
Capítulo 10
U2 retomó la gira. Bono llamó por teléfono a Saskia desde Filadelfia y le dijo que ya le contó todo a su familia y también le habló de la pelea con su ex.
—Lamento que tu relación con él haya resultado mal.
—Pensé que era buena persona, pero no. ¿Por casualidad volvió a amenazarte?
—No, por suerte no. ¿Y tu familia qué dijo cuando les hablaste de mí?
—Me dijeron que quieren conocerte. Mi papá hasta me volvió a hablar.
—Ah, bueno, me alegro por la primera parte —sonrió, y luego se puso seria—, y lo de tu papá, no sé. ¿Tú cómo te sientes?
—Lo perdoné aunque no me lo haya pedido ni fuera esa su intención.
—Eres muy bueno —apreció.
—Tú también, hermosa.
—Ay gracias —dijo sonriendo con ternura.
—Perdón que no te haya llamado ni escrito antes, tuve algunas visitas, entrevistas...
—No pasa nada —lo disculpó—. Estás un poco traumado por lo que pasó, ¿no?
—Sí, así es —suspiró su novio.
—Vamos a superar esto juntos —lo consoló.
—¿Y tu familia qué piensa de mí? —preguntó Bono.
—En general bien, o sea no hay bronca ni prejuicios por el hecho de que seas un rockstar. Pero mis padres temen que me vaya del país. Les aclaré que esto recién empieza. Cambiando de tema, compré las entradas para tus dos fechas en Alemania y otra en Austria —contó sonriendo.
—¿Ah sí? ¡Qué bueno! Pero nos vemos antes. Yo te llamo antes de ir para allá y te digo dónde nos encontramos.
—Bueno.
Después de unos meses, continuaron por Europa. Antes de llegar a Hamburgo, Bono llamó a su novia desde una estación de servicio para decirle que se encontrarían en un café. Le pidió a la banda que primero quería verse con Saskia a solas, y ellos aceptaron. Llegaron a dicha ciudad, y Bono fue a ese café a encontrarse con su novia. Al llegar, ella estaba en una mesa esperandoló, y se levantó para recibirlo. Ambos se abrazaron y se besaron. Se habían visto pocas veces, pero habían hablado con frecuencia por teléfono como para demostrarse afecto.
—Te extrañé —dijo Saskia apoyando la cabeza en su hombro.
—Yo también. —Se sentaron, y el mozo les tomó el pedido. Se retiró. Los dos empezaron a hablar y minutos después, el mozo les trajo todo. Charlaron de todo un poco, menos del conflicto. Terminaron los cafés y lo que habían pedido para comer, pagaron la cuenta y se fueron a dar un paseo. Al día siguiente, la banda tocó, y ella fue a verlos y luego los saludó en el backstage. Todos les decían que hacían linda pareja.
Saskia visitaba a Bono en Dublín cuando la banda no estaba de gira, y él iba a visitarla en Hamburgo. Después de varias semanas y meses de relación, Bono la invitó a conocer a su familia, y ella aceptó. Fue a buscarla al aeropuerto y la llevó a su casa, donde estaba toda la familia y la recibieron con los brazos abiertos. Estaban en el patio tomando té y café. Los dos contaban cómo se habían conocido.
—Es bueno que Bono te haya conocido. Seguro se lleva bien con tus padres cuando los conozca —alentó Roxanne.
—Eso espero —dudó la alemana—. Es decir, no han hecho comentarios prejuiciosos contra él, pero no les gusta mucho la idea de que tenga una relación con alguien de otro país. No quieren que me vaya. Aunque yo nunca dije nada al respecto —aclaró.
—Si decides quedarte, vamos a asegurarles de que estás en buenas manos —dijo Bono tomandolá de la mano y mirandolá a los ojos. Su novia sonrió con ternura y miró a un costado sonrojada.
Bono llevó a Saskia a pasear por la ciudad durante su estadía de una semana. A veces iban solos, con Jane o con la banda.
U2 siguió de gira. Al terminar este otro tramo, ahora le tocaba a Bono pasar una semana en Hamburgo y conocer a los padres de Saskia, quienes lo recibieron muy bien y lo aceptaron de inmediato. Saskia también le presentó a sus amigos, y Bono acompañaba a su novia y a los amigos de esta en algunas juntadas. No todos ellos sabían hablar español, así que la fotógrafa le sugirió que aprendiera alemán con ellos, y el cantante aceptó.
Al año siguiente, en 1982, la gira terminó, y la banda empezó a grabar el tercer álbum. Bono y Saskia se seguían viendo e incluso ella lo acompañaba a algunas entrevistas y grabaciones de videos. Luego de más de un año de relación, Bono le propuso matrimonio en un café de Hamburgo, y ella aceptó encantada. Ambos se besaron, y la gente de las demás mesas los aplaudieron, aunque algunas fans que justo estaban ahí se sintieron frustradas. Luego pagaron y fueron a casa de Saskia a anunciar su compromiso. Los padres de la chica los felicitaron, pero después se preocuparon un poco.
—¿Y te vas a mudar a Irlanda o te quedas acá? —preguntó la señora a su hija.
—Me mudo con él —contestó Saskia, a quien Bono tenía abrazada de atrás.
—No se nos va a hacer fácil tenerte lejos —dijo el señor.
—Los vamos a visitar en vacaciones, y ustedes a nosotros. Además, ella va a estar bien, se va a adaptar.
—Te vamos a extrañar, aun así, esperamos que seas feliz, que sean felices —les deseó la señora. Días después, volvieron a Irlanda, donde también le comunicaron a la familia de Bono que se iban a casar y luego a los otros miembros de U2. Ambos grupos se sintieron felices por ellos. Unos meses después de casarse, Saskia quedó embarazada. Fue otra alegría para todos. En una de las ecografías, la obstetricia les informó que el bebé sería una nena. Ella y Bono terminaron de mudarse, se casaron, hicieron la fiesta y se fueron de luna de miel.
Al año siguiente nació su hija, a la que le pusieron Melody. Por suerte había nacido antes de que empezara la gira, así que Bono pudo conocerla cuando nació.
Un día, Aaron lo llamó por teléfono y atendió Saskia. Le había pedido el número a Jane.
—Ah, Saskia, hola —saludó con algo de vergüenza.
—Hola, ¿quieres hablar con Bono? —preguntó con seriedad en su tono.
—¿Me lo pasas? —preguntó algo sorprendido.
—No soy como tú. Voy a ver si mi marido quiere hablar.
—Gracias. —Ella dejó el tubo sobre la mesa y fue a buscarlo a la pieza, donde estaba con su hija de un año. Volvió con él al living y la nena corriendo. Saskia se despidió y salió con su mochila donde tenía la cámara. Aaron hablaba por teléfono con Bono y le preguntaba si podía ir esa tarde a verlo. Este dudó al principio, pero luego le dijo que sí, con la condición de que Saskia estuviera ahí presente. Su ex aceptó, ya que quería hablar con ella también.
Ya a la tarde, estuvieron los tres juntos. Melody estaba en la alfombra con algunos juguetes.
—Perdón por todo lo que les hice —se disculpó avergonzado—. Bono, espero que te vaya mejor con Saskia que conmigo.
—Estás perdonado —dijo Bono sonriendo un poco.
—De mí parte también —agregó Saskia con el mismo gesto.
—Gracias.
—Me da curiosidad, ¿cómo conseguiste el número? —preguntó Bono.
—Se lo pedí a Jane. Y bueno, como le dije que quería arreglar las cosas, me lo dio.
—Hiciste bien —dijo su ex.
—Además, vengo a despedirme —informó—. Mis padres me mandaron a hacer el posgrado a Estados Unidos, y también a trabajar. Un tío trabaja en un hospital de allá.
—¿En serio? Entonces, que tengas mucha suerte —le deseó Bono. Se dieron un abrazo, y Saskia sólo le dio la mano.
—¿Jane ya lo sabe? —preguntó ella.
—Sí, le dije cuando hablamos. Me voy en unos días.
—Podemos salir todos, incluso con la banda, organizar una despedida —propuso Bono.
—Me gusta la idea —aceptó Aaron.
—Me alegra que vuelvan a ser amigos con Jane —dijo Bono.
—A mí también. Su hija es muy linda por cierto.
—Gracias —contestó Saskia sonriendo. Más tarde, Aaron se fue y unos días después, se juntaron en un bar. Bono y su mujer dejaron a Melody con su abuelo paterno.
Al año siguiente, Bono y Saskia tuvieron un varón, al que llamaron Arthur. Bono vivió muy bien con su mujer e hijos por mucho tiempo.
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