Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 4

╔═════════════════╗
PainShiro
4. Ellos saben.
╚═════════════════╝

Shiro se sentía desfallecer al oír el tenue sonido de agua caer hacia el inodoro, la palabra «incomodidad» quedaba corta para definir lo que sentía en aquel instante. Su líder estaba a sus espaldas, orinando mientras él se encontraba en el baño. Shiro no iba a voltear aunque su vida dependiera de ello. El azulejo del baño es lo más interesante que hallan visto sus ojos en toda su vida ¿La cerámica tiene tanta resistencia? Recuerda que un día estuvieron peleando Kakuzu junto Hidan ahí y no rompieron la pared milagrosamente.

Pain tampoco estaba mejor. Los segundos pasaban y se sentía más incómodo, al sentir la presencia del blanquecino. No sentía su mirada y eso lo ayudaba a qué la incomodidad no sea ya incontrolable; todo iba bien para él, Shiro empezaba a entrar en confianza, el ya estaba sin ganas de volar la puerta, cosa que agradecía internamente. Y ahora está terminando de orinar, mientras su espalda tiene a penas seis centímetros de diferencia entre la espalda del peliverde.

Terminó lo que estaba haciendo un poco menos incómodo y se lavó las manos lo más lento posible. No sabía si iniciar una conversación o volver al silencio incómodo que abarcaba la pequeña habitación en la que se encontraban encerrados desde hace rato.

«Desde hace rato.» Se repitió en su mente sin poder evitarlo, tragando en seco. Sabía que van a estar ahí por un buen rato, conoce a los demás y cuánto tardan limpiando. Eso significa que estarán esperando una ayuda de más de una hora, e incluso más, si es que se consideraba que algunos se distraen con cosas que encuentran por ahí. Joder.

Aún recuerda haber mandado a Hidan y Deidara a limpiar el ático, cuando al subir los vio disfrazados jugando con los viejos juguetes de cuando él y su hermano eran niños. Bueno, mejor dicho el peluche de Yahiko y las armas de él, unas muñecas de Konan junto los peluches de sapo que Nagato tenía de recuerdo de Jiraiya-sensei. Esperaba con ansias que Kisame vuelva de limpiar el invernadero rápido, así pueden salir antes de que todo se vuelva aún más incómodo de lo que ya de por sí era.

«Como si eso fuera posible.» Pensó mientras giraba de su lugar y vió que el peliverde estaba de espaldas aún, seguro no se dió cuenta de su movimiento, puesto que el menor de notaba perdido en sus pensamientos.

Ya puedes voltear Shiro.

Soltó inexpresivo, el menor no le observo, aún sumido en lo que sea que pasaba por su mente. Un pequeño sentimiento invadió su pecho de una inexplicable angustia, preguntandose internamente lo que le atormentaba, dudando realmente si debía expresarlo o mantenerlo en lo más recóndito de sus pensamientos. Con un suspiro pesado, después del largo silencio que abarco el baño, decidió que quizás ello ayudaría a bajar la tensión de su cuerpo y la incomodidad del ambiente.

O eso deseaba. Aunque no supiese el porqué.

Shiro...— Titubeó.— ¿Me odias?

Preguntó mirando al menor a los ojos. Conectando ambas miradas, lila contra ámbar, en un brillo intenso de emociones que el mayor no entendía, pero el de tez blanquecina conocía a la perfección. Eso calaba en lo más profundo de su ser, haciéndo sentir cada vez más nervioso al Zetsu blanco. Por lo menos, hasta que procesó lo que dijo su líder.

¿Qué?— Inquiere de forma nerviosa y un tanto atónito.— ¿Por qué pregunta eso, Pain-sama? Shiro confundido sonríe, sonrojandose al notar esa mirada violeta más intensa que antes.

Te ves muy incómodo cuando estoy cerca y pienso que tiene que ver con qué te desagrade.

Le contestó la pregunta aún mirándolo con atención, su tono inexpresivo se sentía con una pequeña y casi inexistente preocupación. El dios del dolor era alguien que sabía esconder a la perfección lo que sentía. Shiro bajó la mirada avergonzado, no quería ser tan obvio... Bueno, mínimo para contestar porque parece que para algunas personas lo es y ello le aturdió un poco, sintiéndose mal por hacerle creer aquello justamente a él.

La persona que robaba sus suspiros.

E-Es que cuando no está mí hermano u Obito-kun cerca, no sé si puedo comportarme sin molestarlo. Me siento muy nervioso y trato de no hablar por miedo a hacerlo enojar.

Le confiesa volviendo a sonreír por empezar a sentir calidez en su interior. Es raro que el «gran Pain» pregunte eso a un subordinado y qué además, suene tan dulce. Se sentía en el cielo aunque sepa que tendrá que caer dentro de poco. En parte no es del todo mentira, hace un tiempo las cosas eran así para Shiro.

¿Así que es eso, eh?— Pain susurra para si mismo. Entendiendo lo que el menor decía se apoya de vuelta sobre la pared, buscando frescura del azulejo y dice.— No tienes que preocuparte, porque eres el que menos me puede molestar entre todos. Admite, mientras una pequeña sonrisa curveada y casi imperceptible aparecía en su rostro.

El peliverde soltó una carcajada sin querer, al ver qué su líder desaparecía la pequeña sonrisa para después colocar una pequeña mueca de desagrado. No sabía a quiénes se refería su líder, pero tiene una ligera sospecha de que tiene que ver con un inmortal de ojos púrpura y un rubio de mal carácter que le gusta hacer que algunas cosas exploten.

Bueno, gracias. Supongo.— Le sonrió divertido, con el rubor aún presente pero solamente en las mejillas y orejas.

Su corazón latía con fuerza, al saber que a su querido líder no le era molesta su presencia. Un sentimiento cálido empezaba abarcar su pecho y sus mejillas se volvían cada vez más rojas, mostrando un pequeño color carmín que podría notarse fácilmente debido a su pálido tono de piel.

Pain empezó a sentir un extraño ambiente que, aunque no le desagrada en absoluto, no le gusta no saber lo que era. Con un carraspeo fingido y mirando hacia el lado contrario del menor, soltó una pequeña orden.

Creo que lo mejor es que sigamos limpiando, antes de que empiece a hacer calor. No me gustaría que cuando salgamos de aquí nos vuelvan a meter para limpiar. Le dijo sosteniendo el trapo de piso.

Tiene razón, Pain-sama. Soltó el menor con rapidez, levantándose al instante.

El pelinaranja le imitó y ambos tomaron las cosas de limpieza, Shiro inicio limpiando los azulejos y Pain la ducha. Un silencio lleno el lugar por completo, pero este era distinto a los demás, era... Cómodo.

Los minutos iban pasando, Shiro en su mente escuchaba canciones que recuerde y de vez en cuando se le escapaban uno que otro tarareo. Quería sentirse lo más cómodo posible para no entrar en nervios por tener en cuenta que está encerrado en un pequeño cuarto con su jefe, que de paso lo puede hacer temblar con solo escuchar su nombre.

Pain mientras tanto empezó a sentir el cambio de temperatura al paso de los minutos, en donde limpiaba su parte correspondiente y su compañero se centraba su propia tarea de limpieza. Pequeñas gotas de sudor empezaban a resbalar por su frente, al mismo tiempo que aquel líquido cristalino y salado empezaba a aparecer en cada fibra de su ser. Haciéndole transpirar. Sin encontrar otra solución, empezó a quitarse su camisa y quedándose en una musculosa.

Pain-sama, ya terminé con el vid... ¡Ah!Shiro calmado había girado para ver a su jefe, pero en cuanto notó que se estaba desvistiendo su rostro volvió a ser un tómate.

El sonrojo era tan extremo en ese instante, que hasta sus orejas se habían enrojecido aún más, casi podía sentir que un vapor escapaba de ellas. Olvidó inclusive el como respirar, sintiendo la presión en sus pulmones, casi como si estos fuesen a explotar.

Shiro. ¿Estás bien?Se acercó al peliverde y lo ayudo a sentarse en el inodoro después de taparlo.— El calor ya te habrá afectado como en la playa, es mejor que tu también te quites un poco de ropa.

Una alarma sonó en todo el cuerpo de Shiro y sintió el corazón volviéndolo a golpear como en la playa, ahora sí que entrará en pánico. Se sentía desfallecer ante la intensa mirada de su líder, el tan solo recordar que este le pidió que se quitase la roba le tenía en las nubes. Pain le observaba en silencio, estando al tanto de que el menor no se desmayase, puesto que en dada situación no sabría que hacer.

Bueno, si sabría.

Mandaría a volar la puerta. Un poco extremo, si, pero si siguieran ahí es probable que le dé un golpe de calor al blanquecino y eso sería peor. Porque si muere o se enferma tendrá a tres personas culpandole y torturandole, hasta inclusive queriendo asesinarle.

Shiro, sacate la camisa así no sentirás tanto calor. Ya tratando de sonar amable, lo tomó de los hombros como una pequeña caricia. Terminó sonando un poco duro, pero Shiro no sabía si poner atención en el modo en que lo dijo o en sus manos sobre sus hombros.

Su mente daba vueltas y al mismo tiempo se encontraba en blanco, centrado más que todo en el firme toque de sus dedos sobre sus hombros. La miraba preocupada que le lanzó el pelinaranja, le tenía desubicado casi en su totalidad, puesto que jamás había notado aquella expresión en el rostro del líder. Pain lo miraba y ya empezaba a perder un poco la compostura, porque; Uno, no puede dejar que ese chico se desmaye o se enferme, porque es un compañero y dos... Okey, sí está preocupado y mucho. Se encontraba muy preocupado por el único que no le da molestias entre todos los más jóvenes, además, es el único que puede calmar a Obito y Deidara en sus bobas peleas de pareja.

Creo que hacerlo te podría marear, deja que yo te quite la camisa. Agregó ya sin saber como hacer, para que el menor reaccione y que le haga caso por su salud.

¿¡Q-Qué?! Shiro se puso de pie exaltado y su rostro ya pasó a varios colores. Pain se puso también de pie y asintió, tomando el borde de su ropa.— E-Espere, n-no es necesario.

El tembloroso chico tomo los bordes de su camisa y la fue alzando hasta su cuello con lentitud. Pain no se alejo en lo absoluto mientras le observaba, sin notar el como sus ojos de desviaban hasta el abdomen desnudo del menor, quien no traía nada debajo de su camisa. Sus cuerpos se encontraban realmente cerca.

L-Listo.— Bajó su mirada aturdido, no quería ver sus ojos mientras estén en esa situación.— ¿Seguimos?

Un poco tembloroso dió un paso para separarse de su líder, pero por desgracia su pierna estaba dormido y su equilibrio no le funcionó al sentir pinchazos en su pierna derecha. Su cuerpo se fue hacia adelante en una posible caída segura, pero unos fuertes brazos le atraparon en el aire justo antes de que pudiese caerse, apretandolo contra el fuerte pecho de su líder.

¿Estas bien, Shiro?

Inquiere el mayor en un tenue susurro preocupado, sosteniendolo con firmeza. Al instante, la puerta de aquel pequeño baño es abierta. Ellos voltearon hacia donde estaba su libertad y sintieron el aire fresco pasar por sus rostros. Eso duro dos segundos, antes de que su conciencia les recuerde la situación en la que estaban, juntos y en una pose muy cuestionable.

¿Están bien? Escuché un chillido y pensé que habían resbalado con el jabón o se había roto la cerámica. Kisame trataba de ignorar la escena, ya el rostro del peliverde le hizo saber que ya el momento estaba muy tenso.

¡Kisame-san! Exclama alegre. Shiro se separó rápido del pelinaranja y sintiendo que su corazón estaba ya de regreso a la normalidad, saltó sobre el espadachín feliz olvidando el dolor de su pierna después de toda la emoción.— ¡Nunca lo amé tanto como ahora!

Pain miraba eso con la ceja arqueada, no entendía que pasaba frente a sus ojos. Entiende que tienen que agradecerle a Kisame el que los libere pero Shiro literalmente por poco se cae con una mueca de dolor y ahora saltó sobre el Hoshigaki sin pena ni queja ¿Cómo pasó eso tan rápido? ¿Tan acalorado estaba?

Jajaja.— Kisame empezó a reír y bajó al menor de su cuello, ya que lo estaba abrazando.— Es una linda bienvenida, pero mejor ve a ver si estás bien porque te siento un poco caliente Shiro-chan.— Le revolvió el cabello divertido y las palabras que dijo fueron las culpables de que el peliverde se volviera a ruborizar, pero a diferencia de los demás, este era más leve y parecía un toque de maquillaje.

N-No es nada, solamente iré a bañarme y luego estaré bien.— Respondió tratando de no mirar al líder que seguía con los ojos puestos en ellos, juraba que en cuanto vea a Obito lo encerrará y lo obligará a hablar porque necesita muchas explicaciones de lo que pasó.

Decidido a no mirar a su líder y a su compañero azúl, giró sobre sus talones y fue camino a su cuarto y pidiendo a Jashin-sama que en el camino se encuentre al Uchiha, que lo metió en ésto porque lo conoce y sabe que solamente él tiene razones para hacerlo. Nadie podría igualar las terribles ideas de Uchiha Obito. Y hablando del Hokage, justo a medio camino estaba su amigo ya con un trapo húmedo en la mano derecha, pero una sonrisa burlona apareció en su rostro en cuanto lo vió.

Un tic apareció en el ojo del blanquecino.

—¡Hey! ¿Qué tal, Shiro? ¿Disfrutaste tu momento de...?— Antes de que terminase siquiera su pregunta, el Zetsu lo interrumpió con un tono que nunca escuchó provenir de él.

¡Tú vienes conmigo!— Le tomó el brazo izquierdo con rudeza, llevándole a rastras.

Cuando por fin estuvieron frente a la puerta de su cuarto, le jalo hacia adentro al mismo tiempo que daba gracias que Kuro no estaba para oír lo que hablarían. Hidan que estaba a unos pasos de ellos, los miro con la boca abierta. completamente anonadado antes de sonreír pícaro y salir corriendo escaleras abajo.

—¡La rubia debe saber este chisme!— Exclama emocionado.

Ignoraron el grito del Jashinista, que se escucho justo después de verlos ingresar en la habitación. Shiro estaba caminando en círculos tratando de buscar la calma y su lado feliz que parece no estar en ese día, un poco más y se tiraría los cabellos.

¿Tienes idea de lo que pasé ahí dentro?— Regañó.— ¡Por poco me desmayo!— Ahora su mirada estaba en el Uchiha, el cual lo veía atento y con la ceja arqueada ocultando sus ganas de reir.— Y además incomodé a Pain-sama con ésto.

¿Seguro? Aún siguen sin camisa, te recuerdo.— Suelta una gran carcajada ante la situación.

Shiro enrojece casi en su totalidad ante ello, notando que efectivamente era cierto. Estaba sin camisa, estuvo en los brazos de su líder. Dios, de solo pensarlo se sentía desfallecer una vez más

Rápidamente se puso la primera camisa que encontró arriba de su cama, no sabía si era suya o de su hermano pero ciertamente, eso era lo de menos.

¡Ahora sí! ¿Por qué nos dejaste atrapados? ¿Tienes idea de lo que pasé ahí dentro? ¿O lo que hubiera pasado?— Habla con rapidez. La risa de Obito se escapó ya sin poder esconderla y el menor se sonrojó al ver una mirada pícara.— ¡Me refiero al calor!

Yo también.— Contestó divertido.

Obito, ésto es serio.

Creeme, yo también hablo muy en serio.— Su tono sugerente y su cara pícara, era lo que más estaba odiando Shiro en ese instante.—O sea, imagínate haberte follado al líder en el baño.

¡Obito!

Obito Suspiró conteniendo la risa o puede que el cansancio de haber estado limpiando y ahora discutir. Admitía en su interior que realmente estaba disfrutando aquella situación, puesto que jamás había observado a shiro así.

Creo que extraño al Shiro que por curioso no tenía vergüenza de preguntar cosas relacionadas a eso ¿Me vas a decir que nunca lo quisiste? ¡Apuesto que ya te has imaginado al líder así!

Claro que no. Me rendí, en cuanto me dí cuenta de que estaba enamorado de nada más y nada menos que el gran líder y siempre serio, Pain. ¿Piensas que pensaré algo así cuando casi nunca hablábamos fuera de la misión?

Shiro estaba tan rojo como un tomate maduro, pero aún así trataba de no gritar tan fuerte para que los demás no lo escuchen.

Tienes tus oportunidades, pero no las aprovechas. ¿Crees que no note como se estaban abrazando cuando Kisame abrió las puerta? ¡Por dios! ¡Tengo el Sharingan!— Recrimina obvio.

Mi pierna estaba dormida y por poco me caí, él me sostuvo y listo.— Se exaltó al recordar, otra vez, el momento en el que sintió todo el calor del cuerpo de su amor platonico.— No es la gran cosa.

¿Y que hay de que ambos estén en casi sin ropa? Eso no me parece poca cosa.—Le preguntó cruzando sus brazos y mirando expectante, esperando la excusa que el menor pudiese decir.

Nos dejaste en el baño, con más de 34 grados ¿Tal vez sea eso?— Le dijo con sarcasmo, pero su sonrojo no ayudaba a que el Uchiha lo tome enserio.

Seguramente fingiste para que él te atrapará como princesa.— Ríe para después llevar una mano a su rostro y colocar el dorso en su frente, echando la cabeza un poco hacia atrás en una pose dramática.—¡Oh mi adorado principe de cabello de zanahoria! ¡Besame y toqueteame todo lo que desees!

Shiro sostiene una almohada y se la lanza justo en el rostro con fuerza, completamente avergonzado.

¡Le diré a Deidara que no te deje pasar más tiempo con Hidan!

¡Oye!— Exclama divertido.— Yo no tengo la culpa que no sepas aprovechar las oportunidades que te doy, para estar con tu lindo amor.— Le lanzó la almohada de vuelta, pero el peliverde la esquivó.— Que sigo preguntándome qué le viste.

¿Eso importa ahora? De cualquier manera, no puedo simplemente ir hacia el líder y decirle que lo amo con locura desde hace tres años. Mucho menos podría hacerlo sin desmayarme.

¿Qué dijiste?— Una voz ajena a los amigos se escuchó y ambos voltearon hacia la puerta, la cuál debería estar cerrada pero ahora estaba abierta y con alguien en medio del marco.— Repite lo que dijiste, Shiro.

N-Niisan. ¿No estabas fuera ya?— El menor comenzó a temblar y sus nervios ni se diga, su hermano ahora lo sabía también.

Genial.

Olvidé un pergamino.— Responde el mayor de los hermano señalando su cama, que ahí estaba el objeto mencionado. Volvió a mirar a su hermano y conectaron miradas.— Ahora, vuelve a decir lo que escuché cuando llegué.

Yo creo que ya me voy.

Obito intento levantarse pero shiro lo tomo del hombro con fuerza, haciéndole sentar sobre el colchón una vez más.

¡Ah no! ¡Tu no te vas!

Kuro iba a decirle algo, cuando alguien toca la puerta abierta e ingresa con timidez.

Oye shiro, ¿Estás bien? Vi lo que sucedió con el líder y... Oh, hola Kuro, Obito.— Saluda Kisame, intentando disimular.

¿Que sucedió con el líder?— Inquiere Kuro con aire sombrío.

...Ammm...—Kisame miró al blanquecino. Buscando alguna señal de si es conveniente hablar o no y al verlo negando con la cabeza rojo, mientras Obito hacia como que lo colgaron pues... No tuvo que dudarlo.— Nada, es que Shiro-chan tenía mal la pierna y el líder me mandó a ver si podía llegar a irse de misión jeje.— Fue una pequeña mentira, que hizo con lo primero que se le ocurrió.

Acabas de decir algo muy diferente, Kisame.

Kuro ya fruncía el ceño y Shiro no quería seguir hablando de ello, porque seguro saldrán raíces por toda la casa. Alguien tenía que hacer algo y al no meter a nadie más... Buscó la mejor opción.

¡N-Niisan! Calmate y hablemos los dos solos. Te lo explicaré todo, ¿Sí?— Sus ojos ya eran suplicantes y su labio inferior comenzó a temblar, inconscientemente logró que Kuro lo obedezca.

De acuerdo.— El gemelo mayor no podía contra esos ojos vidriosos y ese pequeño gesto, Shiro era su debilidad aunque suene difícil de creer.— Vayanse que luego hablaremos los cuatro.— Con una mirada, mandó a los mayores fuera del cuarto y ambos hermanos quedaron frente a frente.— Te escucho.

Obito y Kisame salieron con rapidez, cerrando la puerta tras de si para después señalarse entre si.

¡Lo sabes!— Sueltan ambos al mismo tiempo, en un intento de susurro.

Regresando a la habitación, Shiro se encontraba sentado en su cama. Mientras que en la de enfrente estaba su hermano con una expresión muy seria. Esperando pacientemente que el menor decidiese hablar, aunque ya se encontraba al límite de su paciencia.

Shiro.— El de tez oscura trató de no sonar tan brusco y aguantando un poco más dijo.— Sino me dices ahora iré, por Obito para que me explique todo. Él parece tener mucho que ver y más al escuchar que por poco le gritas.

N-No.— Shiro llevó sus ojos hasta sus manos que estaban en su regazo, apretadas hasta formar puños y habló tratando de no tartamudear demasiado.— Y-Yo ha-hace tres años empecé a sentir cosas por Pain-sama, y...— Sus ojos se humedecieron por la frustración de todo lo que pasaba en ese día en conjunto.— Hoy Obito se dió cuenta y nos jugó una broma, para que me quede con el líder más tiempo de lo planeado.— Subió su vista para ver el rostro de su hermano y lo vió ya más enojado que antes.— ¡Pe-Pero no paso nada! Es que hacía mucho calor y por poco me descompongo, tuve que quitarme la camisa y como tropecé el líder me atrapó.— Respiro profundo para no volver a sonrojarse en el recuerdo.— Justo en ese momento Kisame-san nos liberó y listo, te juro que no paso nada más, Nii-san.

Entonces ¿Por qué pareces a punto de llorar? Si te llegaste a lastimar o te hizo algo yo..— Shiro lo interrumpió.

N-Niisan, ya son dos los que lo saben y todo pasó el mismo día.— Comenzó a calmarse y su hermano trataba de no hacer toda una escena.— Solamente quiero que el día termine porque fue mucho para mí.

—¿Dos? ¿O sea que alguien más están enterado de eso?— Le pregunta furioso.— ¿Cómo es posible que no me lo dijeras antes?

Bueno, son dos contigo Kuro.— Sonrió nervioso, olvidándose por un momento de la vergüenza por recordar el día de hoy.— No quería que nadie se entere, no le ví sentido cuando es obvió que no tengo oportunidad.— Le dijo sintiendo un pequeño pinchazo en el pecho pero ya estaba acostumbrado a ello.

Shiro, sabes que no me gusta que me escondas las cosas.— Lo que antes era un aura oscura, ahora parecía una deprimente.— Soy un pésimo Nii-san, ni cuenta me dí.

Shiro ya no sabía si la escena era una discusión de hermanos o una terapia familiar. Kuro se... ¿Deprimió?

Lo siento Nii-san, es que... ¿De qué valía decirlo, si se que no es correspondido?

Tal vez así habría evitado que te pongan con él a limpiar.— El menor sonrió con ternura al verlo tan preocupado.— Y de paso también amenazarlo por si se te acerca.— Olvidenlo.

No quiero que lo sepa, Kuro.— Se sonrojó al recordar, que después de hoy seguro ya lo sabe por todo el ridículo que hizo por él.

Kuro se levanta y se dirige hacia él, hasta pasar a su lado para luego sentarse junto suyo en su cama.

¿Por qué?

¿Cómo qué «por qué»?— Shiro ya había arqueado la ceja y miró a su hermano como si fuera tonto.— Estamos hablando de Pain-sama, no lo tomaría como importante y sería una pérdida de tiempo mía, porque ya desde el inicio supe que Pain no estaría interesado en mí.

Si tú lo dices.— El mayor por poco saca un suspiro de enojo, no le gusta que su hermano piense así pero en parte el tiene razón. En una pequeña parte.

Solo... Manténlo en secreto, ¿Si?— Le ruega con la mirada, sus orbes brillaban cristalinos, debido a las lágrimas retenidas.

Kuro dejo salir ya el aire y rendido ante los ojos tristes de su “pequeño” hermano gemelo, se sentía derrotado pero el blanquecino tenía razón.

De acuerdo. Pero no me vuelvas a ocultar algo así por tanto tiempo.— Miró hacia otro lado, porque no quería que Shiro sepa que es débil ante él.

Lo siento, Nii-san. Lamento haberlo guardado para mí tanto tiempo.— Se disculpa inclinando un poco la cabeza.

Como sea, supongo que ya todo está aclarado contigo.— Tomó el pergamino y fue hacia la puerta, para luego abrirla y así vieron a Kisame junto a Obito pegados dónde estaban antes de la discusión.— Ahora queda el hablar con ustedes.

Kisame-san, ¿Qué haces ahí?— Shiro fue a verlos y estaba confundido de porqué el compañero de Itachi, seguía con ellos cuando ya vió que todo estaba bien.

El Hoshigaki se llevó una mano a la nuca, rascandola con nerviosismo. Obito se recostó del marco de la puerta, cruzando sus brazos y una gran sonrisa apareció en su rostro.

Aparentemente no has Sido muy discreto, Shiro. Kisame ya sabia lo que sentías.— Suelta obito sin más, divirtiéndose por las reacciones del azulado y el menor.

Kisame le fulminó con la mirada y shiro abrió sus ojos a más no poder. Las palabras del Uchiha calaron en lo más profundo de su ser, repitiéndose una y otra vez. Él sabía. Obito sabía y ahora su hermano también lo sabía. Dios...

Ellos saben.

Continuara.
_____________________________

¡Hola!

Recuerden que está historia es en colaboración con nailita2000

¿Que les pareció?

¿Les gusto esta extraña idea? Espero que si.

¿Cual fue tu parte favorita?

Escrito:09/02/22
Publicado: 11/02/22

4339 Palabras.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro