así que tenía que ver una forma de pagarle tan lindo obsequio. Y salir a tomar un café resultó ser la mejor forma, al menos desde su punto de vista.

-Espero que te gusten las donas, Hobi.-dijo el menor dejando las dos donas que había pedido para él junto con el cappuccino.

-Sí, gracias.-estaba un poco cohibido, algunas omegas habían mirado en su dirección y no sabía si hicieron muecas por verse mayor que Tae o por su apariencia.

-Me alegra que hayas aceptado salir conmigo, de verdad valoro mucho esta oportunidad que me diste.-la sonrisa del alfa había robado más de un suspiro en toda la cafetería.

-Sí, bueno, tenía que pagarte el regalo-avergonzado le dio un mordisco a su dona.

-No tienes nada que pagarme, te lo regalé porque así quise y porque me recordó a ti.-una de las grandes manos tomaron de improviso la suya por sobre la mesa-eres mi pareja destinada y me gustas, tendrías que comenzar a acostumbrarte a que te regale cosas porque pienso hacerlo seguido.

HoSeok no supo qué decir, simplemente se quedó callado, con un sutil sonrojo en sus mejillas y bebiendo un poco del cappuccino que TaeHyung compró para él (porque sí, el que pagaría sería él, lo había declarado apenas entraron a esa cafetería). Hacía demasiado tiempo un alfa no tenía ese tipo de atenciones con él, la última vez fue cuando tenía unos once años y un chico miope sin anteojos (no era broma, era literal), le había regalado una flor diciendo que le gustaba. Ese romance duró una semana, cuando el pequeño alfa tuvo sus anteojos no volvió a hablarle.

Escuchó, a sus espaldas, unos comentarios de un grupo de omegas que hablaban entre ellos. Los comentarios, aunque sin nombres, estaba seguro que se trataba de ellos. Estaba seguro, una voz femenina había halagado al alfa mientras que una masculina se preguntaba cómo era que un chico tan lindo estuviera con alguien como él. HoSeok estuvo tentado a darse la vuelta y responderle que él tampoco sabía cómo fue que terminó en una salida así con TaeHyung, pero optó por ignorarlos.

Hasta que dos de las chicas, bonitas y delicadas, casi sacadas de una girl band, se le acercaron con sonrisas tímidas y una pequeña libretita.

-Disculpa-dijo una de ellas con voz dulce y aguda, ambos las miraron-nosotras...bueno, nosotros pensamos que...eres un alfa muy apuesto y queríamos saber si nos podrías dar tu número.

HoSeok se imaginó algo así desde que los había oído hablar, no podía creer que los jóvenes estuvieran tan irrespetuosos, o sea, estaban en plena cita (porque sí, aunque no quisiera admitirlo era una cita) y esas chicas iban a pedirle el número a su alfa. Bueno, no era suyo, sólo su pareja... ¡Pero era su cita!

El menor la observó arqueando una ceja y viendo la libretita como si fuera algo de otro mundo.

-Lo siento, pero en el único omega en el que estoy interesado es el que está sentado frente a mí.-dijo con seguridad, apretando su mano para luego dirigirle una mirada cargada de dulzura y cariño.

-Oh...pero ¿estás seguro?-decía la otra chica con clara duda en su rostro-este omega...sin ofender, pero no parece estar a tu altura.

Pudo ver los ojos del alfa ensombrecerse de enojo y mirarlas a ambas casi de manera intimidante. Ambas, sin decir más, agacharon las miradas y volvieron a su mesa. Sintió la mirada de TaeHyung sobre él, ya no molesta sino amable y con una pizca de ternura.

-No escuches lo que dicen, son sólo unas niñas mimadas que creen en los cuentos de Disney. Tú eres realmente hermoso.-fue sincero y lo sabía pero aun así sintió que no podía creer en su palabra.

Su necedad era mucho más grande de lo que se podía imaginar. Así que asintió, una pequeña sonrisa en sus labios mientras volvía a tomar su cappuccino. Ya no tenía hambre como para seguir comiendo sus donas.

🌺Acomplejados🌺

TaeHyung tenía que admitir que había sido inmensamente feliz cuando HoSeok había aceptado salir con él ese día, ya sea cual sea la razón había aceptado y eso era lo único que le importaba. Todo iba bien, demasiado bien, hasta que aparecieron las dos descerebradas a pedirle su número y a tratar de feo a su omega. ¡Por Dios ¿es que acaso estaban ciegas?! ¡HoSeok no era feo! ¡Era el omega más hermoso que vio en su corta vida! ¿Cómo se atrevían a decirle algo así cuando ellas ni siquiera eran lo suficientemente bellas como para juzgarlo?

Se había enojado y había intentado hacer que HoSeok ignorara el estúpido comentario, pero al parecer lo había afectado demasiado. Su mirada ya no tenía ese hermoso brillo de antes y ni siquiera le dirigía la mirada. Eso no le había gustado para nada, ahora lo único que quería era arrancarle la cabeza a esos omegas idiotas que habían ido a joderles el día.

Suspiró, pensando que tendría que hacer algo que pensaba hacer al final del día, pero por las circunstancias debía hacerlo ahora. Llevó su silla al lado de la del mayor quien se percató cuando ya estuvo a su lado, apenas mirando la silla que había arrastrado hasta él. Su mano tomó el mentón del omega con firmeza pero siendo suave al mismo tiempo. Sin perder tiempo, se acercó hasta él y junto sus labios con cariño, dándole un breve beso a pesar de que deseaba mucho más. Pero creía que podría obtenerlo al final del día, cuando lo acompañara a su casa.

-No escuches lo que ellos dicen, ya te dije, eres el omega más hermoso del mundo.-susurró cerca de sus labios, su voz grave había logrado estremecerlo y eso le gustó.

Pensó que se molestaría con él por lo que hizo o que se iría y lo dejaría solo. Era comprensible, se había tomado el atrevimiento de besarlo en su primera cita pero lo había hecho con buenas intenciones, su mente enamorada le había indicado que eso era lo correcto.

Un sorpresivo pequeño beso en sus labios lo despertó de sus pensamientos, haciendo que mirara sorprendido a HoSeok quien le dedicaba una tierna sonrisa.

-Gracias.-murmuró antes de hablar de otra cosa, recuperando el hermoso brillo que había visto en sus ojos al ingresar a la cafetería.

Ese día, Kim TaeHyung se juró que le robaría a Jung HoSeok todos los besos que tanto anhelaba.

Estos capitulos sí que son largos ;-; no es sencillo escribir varias perspectivas ;-; 

JungKookie es medio yandere, JiMin acosador y TaeHyung...es TaeHyung que les puedo decir XD

espero que el capitulo les haya gustado!!! :D nos vemos! besos 💋💋💋

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