° Capítulo 19

° Te amamos baby

° ¡Disfruten!

***

Lars Cervantes

Estaba tanto físicamente como mentalmente agotado. Luego de mi declaración hacia Danna en la playa fuimos a caminar y nadar aunque hacia un frío terrible y el agua estaba congelada.

Danna trato varias veces de tirarme a el agua aunque todos fueron fallidos ya que no me podía mover ni un centímetro, creo que le debo las gracias a nuestro entrenador que es bastante estricto en las prácticas de fútbol americano. Por cierto, cuando lleguemos a casa debo retomarlos para no perder condición.

Ahora sí, ya no quiero dar más vueltas. Danna y yo pudimos llegar al aeropuerto con varios problemas de camino y ahora estábamos sentados esperando a que el piloto se dignara a emprender viaje. Las azafatas a nuestros costados están ofreciendo almohadas, cobijas, comidas entre otras cosas que nos pueden hacer falta para el viaje de regreso.

— Ya no puedo esperar para estar con mis amigos de nuevo. — Dice Danna asomando su cabeza al pasillo. Se preguntaran ¿Por qué asoma su cabeza? Bien, mi querido amigo no logro comprar dos boletos con los asientos a la par, así que Danna quedo a dos asientos delante del mío.

— Yo también estoy deseando llegar. —Le hago un puchero a Danna, ella solo sonríe negando con la cabeza para sentarse correctamente en su asiento.

— Hola joven. — Miro a mi lado un poco desconcertado, es una señora algo mayor que yo la que me dijo eso.

— Hola. — Le digo a ella tratando de ser un poco amistoso.

— ¿Quieres un poco de maní? — Me dice la señora sonriendo de lado.

Espera, viendo bien su sonrisa me asusta un poco, ¿ella está tratando que coquetear conmigo? y ¿¡trata de sobornarme con maní!? Niego lentamente con la cabeza esperando a no ser tan grosero.

— Anda, no seas tímido. — vuelve a sonreír mostrando sus dientes para luego con sus manos bajar un poco su blusa haciendo más grande su escote. Arrugo la cara para luego decirle con toda amabilidad.

— Soy alérgico al maní, gracias — Saco mi celular y antes de poder mandar un mensaje escucho donde la señora susurra.

— Si solo fuera más joven...— Con esto ella se mete un puño de maní en la boca y yo me concentro en contestar los mensajes de mi celular.

Veo que tengo varios mensajes de Cass así que abro uno.

Chat:

Lars

¿Qué sucede?

Cass

¿A qué hora llegan?

Lars

Si todo sale bien, a las 7:00 pm

Cass

Bien, la llevas a tu casa.

Lars

Entendido.

Cass

Oye ¿Te sabes tú parte?

Lars

Por supuesto, te veo más tarde ;)

Cass

Bien 

Guardo mi celular, las azafatas dan la indicación de abrochar los cinturones. Cuando ya estamos en el aire me coloco los audífonos para tratar de dormir ya que si me quedo despierto seguro que la señora acosadora de mi lado me hará platica, aunque no sé si dormir será buena idea. Uno nunca sabe si se quiere aprovechar de que estoy dormido y tocar este cuerpo. Aunque si lo hace no la culparía, soy irresistible.

***

Luego de varias horas de vuelo me despierto al toque insistente en mi hombro. Abro los ojos para ver a Danna a mi lado con una sonrisa gigante.

— Ya llegamos pequeño dormilón — Comienza a caminar para bajarse del avión, yo voy detrás de ella. Cuando ya estamos abajo la guío hacia afuera del aeropuerto, ahí debe de estar un taxi que pedí.

— Vaya, pensé que alguno de mis amigos me estaría esperando — Por la forma en que Danna dice eso sé que está un poco triste.

— Tal vez han estado muy ocupados, sabes que es un viaje largo de regreso a casa. Vamos a subirnos ahí, haremos una parada para comer algo. No creas que no he notado a tu estomago gruñir varias veces.

— Vamos — Dice Danna con sus cachetes rojos de la vergüenza, sostiene su estómago apretándolo ligeramente mientras que estas adentro del auto.

A la media hora de viaje nos encontrábamos comiendo una enorme pizza con extra queso, estaba exquisita. Compramos la más grande que tenía 20 pedazos y yo comí la mitad mientras que Danna se terminaba la otra.

— Ahora me arrepiento de haber comido tanto, voy a engordar bastantes kilos. — Dice Danna exagerando al tocar su vientre como su estuviera gorda.

— Veamos el lado bueno, ahora rodaremos hasta la casa en vez de ir en carro. — Suelto varias carcajadas mientras veo la cara enojada de Danna.

Luego de tomar otro automóvil llegamos a mi casa. Miro a Danna observando el lugar con mucha curiosidad, siempre hace eso cuando viene. Comenzamos a caminar hacia la puerta y yo la abro lentamente dejando observar su interior.

Danna Harper

Lars abre la puerta como todo un caballero dejándome observar el interior de la casa. Hay muchos globos de todos colores en todos los rincones de la casa. Las paredes tienen adornos de todo tipo, entro poco a poco a la casa observando todo. Lars cierra la puerta para colocarse a mi lado. En el fondo de la casa hay un gran letrero que dice "Bienvenida Danna y Feliz cumpleaños"

De los muebles salen todos mis amigos gritando un gran "Bienvenidos" sonando pitos y tirando polvo de colores entre otras cosas.

— Pensaste que nos habíamos olvidado de ti ¿Me equivoco? — Alana llega a mí dando besos y abrazos tanto a mí como a Lars.

— No te equivocas. — De mis ojos comienzan a salir lágrimas de felicidad. Todos son tan especiales al haber hecho esto para mí. Allan, Thomas, April, Cass, Seamus y Magnus me abrazan y dan besos en mis mejillas. La felicidad que invade mi cuerpo es tanta, siento como las mariposas se mueven en mi estómago y mis lágrimas no paran de salir.

Intento limpiar un poco mis lágrimas a la vez que sorbo mis mocos, todos me miran sonrientes — Chicos, esto es tan lindo. Gracias — ellos asienten con sus cabezas.

— Esta es la sorpresa que te debía por haberte dejado ir sola con Lars, espero te guste — Cass es la que rompe el silencio.

— ¿Por qué tenía que darte algo por estar conmigo? Me siento ofendido — Lars dice tocando su pecho como si estuviera resentido conmigo.

— Lo siento, sabes que no nos llevábamos bien. — Le digo dándole un beso en la mejilla a Lars

— Pero como ya todos notamos, ahora si se llevan bien. —Ahora es Seamus el que dice provocando las carcajadas de todos.

Alana me extiende una caja de regalo que yo tomo confundida.

Magnus aclara su garganta para decir con su fuerte voz. — Es un detalle de todos —

Abro la caja y en ella hay un vestido morado oscuro con toques perlados, su espalda es abierta, es muy lindo y a la par de este saco unos tacones negros con un poco de brillante.

— No tenían que molestarse tanto, me encanta todo.

— Sube a ponértelo, nosotros esperaremos aquí. — Me dice Seamus empujando mi cuerpo hacia las escaleras, solo me toma unos minutos alistarme para comenzar a bajar las escaleras lentamente con mi vestido y zapatos nuevos.

Cuando llego veo a mis amigos esperándome, ya hay bastantes personas tomando y bailando con la música que pusieron, seguro mientras me cambiaba comenzaron a llegar los invitados.

— Te ves preciosa Danna — Dice Magnus sorprendiendo a todas las personas que lo escucharon.

— Gracias — Le digo con timidez. — Chicos, tengo una pregunta. El cartel dice feliz cumpleaños, pero, yo no estoy cumpliendo años.

— Pero yo sí. —Dice una voz detrás de mí. Volteo encontrando a Lars con una polera gris con negro.

— No lo sabía, te hubiera comprado algo para regalo. — Le digo a Lars, a mí me gusta mucho comprar regalos y que no haya podido comprarle un regalo a Lars me entristece un poco.

— No te preocupes por eso, ya tengo algo en mente. — Lars dice esto sonriendo un poco.

— ¿Cómo? — Le digo un poco confundida.

— Danna, ¿Me darías el honor de ser mi novia?

Quisiera responder un gran ¡sí! A Lars pero de mi boca no sale sonido alguno así que solo asiento con mi cabeza. Lars se acerca a pasos apresurados hacia mí uniendo nuestros labios en un beso suave y dulce. Cuando nos separamos Lars susurra en mi oído.

— Este es el mejor regalo de cumpleaños que me han dado.

— Oye Danna. — Escucho la voz de Cass a mis espaldas, volteo mirando sus lindos ojos. — Aunque ahora tengas novio no nos puedes olvidar, sabes que te amamos baby.

— No lo haré.

— Bien, eso quería escuchar. Es hora, ¡que comience la fiesta! — Dice Cass gritando esto último, todos los invitados gritan detrás de ella y mis amigos me arrastran hacia la pista de baile.     

***

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