Parte Única
Soi-fong maldecía a Kisuke Urahara más que nunca en su vida, mientras golpeaba muñecos de entrenamiento con la apariencia del sombrerero y carteles con su rostro con una furia que asustaría a cualquiera y enorgullecería al mismo Zaraki.
Aterrizo al destruir los muñecos, que quedaron hechos escombros alrededor del campo de entrenamiento del Segundo Escuadrón que ella lideraba, y que actualmente estaba vacío por ordenes suyas. No podía dejar que sus subordinados la vieran en tal estado enfurecido, o tendría que matarlos para ocultarlo.
Respiro entrecortadamente por el cansancio y se limpio el sudor con la manga de su traje. La luz del atardecer comenzaba a caer en el Seireitei, para dar paso a la noche, pero eso no podría importarle menos a la furiosa Capitana.
¿Y de donde venía tanta furia por el sombrerero loco...? Más de la normal.
Todo debido a la carta que descansaba en las escaleras que daban al campo de entrenamiento.
La invitación a la boda de Kisuke Urahara y Yoruichi Shioin.
Solo recordar esas palabras en la carta la lleno de furia y renovada fuerza. Golpeando la pared más cercana y haciéndole un agujero con su puño.
¿Qué clase de truco malvado habrá hecho ese lunático de Urahara para hacer que su preciada Yoruichi-sama accediera algo como eso? ¿Chantaje, control mental?
Es que, la idea de que alguien tan digna, fuerte, bella y perfecta como Yoruichi, se case con alguien con tantos defectos como Urahara era impensable. ¡Abominable! ¡Un pecado mismo!
Pero estaba pasando, quiera o no.
Solo han pasado tres meses desde la boda del Shinimagi Sustituto y héroe de la Sociedad de Almas: Ichigo Kurosaki, y esa humana con poderes de curación impresionante, Orihime, cree que es su nombre. Ella, como el resto de Shinimagis de nivel Capitán y Teniente fueron invitados por ser conocidos de ambos, junto con el resto de amigos humanos, y (para desagrado de ella) los amigos Hollow que la pareja hizo en aquella aventura por salvar a la novia del evento.
Y hace una semana es que le llegó esta carta, entregada por la misma Yoruichi. No la leyó al inicio por la emoción que sintió de recibir algo de su preciada diosa que idolatraba, haciendo que no notará lo apresurada que estaba en ese momento.
Fue solo en la noche cuando estuvo sola en sus aposentos que la abrió, imaginándose mil fantasías en su mente del contenido de la carta.
No hace falta decir que todas esas fantasías se destruyeron al leer la carta.
Y desde ese día todo ha ido peor para ella, ya que la noticia de la boda más impensable para toda la Sociedad de Almas fue el cuchicheo diario. Tal parece que también le fue contada al Clan Shioin, y la noticia se esparció como polvo que se deja llevar por el viento. Ya que la noticia involucra no solo a la primogénita de uno de los Clanes Nobles de la Sociedad de Almas, sino que es una boda entre dos de los individuos más poderosos de los mundos y que aportaron mucho en la Guerra de Invierno contra Aizen y la Guerra de los Mil años contra Ywatch.
Pero nada de eso le importo a Soi-fong. Lo que verdaderamente se preguntaba era porque el clan Shioin, aparentemente, acepto esta boda sin problemas. Eso viene porque todos los siervos del clan estaban trabajando y arreglando todo para la boda.
¡Incluso el hermano de Yoruichi, Yushiro, parecía estar a favor de esto! ¡¿Acaso el bastardo de Urahara también controla al pequeño hermano de Yoruichi-sama?!
Y lo peor para ella es que no ha podido acercarse a Yoruichi o Urahara, a pesar de que están en la Sociedad de Almas, que será donde se desarrollara la boda. Por ser una boda de un miembro de un Clan Noble, la seguridad sobre la pareja era en extrema grande, y contando los preparativos que deben hacer para la boda, es de esperar que estén ocupados y en movimiento constante.
A pesar de su frustración, tiene que alabar la seguridad de la familia Shioin, ya que le ha sido imposible infiltrarse a la mansión para hablar con Yoruichi, o puede que en su estado tan alterado, no pueda infiltrarse con el mismo sigilo de siempre y la hace fácil de sentir para los guardias.
-Guau. Este agujero si que es grande, y tu Reiatsu esta tan alterado que se siente hasta afuera. ¿Estas bien?-.
Y como si su semana no pudiera empeorar, la segunda persona que más detesta en cualquier mundo estaba entrando al campo de entrenamiento que ella estaba usando.
Shinji Hirako vio alrededor del campo, notando la destrucción que Soi-fong ha dejado a su paso. Vio a la pequeña chica, que estaba con su haori negro sin su manto blanco encima, bañada de sudor. Ha debido de estar en esto por varias horas.
-¿Qué quieres?- Pregunto Soi-fong hostilmente.
-¿Y esa frialdad? ¿Ni un hola, ni un abrazo?- Exclamo Shinji.
-No estoy para tus tonterías, Hirako- Soi-fong ni se molesto en llamarlo Capitán. Nunca le agrado que los Vizard se reincorporaran al Gotei 13, pero no dijo nada en su momento porque tenía que reconocer que su participación en la guerra contra Aizen fue vital para que varios, entre ella, sobrevivieran a la batalla contra los Arrancar.
Shinji levanto las manos en señal de paz. -Ok, ok. Estas mas irritada que de costumbre. Aunque creo saber porque- lo último lo dijo en su cabeza. -Solo vine como pedido de Yoruichi-.
-¿De Yoruichi-sama?- La actitud agresiva de Soi-fong cambio radicalmente al escuchar el nombre de su ídolo.
-Te estaba buscando. Dijo que quería hablar contigo, que vayas a la mansión del Clan Shiouin cuando puedas, que...-.
el Capitán del Escuadrón 5 no alcanzo a terminar, cuando la pelinegra se fue a toda velocidad con su Shunpo.
Shinji suspiro y negó con la cabeza. No se molestaría en algo como esto. Ya hizo lo pedido por la mujer gato, ahora se merecía un buen descanso mientras pueda. Él, así como el resto de Vizards en la Sociedad de Almas y el Mundo Humano, fueron invitados a la boda por Urahara, y Hiyori llegara en algunos días a la Sociedad de Almas, por lo que quería disfrutar de la paz todo lo posible antes de que esa enana viniera a molestarlo.
Por lo que sin nada más que hacer, se retiro a las barracas de su Escuadrón, y tal vez después ir por un trago.
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-¿Qué yo sea su Dama de Honor?-.
La luz del sol se oculto cuando llegó al territorio del Clan Shioin. Debido a su agotamiento físico, no pudo llegar tan rápido como hubiera querido, pero logro llegar a su objetivo y los guardias la dejaron entrar. Unas sirvientas ya la estaban esperando y la guiaron hasta una habitación donde Yoruichi se estaba probando diversos kimonos para la boda.
Toda la rabia y agotamiento que tenía desde que recibió la invitación se fueron al ver lo majestuosa que se veía la pelimorada en esos trajes. Deseo tener una cámara para tomarle fotos de todos los ángulos.
Mientras estaba de rodillas, contemplando como una diosa a Yoruichi, fue cuando ella le acaba de pedir que fuera una de sus Damas de Honor en la boda.
-Si. Le pregunte a Orihime y Rukia, y ambas aceptaron, solo me faltabas tú, pero no te encontraba y fue cuando le pedí a Shinji te diera mi mensaje- dijo Yoruichi, quitándose el último kimono y colocándose su típica ropa. -¿Qué te parece? Ya tengo un vestido perfecto para ti- sus labios formaron su típica sonrisa.
Si fuera cualquier otra petición, Soi-fong no habría dudado en aceptar, pero al ser una del evento que la ha estado atormentando desde hace una semana, no pudo más que agachar la cabeza en un gesto de conflicto.
-¿Qué pasa?- Pregunto Yoruichi, notando que Soi-fong estaba más apagada, cuando casi siempre estaba llena de energía cuando estaban las dos a solas luego de solucionar sus problemas.
-Yoruichi-sama... ¿esta usted yendo en serio sobre esto de la boda?- Pregunto Soi-fong, sin atreverse a levantar la mirada, con los labios temblando.
-¿Ah? Por supuesto que si. No estaría tomándome tantas molestias de no ser el caso-.
-¡Pero es que no lo entiendo!- La frustración y celos estallo en Soi-fong. -¡Kisuke Urahara no es digno de usted, Yoruichi-sama! ¡Es vago, idiota, irresponsable...!-.
-¿No dijiste algo similar cuando te conté que lo recomendaría como Capitán hace 100 años?- Señalo Yoruichi con una sonrisa al recordar la gran oposición que, en su entonces subordinada, dio, y que Yoruichi molesto a Soi-fong al decir que estaba enamorada de Kisuke por la forma en como lo seguía.
Soi-fong se callo, también recordando ese momento de su vida, y que al final se probó que ella estuvo equivocada al comprender el contexto de las acciones de Urahara en ese momento y por la aceptación de tres Capitanes, incluyendo al Capitán Yamamoto.
-Pe-Pero eso es diferente a esto. ¡Se trata de casarse con ese hombre! ¡Alguien como él no es digno del clan Shioin!-.
-Si te preocupas por el clan, no lo hagas. Mi hermano ya dio su aprobación, y al ser la actual cabeza del clan, el resto de nobles no pueden oponerse aunque quieran, también esta las acciones de Kisuke y su colaboración a la seguridad de la Sociedad de Almas- dijo despreocupadamente, terminando de vestirse. -Además no es como si nos viniéramos a vivir en la Sociedad de Almas-.
-¿No lo harán...?- Pregunto con un hilo de su voz.
-Después de la boda estaremos unos días aquí y luego volveremos al Mundo Humano. La verdad, es que nos hubiera gustado saltarnos todo lo de la ceremonia, pero el clan insistió. Sabía que no debimos decirles antes de hacerlo- explico, quejándose un poco al final. -De todos modos, ¿qué dices con lo que te pido?-.
-Yo...- una parte de Soi-fong quería negarse, soltar todo el dolor que tenía en su corazón, pero la otra parte detenía eso, diciéndole que Yoruichi no tenía culpa de sus emociones, que ella era una mujer libre que podía elegir con quien estar y en donde vivir, que no tenía derecho a negarle la felicidad que merecía, aun si fuera al lado de alguien como Urahara. -Tengo que pensarlo un poco...-.
Esa respuesta sorprendió un poco a Yoruichi, pero al ver la expresión conflictuada de Soi-fong, y sabiendo que ella idolatraba como si fuera una Diosa, a pesar de sus intentos de que no la viera de ese modo, sumado a la actitud que Kisuke muestra la mayoría del tiempo, entendió que Soi-fong no le agrada la idea de su boda.
-Lo entiendo, puedes pensarlo y mañana me cuentas- suspiro. -Pero realmente sería importante para mi si aceptarás. Nunca te lo he dicho, pero eres como mi hermana menor, Soi-fong-.
Esas palabras llenaron de calidez el corazón de la actual Capitana de la Segunda División, pero con la amargura que ahora sentía, solo pudo asentir y sonreír un poco.
-Gracias, Yoruichi-sama...-.
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-¡Te odio, Kisuke Urahara! ¡Muérete, púdrete, arrástrate como el patético ser que eres! ¡Un gusano como tú no es digno ni de estar en la sombra de Yoruichi-sama!-.
Con la noche en plenitud, Soi-fong se encontraba actualmente en el pequeño bar en donde varios Tenientes se reúnen para descansar y conversar de sus actividades. Ella se encontraba en ese lugar para ahogar sus penas en sake. Para su suerte, el lugar estaba vacío, de lo contrario, varios Shinigamis verían a la estricta y fría Capitana de la Segunda División emborracharse por la pena de su corazón.
La pelinegra tenía un pequeño rubor en sus mejillas, señal de que ya estaba algo borracha, a pesar de no haber estado más de diez minutos en el lugar. Ella no era una gran bebedora como la Teniente del Escuadrón 10 y solo bebía en reuniones o eventos importantes, así que era normal que tuviera poca resistencia al alcohol.
Soi-fong tomo más de su Sake, terminándose la botella entera. La tiro al suelo sin importarle romperla y se dirigió al camarero. -¡Oye tú! ¡Tráeme otra, y más fuerte!-.
-¡S-Si!- El Shinimagi a turno asintió antes de apresurarse al interior del almacén.
-Bueno, bueno... encontrarnos dos veces en un día fuera de las reuniones ya es escalofriante, pero eres la última persona que espere verte aquí-.
-Tiene que estar jodiendome- Soi-fong ni siquiera volteo para saber que Shinji Hirako era el que había ingresado. No estaba tan ebria como para no reconocer su Reiatsu. -No quiero ver tu cara ahora, Shinji-.
El rubio levanto una ceja al ser llamado por su nombre. De seguro se le escapo a la chica por la ebriedad. -Para que sepas, vine aquí a tomar un poco. Hiyori también fue invitada a la boda, así que quiero disfrutar la paz y tranquilidad todo lo que pueda antes de que aparezca-.
-No me importa, y no quiero hablar sobre ese maldito evento- gruño Soi-fong, preguntándose porque el mesero tarda tanto, y más le vale que tenga una buena excusa, o lo enviara al nido de gusanos.
-Haaa~ entiendo. Estas así por la boda de Urahara y Yoruichi, ¿no? Ahora tiene sentido tu mal humor-.
Cada palabra que salía de la boca de Shinji sobre el tema molestaba más Soi-fong, al punto que si decía algo más, le iba a soltar un puñetazo en la nariz.
-¿Te digo algo?-.
-No-.
Shinji igual hablo. -Creo que deberías aceptar el hecho de que esos dos se van a casar. Era un poco obvio que ambos tenían algo más de amistad-.
Soi-fong golpeo el rostro de Shinji tan fuerte que lo estrello contra la pared contraria del local, agrietándola. Fue por su ebriedad que se olvido de que cargaba su Zanpaktou y no uso su Shikai.
-¡¿Por que fue eso?!- Exclamo el rubio sujetándose la nariz con una mano para no dejar caer la sangre que le produjo el golpe.
-¡Eres tan idiota como él! ¡Tipos como ustedes no merecen estar cerca de Yoruichi-sama! ¡Solo son bufones!- Ladro Soi-fong.
-¡¿A quien le dices bufón?! Espera... ¿te molesta que Yoruichi se case, o te molesta que ella se case con Urahara, específicamente?-.
-¡Las dos cosas, idiota!-.
-¡Deja de llamarme idiota! ¡Idiota!- Grito en respuesta con el mismo insulto. -Y yo que creía que los rumores de que estabas enamorada de Yoruichi eran raros, pero parece que son ciertos-.
El rostro de Soi-fong se sonrojo de golpe, esta vez por vergüenza. -¡¿Q-Q-Quien dijo eso?!- Hizo nota mental para si misma de encontrar y torturar al desgraciado que comenzó el rumor. Su primer sospechoso era su Teniente. -¡Yo no estoy enamorada de Yoruichi-sama-.
-¿Entonces porque estas tan molesta de que se case?- Pregunto Shinji, poniéndose de pie y limpiándose el polvo de su traje blanco.
-¡Es porque le tengo un gran respeto y admiración a Yoruichi-sama! ¡Por eso no puedo aceptar que alguien tan inepto como Kisuke Urahara sea su pareja! ¡¿Cuando paso lo de ellos dos para empezar?!-.
-Bueno... por lo que se, ya había cierta tensión entre ellos desde que estaban en la Academia y...-.
-¡No te pedí que respondieras eso, idiota!-.
Shinji suspiro. Los arrebatos de furia que estaba teniendo Soi-fong le recordaban a los de Hiyori, pero mientras la niña rubia intentaba demostrar fuerza y superioridad, Soi-Fong lo hacía para ocultar la pena y el dolor que hay en su corazón.
-Escucha, no somos tan cercanos como para que soporte tus lloriqueos, así que te lo diré claramente: estas actuando como una niña-.
-¡Cállate!-.
-¿Ves? El que quieras que me calle es prueba de que tengo razón en lo que digo. ¿Qué importa que Yoruichi y Urahara se casen? No eres su madre para estar en desacuerdo con ello, y la verdad es que se lo merecen luego de todo lo que han vivido-.
-¡Te digo que te calles!- Soi-fong estiro su puño para lanzar otro golpe, pero Shinji fue mucho más rápido que ella, esquivando el golpe con un Paso Flash y quedar detrás de ella, tomándola del brazo, y aprovechando su altura mayor, levantarla del suelo. -¡Suéltame!-.
Le lanzo una patada que bloqueo con la otra mano, y por la posición, no pudo dar más golpes.
-Eres una Capitán, y estas actuando como una malcriada, ¿te das cuenta de la patética imagen que das a tu Escuadrón?- Pregunto retóricamente el Vizard.
-¡Cállate! ¡No eres nadie para decirme como sentirme!- Soi-fong intento soltarse, pero Shinji era más fuerte de lo que creyó, ya que no podía moverse. -¡Rayos!-.
Shinji suspiro. -Por como te quejas, creo que ya estas sobria- alejo su cabeza para no recibir un cabezazo. -Escúchame; debes calmarte. Así no actúa un Capitán...-.
-¡No te creas la gran cosa solo porque te devolvieron tu puesto!-.
Viendo que no la escucharía, Shinji decidió probar otro enfoque. No era algo que le gustaba hacer, así que más tarde le señalaría a Urahara que le debería un favor por esto.
Le dio un cabezazo a Soi-fong que se escucho como el choque de dos campanas. Fue tan fuerte, que solto a la Capitana más pequeña, y ambos se llevaron una mano a la frente, donde tenían la marca del golpe.
-Debí usar mi mascara Hollow...- pensó adolorido el rubio, pero parece que funciono al ver que Soi-fong estaba un poco menos acalorada. -Creo que ahora podremos tener una conversación decente...-.
-¡¿Por que me golpeaste, idiota?! ¡¿Quieres morir?!-.
O tal vez no. Al diablo todo, lo hará al modo que sabe.
-¡Tu eres la idiota!- Pateo a Soi-fong, quien aturdida por como era tratada, quedo al otro lado con los ojos abiertos. -Te quejas como niña porque Yoruichi se casara con Urahara y tú no puedes hacer nada. Ya acepta que se casaran y no cambiaras eso. Todos lo aceptamos, tú eres la única que hace rabieta por eso-.
-¿Y a ti que te importa lo que yo haga?- Pregunto Soi-fong. La patada la ayudo a calmarse un poco.
-No me podría importar menos. Pero Urahara me ayudo cuando Aizen me Hollowfico, así que le debo mucho, y no quiero que su día especial se arruine por las tonterías de una niña- respondió Shinji. -Entiendo que Urahara no parezca la típica persona que uno esperaría casarse, pero si a Yoruichi no le importa, a ti no debería importarte-.
-¡Ese tipo es un idiota!-.
-¿Le dices idiota al hombre más inteligente de los tres mundos? No le digas a Mayuri que dije eso-.
-... ¡Es un inútil que no actúa cuando se le ordena y...!-.
-¿Cuando ha sido inútil? ¿Cuándo creo una puerta para que varios Capitanes vayan a Hueco Mundo? ¿Cuándo sin que nadie lo supiera, le inyecto a Aizen un Kido para sellarlo? ¿O cuando creo una entrada para ir al Palacio del Rey Espíritu?-.
-¡No es lo suficientemente fuerte!-.
-¿Si te acuerdas que fue Capitán mucho antes que tú, y el mismo Genryusai lo aprobó? Además que crea planes para todo que debe ser imposible sorprenderlo-.
-¡N-No es alguien confiable para Yoruichi-sama!-.
-Él puede que sea la persona en quien Yoruichi más confíe. Diablos, cuando los dos pelean juntos es casi imposible detenerlos-.
Soi-fong intento pensar en cualquier otra cosa que pudiera señalar a Kisuke Urahara como inadecuado, pero Shinji había desbaratado con hechos sus protestas. A pesar de su odio a Urahara, ni ella podía negar toda la ayuda que su fuerza e intelecto ha hecho para la supervivencia de la Sociedad de Almas.
Sin argumentos, se desplomo de rodillas al suelo, dejando escapar unos gimoteos que hasta a Shinji le dieron pena, pero no se acerco a consolarla porque eso sería peor para el orgullo de la Capitana.
-Escucha: al final, lo que hagas o como te sientas es tu problema, pero le debo lo suficiente a esos dos como para decirte esto: déjalos ser felices. ¿O que tú no seas feliz significa que nadie más puede serlo?-.
Con esa sentencia, Shinji se retiro del bar destrozado, dejando a una Soi-fong de rodillas, triste, humillada, pero pensativa con toda la situación.
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Mas tarde, luego de disculparse con el dueño del bar y usar por primera vez los gastos del Segundo Escuadrón para pagar todos los daños, Soi-fong se fue a la colina del Sokyoku por ser el lugar más lejano, para reflexionar.
Por más que odiara a Shinji Hirako por todo lo que representaba y le irritara la mayoría del tiempo, tenía que darle la razón en esta ocasión: se comporto como una niña inmadura y celosa, y no como la orgullosa Capitana que era. Dejo que sus emociones la dominaran, cuando era ella la que le decía a sus hombres que no deben dejar que los sentimientos se interpusieran en una misión.
La verdad de las cosas, es que no quería que Yoruichi se casara. Sentía que era como si volviera a irse de su lado. Era egoísta pensar así, ya que su ex-maestra no tenía porque estar a su lado, que vivía una vida propia. Sus responsabilidades como Capitana del Escuadrón 2 las manejaba ella, mientras que su hermano se encargaría del futuro de su clan, así que Yoruichi tenía toda la libertad de su vida, y decidir con quien estar.
Nunca le agradaría Kisuke Urahara, ni ahora ni en 100 años más, pero el hombre se ha ganado su reputación como uno de los Shinigamis más peligrosos por merito propio, y si Yoruichi lo eligió para ser su compañero de vida, entonces lo mínimo que podía hacer era respetar la decisión de su maestra, aunque fuera de mala gana.
Suspiro, sintiendo como todas las emociones que la han dominado por semanas la alejaban, sintiendo una especie de paz interior.
Con esa calma, volvió al cuartel de su escuadrón para descansar luego de todas las emociones que experimento. Mañana a primera hora le daría su respuesta a la petición de Yoruichi.
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Cuando Soi-fong salió a la residencia del Clan Shihoin y vio a su ex-maestra en el patio de la mansión, no espero ver a Urahara tan pronto. El sujeto estaba usando un haori parecido al que usan los Shinigamis, pero blanco y con el símbolo del clan, aunque aun traía su bastón que era su Zanpaktuo sellada y su sombrero.
-¡Oh! ¡Hola, Soi-fong!- Saludo Urahara con su típico humor, abriendo el abanico que siempre traía consigo y ocultando su boca. -¿Cómo te va?-.
-Hola- para sorpresa de la pareja, Soi-fong devolvió el saludo.
-¿No me ignoro como siempre? De acuerdo... eso si asusta- pensó el científico.
-Si estas aquí, es porque ya pensaste en mi petición, ¿no?- Dijo Yoruichi.
Soi-fong asintió. -Sería para mi todo un honor ser su Dama de Honor, Yoruichi-sama, y lamento mi actitud de ayer. Es solo...-.
-Descuida- la pelimorada le resto importancia. -Entiendo que todo a sido muy sorpresivo para ti y otros, ya que nunca dimos señales de llegar a esto algún día-.
Urahara asintió en señal de acuerdo. -Si, si. La verdad fue Tessai quien dijo que lo hiciéramos de este modo-.
-Aunque de haber sabido todo lo que traería, no le hubiéramos hecho caso- se quejo Yoruichi. Desde su anuncio, ha sido todo un fastidio organizar la boda que será en el terreno de su clan. A ella y Urahara preferían no hacer una ceremonia, o una pequeña como mínimo con sus amigos más íntimos, no una gran ceremonia en donde parece que invitaran a todo el maldito Seireitei. -Recuérdame golpearlo cuando volvamos-.
-Ten piedad con él, por favor. Sabes que no lo dijo con malas intenciones- dijo Urahara.
-Igual es su culpa todo esto-.
Soi-fong observo el intercambio de la pareja, siendo capaz de percibir por primera vez, la gran confianza que existe en ambos, y el brillo que adquirían sus ojos al verse y hablarse solo comprobaba el cariño que se tenían.
Un guardia del clan llegó y le pidió a Yoruichi su presencia, porque parece que Yushiro la necesitaba para algo sobre el clan. La mujer suspiro y fue a ayudar a su tonto hermano. Realmente le comenzaría a preocupar su clan si él se hacía cargo y no maduraba un poco.
Aunque viendo lo mucho que él e Ichigo se parecen... mejor no esperar que madure pronto.
Cuando solo quedaron Urahara y Soi-fong en el patio, se formo un silencio incómodo, que Soi-fong rompió con palabras que dijo desde lo más ondo del alma.
-Si entristeces, aunque sea un poco, a Yoruichi-sama... haré que me rueges que te mate-.
Urahara sonrió, pero no una sonrisa divertida, sino una sonrisa honesta y de alivio. -Me parece justo-.
-Bien...- Soi-fong iba a seguir a Yoruichi, pero antes... -Antes que se me olvide...-.
Golpeo a Kisuke en estomago con tal fuerza que sacudió el árbol que estaba cerca. El rubio cayo de rodillas, con lagrimitas en los ojos y las manos rodeando su estomago que de seguro le rompió varias costillas.
-Siempre quise golpearte al menos una vez- la Capitana no oculto la satisfacción al ver al prometido de Yoruichi de rodillas.
-Me alegra que estemos en buenos términos...- Urahara pensaba seriamente en invocar su Bankai para curar sus heridas.
Soi-fong siempre respetara y admirara a Yoruichi, pero ahora sabe que no puede meterse en las decisiones que ella tome en su vida. Tendría que agradecerle al idiota de Shinji por ayudarla a entender eso.
-Aunque si empieza a fastidiar con eso, lo atravesaré con Suzumebachi- pensó para si misma.
Algunas cosas nunca cambiarían.
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