Pitt

Ver como Nicol se pasea de un lado a otro es desesperante, incluso más que estar tendido en esta cama de la cual por ahora se me hace imposible levantarme. La sensación amarga en mi boca no desaparece, aún recuerdo como cada crisis ha empeorado seguida de otra, desconozco cuales eran los planes de Diana con esto pero es obvio que su obsesión superaba sus propios limites.

Me acomodo sobre la cama, me sofoca el estar tanto tiempo sin poder ser yo mismo, esto que me arrastra hacia atrás empieza apoderarse de mis fuerzas pero aún así no es algo por lo que vaya a bajar la cabeza frente a nadie, la ayuda que llega es devuelta, los favores siempre reciben su correcto pago, así son las cosas conmigo y eso no cambiará.

—Te aburriré un poco —Nicol arrastra una silla junto a la cama.— Es algo vieja pero bueno, es sobre la noche que ya sabes cuando me encontraba de turno, era una nueva oportunidad y Laura lo sabía, pero aún así me vi envuelta entre las cadenas de tener que contestar a su llamada, sonaba exhausta y nerviosa, "Cuida de ellos" fue lo que dijo, pude escuchar a tu padre como repetía que había perdido el control de los frenos pero aún así en ningún momento escuché a tú madre llorar, solo llamó para pedir algo y eso lo tenía muy en claro.

—¿A qué viene eso ahora?

—Milagrosamente Maison logró decirme en qué carretera iban, mejor dicho alargaron su sacrificio por aquellos dos, él eligió contra que se detendría el auto y me lo dijo, cuando llegué al lugar fue justamente como contó, tus padres habían chocado contra las rocas del camino a las fuera de esa horrible carretera, Maison aún se mantenía con los ojos abiertos y sostenía la mano de Laura, a ella le sangraba el rostro y no estaba consciente, solo hice lo que me pidieron y tomé a la embarazada conmigo realizando la cesaría de emergencia que era requerida en ese momento, unos minutos más tardes y ninguno habría sobrevivido, si Maison no hubiera alargado el viaje y conocido el terreno probablemente los cuatro habrían muerto.

—¿Qué hay de malo con la muerte?

—Lo siento Pitt —toma mi mano—  Prometí que cuidaría de los cuatro pero después de ayudar a que los mellizos nacieran se me hizo imposible dar con ustedes dos, cuando lo intenté ya era muy tarde y solo me quedó esperar.

—Eso ya lo sé Nicol, tampoco tienes nada porque disculparte, no tenías ninguna responsabilidad con nosotros, tenías tu propia vida y todo lo qué pasó esa noche fue egoísta como los involucrados directa o indirectamente.

—Si hubiera dado con ustedes antes todo esto se podría haber evitado, su venganza, su odio, las consecuencias de sus actos.

—Mi envenenamiento, eso es en lo que piensas y lo sé, Diana hizo esto y yo fui el que cayó en su juego, no podía ganar sin perder, seamos justos.

—Bueno —se pone de pies sin verme a la cara.

—Nicol Rodriguez. —Gira a verme— Sin lamentos.

Me sonríe.

—Más te vale que aguantes.

—Lo mismo digo.

Logro sentarme sobre la cama, mi mano yace sobre mi muslo y tomo la mejor postura que puedo en estos momentos, una que no me haga ver débil ni tan necesitado como todos me hacen sentir.

—Ahora ya dejemos esto y cuéntame dónde estamos y quienes son estas personas.

—Los Dumitru, tienen un problema con los Constantin, la familia original de Dahiana y creen saber dónde puede estar la cura para tu enfermedad.

—O sea que no podemos hacerlo sin su ayuda.

—No.

—¿Pero?

—Tienen un plan.

—Y nosotros somos los jugadores.

—Eres bueno para ellos, siempre sabes cómo salir sonriente y con la corona en mano.

Exhalo.

—Esa mujer de hace un rato...

—Una amiga.

—Nosotros no tenemos amigos Nicol.

—Que bueno que ya recuperas el tono, eso significa que la droga funciona.

—Cada ocho horas es demasiado.

—Te pondré una alarma y siempre cargarás reservas.

—¿Podré realizar todo como normalmente lo hago?

—No eres invencible y Magnolia tampoco es Dios.

—No me culpes por los defectos de otros.

—No puedes.

—Mmmm.

—Pitt.

—Ya te escuché.

—Por ahora te quedarás en cama por siguientes dos días, veremos cómo avanzas y cómo tu cuerpo y el veneno reaccionan a la nueva droga en tu sistema.

—No la puedo usar por mucho.

—Lo sé, por eso todo debe hacerse rápido.

—¿Qué hay de mis órganos?

—Son salvables si haces lo que te digo y no te esfuerzas demasiado.

Entrecierro los ojos sintiendo que el cuerpo se me desvanece sobre la cama, no soporto estar en ella haciendo nada y aún más si es solo.

Resoplo.

—Vanessa llegará pronto —informa— Por ahora buscaré a la Lisa, ustedes deben hablar.

—Nicol.

—Lo harás.

—Nicol —la veo negando con la cabeza— Solo veré a Vanessa, nadie más.

—Es tu hermana.

—Estoy al tanto de ello.

—Se preocupa por ti como nadie más.

—Tiene una manera muy extraña de hacerlo.

—Eres un adulto, todos lo son pero yo aún soy su abrigo y no hago preguntas. Por lo tanto, Lisa pasa.

Se detiene junto a la puerta dándole dos golpes a la madera antes de abrirle paso a la rubia de ojeras obvias quien se mantiene de pies como si temiera dar el siguiente paso.

—Adelante —insiste Nicol— Quédate, cuida de él y mantenme al tanto.

—¿Estará bien si lo hago? Dijiste que ningún tipo de tensión o estrés.

—Ha tratado contigo desde niña, estará bien —Nicol cierra la puerta cuando ambas intercambian de lugar.

—Me alegro que hayas despertado Pitt.

Habla frente a mi, una de sus manos se encuentra cubriendo su codo y solo observa mi estado ignorando la habitación llena de máquinas que me rodea.

—Me asusté mucho cuando te vi en ese estado. —Guardo silencio—  ¿Por cuánto tiempo planeas seguir tratándome así? Ya te expliqué todo y aún me odias.

Levanto el dedo en forma de negación.

—No escuchaste a Nicol, cero estrés y ahora mismo eres su personalización.

—También dijo que estarías bien, y no pienso salir Pitt, me escucharás te guste o no.

Se aproxima hasta la cama intentando traer su mano a mi frente pero muevo mi cabeza, su mano cae sobre mi pecho y se sienta sobre a la cama.

—Aún somos unas familia Pitt, —toma mi mano y la retiro— No importa lo que yo haya hecho, todos cometemos errores y yo doy la cara por los míos, puedo ser fuerte si eso es lo que se requiere pero no deseo serlo si mi gente me ignora como lo haces, eres mi hermano, mi sangre y me dueles.

—Lo he notado.

—Pitt —se mueve recostado su cabeza de mi pecho— No me gusta llorar por el pasado, odio recordarlo pero lo bueno en ello es que tú siempre estabas allí, y aunque no te guste también él, ya he perdido casi todo lo que amo, pero ya no quiero perder nada más.

—¿Pensaste así antes de traccionarme por Bean?

Guarda silencio y respiro en busca de paciencia.

—Es mi culpa —sollozea— Si no hubiera dejado que Diana nos manipulara esto no habría pasado —siento como su voz se rompe— Pero es que el amor nos vuelve idiotas.

—No me hables de tus sentimientos por Bean, no lo soporto.

Trago pesado.

—¿Aún no lo perdonas?

—Los odio a ambos.

Se sujeta a mi con fuerza.

—Ya estoy cansado de decepciones, traiciones y golpes de dónde menos los esperas, todas las personas en las que he confiado me han golpeado con algo, pero más asfixiado estoy del pasado y todos los que viven allí.

—Buscaremos una solución.

—¿Qué es lo que tanto pesa, el apellido o la sangre Lisa?

—Las emociones.

—Eso.

—Justo por lo que la mantienes junto a ti, por cómo te hace sentir, se te ve en los ojos y en la forma en que hablas cuando se trata de ella.

—Aún así la olvidaste mientras tú estás aquí.

Levanta la cabeza viéndome.

—No lo hice, no pude encontrarla y por tu estado llevábamos prisa.

—Por si no lo sabes estoy enfermo y tu cuerpo y lágrimas me hacen más peso del que deberían.

—Te ves fatal. —habla esa mujer al pasar a la habitación como si nada— Veamos, supongo que Nicol ya debió de ponerte al tanto de todo lo que sucede aquí, si no es así lo hará luego, no tengo tiempo que perder, ¿Qué edad tienes?

Aún no entiendo que es lo que hace y porque la manera salteada que tiene de tocarme pero no digo nada.

—¿Acaso perdiste el audio? —pasa un dedo frente a mis ojos— Te hice una pregunta.

—No la recuerdo, ¿Podrías repetirla para mi?

—¡Nicol!

—Veinte ocho —contesta Lisa— Tiene veinte ocho años.

—¿Hijos?

—Gracias a Dios que no —Nini entra con una bandeja de comida en mano.

—¿Para qué es eso? —inquiere la mujer peli negra que está a pocos centímetros de revisarme mucho más que la piel.

—Pitt debe alimentarse, cuando acabes me aseguraré de que coma esto.

Ella resopla y Lisa me ve intrigada en cuanto más perdido no podría estar.

—¿Hijos?

—No.

No hay necesidad de que me esfuerce en contestar ya que Lisa y Nicol vuelven hacerlo por mi.

—¿Querías tener?

—¿A qué te refieres?

—A justo lo que dije —me ve— Esto es algo que tendrás que hacer de todos modos pero por ética necesito testigos.

—¿Qué?

—Lo que está en tu sistema es una toxina utilizada para acabarte lentamente, en resumen, he estado trabajando con moléculas las cuales podrían ayudarte a mejorar pero todo tiene un costo.

—¿Cuál?

—Debemos cuidar y tratar tu hígado.

—Eso ya lo sabíamos —habla Nicol— Dinos que es lo otro.

—Y ya que no te queda opción, aceptas lo que te ofrezco o te quedas ahí y mueres.

—Ni siquiera sé cual tu nombre, menos aceptaré lo que dices convenirme de buenas a primeras.

—Por eso dije que es tu decisión, tu hermana está dispuesta a sacrificarse por ti incluso cuando aún no sabe a lo que se enfrentará, dijeron que tú eras la cara de la familia así que espero no corras de tu realidad.

—Ni siquiera entiendo de lo que habla señora.

—Magnolia —Nicol se acerca— Yo hablaré con Pitt.

Toma un vaso con agua y me lo da a beber, reacciono antes de que acerque y lo tomo de su mano.

—No me traten como a un discapacitado. ¿Podré levantarme de aquí pronto?

—Lo harás.

—¿A qué te referías con eso de sacrificarse?

—Ya se lo he mencionado a Nicol, pero saciaré todas sus dudas cuando por fin todos estén reunidos, me han dicho que uno de ustedes abandonó la mansión.

—Adam —espeta Nini— Está en busca de algo importante.

—Bien, cuando eso llegue lucirás mejor de lo que lo haces ahora y entonces todo empezará.

—Eso tiene nombre, y es mi mujer.

Respiro viendo a Nicol quien trae una cuchara con algo líquido en ella hacia mi.

—Abre la boca —pide y solo la observo de una sola manera posible— Vamos abre.

Lisa se ríe y esa mujer no dice nada.

—Nicol.

—Es mi nombre y lo mencionan demasiado, vamos come o te golpearé.

—Es mejor que hagas lo que dice o te acabará primero que la enfermedad —Noah se presenta en compañía de Dannet.

—Me alegra ver que mejoras cuñado —habla ella con ese mismo tono de la primera vez que la conocí, no entiendo las intenciones de Noah pero ya que más da.

—¿Saben algo de Adam? —rechazo el intento de Nicol junto a mi.

—Aún nada, su viaje de ida y vuelta no será tan rápido como esperas así que relájate y come —habla Noah tomando algo de fruta de la bandeja que Nicol trajo consigo.

—Los veré cuando la familia esté reunida —habla esa mujer.

—Abre la boca —Nicol viene sobre mi sosteniendo mi barbilla en cuanto escucho a los demás reír.

—Nini no se separó de ti ni un segundo —dice Noah— Es mejor que la dejes terminar su trabajo.

—Han estado haciendo un plan pero tengo la sensación de que no me gustará la idea —digo viendo hacia la puerta— Tampoco confío en esta gente, abren sus puertas como si nada, nos ofrecen ayuda y dicen que solo es por ir el contra de Dahiana y su familia.

—¿Y qué piensas?

—Quieren lo que está en mi cuerpo y han encontrado a quien les sirva para ello, pero yo soy Pitt Lennox, no ninguna rata de laboratorio.

—¿Eso qué significa? —inquiere Dannet— ¿No aceptarás su ayuda?

—Los Lennox siempre regresamos lo que recibimos.

—No hay necesidad de crear alboroto donde no lo hay —comenta Noah frente a mi— Solo aceptemos y démosle lo que quieren, luego salgamos de aquí y olvidémonos de todo esto.

—Escuchen esto —pide Nicol— Magnolia es de mi completa confiesa y tal vez la única capaz en todo el mundo de crear lo que por ahora puede mantenerte en pie, sin embargo, nadie es perfecto como tampoco lo son sus raíces o las de Dahiana, ustedes lo saben mejor que nadie —ve a Lisa— El apellido pesa.

La habitación se queda en silencio tras sus palabras, esa chica Dannet me ve como si quisiera decir algo pero lo evita, Lisa ve a Noah y yo no dejo de sentirme confundido sobre todo esto.

Cierro los ojos trayendo a Matilde Lennox a mi mente, todas las conversaciones que tuve con esa mujer me enseñaron algo, cada una de las cosas que hizo junto a su hijo y el como todos manejaron la situación me llevaron a la idea de cual sería el mejor castigo para sus actos, como lo dije esa noche antes de encerrarla y olvidarme de su existencia, a Felipe no le quedaba mucho, sin embargo no pude evitar lo cual en estos momentos puede que me pese.

La sensación de estar contra la pared no es algo que vaya a confundirme.

Sin importar quien haya puesto la bala es algo que a larga terminaría por afectarme, el que se me inculpe por ello solo puede venir de una mano y por alguna razón no puedo sentir rabia hacia ella.