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El tiempo había pasado con total normalidad. Mientras Toji se adaptaba, Gojo volvía a sus problemas en los clanes, siendo el líder del suyo propio. Moviéndose confiado y arrogante entre él suyo y los Zennit. A la par, Geto estaba listo para hacer lo que tenía que hacer, empezando con el primer precio a pagar, sus propios padres. No había arrepentimiento en su mirada cuando ví los cadáveres, "es por un bien mejor" había dicho. Tomando lo que necesitaba para obtener su venganza personal. Tenía un hombre del cuál deseaba deshacerse para seguir sus intenciones con tranquilidad. Caminando en sigilo a la academia.
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— ¿Huh? — La sombra de Geto era capaz darse a notar, acercándose a Toji a paso firme, hace casi 2 meses que no lo veía y ahora su expresión era muy diferente, seguía sonriendo como era su costumbre, pero sin ocultar esta vez sus intenciones, más despectivo, más agresivo, confiado y hasta cínico.
Encendiendo alarmas dentro de Toji, que serio y recto no despegó su mirada de él atento a cada movimiento. Sentía su energía agresiva, en una falsa serenidad.
— Geto Suguro. Un gusto verte. — Mintió. El contrario no se dignó a responderle nada. Atacando a Toji rápidamente, "Encarnación de Tamaño no Moe" El espíritu salió de la espalda de Geto, obligando a Toji a ponerse en guardia ahora con este.
— Llevarnos a un lugar a solas y desaparece. Su tortura me corresponde. — Aún estaban en la escuela así que su ataque fue una antesala buscó sacar cualquier intruso que pudiera interponerse entre los 2. Toji no se hizo rogar con eso.
— Me alegra que ya no tengamos que fingir. — Manifestó en voz alta, apoyando sus piernas para saltar contra el contrario empezando su pelea. Su puño asestó contra Geto, que logró detenerlo pero retrocediendo por la fuerza que el hombre tenía. Escupiendo cerca de su rostro:
— Eres más estúpido de lo que pensé para venir seguro a pelear con las manos desnudas. Mono. — Chasqueando los dedos, el gusano que hace tiempo pertenecía a Toji se envolvió en su cuerpo, sacando dé su interior las que serían sus armas en combate.
— Con que allí estaba esa cosa. — Mencionó. — ¿Te molesta tanto perder contra un simple Mono en nuestro último encuentro? Tendrás suerte saliendo vivo de aquí. — Geto apretó los dientes, atacando a Toji golpeándolo en el estómago.
— Eres muy hablador. Gojo debió haberte asesinado, como tú casi hiciste con él. — Con ambos brazos golpeó a Toji tanto en el rostro como en el pecho. — Enserio es muy ciego, y yo también a creer en esto. Monos como tú deben morir pará que los chamanes ven la paz a este mundo. — Toji río, tétrico y fuerte. Golpeando a Geto de forma que le volteo el rostro de un puño cerrado.
— Eres solo un idiota. ¿Me estás queriendo insinuar que vas a matar a todo aquel que no tenga energía maldita? Bajo esa lógica,
¿Te imaginas un mundo dominado por el clan Zennit? Que mundo más podrido. ¿Se te callo tu mundo ideal en él que creías? Espero no se te olvide que he matado maldiciones con estás manos. — Tronando los nudillos alegó. Golpeando a Geto en el estómago sin que esté pudiera reaccionar, separándose de él antes de que pudiera siquiera reaccionar. — Ya conozco tus habilidades, ¡Sorpréndeme!
— Dragón Arco Iris. — Pasando su puño por su labio, Geto sonrió, sacando un arma de entre sus ropas. Sonriendo ampliamente con ganas de pelear. — Puede que no te mate hoy, pero lo haré tarde o temprano. Aún tengo planes que realizar. — Enviando al Dragón se mantuvo firme, empuñando su arma, preparándose para empuñarla en su cuello.
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La mañana y parte de la tarde habían sido bastante productivas para Gojo. Llegando incluso a que un acuerdo que estuvo negociando fuera aceptado. No obstante, como era muy común, las malas noticias le golpearon a la cara y la felicidad se le fue al albino cuando pisó territorio de chamanes nuevamente. Cayéndole la realidad como un balde de agua fría, sin risas como en otro momento hubiera sido.
— Gojo… — Yaga y Toji voltearon a él. Toji estaba con un par de vendas, con claros indicios de una batalla encima. Yaga lo acompañaba.
— ¿Qué pasó?
— Geto acaba de cometer una traición. Vino a atacar primero a Toji, estamos investigando de él. Parece que acaba de asesinar a sus padres.
Gojo estaba helado. Tragando grueso, dio un pasó al frente dispuesto, no, exigiendo indagar y que se le ofrezca información de lo último pasado.
— Toji, ¿A dónde fue luego de su batalla?
— No tengo idea, pero quería matarme. Cómo no pudo acercarse a mi cuello escapó. Dijo que tenía otros planes ya que considera que monos como yo no debemos existir.
— En otras palabras. Se le metió la idea de que solo los chamanes deben vivir, básicamente planea un genocidio.
— ¡Ese animal! ¿Qué se le metió en la cabeza? — Suspiro. — Iré a buscarlo. Yaga, informa de esto, más solicita que no se le intente herir, necesito hablar con el. Toji... ¿Puedes quedarte solo verdad?
— He estado en peores situaciones. — Simplificó.
— Bueno. Yaga, Ahh, mejor llévalo hasta mi casa, debe estar malito. — Toji río en ironía y sin gracia por eso dicho. Cada uno fue a lo dicho.
Corriendo por las calles Satoru sacó su teléfono, marcando con rapidez el número de su compañera.
— ¿Shoko? ¿Maldita sea dónde estás? Ocurrió algo con Geto, ¿Ya estás enterada? — Del otro lado de la línea esta respondió con tranquilidad que estaba con él, ya teniendo la dirección apretó el paso. — Acabo de pelear con Toji, ¿Que tan herido está? Ten cuidado con él y no intentes nada raro. — Y así se fue.
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3 horas pasaron. Toji parecía el menos interesado en el asunto ya que cuando llegó a la casa simplemente se acostó boca arriba, descansando de la pelea, sonriendo satisfecho por el resultado. Geto se notaba frustrado en su inutilidad, tomando la decisión de irse para no sacrificar su plan por un capricho.
Cuándo se dió cuenta Gojo regresó. Parecía que logró encontrarse con Geto confirmando lo peor, cada palabra dicha por éste era muy diferente a la del que una vez fue su amigo. Desapareciendo del radar al poco tiempo.
— ¿Está...? — Sollozando. Gojo se había recostado en la pared, dejando caer la venda de sus ojos, llorando. — ¿Pasa algo Satoru?
— Nada. Ignorame. — Rápidamente se levantó. Pasando sus manos por sus ojos, volviéndose a poner la venda sobre sus ojos buscando irse. Toji lo siguió.
— Tu amigo traiciono y estás llorando, ¿Tanto te afectó ese idiota?
— Te prohíbo que le digas así. Geto es el primer amigo que tuve. Cómo te dije cuando estabas encerrado, fue más el tiempo que estuve obligado a estar en mi clan solo, él fue la primera persona que conocí, que me dió confianza y con quién compartí gustos. No entiendo qué le pasó. Está decidido a hacer un genocidio de humanos, yo, no lo entiendo. Sabemos que siempre habrá pérdidas, siempre habrá gente que no podemos defender, los 2 lo sabíamos con Riko… ¿Qué lo llevó a pensar así?
— No te esfuerces porque solo era un idiota. Sí así de fácil tomó una decisión como está, tarde o temprano pasaría algo así. Nadie que crea que los chamanes merecen gobernar está bien de la cabeza. — Ligeramente Satoru rio, debía admitir que algo así le levantó el ánimo.
— ¿Tú crees?
— Algo así. Al menos tú sabes que sé tiene que poner esfuerzo para cambiar algo aunque muchos no tienen salvación real, estuve más feliz con la que fue mi esposa que en todo el clan.
— ¿Por eso te lárgaste no? — Él asintió. — Gracias. Supongo. Iré a bañarme, ah...
— ¿Pasa algo?
— Nada. Solo pensé en una cosa. Tengo que ponerme a hacer unas cosas, ya que quisiera mantenerme ocupado. — Toji arqueó las cejas por la primera reacción. Riendo fuerte Satoru hizo lo dicho. Dejando a Toji solo.
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"Eres Satoru Gojo porque eres el más fuerte, o eres el más fuerte por ser Satoru Gojo"
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— ¿Megumi Fushiguro no?
— Si… ¿Quién eres? ¿Por qué tienes esa cara? — Gojo no sé podía creer que incluso en la energía que mostraban Toji y Megumi eran parecidos. Con razón eran padre e hijo. Megumi tenía su misma cara de indiferencia ¡Y era un niño!
— Soy Gojo Satoru. Un gusto pequeño.
— ¿A qué vienes?
— Me mandaron por ti. — El niño mantenía su inexpresión. — ¿Sabes? Tu padre pertenece al clan Zennit, una buena familia de hechiceros. Pero como no podía alcanzarme abandonó el clan y a tí. ¿Tú también puedes verlos? Tienes un poder único, ¿Te das cuenta de él? A tu clan de nacimiento les encanta el talento. Nosotros solemos despertar nuestros hechizos entre los 4 y 6 años, y además esa edad es preferible para venderlos. Osea Megumi, dejarte a cargo del clan Zennit fue la mejor jugada de tu padre. Puede que estés enojado. Yo me encargaré de…
— No me importa. No me importa lo dónde esté, no lo que está haciendo. Hace años que no lo veo, así que no recuerdo su cara en nada. Pero, creo que entiendo ya más cosas de mi vida. — Y dicho esto. Megumi le dijo lo que Gojo ya sabía, él y su hermanastra abandonados por la madre de esta. Pero la forma en que Megumi lo declaró fue bastante fuerte. — Ya cumplimos, no les valemos nada.
— ¿Enserio eres de primer grado? — La forma que hablaba era muy adulta, estaba muy despierto. El pelinegro se mantuvo serio. — Bueno. Al grado, ¿Qué quieres hacer? ¿Ir al clan Zennit?
— ¿Con Tsumiki qué pasará? ¿Podrá ser feliz si voy allí?
— No. Eso nunca pasará. Yo me encargaré del resto. Solo te voy a pedir que te esfuerces mucho. ¡Va lo mejor de ti!
Megumi no entendía la forma de ser de ese hombre. Quedó bastante confundido, pero agradeció las respuestas que le ofreció.
— Hazte fuerte para que no te deje atrás.
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¿Saben? Cuando estaba leyendo el manga estaba dispuesto a amar el Ships de Geto x Gojo y odiar el Toji x Gojo por Spoilers que le comí, y salió todo al revez jajaja.
Luego de lo pasado por culpa de una simple conversación con Yuki, no me imagino esa relación terminando bien para Gojo. No sé, solamente me incómoda ver lo fácil que su estrecha relación valió nada.
En cuanto a Toji, me encanta imaginarlo a él y a Gojo como padres de Megumi, es muy divertido. Y quiero seguir escribiendo de ambos debido a los pocos fic de los 2 de una temática más... Digamos dulce.
Eso sí, claro que habrá escenas subidas de tono aquí.
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