La voz de Seungkwan al cantar era preciosa. Dino estaba enamorado de él, enamorado de su voz y de su forma, enamorado de la manera en la que Seungkwan veía el mundo. Cada que habría los ojos y lo veía el sentimiento agradable lo hacía sonreír, aun cuando había pasado todo el día observándolo. No. Toda la noche, porque durante el día trabajaba, como siempre. Aquellos minutos donde podía estar con Seungkwan eran especiales.

—¿Qué haces?— Le preguntó una de las noches donde había podido estar con él, Seungkwan solo se había levantado de la cama y había ido hacia la cocina, sin decirle, así que Dino fue tras él. —¿necesitas ayuda?

—¡Ah!— Gritó Seungkwan con fastidio, él estaba cocinando algo. —Vuelve a la cama, estas arruinando todo.

—Huele a quemado, no creo ser quien arruine algo.— Respondió con una mueca acercándose con curiosidad. La carne en el sartén estaba pegándose. —¿quieres que lo cocine?

—No, vete a la cama.— Seungkwan lo empujó un poco. —Estoy haciendo algo y no quiero que te entrometas. Ya arruinaste las cosas.

Se sintió confundido, pero prefirió mantenerse callado y sentarse en una de las sillas, observando a Seungkwan quien ahora hacía un puchero mientras lanzaba un par de vegetales al sartén. Sacó el vino y vertió un poco en una copa para despues tomar uno de los platos, colocó allí la carne junto con los demás ingredientes y lo dejó en la mesa, frente a él, al igual que la copa y despues se sentó en la otra silla.

Seungkwan no era el mejor cocinero.

—¿Qué significa?— Preguntó curioso y Seungkwan solo hizo una mueca y le lanzó un golpe.

—Te hice la cena. No quería que te fueras con el estómago vacío, a veces pienso que no comes.— Sus mejillas se sonrojaron y Dino no pudo apartar la mirada. —Solo come, eso es lo que hacen los buenos novios. Estoy siendo un muy buen novio así que disfrútalo.

¿Buen novio? No puso contener la sonrisa y bajar la mirada. Claro, Seungkwan era un buen novio, le había cocinado la cena. Para él. Dino solía comer lo que preparaban para los lobos de servicio, por lo general no eran platillos complejos, solo lo necesario para nutrirse. Tomó la copa de vino y la miró por varios segundos. Tampoco bebía vino, solo agua.

—Comeré bien.— Dijo ocultando su sonrisa con la copa.

Despertó cuando el auto se detuvo justo enfrente de la casa en medio del campo, había un árbol grande allí, no tan grande como para ser viejo, solo un árbol joven que llamó su atención. Bajó del vehículo sin decir una sola palabra para el conductor y caminó entre el pastizal verde hasta llegar a la puerta. Era callado, la casa tenía una barda blanca que el viento abrió antes que él, por lo que entró como al jardín observando un par de juguetes tirados alrededor. Llegó hasta la puerta.

Le había prometido a Hoshi que se encargaría primero de Vernon y despues de Jeonghan, porque Jeonghan solo se había ido, no dijo nada, solo se fue llevándose a Jiwoo y a Jihoon con él, aun cuando su padre le pidió que se quedara porque Jisoo era su cría también, Jeonghan no escuchó y se fue, entonces, tanto Hoshi como Dino concordaron que era mejor darle tiempo, darle tiempo para que pudiera asimilarlo. Por lo que; Primero Vernon y despues Jeonghan.

Tomó aire sintiéndose un poco inseguro y tocó la puerta. Nadie respondió.

—Hazlo con más fuerza.— Murmuró Jun a su lado apareciendo casi de la nada. Dino cerró los ojos recordando que lo había llevado con él. —Oh grita ¡Hao!

La razón por la que llevó a Jun; lo escucharían a él, o Minghao lo escucharía, Dino había convencido a Jun de darle su ayuda, así que era su esperanza para que Minghao le abriera la puerta y tuvieran un cómodo dialogo entre los todos. Escuchó pasos correr adentro de la casa, como si bajaran las escaleras con prisa, Jun dio un pequeño brinco emocionado y sonrió. Bien, era un avance, Dino solo tuvo que esperar y justo cuando abrieron la puerta... Minghao salió casi disparado lanzándose a Jun, abrazándolo.

—¿Qué haces aquí?— Preguntó Minghao tomando del rostro a Jun. —Nunca habías venido, hace dos años que no vienes ¿está bien tu ojo? ¿estás bien? ¿Dónde está Seokmin? ¿aun vives con él? ¡¿Por qué demonios no apareciste durante dos años?!

La felicidad de Minghao se tornó en enojo mientras que Jun no dejaba de reír, Dino solo observó, y una pequeña cabeza se asomó con curiosidad, una cachorra que no tendría más de dos años. ¿Dónde estaba Vernon? Quiso entrar en la casa pero no podía hasta que Minghao soltara a Jun, o Jun soltara a Minghao, en ese punto no sabía quién estaba abrazando a quien.

—¡Ah!— Jun gritó dando vueltas con Minghao. —¡No te enojes conmigo! ¡Tengo un trabajo ahora y me toma mucho tiempo!

Miró a la cachorra ignorando a los dos. Se acercó a ella y se arrodilló para estar a su altura, la pequeña le regresó la mirada y salió de su escondite. Ella le extendió los brazos como si quisiera ser alzada.

Bien, una cachorra tan confiada debía ser peligroso. La cachorra dio pequeños pasos hasta él aun estirando sus brazos, y solo se detuvo cuando Dino la cargó.

—Minghao, esta cachorra...— Habló girándose hacia ellos.

—¡Ya! ¡Ella es tan grande ahora!— Gritó Jun soltando a Minghao y extendiéndole los brazos a la cachorra, ella hizo lo mismo empujándose hacia Jun. —Es demasiado confiada, seguro que es por Mingyu. Mi Hao nunca haría eso.

—A Sofía le encanta estar en brazos.— Suspiró Minghao observando cuando la cachorra cambió de brazos. Jun la abrazó. —Sofía, puedes saludarlos.

La cachorra negó.

—Mira, si se parece a ti.— Bromeó Jun jugando con la pequeña.

—Es más rebelde de lo que quisiera.— Balbuceó el omega. —Sofía, él es tu tío Jun, y... Dino. ¿Qué haces aquí?

Oh. Lo difícil. Contuvo el suspiro y sus ansias de apretar los labios. Minghao parecía amable, pero dudaba que se mantuviera así cuando le diera la noticia, así que quería a Mingyu y a Vernon presentes. Miró alrededor buscando rastro de ellos, pero no había nada.

—¿Dónde está Mingyu y Vernon?— Preguntó.

—Mingyu intenta tomarle fotos a un pájaro y Vernon... él llegará dentro de poco, Está en la escuela.

Dino asintió tomando aire. Bien, tenía que esperar.