10
La estruendosa carcajada de parte de Toji se escuchaba en las 4 paredes de esa sala, tuvieron que sacar a Gojo rápidamente y vendarlo porque parecía tener pequeñas quemaduras para el desconcierto de los presentes con la única excepción siendo Toji, riendo a todo pulmón.
— El prodigio de los chamanes, el portador de los 6 ojos, un hombre que desde su corta edad fue el rey de la chamanes, estuvo a nada de matarme, destrozado por la cocina. ¡JAJAJAJA! ¿Cómo terminaste así si quiera? — Tenían que admitir que sí era divertido el asunto por lo hilarante que sonaba. Hasta fue una fortuna que Gojo recibiera educación privada de su clan, Shoko sabía que si él hubiera participado en clases de construcción social a la hora de cocinar hubiera sido un desastre.
— Me alegra que mi sufrimiento sea la causa de que nos deleites con una sonrisa y no tu cara de culo amargado. — El contrario dejó de reír arqueando una ceja hacía Gojo, expectante. — Y bueno, solo busque usar la arrocera eléctrica, pero se me enredó el cable en el brazo, termine derrumbando unos platos gracias a eso y cuando fui a echarle agua para hacer el arroz por accidente creo que le cause un corto circuito. — Apoyando las manos juntas detalló solo lo necesario acerca de lo acontecido.
Toji soltó una nueva carcajada por oír eso.
— Eso es un récord. — Geto repitió, a la par que se terminó llevó la mano al mentón, él conocía bien esos acontecimientos.
— Creo que tengo suerte de que a la primera no me saliera tan mal. Solo olvídate que seré tu chef personal.
— Tampoco lo necesito. Pero bueno. — levantándose de un aplauso agradeció a sus compañeros y a Shoko por tratar sus heridas, tenía la intención de cambiar de tema por lo poco interesado que estaba de escuchar burlar por el desastre culinario que llevaba en la sangre. — Supongo que perdí mi apuesta con Toji, que bueno que no apostamos nada serio. Aunque tampoco perdería mucho.
— Me iré arriba si ya terminaron, te dejo con tus amigos si esto se supone era una reunión. — Chasqueando la lengua dió por sentado su decisión dispuesto a irse, no obstante mano se Geto le tocó el hombro, deteniéndose en secó. — ¿Te ofrezco algo? — Las miradas de ambos hombres eran comparables con cuchillos. Toji sé mantuvo serio y neutral, mientras Geto sonreía con sarcasmo. Una sonrisa falsa que parecía querer burlarse de él. Shoko aprovecho esto para intervenir, pasando por alto la tensión entre los 2 hombres.
— No tienes que irte, ya pedimos comida sabiendo como es Satoru. Puedes quedarte otro rato. — Sacando un cigarro le ofreció a Toji uno.
— Es cierto. De mi parte, quería aprovechar para preguntarte un par de cosas, no tuve tiempo en la academia. Es sobre los que te contrataron para matar a Gojo, ese gremio de asesinos. ¿Puedes darnos información?
— Eso ya lo hice. Pregúntale a Gojo, si lo que buscas en cerciorarte de que estoy de su lado. — Sonriendo casi triunfante contestó. Segunda señal de que Geto tramaba algo o cuando menos era la alerta de Toji para no bajar la guardia con él.
Toji era bueno fingiendo y engañando para que Geto esperase que se comiera en cuento de que no pudo hablar con él en privado. Si ese era su "problema" tenía la sensación de que podía preguntarle en cualquier momento. No en ése. Aunque se preguntaba si quería provocarlo o solo estaba mostrando una clara desconfianza y desprecio por él. Nada raro. Total, lo tendría vigilado.
— Es cierto. Ya me dijo lo importante, aunque no se de donde viene el tema si hasta el viejito dijo que eso no era un problema.
— ¿Ves?
— Como son bastantes escurridizos pensé que Toji pudiera ayudarnos. Pero el también se puso a la defensiva. — Y con esto dicho, Geto parecía inquieto. Claramente esperaba otro resultado, estando unas 5 personas en ese cuarto incluidos ellos 2.
— No diría que a la defensiva. Más bien, de que lo confías en mí. Creo que la última vez me preguntaste si estaba aquí por pura conveniencia. — No nego ni confirmó nada, los ojos de los 2 peli negros estaban clavadas el uno a el otro.
— Geto, entiendo eso pero el ya me había dado su palabra. Toji ya ha demostrado ser un aliado.
— No, déjalo que no me importa. Ciertamente, tras nuestro primer "encuentro" entiendo que tenga problemas de confianza, no me molesta ni necesito su aprobación. — Ahora, con eso dicho, se volteo levemente a Geto. — Si, si es así como me dijiste aquella vez. Me conviene ayudar a Satoru, debo ser idiota para rechazar la oferta. Ahora dime, ¿Estoy haciendo un buen trabajo como profesor? ¿Existe algo más que te haga dudar de mi actualmente?
— Lamento no poder olvidar el pasado. Solo diría que aflojes tus métodos de enseñanza. Casi parece que les enseñas a matar sin escrúpulos.
— Les enseñó lo que yo sé, a aprovechar las oportunidades, es matar o morir en este mundo para que se dejen llevar por sentimientos. Te acepto que no soy el mejor tratando con niños, pero me ayuda que estos tengan el suficiente conocimiento.
— Entiendo. La mentalidad de un hombre sin energía maldita. — Nuevamente se sentó. Cómo dijo Shoko, la comida que pusieron no tardó, convenciendo a Toji de quedarse con ellos. Manteniendo una tensión entre Geto y Toji que difícilmente se iba mermando. Concentrándose en los demás conversando, hasta que el tiempo pasó.
— Bueno, en ese caso me despido. Creo que visitaré a mis padres, hace tiempo me preguntaron por ti. — Le dijo esto último a Gojo, resignado a irse sin decir nada.
— Buscaré hablar luego de Geto. Lo he notado muy extraño. — Dijo ella, momentos antes de despedirse también.
— Descuida. Supongo que es normal tener ese tipo de reacciones, ver a un enemigo ahora como aliado no es fácil. Aún existen cosas que tengo que hablar con Toji, de momento quiero confiar en él. A si que no te alteres. — Gojo le sonrió, calmando a su compañera antes de despedirla.
— Adiós, y gracias. — Cuando se volteó al rubio, este simplemente dijo eso. Y bueno, si recordaba bien Kento no era fan del dramatismo en la vida real, así que no podía culparlo de preferir irse. Solo suspiro, hasta él se sentía abrumado por sentir que estaba teniendo que elegir entre Toji y su mejor amigo, últimamente Geto se distanciada de él y él también estaba ocupado.
Desde el momento que Geto se fue, Toji cumplió con irse de allí, parecía más impaciente o molesto por lo sucesivo. Casi analítico en su propio mundo. Él albino lentamente se acercó a él, sentándose a su lado.
— ¿Sabes? Estaba pensando en preguntarte qué tal has estado viviendo conmigo. — Indiferente el mayor volteo su mirada hacia al albino, este continuó. — Osea, me quedé pensando en lo que dijiste. No sé cuántas veces hemos hablado amenamente.
— Pues si quieres que te responda, te agradezco que me vieras mi espacio en vez de estar enteramente pegado a mi todo el día. Lo digo porque eres muy infantil para tenerte así. — Gojo quiso reír. Si, ajá, le podían decir inmaduro todo lo que quieran ya que ni le importada. Vivir es vivir. Solo qué ya era aburrido que solo eso notaran de él.
— Y bueno no tengo mucho que decir allí, pero lejos de lo infantil ¿Que opinas de mi actualmente? ¿Agradeces no haberme matado? De no ser por eso no estaríamos ahora. Vivo y los 2 juntos. Tu mismo lo dijistes, sabes lo que te conviene. Y gracias a eso pronto estarás con tu hijo ¿No?
— Algo así. Digamos que me pareces casi incomprensible, eres un hombre raro y ya, te puedo insultar de muchas formas si lo deseas y luego decir lo bueno, pero de momento no me arrepiento de elegir seguirte. — Énfasis en "de momento"
— ¿Ves que si de podía decirme algo medio detallado? Espero quites esa actitud, tu hijo no querrá verte así.
— A… Eso… — Ahora Gojo no entendía esa reacción.
— ¿Ya me vas a hablar de eso? Porque me parece raro que primero lo vendieras y luego me pidas que lo saqué de allí. Megumi no importa como lo escribas significa bendición, y es raro que un chico lleve nombre de mujer.
— Satoru. Mírame, si quieres una respuesta para todo eso pues mírame, nunca seré un buen padre, no sé nada de niños, Megumi al tener lo que yo no estaría mejor en el clan Zennit porque nunca le negarían nada, era la mayor opción que tenía para criarlo por más infierno que yo viví allí, cuándo llegaste tú, aproveche una nueva opción y darle lo que merece.
— Vaya, eres un tipo de padre curioso. Pareces querer darme a entender que amas a tu hijo por eso lo apartas de ti. Aunque técnicamente nada de eso se lo darías tú sí no, en este caso yo.
— Exactamente. Hazme el favor y te lo repito, nunca le digas que soy su padre. Está mejor sin mí. Tampoco creas que soy buena persona debido a este discursito porque tengo hasta el culo manchado de sangre, solo sé lo que me conviene hasta que la muerte me reclamé.
— Recuérdame pagarte un psiquiatra.
— Come mierda. — Seguidamente de Toji expresar su desagradó, Gojo liberó una pequeña carcajada, parándose frente a Toji ofreciéndole su mano.
— Ya que ganaste nuestra apuesta ¿Te parece si te pago con una salida con Alcohol? Solo aviso, yo no lo tolero bien, así que me mantendré muy al margen, sumado a todo lo dicho y lo pasado con Geto, ¿Se siente incómodo no? Divirtámonos por primera vez que está noche no terminará así.
Es que esto era increíble. Gojo no podía tenerle tanta confianza, o cuando menos, no podía en serio querer hacer las paces con él. El mayor solo rió entre dientes, aceptando la invitación por esta vez. Luego tendría tiempo para criticar a Gojo.
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