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Harry despertó poco antes de que amaneciera, aún estaba cansado pero ya no tenía sueño. Sonrió al ver a Eileen acostada sobre su pecho y abrazando su abdomen. Hacía mucho frío por lo que la cubrió un poco más con las cobijas y se quedó de esa manera disfrutando de la calidez que ambos compartían.

La noche anterior había sido muy movida y Harry sentía sólo un poco de vergüenza por haber armado todo un drama con la familia de su ex, claro que él no se iba a quedar callado luego de lo que Elliot había dicho de Eileen y en esa parte, no se arrepentía ni un poco.

Sin embargo, no podía dejar de pensar en lo que aquel hombre había dicho, muy a su pesar, tal vez tenía algo de razón.

Harry sabía que tal vez en el pasado había puesto antes su trabajo sobre su familia por algún tiempo, pero jamás los había dejado de lado. Siempre estuvo para ellos cuando lo necesitaban. Y fue muy claro para él cuando su matrimonio llegó a su fin. Fue algo gradual, por supuesto, pero Harry realmente había intentado solucionar los problemas para no llegar a las circunstancias a las que llegaron. Ginny lo quería, pero ya no lo amaba.

Harry había salido del trabajo más temprano un día y quiso pasar a ver a su esposa al trabajo para sorprenderla pero el sorprendido fue él cuando le dijeron que Ginny había salido más temprano. Fue a casa, donde supuso que estaría con los niños, pero no había rastro alguno de ella. Logró encontrarla casi una hora después en una cafetería a la que ambos iban en sus días libres, pero ella no estaba sola. Estaba con un hombre y ambos reían muy animadamente, al principio supuso que solo era un amigo pero su corazón se hizo añicos cuando los vio besándose.

Por supuesto que lloró. La mujer que más amaba en el mundo lo había traicionado pero no quiso armar todo un escándalo. Y fue sólo un par de semanas después cuando Harry se sintió más tranquilo consigo mismo y habló con la pelirroja sobre el divorcio. Nunca mencionó lo que había visto, simplemente hablaron sobre lo que sentían y aunque lo dudaron por los niños, sabían que era lo mejor para los dos.

La familia Weasley se llevó una sorpresa cuando se enteraron de la separación, pero ni Ginny ni Harry dieron ninguna explicación. Ambos habían quedado en buenos términos y Potter deseaba auténticamente que su ex fuera feliz. Nunca le deseó el mal pues al final del día, los habían compartido muchas cosas hermosas y tenían tres preciosos hijos que evidenciaban el amor que una vez se tuvieron. Siempre le dolió la traición pero nunca fue capaz de echarlo en cara y prefirió simplemente olvidarlo.

Incluso, cuando conoció a Elliot en aquella cena, se tomó la molestia de fingir que no lo conocía y ser amable con él. Algo que no merecía en absoluto luego de todo lo que había pasado por su culpa.

Potter regresó a la realidad cuando Eileen se movió, ella abrió los ojos un poco y miró hacia arriba. Harry sintió una increíble calidez en su corazón de verla así, con sus ojos somnolientos y con su cabello hecho un desastre.

—Hola —habló Eileen con voz queda y aún sin poder abrir del todo los ojos.

—Hola —Harry le regresó el saludo— ¿Qué tal dormiste?

Eileen se movió, abrazando con fuerza a Potter y ocultando su rostro en su costado. El hombre sintió pequeñas cosquillas cuando la chica dejó salir un fuerte suspiro que golpeó la delgada tela de su playera.

—Dormí bien —murmuró sin levantar la cabeza— ¿y tú?

—Yo dormí muy bien.

Se quedaron en aquella posición un poco más sin querer levantarse. Estaban disfrutando demasiado el momento y alargarlo un poco más no le haría mal a nadie. Fue Eileen la primera en levantarse y pese a que Harry la atrajo hacia su pecho nuevamente, ella simplemente dejó salir una risa y dijo que no podían quedarse en cama todo el día.

Ella se adentró al baño y Harry buscó su ropa para el día y cuando había seleccionado su pantalón, una lechuza golpeó contra el vidrio de la ventana. Potter se dirigió a abrir, sintiendo en el proceso la fría corriente de aire del exterior. Tomó la carta que traía la lechuza y esta se fue inmediatamente, Harry se sentó en el borde de la cama y abrió la carta luego de fijarse que era de Ginny.

Eileen regresó a la habitación luego de refrescarse y hacer sus necesidades. Incluso se cepilló los dientes luego de revisar uno de los gabinetes y encontrar un cepillo nuevo. Ya se lo repondría al hombre, pero tenía la necesidad de cepillarse los dientes para quitarse el mal sabor de boca mañanero.

Observó a Harry y la carta entre sus manos, se acercó a él, colocándose entre sus piernas y abrazando su cabeza. Instintivamente Harry pasó su mano por la cintura de la chica y descansó su mejilla sobre su vientre.

—Es de Ginny —informó— al parecer los niños se quedaron en la Madriguera con todos sus primos. Parece que todos los niños se quedaron allí. Supongo que ahora mismo están abriendo sus obsequios —dejó la carta a un lado y abrazó con ambos brazos a Eileen— Iré a verlos más tarde.

—¿Quieres que vaya contigo? —sigue acariciando el cabello de Harry que es un completo desorden.

—No es necesario. A menos que no te incomode ir luego de lo de anoche.

Ambos ríen.

—Eso fue realmente incómodo —hay un momento de silencio— Harry... gracias por defenderme.

—Es como tú lo dijiste, sólo tu y yo sabemos lo que pasa entre nosotros y nadie más tiene el derecho de opinar y mucho menos de insultarte.

Eileen lo toma de las mejillas con suavidad y lo hace mirarla. La chica se inclina un poco para dejar un suave y profundo beso en sus labios.

—Iré a mi casa para buscar ropa limpia y regresaré más tarde —habla en voz baja apenas alejada de los labios del hombre.

Harry gruñe de disgusto con los ojos cerrados.

—Creo que te ves perfecta usando mi ropa. No quiero que te vayas.

Eileen sonríe cada vez más.

—Sólo me iré un momento y luego regresaré.

—Estuve tanto tiempo esperando por esto y ahora quiero tenerte cerca todo el tiempo que me sea posible.

—Harry, prometo no tardar más de veinte minutos. Además tu también te tienes que cambiar y todas esas cosas.

Harry ríe pero no puede soltar a la chica. Sólo necesita abrazarla un momento más. Es tan feliz en ese momento y sólo quiere sentirse así un momento más. Sólo... un momento más.

—De acuerdo —se pone de pie y ahora él es más alto que ella— el desayuno estará listo para cuando regreses.

—Prometo no tardar.

Se aleja de Harry para tomar su ropa apilada que dejó en el suelo. La noche anterior había llevado botas largas por lo que en ese momento resultaría incómodo ponérselas y prefiere quedarse descalsa. La ventaja de las apariciones es que estará en su hogar antes de que nadie se percate de que no trae zapatos. Mira a Potter una vez más antes salir.

᯽

Como Harry había prometido, cuando Eileen regresó a casa del azabache el desayuno estaba listo y todo olía realmente bien. Eran recién las nueve y media de la mañana pero ya tenía mucha hambre y deseaba comer. Igualmente, Harry parecía haberse dado un baño aunque dejó su cabello sin peinar y en lugar de un elegante traje, usaba algo más cómodo. Está usando una sudadera azul marino aunque tiene las mangas alzadas hasta la mitad del antebrazo junto con un pantalón negro que parece ser muy cómodo.

Pasan la mañana hablando y riendo en la isla de la cocina mientras desayunan. Cuando se dan cuenta son casi las doce del día.

—¿Has pensado en dejarte la barba? —pregunta Eileen distraídamente mientras Harry limpia un poco.

—No realmente —la mira con curiosidad— ¿Te gustaría que la dejara crecer?

Eileen se sonroja un poco y se encoje de hombros ganándose una risa por parte del hombre.

—No quise decir eso... sólo... creo que la barba te quedaría bien.

Cuando Harry termina con la limpieza, se acerca a Eileen para darle un beso en la cabeza.

—Me la dejaré crecer entonces.

Al final Eileen decidió acompañar a Harry por sus hijos a la Madriguera.

—Eileen, dejé mi abrigo sobre la cama, ¿podrías traérmelo por favor? Casi termino de acomodar esto.

Eileen salta de su asiento y tararea en respuesta mientras va escaleras arriba a paso rápido. Entra a la habitación de Harry, la cama ya está hecha y ve el abrigo del hombre en un extremo de la cama. Cuando está a punto de tomarlo, se percata de que hay una caja con un moño y una pequeña nota que tiene su nombre.

Toma la caja con cuidado y una sonrisa se extiende por su rostro. Quita el moño con cuidado y abre la caja. Es un bonito collar de cadena muy delgada y una perla en el centro con un diamante blanco a cada lado. Es simplemente hermoso. 

—No estaba seguro de si te iba a gustar —escucha la voz de Harry a sus espaldas y voltea a verlo con una gran sonrisa.

Corre a abrazarlo por el cuello.

—Es perfecto, muchas gracias —se separa de él y lo mira con el ceño fruncido. Harry sabe lo que quiere preguntar.

—Pensaba dejarlo en tu escritorio mañana —explica— pero dadas las circunstancias, preferí dártelo personalmente hoy.

Ella deja salir una risa y lo vuelve a abrazar hundiendo su rostro en el pecho del hombre, aspirando su aroma para memorizarlo.

—Feliz navidad, Harry —murmura la chica en su pecho.

—Feliz navidad, amor.

Cuando se separan, Harry toma su abrigo y los dos se dirigen a la Madriguera.

Es menos incómodo pues sólo están Arthur, Molly, Bill y Fred junto con los demás niños. Los niños Potter corren a abrazar a su padre cuando lo ven y le muestran sus obsequios con emoción. Lily se acerca a Eileen para abrazarla y le muestra su nuevo libro para colorear junto con sus nuevos colores.

Molly menciona que las galletas estuvieron deliciosas y que James intentó robarlas, otra vez, pero al ser tantos niños básicamente hubo una batalla por ellas... al final las repartieron por partes iguales.

De todos los niños presentes, Eileen puede notar que las hijas de Fred, Olivia y Nora, son las más silenciosas y tranquilas. Lo que le parece curioso pues después de haber entablado una larga conversación con George la noche anterior, entiende que él y su gemelo eran un completo caos. Pero ese par de gemelas no parece que fueran a romper ni un solo plato. Claro que sólo parecen tener cinco o seis años, tal vez cuando crezcan cambien un poco su personalidad.

Sin duda los que parecen ser el caos personificado, son James y Albus. Ambos niños corren por todas partes y llevan consigo a Hugo y Rose.

Eileen pasa una tarde fenomenal, hablando mayormente con Bill quien no menciona lo sucedido la noche anterior y eso ayuda a que no se sienta incómoda. También se quedan a comer y a partir de las seis comienzan a llevarse a los niños.

El primero en llegar fue Ron quien saludó y se despidió casi al mismo tiempo para llevarse a sus hijos. El siguiente fue George. Luego llegó Fleur, que había tenido que trabajar y se fue junto a su esposo y sus hijos.

La siguiente fue Ginny y fue un momento verdaderamente incómodo para los presentes pero no estuvo mucho tiempo antes de que se marchara con sus hijos luego de que ellos se despidieran de su padre y de Eileen con un gran abrazo.

El último en llegar fue Percy, quien también había ido a trabajar y mencionó que no hubo mucho movimiento en el ministerio luego de que Harry le preguntara.

Fred fue el último en marcharse igual que Harry y Eileen.

Casi eran las ocho cuando Eileen y Harry estaban afuera del departamento de la chica.

—Entonces, nos vemos mañana en el trabajo —habló ella.

Harry asintió desganado. Quería pedirle que volvieran a dormir juntos pero no quería acelerar las cosas y además quería darle su espacio. Las cosas se darían con naturalidad en su momento. Aunque dadas las últimas circunstancias, ya no se podían acelerar más las cosas. Simplemente prefería darle su espacio.

—Sí. Gracias por todo, Eileen. Y lamento lo de la otra noche.

—Está bien. He estado en situaciones más incómodas.

Ambos rieron.

—Descansa, Harry.

—Tu también, Eileen.

Se dan un abrazo que dura un poco más de lo habitual y se separan sólo un poco para mirarse a los ojos. Harry deja un beso en la frente de la chica antes de alejarse.

Eileen lo mira alejarse por el pasillo y libera un profundo suspiro una vez que entra a su hogar.

Notas <3

Me recomiendan fics post war de hp, porfi? 😩 no importa quien sea el interés amoroso o si es au, pueden dejar el título y etiquetar al autor/a

Btw, la próxima vez que escriba un fic post war voy a hacer que todos usen celulares porque eso de usar lechuzas me estresa un poco. Si hay una emergencia, no tienen cómo comunicarse rápido xdxd en fin... llevo demasiadas horas sin dormir.

Eso es todo, espero que les haya gustado el capítulo <3 no se olviden de tomar awita.