>Capítulo 03
>¿Quién puede ser?
>Disfruten!

***

Me despierto por el irritante sonido de la alarma. Son las 6:30 am. Cuanto odio madrugar; tal vez no lo odiaría si fuera a pasear pero para ir a la preparatoria es un asco. El sol apenas está saliendo y los pájaros no dejan de cantar. Pareciera que dan los buenos días a las personas.

Luego de vagar en mis pensamientos me levanto para ir directamente al baño. Termino y me coloco un lindo pantalón blanco con una blusa gris que deja mi ombligo expuesto con unas vans blancas. Agarro mi mochila negra llena de útiles y bajó enseguida a desayunar.

En la cocina me encuentro a mi madre; una hermosa señora de 40 años. Su pelo es tan negro como la noche más oscura con esos ojos también negros que te quieren perforar al verlos. Sus caderas resaltan en su cuerpo por su gran tamaño.

—¡Hola cariño! Que linda te vez hoy. Ahí está tu desayuno.— Pone delante de mí un plato con huevo y pan y al frente coloca un vaso lleno de leche. Sonríe y voltea para seguir cocinando.

Termino de devorar mi desayuno y me despido de mi madre saliendo a prisa de mi casa ya que la bocina del carro de Allan resuena afuera. Salgo y veo el coche de Allan.

Me adentro en la parte de atrás saludando a Allan con un fuerte abrazo y a Cass con un sonoro beso en su mejilla.

—¿Y porque tan contenta hoy? ¿Pasó algo que nos quieras contar?.— La sonrisa pícara que se forma en la boca de mi amiga es radiante.

—Me ofende Cass, yo siempre soy así— Cass pone los ojos en blanco por no querer soltar la sopa rápido y Allan sonríe alegremente al ver a su novia. —Pues, ayer revise Facebook como me dijiste.— Los ojos de mi amiga se iluminan de inmediato y voltea su cabeza tan rápido que me dio miedo que se fracturara el cuello.

—¿Y? Tenía razón, ¿cierto?— Sus ojos brillan esperando la respuesta. Mi amiga se pone así cada vez que mencionó a algún chico ya que dice que quiere que yo tenga novio y así hacer citas dobles. —¡Suelta rápido la sopa niña!—

—Pues, me pidió que saliéramos algún día y acepte así que quedo en mandarme un mensaje— Cass brinca en su asiento haciendo movimientos raros. Allan me mira por el retrovisor con el entrecejo arrugado.

—A mi no me parece buena idea— Su voz se nota un poco molesta y también llena de celos. —No se conocen— Termina malhumorado.

—Por eso van a salir, para conocerse. — Cass responde dando toques ligeros en el hombro de su novio. —Además, no seas tan protector Danna tiene que crecer— Cass me mira por el cerrando uno de sus hermosos ojos con una sonrisa. Allan sólo bufa mientas estaciona el carro en un puesto vacío y ahora si voltea su cuerpo hacia mi.

—¿Cómo no quieres que sea protector con mi linda hermanita?— Aprieta levemente mis mejillas sonriendo junto a Cass, cuando las suelta su expresión cambia radicalmente a una seria y un tanto fría —Si ese tal Marco— hace una mueca al pronunciar su nombre. —Te hace algo, lo dejo sin descendencia.—

—Claro, claro... Bueno me adelanto chicos. Los amo— Escucho un "yo más" de parte de mis amigos y comienzo a salir del coche para adentrarme en los enormes pasillos de la escuela.

***

Me dirijo hacia mi casillero. Mis pasos son acelerados hasta que una fuerte presión atraviesa toda mi espina dorsal. Agarro mi espalda baja con mis manos haciendo presión en la misma. Me sostengo de mi casillero quedándome inmóvil esperando a que el dolor se vaya.

Punzadas siguen cruzando mi espalda como enormes cuchillos cortando. Sé que tengo un rostro de dolor pero, ¿que puedo hacer si esto enserio duele?. Las personas que pasan por mi lado solo me miran raro y siguen caminando. Es cruel ver que no se acerquen a ayudar.

—¡Dana! ¿Estás bien?— Thomas se acerca a pasos acelerados a mi. Agarra mis caderas para que no me caiga.

A Thomas lo conozco desde ya hace varios años, lo conocí un día en la fiesta de cumpleaños de mi madre. Desde ese día hemos compartido tantas cosas que ahora es mi mejor amigo, él y Cass son mis mejores amigos.

—Sólo son los mismos dolores, ayúdame a sacar los calmantes. Están en mi bolso— Thomas me los alcanza y en el acto sube sus lentes que al agacharse se intentan caer. —Voy a ir a la enfermería, ¿le puedes avisar a Cass donde estoy? No quiero que se preocupe.— Volteo a ver al pelirrojo que tengo al frente. Este asiente y comienza a caminar, voltea de nuevo viéndome con esos ojos azules claros.

—¿Estarás bien?— Pregunta preocupado.

—Si, ya están parando los dolores. Gracias Thomas.— le sonrió un poco y con algo de esfuerzo comienzo a caminar hacia la enfermería. Siento unos brazos a los costados de mis caderas ayudándome a caminar, pego un brinco ya que no esperaba algo así. Volteo y me topo con los ojos azules claros de Thomas.

—Le envié un mensaje a Cassandra, ella llegará pronto. No podía dejar que te fueras sola, menos en este estado—

—Gracias Thomas— Le digo con sinceridad.

A unos pocos minutos de caminar llegamos a la enfermería donde me atiende una linda señora de unos 45 años, se nota que es muy amable. Me da unos medicamentos para mi dolor y me dice que debo reposar unas horas lo que me hace faltar toda la mañana a clases además de que no me dijo que las pastillas tenían efectos secundarios como el sueño. Y así sin pensarlo quedo dormida en la cama blanca de la enfermería con Thomas agitando su mano en modo de despedida antes de que mis ojos se cierren.

***

—...¿Por qué no quieres? Aquella vez nos divertimos mucho o ya no te acuerdas por que si quieres te puedo ayudar a recordar...— Esa voz proviene de afuera, es un murmullo un poco seductor, quién podría ser la muchacha y a quién querrá seducir.

—Ya te dije que no Tina. Esa noche fue un error, ¡Ya superalo!— Claro, como no la reconocí antes, la zorra del instituto ya está buscando a su nueva presa para llevarlo a la cama y al parecer este ya ha pasado por ahí. —Y déjame tranquilo— ¿Pero quién es el muchacho? Su voz se me hace un poco familiar pero no lo reconozco, tal vez por los efectos de los medicamentos.

—¡Está bien! Pero te vas a arrepentir, cuando tu querida novia no te de lo que yo si puedo.— Los tacones de Tina resuenan por el pasillo y por la forma que suena esta muy enojada. Pero aún me pregunto ¿quien será el chico?

Un suspiro suena afuera del cuarto al momento unos pequeños toques suenan en la puerta —¡Adelante!— Suelto sin pensarlo mucho.

—¡Hola hermanita hermosa! ¿Cómo estás?— Mis ojos se abren al unir los lazos, ¡Allan es el muchacho al que quería Tina!

—¡Tú! tú te acostaste con Tina— Allan solo baja su mirada y ya con eso confirma mis sospechas. —¿Ya se lo dijiste a Cass?—

—No y no lo hagas. Eso fue antes de conocer a Cass. Y yo se lo pienso decir, no hoy ni mañana pero lo haré— Contesta Allan.

—Sabes que me has decepcionado mucho. Y no sólo a mi, sabes que cuando Aliss se de cuenta también estará decepcionada al saber que su hermano gemelo se acostó con su peor enemiga— Allan sólo asiente tomando su cara con las manos. —Espero sea pronto que le digas a Cass—

—Lo haré pronto, lo prometo. Adiós hermosa. Ojalá te mejores— Allan sale dejándome sola y con un mundo en mi cabeza al descubrir eso.