Está sacando un suave jadeo de los labios de MinHee por pellizcar el botón de su seno, arqueando la espalda y empujando el pecho más hacía su mano. Una sonrisa candente se extendió por sus rasgos, la cabeza se agachó para envolver sus labios alrededor de él, la lengua húmeda se movía lentamente. 

—Alfa... me gusta. —suspira, las caderas se enrollan contra las suyas.

Su polla roza su clítoris con cada movimiento de caderas, forzando a extenderse un sofocante calor por las extremidades de ambos lobos. Gruñidos bajos salen de sus labios, amortiguados por el pecho de Park, lame al área como un experto en placer. Tiene una mano en las caderas de su acompañante para guiar sus movimientos pélvicos, presionandose contra el centro de calor que le llama desde antes, escucha unos bonitos gemidos provenientes de la femenina. Lo hacen suspirar, apenas empieza pero está tan ebrio de placer que no puede detenerse.

Una delgada línea de saliva conecta su boca con el pecho de ella cuando se retira, moviéndose para darle al otro lado la misma atención. Todo mientras MinHee viaja una mano por la parte delantera de su cuerpo, los dedos se enroscan en la cintura de sus bóxers y los tira hacia abajo. Lo suficientemente bajo para revelar los pelos oscuros allí, se está alejando antes de que pueda hacer cualquier otra cosa, encontrando la mano con la suya.

—Espera —dice— date la vuelta. —MinHee no pierde tiempo al seguir las dichosas órdenes, se mueve en la cama matrimonial de sábanas blancas y le da la espalda. YoonGi la contempla con avidez, sus ojos recorren cada caída y curva admirando lo bien que se ve desde cualquier posición— Siéntate.

Hace lo que ordena, bajando el cuerpo de nuevo a su regazo. El Min presiona su pecho contra el de ella, manos traviesas viajan por la parte delantera de su cuerpo, la barbilla descansa sobre su hombro para observar como encajan alrededor de esos senos. Ha vuelto a jugar con ellos en sus manos mientras las caderas de ella se mueven contra él, el culo aplastado contra su palpitante longitud. 

Besos húmedos aterrizan en sus hombros, trazando una línea hasta el final del cuello y luego de regreso. 

—Podría anudarte hoy mismo y dejarte llena de mi, tendrías mis cachorros. Serías mi mujer. —sus palabras son entrecortadas, jadeando. Un escalofrío recorre la columna vertebral de MinHee. 

Acaba de...

—¿Cachorros? —tiembla— Alfa no va a... anudarme, ¿Cierto? —entre su calentura, él muerte la piel sudada— Alfa...

—No. —gruñe— No haré nada que no quieras.

Al menos la había dejado un poco más tranquila, sonríe tímida. Sus labios encuentran un beso salvaje, la mano del joven se desliza por la parte delantera del cuerpo de la Omega hasta que sus dedos se encuentran con una parte que hasta el momento no se atrevió a tocar. Le encanta la forma en que sus piernas se abren instantáneamente para él, lo que le facilita abrirse camino, los dedos se encuentran con la humedad de su raja. 

—Hmmh, estás muy mojada. ¿Qué tanto me deseas, pequeña? Ah, mierda.—está gimiendo, con el dedo medio estirándose para deslizarse entre sus pliegues. 

MinHee deja escapar un gemido quejumbroso, los ojos revolotean mientras su cabeza cae hacia atrás sobre el hombro de él. Le facilita mirar su cuerpo y observar la forma en que sus dedos se mueven en ella. Extiende la humedad con sus dedos, ignorando expertamente su clítoris con una sonrisa en sus labios.

—N-No juegue conmigo.—ruega, pero el gemido que cubre sus palabras evita que la tome en serio. Está dejando escapar una risa baja, inclinando la cabeza para mirar el ceño fruncido que tiene.

—¿Mi bebé está molesta? ¿Quiere que toque su sensible clítoris? ¿Mmmh? —dos dedos se mueven, y su cadera se levanta.

—Alfa, p-por favor...—solloza cuando mueve su mano fuera de su alcance— por favor, uh..—intenta convencerlo de volver a tocarla inclinando la cabeza para mirarlo desde su hombro, muestra las pestañas agitándose.

Con una visión adorable de ese estilo le es imposible no resistirse, su chica es buena. Baja los dedos para complacerla.

—Cuéntame que tanto te gusta.—una risa burbujea en su pecho.

—M-Me encanta... uhm, cuando me tocas. Me hace sentir más aliviada, tus manos... son maravillosas.—dicho eso, baja la suya para tomar la de él y obligarla a bajar hacia su clítoris— YoonGi oppa es mi Alfa.—acababa de generar algo inexplicable en su interior, tiene un problema grande por el salto que su polla dio excitada debajo de ella— Solo a mi me puede hacer sentir esto.

Los dedos le cobran vida contra su clítoris, girando y sacando suaves gemidos, sus caderas se mueven junto con su toque, un brazo de la rubia se estiró hacia atrás para sostenerlo, conectándola a tierra mientras siente que el placer aumenta. Sus manos caen más abajo, las puntas de sus dedos encuentran la entrada al paraíso. Ni siquiera un momento es una pérdida antes de que él empuje más allá de las paredes.

—¡AH! —chilla, el grito que deja ir va directamente a su polla. 

Los entierra hasta los nudillos, curvándolos para que se muevan en un movimiento que la tiene retorciéndose en sus brazos. La punta de su palma permanece presionada donde debe estar mientras sus dedos la follan, es una sensación entumecedora que la ha convencido de que está flotando, cada vez más cerca de la ansiedad liberación. Siente la forma en que se aprieta alrededor de sus dedos, lo que hace que acelere los movimientos, determinado a desbordarse, garras desafiladas arrastrándose sobre la piel de su espalda, gemidos desenfrenados llenando la habitación. 

Para sentir el nudo apretarse en su pecho, el calor se eleva.

—¡Me voy a correr! M-Mierda... p-por favor... me en-encanta. De-Déjame venir.—balbuceando en su oído solo lo incita, trabajando para sentir el calor de sus fluidos alrededor de sus dedos. Y no pasa mucho tiempo antes de que las palabras sean interrumpidas por un fuerte grito, oraciones mezcladas con gemidos mientras el orgasmo la invade. 

Trabaja todo el camino a través de él, las caderas se contraen con las suyas, el trasero de ella se frota deliciosamente contra su longitud, gruñidos bajos abanicando la piel de la espalda. Sus dedos permanecen dentro hasta que se relaja.

Manos fuertes la hacen rodar sobre su espalda, su cuerpo encuentra agarre entre sus piernas. Es rápido para envolver las piernas alrededor de las suyas, los talones descansan pesadamente sobre su espalda. Ambos cuerpos encajan perfectamente, MinHee tiene una mano libre moviéndose alrededor del cuerpo del Alfa, hundiéndose debajo de la cintura para llegar a sus boxer.

YoonGi se había quitado su ropa anteriormente y se quedó con la ropa interior azul que a la Omega le fascina. La observa inclinando la cabeza, tiene atrapado su labio inferior entre los filosos dientes que desean marcarla, es peligroso, debe contenerse. Nunca antes ha querido marcar a otro Omega. 

—Joder.—escapar desde lo más profundo de su garganta cuando guía la punta de su polla hacia la estrecha entrada— Dime si quieres que me detenga.—gime mientras las piernas de la menor se aprietan al rededor de su cintura acercándose más.

«TaeHyung estaría tan celoso...»

—No quiero parar, no ahora.—con la mente confusa se aprieta alrededor de la venosa longitud del rubio ceniza, él no lo diría en voz alta pero ama tu perseverancia, esas magníficas húmedas paredes resisten cuando vuelve a empujar hacia adelante, se adentra más profundo en una virginal jovencita. Encuentra el calor de su cuello mientras sus caderas se mecen contra ella. 

—Tan caliente.—murmura— Fuiste hecha para mi.—jadea en su oído— Por la Diosa Luna...—el ritmo se acelera, la folla con tanta fuerza que el frágil cuerpo de la Omega es empujado hacia arriba, se asegura de tener los brazos bien sujetos a su espalda entrelazados para evitar romperla— ¡Joder! —sus colmillos pican, quiere morderla.

El sonido lascivo de su coño chupándolo llena la habitación, combinado con el ruido de sus caderas chocando, su boca succiona chupones húmedos en el pobre intento de suprimir la necesidad que lo mata. Usa el agarre en las caderas para moverla contra él.

—Me voy a correr.—se queja.

—D-Dentro...—nota como los ojos de la Omega se vuelven celestes— Por favor, dentro.

—No, no MinHee. —incluso diciendo eso no puede evitar clavar las caderas contra las de ella en un ángulo que la punta de su pene roce la zona áspera de la piel en lo más profundo del interior— Y-Yo... te voy a anudar, debo...

—No pares. —suplica en lágrimas, siente que su polla se contrae dentro antes de que su cuerpo se entumezca, un cosquilleo agudo le recorre las venas.

Se corre con un fuerte grito, apretando los dedos en sus cortos mechones rubios, la sensación de las paredes apretadas a su alrededor lo induce a liberarse, el semen caliente llenando tu cuerpo en gruesos chorros, y su nudo comienza a crecer. Sus embestidas son cronometradas y descontroladas, fuertes gemidos se abanican sobre la piel húmeda. Levanta un brazo suyo para morderlo en lugar del cuello de la Omega. El cálido cuerpo de la susodicha choca contra el suyo una vez que han terminado, ya no puede sostenerse y la está recibiendo felizmente. Los brazos y las piernas se aferran entre sí mientras su rostro acaricia su cuello. 

El nudo duraría unos veinte minutos. Se quedan así durante lo que parecen segundos pero ha pasado el tiempo suficiente, están más conscientes. Su polla se ha vuelto suave, pero permanece enterrado dentro de ella, tapando el lío de semen que dejó atrás. Ninguno de los dos siente la necesidad de moverse, se quedarían así para siempre, si no fuera porque el arrepentimiento llega.

Toma su tiempo para retirarse, sintiendo la forma en que su semen se escapa del centro estrecho, casi lo hace empujar de regreso. Una vez afuera rueda hacía un costado en la cama, suspira con pesadez.

—Lo siento.

—¡Estás sangrando! —grita ella, tomando su brazo preocupada— ¿Qué hiciste?

—Iba a marcarte. —admitió— Aún peor... te anude, mi esperma...

—Lo sé. —suelta su brazo y cierra los ojos— No sé que me pasó, fue como si algo más estuviera dentro mío y se llevará el control de mis actos.

—Es tu lobo interior, tu Omega pide que te relaciones con el Alfa más cercano que tengas para aparearse. La escuela prohíbe las relaciones por eso mismo, han habido casos de embarazos luego de las etapas de celo. Es muy peligroso, pero si no reciben ayuda el dolor es indescriptible. 

—No se torna difícil de decidir, ¿Un embarazo o dolor durante días? —hace la cabeza contra la almohada— ¿Crees que...

—No pensemos en eso. —pide— En caso de ser... verdad, yo estoy dispuesto a cumplir mi palabra. 

—¿Cuánto va a durar mi celo? 

—Sólo tú lo sabes.

—A SoYoung le ha durado cuatro días. ¿Qué haré con eso? Incluso ahora quiero más. 

—Te daré más. —sonríe— Confía en mí.

Lo cierto es que la situación fue peor de lo que imaginaba. 

les juro que nunca antes había escrito algo así jendjdj me dio mucha pena >w<