Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

28

┉┅━━━━━━━━━━━┅┉

Harry se había vuelto más protector con Eileen y no sólo protector, sino que además, no la dejaba mover ni un solo dedo. Si ella necesitaba algo, Harry ya estaba a medio camino para conseguirlo, si Eileen se sentía sólo un poco mal, ya estaban en San Mungo siendo atendidos por un sanador. Era casi paranoico pero también estaba muy emocionado. Casi como si fuera un padre primerizo. Lo que resultaba gracioso, porque él ya había tenido tres y Eileen estaba demasiado calmada para ser su primer bebé.

Juntos habían arreglado un cuarto de la casa y cada vez que Harry intentaba tomar las riendas del asunto, Eileen lo miraba con severidad y Potter no tenía de otra más que hacer lo que ella dijera.

Fue una habitación bastante sencilla con paredes blancas de la mitad hacia arriba y gris claro de la mitad hacia abajo. En la parte blanca, pintaron estrellas y lunas doradas. Todo era en colores neutros pues habían decidido no saber si era niño o niña. Querían que fuera una sorpresa para cuando llegara el momento.

Fabian era un visitante regular en la casa y fue el encargado de comprar una cuna, una cama pequeña y un par de pequeños muebles más. Eileen le había insistido para que no hiciera tal cosa pero eso no fue lo único que compró. Peluches, juguetes y miles de cosas para bebés. Probablemente era el más emocionado de todos. E incluso inició una discusión con Harry porque quería ser él quien armara los muebles de la nueva habitación y Harry se negaba rotundamente diciendo que ese era su trabajo. Sólo les bastó una mirada de irritación por parte de Eileen para que ambos hombres trabajaran juntos y sin gritar.

Nadie quería hacer enojar a una embarazada, por el amor a Merlín.

Por otro lado, los Weasley tomaron muy bien la noticia y Molly le regaló a Eileen algunos suéteres pequeños que ella mismo tejió para el nuevo bebé. Ese nuevo bebé no tenía ningún lazo con la familia de pelirrojos, pero ellos fueron muy cálidos y le dieron la bienvenida como si fuera parte de la familia.

Curiosamente, fue Bill Weasley quien mantuvo un estrecho contacto con Eileen para estar al pendiente de la situación. Le daba algunas recomendaciones, consejos e incluso prometió regalarle algo de la ropa de sus hijos.

Cada mes, el abdomen de Eileen crecía más y más, y cuando se dieron cuenta, la fecha programada de parto estaba muy cerca. Potter tenía experiencia, pero era el más histérico y Fabian debía estar cerca por si Potter se desmayaba o algo por el estilo. Harry tenía emociones demasiado intensas.

Fue en ese último mes que Eileen dejó de ir a trabajar, simplemente por seguridad y para la paz mental de Harry. Harry también había reducido su tiempo de trabajo sólo a la mañana. Era el jefe y podía tomarse ciertas libertades, claro que también hacía lo posible por terminar su trabajo lo más rápido que le fuera posible.

Era una cálida y agradable noche cuando Eileen y Harry estaban acostados en la cama. No tenían sueño pero ambos disfrutaban esos momentos en silencio. Potter mantenía su mano en el abdomen de la chica y sonreía cada vez que sentía las patadas.

—Muero de ganas por conocerte —murmuró con los labios casi pegados al vientre de la chica. A Harry le gustaba hacer eso. Le contaba historias muggles y algunas otras de sus aventuras de cuando era joven. Pasaba largas horas hablando con gran emoción e incluso seguía hablando cuando Eileen ya se había quedado dormida.

Eileen sonrió, acariciando la cabeza de Harry y pasando los dedos entre las fibras de cabellos oscuros. Podía imaginarse que el bebé tendría el cabello oscuro, pues ambos lo tenían de ese color. Le gustaría que tuviera los bonitos ojos de Harry pero sin duda esperaba que tuviera su nariz y que no necesitara de gafas.

Pero los movimientos de detuvieron y Potter no dejó pasar por alto aquello.

—Harry... el bebé ya va a nacer —habló Eileen en voz queda y con el cuerpo tenso.

Harry se puso de pie con un salto y miró con pánico a la chica. Se recordó que debía mantener la calma y un profundo suspiro salió de sus labios.

—De acuerdo —se quedó estático. Su cerebro no lograba procesar la información

De alguna milagrosa manera llegaron al hospital, donde llevaron a Eileen a trabajo de parto inmediatamente. Harry permaneció a su lado tomando su mano y dándole ánimos. Eileen se lo agradecía, pero era tanto el dolor que recorría su cuerpo que simplemente había dejado de pensar y su mente se mantenía en blanco.

Pareció ser una eternidad para la chica, sudaba pero ni siquiera lo sentía debido al profundo dolor. Harry la miraba preocupado pero uno de los dos debía manterse sereno y en ese momento debía ser él. Por más que el miedo recorría sus venas, debía mantener la calma.

Con un último grito por parte de Eileen, hubo un profundo silencio por un segundo y luego un fuerte llanto. La chica se dejó caer en la camilla tratando de recuperar la respiración y una sonrisa se extendió por su rostro. Se sentía cansada y adolorida pero bien. Y eso era lo importante.

A Harry le ofrecieron cortar el cordón umbilical y con miedo lo hizo. Un sanador se llevó al bebé un momento para lavarlo y verificar su estado general de salud antes de regresarlo envuelto en una manta. Se lo entregó a Potter, quien tenía silenciosas lágrimas deslizándose por sus mejillas. Cargó al bebé temeroso pero sonrió al verlo.

—Felicidades, es un niño —le dijo la sanadora con una enorme sonrisa.

—Hola —la voz de Harry sonó ligeramente aguda y acarició con suavidad la suave mejilla del recién nacido— Soy tu papá.

Potter caminó hasta estar con Eileen junto a la cama. La chica estaba siendo atendida por un sanador pero en cuanto este se marchó y Eileen se acomodó en la camilla sonrió en dirección a sus dos chicos. Harry le entregó el bebé a Eileen y ella simplemente comenzó a llorar cuando lo tuvo entre sus brazos. Potter se sentó en el borde de la camilla, dejando un beso en la cabeza de la chica y teniendo mucho cuidado para no incomodarla.

—Ya sé su nombre —habló Eileen en voz baja sin dejar de mirar a su hijo.

Harry entonces limpió sus propias lágrimas con la palma de su mano y miró con curiosidad a la chica. El corazón de Harry se derretía en su pecho por la hermosa escena.

—¿Cuál es? —preguntó con suavidad— al final no me dejaste opinar al respecto.

Ambos rieron un poco.

—Azriel, Azriel Fabián —Eileen miró a Harry con los ojos llenos de emoción— Azriel como mi hermano, siempre me pareció que era el nombre de un príncipe —dejó salir una corta risa— Azriel Potter —murmuró para sí misma.

Potter evitó resoplar irritado y sonrió. Era algo que ya se imaginaba y sin duda era una gran elección elegir el nombre de su hermano pero no le encantaba para nada que llevara el nombre de Fabián.

—Es perfecto, pero no le digas a Fabian o se le va a subir a la cabeza.

Eileen atrajo a su bebé más cerca de su pecho en un abrazo mientras dejaba un beso en su cabeza. Al final, todo el dolor había valido la pena para conocer a ese pequeñito.





Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro