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20- Fiesta

° Capítulo 20

° La fiesta

° ¡Disfruten!

***

Danna Harper

La música estaba sonando a todo volumen, haciendo que las ventanas se estremezcan un poco y que uno no pueda hablar porque no se escucha ni una palabra. Los chicos se dedicaron a colocar luces haciendo que todo estuviera colorido.

En la mesa había varios aperitivos, me acerco tratando de esquivar a las personas que bailan a mí alrededor. Cuando llego a la mesa agarro cualquier cosa masticándolo mientras reparo las caras de las personas en la pista. No encuentro a ninguno de mis amigos.

Cuando Lars me pidió ser su novia todos fuimos a bailar y poco a poco nos separamos y véanme aquí, sola. Aunque sé que los chicos deben estar por ahí tirados ya que para nadie es un secreto que todos se emborracharon. Ya que antes de perderlos de vista cada uno llevaba varias botellas en sus manos y Lars se supone que iba al baño, solo que no regresa.

Mi mirada viaja de nuevo a través de las personas tratando de localizar a alguien. Voy despacio hasta que lo veo. Se encuentra sentado en una esquina. La luz casi no llega a ese rincón, el siente mi mirada ya que rápidamente tengo sus ojos azules mirándome intensamente, casi como si quisiera penetrarme con ellos.

Un impulso me lleva a través de las personas hasta que llego a él, en ningún momento sus ojos azules quitaron su mirada. Cuando estoy al frente no sé qué decir, es como si de mi boca no quisiera salir ninguna palabra. Mi garganta está seca, mi pulso se aceleró bastante.

— Marco...— Es solo un susurro. Aunque sé que él me escucho ya que aquí no se escucha tanto la música. — No te había visto.

— Lo se... — Dice él un poco incómodo. — Ven, siéntate. — Dice el tocando el asiento a su lado. Yo lo hago quedándome en silencio, el solo toma pequeños tragos de un vaso plástico rojo que tiene en sus manos.

— Lo siento — Al decir esto Marco voltea hacia mí, primero noto que está un poco confundido, segundos después cambia su expresión a una fría. — No quería que te fueras, solo se me fue de las manos.

— Lo sé, no importa. — Me da una sonrisa de boca cerrada. — Sabes, me voy a tomar unas vacaciones.

— Suena bien.

— No sé de cuánto tiempo. Mis abuelos viven muy largo de aquí. Es un viaje en avión de 10 horas y quiero pasar tiempo con ellos. Vine para despedirme de ti.

Marco toma mi mano apretándola ligeramente. Nuestras miradas se cruzan y así quedamos, mirando el uno al otro. Sin darme tiempo a reaccionar Marco junta sus labios con los míos. Así como junto nuestros labios de rápido así los separo. Fue rápido, pero sentí como si en ese beso Marco me quisiera demostrar algo.

— Lo siento, tenía que hacerlo. No sé si voy a volver. — Marco se levanta del asiento sonriéndome. — Gracias por todo Danna y perdón por eso. Adiós.

— Adiós, Marco. Cuídate. — Con esto Marco emprende viaje y yo, un poco aturdida camino hacia el patio trasero sentándome en un banco que hay ahí. Tal vez un poco de aire me haga bueno.

Camino hacia el patio trasero sentándome en un banco que hay ahí. Tal vez un poco de aire me haga bueno.

Seamus Cervantes

— ¡Falta Danna! — Dice April a mi lado, gritando.

— Ve a buscarla, Seamus. — Dice Alana mirándome.

— Voy...

Deje les explico, todo nuestro grupo de amigos más algunas personas casi desconocidas estamos sentados en un lado de la sala formando un circulo. En el medio hay una botella. Si, alguien dio la grandiosa idea de jugar "10 minutos en el paraíso" con la suerte de la botella.

Ahora solo era buscar a Danna para que comience el juego. Antes pude ver donde Danna salió así que voy directamente hacia el patio trasero. Al llegar observo alrededor, Danna está sentada en una banca blanca. Camino hacia ella sentándome a su lado, cuando lo hago noto que su cuerpo tiembla un poco, sus manos están tapando su cara.

Toco su espalda llamándola. Ella levanta su cara mirándome un poco, no me gusta nada lo que veo. La hermosa cara de Danna esta rojiza, de sus ojos caen pequeñas lágrimas y la punta de su nariz esta roja. Al verla así siento como si algo dentro de mí se partiera. Inmediatamente envuelvo mis brazos alrededor de ella. Danna no pone objeción ante esto, así pasamos unos minutos hasta que se separa de mí. Tomo con delicadeza sus mejillas limpiando con mi pulgar las lágrimas. Muevo mi pulgar hacia abajo llegando a sus labios. Paso ligeramente mi dedo por este. Cuando lo hago siento pequeñas cosquillas, miro a Danna intensamente y ella no aparta la vista, alejo mi mano de su cara mirando hacia otro lado tratando de sonreírle un poco Danna.

— ¿Sabes? A nadie le gustara verte así, te estamos esperando para jugar. No estés triste, hoy es tu día. Aunque no sé qué te paso, pero no te preocupes por eso ahora, ya habrá mucho tiempo después.

— Tienes razón Seamus, gracias — Me dice Danna con mucha sinceridad.

— Ahora vamos, todos aquellos borrachos quieren jugar 10 minutos en el paraíso.

— ¡Que creativos! — Danna se ríe y yo también.

Cuando llegamos ahí todos vuelven a formar el círculo y ahí comienza el juego.

Danna Harper

Me siento mucho mejor después de lo que hizo Seamus, necesitaba algún consuelo y él fue de gran ayuda. Le debo un gran favor y espero poder devolvérselo pronto.

Luego de llegar donde los chicos comenzamos a jugar, Lars se sentó a mi frente. Cuando lo miro me tira pequeños besos que hace calentar mis mejillas. Ya varias personas se han ido a disfrutar de los 10 minutos que tienen, yo solo estoy viendo ya que aún no es mi turno y hay veces que Seamus hace pequeños comentarios, algunos que no tienen sentido.

— ¡Danna! Tú sigues. — El grito de Aliss me saca de mis pensamientos. Aunque ella sea la hermana gemela de Allan no nos hablamos mucho.

— Claro, claro... — Tomo la botella que me ofrece Aliss, la coloco en el suelo y le doy vuelta con la mayor fuerza que tengo.

La botella comienza a dar vueltas velozmente, todos la miran esperando con ansias a que pare.

— Ya quiero tener mis 10 minutos — Dice Lars mirando animadamente la botella que ya va algo lento.

— No te confíes mucho Lars, esto es cuestión de suerte. — Aliss le dice a Lars y este último le saca la lengua juguetonamente. La botella ya está por parar, la incertidumbre me está matando. La botella pasa lentamente por los chicos y chicas, algunos desconocidos, hasta que por fin se detiene.

Levanto rápidamente la vista de la botella llevándome una gran sorpresa. Miro a los chicos y todos están tan sorprendidos como yo. Habiendo tantas personas tiene que parar justamente en... Magnus.

Ese hermano Cervantes que te llega a intimidar solo con una pequeña mirada. Alguien con que he compartido algunas palabras pero que no conozco del todo. Ese hombre que ahora tiene una enorme sonrisa triunfal al ver nuestras reacciones.

— ¡Me opongo! No dejare que mi novia se vaya con Magnus — Dice Lars parándose del círculo, todos nos paramos, yo solo me quedo callada.

— Lo siento hermanito, reglas son reglas. Si me disculpan. — Dice Magnus antes de tomar mi mano y comenzar a jalarme hacia una habitación vacía.

Al llegar Magnus cierra la puerta detrás de él. Al estar parada al frente de él me sentó tan pequeña. Magnus me mira como un depredador y eso me pone los pelos de punta. Él se acerca peligrosamente provocando que retroceda en cada paso que el da.

— Dime algo. — Dice Magnus con su potente voz. — ¿Que hacen cuando están aquí?

No sé si me lo pregunta en serio o solo es por tomarme el pelo, aunque prefiero contestarle. — Pues, lo que quieran. Charlan o algunos vienen a divertirse.

— ¿Y tú que quieres hacer? — Cada vez que sale una palabra de Magnus me intimida.

— ¿Charlar? — Le digo a Magnus un poco insegura ya que no quiero escuchar su respuesta. Magnus se sienta en el borde de la cama, toca un lado de esta para que me siente y yo obedezco sentándome a su lado.

— Charlemos entonces, ahora eres mi cuñada ¿Cierto?

— Así es.

— Lars hizo bien, sabía que si no se movía rápido lo haría yo. — Dice Magnus dejándome un poco desconcertada.

— ¿Cómo? — Le pregunto ya que no logro entenderle bien.

— Es gracioso que no lo hayas notado Danna. No sé si me gustas, pero me atraes. Mucho. En estos momentos quisiera tenerte tumbada en esa cama y no hablando aquí conmigo. Y eso Lars lo sabía. — Al escuchar esto mi cuerpo se estremece.

— No lo sabía... — Miro a Magnus, este de un movimiento rápido hace que mi espalda toque la cama. Él está a horcadas sobre mí. Yo trato de zafarme pero el gran cuerpo de Magnus no me deja moverme.

— Tranquila, no te voy a hacer nada. Solo quería tener una imagen de ti así.

— ¿Te podrías bajar ya? — Le digo bastante incomoda al hermano mayor.

— Claro preciosa, solo te diré que voy a aprovechar cualquier descuido de Lars para tenerte. Así que cuídate. — Al terminar de dice esto se baja para comenzar a caminar hacia la puerta. Antes de salir voltea de nuevo. — Deberías salir, creo que ya se terminó nuestros minutos. Adiós preciosa.

Magnus sale dando un portazo. Yo me quedo unos minutos ahí, dándome un chance para descansar. No puedo creer todo lo que acaba de pasar.

Pero también tengo algo en mi cabeza que me afecta bastante...

Lars, que pensarás tú al respecto. 

***

¡Hola!

Instagram: strong_beatiful

Espero les guste mucho el capitulo, viene cargado. A mi me encanto, espero lo mismo de ustedes

No olviden votar, comentar y compartir 

¡Los quiero mucho!

Se despide 

Strongbeatiful 🌸 

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