Capitulo 6.
╔═════════════════╗
PainShiro.
6. Más problemas.
╚═════════════════╝
Shiro temblaba fuertemente y debía admitir que jamas espero ser encontrado justo dejando el regalo en el escritorio. Como pudo se coloco enfrente de la caja y se colocó cubriéndola con su espalda. Este gesto no paso desapercibido por Pain.
—¿Qué escondes ahi?— inquirio serio mientras caminaba lentamente hacia él.
La distancia que los unia era cada vez menos y shiro solo sentia que el mundo daba vueltas. Estaba atrapado, descubrirán su secreto y eso le aterraba en exceso.
¿Qué podia hacer?
Solo sentía como el olor de su líder se intensificaba mientras él recortaba la distancia entre ellos, casi acorralandolo entre el escritorio con el regalo y el cuerpo del mas alto.
—Y-Yo Amm—Su mente estaba funcionando lo más rápido posible por segundo, sus neuronas trataban de conectarse lo más rápido y lo único que se le ocurrió decir fue—Que-Queria ha-hablar c-con u-usted Pa-Pain-sama—Su voz trataba de sonar normal pero fue más un susurro al verlo tan cerca.
—¿Hablar?— Le miro curioso y aún serio.—¿Sobre qué?
Se aproximo aún mas y colocó ambas manos en el escritorio, a cada lado del menor y aprisionandolo entre este y su cuerpo. La cercanía se hacía más notable y el peliverde ya sentía su cuerpo fuera de su control, trataba de retroceder pero el escritorio no dejaba que se separe
—Q-Quería sa-saber s-si te-tengo una misión pro-proxima—Fue la única excusa que se le ocurrió y cuando por fin tuvo un poco de valor, sus ojos que antes miraban el mentón del mayor ahora conectaron con los orbes violetas del pelinaranja
Pain le observo con recelo, estaba seguro que eso no era lo único por lo que el menor se encontraba ahi. Lentamente subió su mano y con firmeza tomo la barbilla del joven, obligándolo a mantener su mirada en él, intentando averiguar mas.
—No.— Siseó.— No tienes ninguna misión.
La puerta se abrió de forma abrupta. Shiro sintió que todo se detuvo, el mundo se le vino encima y solamente pensaba en que lo odiaban arriba, quería con todas sus fuerzas que la tierra se lo tragaran en aquel instante.
—Pain, vinimos a...—La voz de Yahiko se hizo sonar pero se detuvo enseguida, el menor estaba seguro que fue por la escena que estaban haciendo.
—Oh, vaya.— Obito sonrió con picardía y Konan estaba encantada ante la escena frente a sus ojos.
El pequeño Shiro completamente arrinconado contra el escritorio del lider mientras esté tenía su mano en su barbilla como si estuviese a punto de besarle y con la otra apoyándose en la fuerte madera atras de Shiro, dejando sus cuerpos realmente cerca. El blanquecino ya no pudo retener sus nervios y su sonrojo que ahora estaba solo en sus mejillas pasó a dominar hasta sus hombros y orejas. No quería voltear, sabía lo que iba a ver y no estaba en sus cinco sentidos, estaba usando toda su voluntad para no desmayarse.
Y eso ya era mucho esfuerzo, a decir verdad.
Pain por su parte giro sus ojos con hastío y frunció su ceño, pero nunca volteo a verles. Sabia exactamente quiénes estaban a sus espaldas.
—¿Qué demonios quieren? estoy ocupado.
Los otros tres se miraron entre si, Konan y Obito tenían la misma sonrisa cómplice, mientras que Yahiko estaba sonrojado.
—Acordamos que iriamos a revisar la guarida de Amegakure, ¿Recuerdas?
—¿Ah, si?— soltó desinteresado.
—Yo creo que no esta pensando con la cabeza correcta.— Ante lo dicho por Obito, la mujer rio.
Yahiko le da un zape a Obito, quería creer que no es lo que piensan y que su hermano, serio y apático no busca abusar de su poder con el pequeño Shiro sabiendo que traería su muerte. Hablando del blanquecino... El pobre Zetsu estaba sin entender lo que dijo el Uchiha pero su corazón descontrolado y su cabeza mareada no le permitía pensarlo mucho
—Pero... Si Pain solo tiene una.
En ese preciso instante Konan y el Uchiha estallaron en risas, Yahiko se veia incómodo. Y Pain... Bueno, él se sonrojo. No sabia si por la tenue vergüenza que sentia o el enojo hacia Obito por decir esas cosas frente a Shiro.
Bien, quizas ambas.
—Puedes retirarte Shiro, como te había mencionado... No tienes misiones pendientes.
—S-Sí!—Se endereza enseguida y hace una reverencia repetidas veces antes de salir corriendo rojo, haciendo que con su cabello sea un disfraz perfecto de un tómate.
Obito ahora estaba dudando si ir con Shiro y aprovechar el momento o joder al líder y también aprovechar el momento que ahora tiene a su entretenimiento. Pero antes de que a Obito se le hubiera ocurrido la respuesta a sus dudas, Yahiko cerro fuertemente la puerta por la que el blanquecino habia huido.
—¡Puedo saber que demonios le hacías a Shiro!— Susurro, queriendo gritar y un poco temeroso de que el hermano mayor del pequeño les oyera.
—No le estaba haciendo nada.— Murmuro hastiado.
—Si nada es tenerlo atrapado contra tu escritorio y parecer casi que ibas a besarlo pues...
—Yo deseo conocer lo que para tí significa "nada".— Completo Obito lo que decía Konan, estallando el mismo en una risa.
—¡Esto es serio!
La queja de Yahiko fue ignorada en cuanto Konan se aproximo a Pain y justamente se coloco en donde antes estaba Shiro.
—¿Y esto qué es?— Inquirió ella con curiosidad al ver la caja en la mesa.
Pain por fin cayo en cuenta de eso.
Obito vio la caja y sonríe, de no haber estado Konan hubiera salvado la situación diciendo que era de ella pero conociendo a Pain tiraría el regalo porque Konan nunca le dio algo de su agrado y siempre lo tiraba o se lo daba a alguien más, ahora hay un regalo de San Valentín obviamente identificado porque nadie más le haría algo así a Pain.
—¿Eso es un regalo de San Valentín? Parece que hoy alguien se tomó la molestia de Konan—Dice Yahiko sonriéndole a Pain.
—Yo no me quejo si me lo das Pain, hoy todavía no me dieron nada.
—Si, si. Mucho del regalo.— interrumpió el azabache.— Debemos ir a ver la guarida.
Los demas presentes le miraron confusos, Obito jamás desperdiciaría una oportunidad asi de burlarse de Pain o de saber que había en la caja.
El más alto frunció el ceño.
—Tú sabes algo.—Le señalo.
—¿Saber el qué?— Suelta desinteresado.— El ya me dió un regalo a mí y a Kuro, seguramente te lo dió por algo simple ¿Qué tanto rebuscas?—Suelta defendiéndose del ataque que ni él se esperaba.
Yahiko presentía que su hermano estaba enojado y aunque ellos no tengan una conexión como los otros gemelos, sabía que algo iba a pasar. Miró a Konan buscando ayuda pero ella estaba apoyada en la pared completamente calmada y esperando algo.
—Asi que sabes que hay en la caja.— Acuso él, enojado.
—No he dicho eso, además, ¿Por qué tanta molestia e insistencia por un regalo?
Pain calló. Obito deseaba haberse percatado del regalo antes que Konan, quizás asi lo hubiera desaparecido y vuelto a colocar en la oficina horas después sin que sospecharan de Shiro. No esperaba que Shiro fuese a dejar el regalo en la oficina, pensaba que esperaria hasta más tarde o dejarlo en la habitación de este antes de la cena.
Konan claro que disfrutaba esto, nunca se le hubiera pasado por la cabeza algo así pero apenas vió la escena frente a ella hace unos momentos y ahora ya sabe que el pequeño Shiro-chan la hará muy feliz estos meses.
Pain aun no respondía pero su enojo era claro.
—¿Y bien? ¿Podemos dejar el asunto del regalo y hacer lo que ibamos a hacer o seguiremos aquí?— Obito estaba hastiado, realmente hubiera preferido ayudar a Shiro pero no tenía otra opción.
—¿Qué contiene el regalo?
—Eso podrias averiguarlo abriendolo.— Intervino Konan con sarcasmo.
Pain le fulminó, Obito giro los ojos.
—Si tanto te molesta el regalo Pain, yo mismo puedo tomarlo y devolverlo.
La mirada de Pain otra vez recayó en el Uchiha. El gemelo menor se estremeció y ni para él era la mirada, no sabía que pasaba pero sabía que tenía que hacer algo o el Uchiha volaría sin haber una razón realmente decente.
—Hermano ¿Seguimos con lo que teníamos planeado o seguirás con el tema de Shiro-chan y su regalo?—Pregunta ya seguro que Pain va a cambiar de tema, conoce a su hermano como si fuera su propio pié.
El mencionado lo pensó un poco y suspiro, caminando lentamente hacia su silla tras el escritorio y se sentó.
—Por mi, vayanse todos a la mierda. Me quedaré aqui.
—Significa que abrirá el regalo y quiere privacidad.— Le Murmuro Konan a Obito, quien se mantuvo en su lugar esperando la respuesta a su pregunta.
Pain por supuesto, la oyó.
—Significa que quiero estar solo y sin preocuparme por pulgas molestas—Responde y mira el regalo de reojo antes de volver a poner su atención a los demás.
—Repito, si quieres me ocupo yo del regalo y se lo doy a Shiro-chan—El azabache sonríe esperando algo más del pelinaranja mayor.
—¡Maldita sea deja el regalo donde está!— Exclama furioso al ver que el Uchiha se acercaba para tomarlo.
Obito estaba entre sorprendido y divertido por todo, nunca se esperó esa reacción del lider y hacia lo posible para no soltar la risa más grande de su vida, Obito soltó el regalo y alza los brazos en señal de paz. Konan no estaba tan lejos de estar así también, ver a Pain así por poco hace que salte del susto.
—Hermanito... ¿Está todo bien?
—¡He dicho que largo!— Justamente Nagato abrió la puerta de la oficina y entro.
—Disculpen la tardanza, recién terminó.— Al notar el ambiente tenso en el lugar frunció el ceño.—¿Sucede algo?
Konan ya no se aguantó más y empezó a reírse sin contenerse ni un poco, era tan gracioso lo que pasó que ahora mismo quiere ir con Shiro y aprovechar todo lo que él tenga para darle.
—Konan, ya—Le pidió Yahiko tratando de que la marea no suba.
—Bueno, yo iré a ver a Shiro-chan y asegurarme de que el cadáver no lo haya asustado con sus metodos tan “amables” de hablar—Comenta Obito yendo hacia la puerta.
—Huy, esto no me lo perderé.— Konan corrio tras él.
Pain miraba a ambos hombres frente a él como si quisiera degollarlos. Yahiko solo se giro hacia Nagato.
—¿Vamos a inspeccionar la guarida?
La mirada de este era tensa y con ruego, sin darle tiempo a responder siquiera, le tomo de la mano y arrastro al pelirojo fuera de la oficina.
Pain, al estar al fin solo miro fijamente el regalo, sintiendo sus mejillas enrojecer y sus manos algo titubeantes para poder estirarlas y tomarlo. Era una envoltura muy bonita, los de Konan no eran ni de cerca igual de bonitos que eso, no se veía tan infantil pero tampoco tan apagado, un equilibrio perfecto para unos adornos y sin darse cuenta abrió esa caja que le dió curiosidad desde que la vió.
Al observar su interior notó como su corazón se había acelerado más de lo normal y su respiración se había detenido.
¿Shiro le habia dado eso?
Olía a chocolate, sabía que había chocolate pero su nariz no se arrugaba con desagrado al sentir el aroma, las galletas se veían tan esponjosas que parecían pasteles y los chocolates estaban tan perfectos que juraría sacados de una tienda, eran hasta trufas incluso.
Su corazón se aceleró un poco más. Dubitativo tomo uno entre sus dedos y lo acerco a su nariz... El olor era espectacular. Una sonrisa se escapó de sus labios sin notarlo y tomó entre sus dedos una de las trufas, y la olió más de cerca, un tacto suave y el aroma magnífico.
—¿Realmente hiciste todo esto... Por mi?— Sonrió aún más.
Por otro lado, en la habitación de Shiro este estaba hiperventilando.
—Esto es malo, esto es malo.—Dijo cuando sintió el aire pasar por sus pulmones— E-Es mi fin.—Su rostro estaba muy rojo todavía y no sabía cuánto tiempo su corazón aguantaría.
Ya estaba imaginando miles de escenarios donde Pain fuera a devolverle el regalo y enojarse o incluso lo tirase.
—¡Ahhh!
Grita y se tira en su cama sin saber incluso si está frustrado, nervioso, avergonzado o muerto de miedo. Al instante la puerta sono con un toquido, casi quiso lloriquear. Seguramente era Pain quien venia a reclamarle por meterse en su oficina y dejarle esa tontería.
Toma todo el aire que sus pulmones aguantaban y al soltarlo se puso de pié para ir hacia la puerta a paso lento con miedo a lo que pase, tomó el picaporte y temblando abrió la puerta despacio.
—¿…S-Sí?
Justo detrás de la puerta estaban konan y Obito, este último le observaba con una mirada que no supo decifrar. El peliverde al verlos volvió a sonrojarse al recordar que ellos habían visto esa escena tan vergonzosa.
—¿Pa-Pasa algo chi-chicos?—Pregunta tartamudeando y mirando a otro lado.
—Tranquilo Shiro, no desechará tu regalo.
El joven casi se atraganta del miedo ante lo dicho por ella.
—¿Sabe que es mio?— Casi llora.
—Era muy obvio.
—Ahh.—Suelta aire otra vez tratando de no gritar y se hace a un lado.—¿Qui-Quieren pasar?—Los invita, suponiendo que se viene una charla o un interrogatorio.
—Lamento no haber podido hacer nada mas Shiro.— Obito le miro sintiéndose fuertemente culpable.
—No importa, tu no sabías y yo debí suponer que el iba a volver a la oficina antes de cenar—Les dice antes de ir a sentarse en la cama.
—¿Realmente te gusta pain? Nunca me lo hubiera imaginado.
—Konan no es momento para esto.
Shiro trago en seco.
—¿Creen que Pain lo sepa?
—Bueno... Es muy posible que lo sepa pero a veces puede ser idiota y no pensarlo—Suelta Konan sin tacto.
Shiro se palmea la frente con ambas manos y se tapa el rostro más deprimido.
—Soy tan idiota... Como podría creer que le gustaría mi regalo. En este momento ya debe de haberlo desechado.
—Oh pues, estuvo muy renuente a que lo dejáramos solo y no quiso darme el regalo para devolvertelo.
El corazón del menor volvió a latir tan rápido como el tambor de un festival pero su mente le decía que no se ilusione por eso, seguramente quería rechazarlo en persona.
—Creo que mejor me voy con mi hermano y me tiró al mar—Dice otra vez deprimido.
Ambos le miraron con lastima, konan fue y se sento a su lado en la cama, abrazándole y acariciándole el brazo con afecto. Obito los miraba solamente, ya imaginando que a Pain si le había gustado el regalo pero por mas que le intentase decir al menor este no lo entendería.
Dios, Kuro los matará si llega a enterarse de esto y tenemos que recordar que esos son el tipo de gemelos que tienen una conexión extraña y aterradora, debe arreglar el ánimo del menor antes de que Kuro lo sienta y mande una carta con su condena de muerte.
Si, definitivamente estaban perdidos.
♡
Continuara.
_____________________________
¡Hola! Les saludan, Nailita y Naire.❤️
¿Que les pareció?
¿Les gusto esta extraña idea? Espero que si.
¿Cual fue tu parte favorita?
Escrito:14/05/24
Publicado: 15/05/24
2580 palabras.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro