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Capítulo único

—No entiendo por qué me diste un regalo tan inútil —se quejó y arrugó la nariz con molestia.

No es inútil, ChanYeol. Se trata de un perro.

—Pero es estorboso. —Se giró para mirar al híbrido sentado sobre su costoso sofá.

No es verdad. Se trata de un híbrido sumamente tierno que te ayudará a hacer más llevadero tus días de soledad.

—Este perro no es tierno. —Bufó y rodó los ojos mientras llevaba una mano hasta su cintura—. Y mi vida no está llena de soledad, engendro.

Ten más cuidado con esa boca, Park, que si sigues tan a la defensiva vas a terminar perdiendo a tu único verdadero amigo.

—No eres mi amigo, pedazo de mierda. —El perro pareció saltar sobre el sofá al escuchar la fuerte voz de ChanYeol.

Bueno, querido bastardo, haz la mierda que quieras, pero no te deshagas de él. Me costó caro el puto perrito.

—Pues no quiero tu piti piriti —exclamó haciendo su voz más aguda para burlarse—. Me basta con Eva.

Eva y Adán no cuentan.

—Adán falleció.

—¿Ya lo mataste?

Se llevó una mano hasta el entrecejo y se acarició las arrugas marcadas gracias al ceño fruncido—. Fue el calentamiento global...

—No le eches la culpa al calentamiento global, imbécil. De seguro se te olvidó darles comida.

ChanYeol guardó silencio antes de volver a hablar—: Aún no entiendo por qué Eva sobrevivió luego de la ayuna y Adán no. Dejó viuda a la pobre.

Pues menos mal que te regalé el perro entonces.

ChanYeol volvió a dirigir su mirada al híbrido y frunció el ceño al ver que este lo miraba atentamente. Le dio la espalda para no sentirse intimidado.

—Lo quiero fuera de mi casa, JongIn.

Cuídalo, no seas malo. Piensa que si lo devuelves a la perrera va a quedar solito otra vez. Solo míralo con más atención, ¿acaso no te parece tierno?

Chasqueó la lengua y decidió hacerle caso a su amigo. Se dio la vuelta para ver como el híbrido jugaba con las propias mangas de su ropa. No pudo evitar que le resultará tierno.

—¿Cómo dijiste que se llama?

—¡BaekHyun! —Cerró los ojos al escuchar el grito de emoción desde el otro lado de la línea telefónica—. Están los papeles dentro de su maleta.

—Está bien. Nos vemos luego. —Cortó la llamada y dirigió la mirada hasta la pequeña maleta que aún estaba parada a un costado de la puerta—. BaekHyun —lo llamó con voz gruesa y el aludido de inmediato se levantó del sofá para hacerle una venia—. Te dejaré vivir en mi casa, pero debes comportarte bien.

—Sí, amo.

ChanYeol tuvo que detenerse para mirarlo con el ceño fruncido—. No me digas 'amo'.

—Lo siento, señor Park.

—Solo dime ChanYeol. —El híbrido se sonrojó y él rodó los ojos—. Toma tu maleta y sígueme. Te mostraré tu habitación.

Dio el primer paso para alejarse del contrario y lo escuchó detrás de él caminado con pasitos rápidos para llegar hasta su maleta y seguirlo de cerca.

—¿No dormiré con usted, ChanYeol? —Se detuvo y miró al más bajo por sobre su hombro.

—Háblame de manera informar, por favor —pidió irritado y no le bastó mirarlo para saber que el híbrido se volvió a sonrojar—. Y no, no dormirás conmigo.

—Pero se supone que los híbridos deberían dormir con sus dueños.

—¿Dónde se supone que está dictaminado eso? —preguntó frunciendo el ceño y BaekHyun se apresuró a dejar su maleta en el suelo para abrirla y sacar un papel de su interior.

—Aquí lo dice.

Frunció el entrecejo y leyó donde apuntaba el chico—. Eso refiere a crear lazos.

—Pero yo quiero crear lazos.

ChanYeol resopló—. Pues nosotros no tendremos lazos. —Abrió la puerta que llevaba a la única habitación sobrante de su departamento y tuvo que hacer una mueca al verla llena de cajas que aún no desempacaba de su mudanza de hace más de un año—. Esta será tu habitación.

Vio de reojo como el híbrido hacia un puchero, pero aun así se adentró al cuarto para dejar su maleta dentro y observar el lugar.

—¿Hay algo que deba hacer por usted todos los días?

El alto lo miró confundido, pero intentó pensar en algo rápido—. Solo procura sobrevivir. No queremos que te pase lo mismo que a Adán.

—¿Adán se fue al Cielo?

—Síp, Dios necesitaba a su alma de tortuga acuática para que hiciera el bien desde los Cielos.

—¿Yo también puedo hacer el bien desde los Cielos cuando muera?

—¿Qué edad tienes? —preguntó un poco preocupado por la corta inteligencia que aparentaba tener el contrario.

—La edad suficiente como para tener un celo. —El alto frunció otra vez el ceño y arrugó la cara con asco—. Mi humano tiene 24 años, pero mi doctora dice que soy de esta manera por mi raza, lo que me hace bastante "tierno".

—Tu doctora solo quiso decir que eras retrasado, perro idiota.

El chico arrugó la frente con molestia y dirigió la mirada hacia una de las paredes de la habitación—. Le ruego, por favor, que sea bueno conmigo y no diga esas cosas de mí.

—Entonces no des motivos para hacerlo. —Dio media vuelta para volver a caminar por el pasillo y alejarse del híbrido.

A JongIn se le ocurrió la fantástica idea de regalarle uno de esas alimañas que él no lograba tolerar. Al ser médico lo encontraba una mutación extraña que lograron hacer los científicos hace unas décadas. A pesar de su punto de vista respecto a los híbridos, JongIn no tuvo ningún tipo de consideración al regalarle uno para su cumpleaños.

—¡ChanYeol! —Rodó los ojos una vez que vio al híbrido caminar hasta él mientras movía su cola—, ¿me podría dar un recorrido por la casa?

—Descúbrela solo. Necesito ir a trabajar. —Tomó su sacó del perchero, junto a su cartera y sus llaves del recibidor para salir del departamento.

ChanYeol solía volver temprano a casa, luego se daba una ducha, se preparaba una cena y finalmente se iba a dormir, aunque todo lo rutinario aquel día pareció cambiar debido a una emergencia del hospital. Al final terminó llegando cerca de las once de la noche a su casa y se extrañó al ver a BaekHyun sentado sobre el sofá más amplio de la sala mientras veía la pantalla negra de la televisión. Se le olvidó que tenía un nuevo perro.

—Ya llegué —avisó y BaekHyun corrió hacia él con una amplia sonrisa.

—Buenas noches, ChanYeol.

Se sacó el abrigo y lo colgó en el perchero, una vez que tuvo la mano libre y aún en alto, vio como el híbrido hacía la cabeza hacia un lado y cerraba los ojos, esperando que lo acariciara. Él rápidamente bajó la mano y metió ambas en los bolsillos de sus pantalones, dejando a un decepcionado perrito mirando hacia la puerta.

—¿Estás enfadado? —preguntó el mitad animal y él se fue hacia la cocina.

—No. ¿Por qué preguntas?

—No me haz dado cariño. Los buenos dueños les dan cariño a sus mascotas. —BaekHyun hizo un puchero y rodeó la barra para estar más cerca de él.

—Tú no eres mi mascota.

—¿Ya me consideras de la familia? —preguntó ilusionado el híbrido y ChanYeol se giró a mirarlo con el ceño fruncido.

—Para mí simplemente no eres nadie. —La cola de Baek decayó y agachó la cabeza—. ¿Le diste de comer a Eva?

—¿Quién es Eva? Usted no me la presentó y tampoco me dijo que debía darle de comer.

ChanYeol gruñó y cerró los ojos mientras se acercaba hasta el acuario de su tortuga. Tampoco tenía derecho a enojarse con BaekHyun, era verdad que no le dijo nada.

Alimentó a su pequeño animal acuático mientras tenía la atenta mirada del híbrido en la pecera.

—¿Ella es Eva?

—Sí, es la hembra y señora suprema de esta casa, así que cualquier cosa que te diga debes obedecerle.

—¿Eva habla?

—No, pero si lo hace debes hacerle caso. —BaekHyun le asintió, prestándole máxima atención y ChanYeol estuvo muy tentado en largarse a reír—. ¿Ya comiste?

—Aún no me da de comer.

—Debiste buscar algo solo. Tu única tarea en esta casa es tratar de vivir sin necesidad de mí.

—Y alimentar a Eva —añadió el híbrido con una sonrisa, como si lo que él anteriormente le dijo no fuese malo.

—Correcto. Ahora vamos a la cocina para que aprendas a hacer algo para comer.

—El la perrera me enseñaron a cocinar. —Frunció el ceño y giró la cabeza para mirar al contrario—. Ellos querían convertirme en la mascota perfecta para mi dueño.

—Eso es genial —comentó con ironía, pero BaekHyun no lo notó y sonrió—. Es una pena que yo no quiera una mascota.

El híbrido bajó la cabeza y juntó sus manos para luego voltearse y convertirse en un Pinscher miniatura. ChanYeol nunca antes lo vio en su forma de perro, así que se le hizo un poco raro notarlo trotando hasta la habitación que él le asignó .

Preparo una comida rápida para él y BaekHyun, pero se le hizo imposible hacerlo de manera tranquila. El híbrido no salió de su habitación y temió que el perro se quedara dormido y hacer comida de más.

Una vez que terminó y se acercó hasta la habitación del contrario encontró que este tendió una pequeña manta en el suelo y se acurrucó arriba de esta, a un costado de su maleta todavía en su forma de perro. ChanYeol lo dio por dormido y se fue hasta la cocina para servirse su cena.

Cuando se despertó al día siguiente se le fue inevitable gruñir una vez que fue un poco más consiente. Se le olvidó cerrar las cortinas la noche anterior y despertó con la luz solar queriendo traspasarle los párpados. Una vez que hizo el intento de darse vuelta en la cama para evitar la luz escuchó algo cayéndose y luego un quejido, haciéndolo despertar inmediatamente. Se sentó sobre la cama y entrecerró los ojos para ver a BaekHyun en el suelo sobándose la cadera.

—¿Qué haces aquí? —preguntó desconcertado.

—Se me fue inevitable hacerlo —susurró el chico con la mirada puesta en la alfombra, aún demasiado avergonzado como para mirar a su dueño—. Se supone que una mascota debe dormir con su dueño para crear lazos.

—Te lo volveré a repetir, BaekHyun: no quiero crear lazos contigo.

—¡Pero eres mi dueño!

—No quiero serlo.

El híbrido frunció el ceño y los ojos parecieron brillarle—. Entonces devuélveme a la perrera, así tengo la oportunidad de conseguir un dueño que me quiera, al menos que me alimente.

ChanYeol rodó los ojos cuando lo vio salir enfadado de su habitación y él mientras tanto volvió a acostarse sobre sus sábanas al pensar que aún le quedaban minutos para dormir. Y continuaría así si no fuera por el estruendoso ruido que se escuchó en la sala. Estuvo obligado a levantarse con apuro y una vez que pasó por la puerta cerrada de su habitación le sorprendió ver al híbrido arrastrando su pequeña maleta hasta la entrada.

—¿Y a ti que te pasa?

BaekHyun se pasó con urgencia las manos por el rostro y se quedó mirando hacia la puerta—. Devuélveme a la perrera. —ChanYeol suspiró y caminó hasta él—. Eres un mal dueño.

—No soy un mal dueño.

—El chico del teléfono dijo que mataste a Adán.

—Eso fue un accidente.

El híbrido se giró a mirarlo con los labios en una línea recta, escéptico. ChanYeol, aunque no lo quiso, se le hizo imposible no fijarse en los ojos aguados del contrario.

—Ven aquí —le dijo extendiendo ambos brazos y el mitad animal corrió para esconderse entre ellos. Pasó ambas extremidades por los hombros ajenos y suspiró una vez que lo escuchó lloriquear sobre su camiseta de dormir—. No tienes que irte. —Se removió incómodo al sentir que una de las orejas del contrario le tocaba la mejilla.

—¿Prometes ser bueno conmigo? —ChanYeol rodó los ojos y suspiró.

—Siempre fui bueno contigo. —Tomó por los hombros al contrario para separarlo y una vez que vio que protestaría por lo que dijo abrió la boca para hablar—: Ahora vamos a comer el desayuno, para que así no digas que no te alimento.

BaekHyun resopló, pero lo tomó de la mano una vez que vio que él se acercaría a la cocina. ChanYeol no pudo evitar fruncir el ceño, pero lo dejó porque el chico parecía muy feliz con la acción.

Mientras él cocinaba el híbrido se quedó sentado en la mesa de la cocina en espera de una orden, pero ChanYeol simplemente aprovechó de guardar silencio porque no sabía los talentos culinarios que tenía el contrario.

—¿Puedo hacer el jugo?

—No, BaekHyun. Se te puede romper el jarro.

—¿Y puedo poner los servicios?

—No, te puedes hacer daño —respondió aún sin mirarlo.

—Pero si solo tengo que busca los palillos y las cucharas.

—Pues yo dije que no.

Escuchó al chico resoplar por detrás suyo y a él se le asomó una sonrisa al darse cuenta que lo fastidió—. ¿Hay algo que pueda hacer?

—Nop, solo quédate sentadito y procura no romper nada.

—¡No soy desastroso!

—Solo llevas un día aquí, no puedo confirmar la veracidad de tu supuesta afirmación.

Una vez que se dio vuelta para darle el plato servido con sopa a BaekHyun vio como este fruncía el ceño. Le entregó una cuchara y él se sentó delante del híbrido.

—¿Qué pasa? ¿No te gusta?

—¿Le echaste cebolla?

—Pues sí.

—Soy alérgico a la cebolla.

BaekHyun se tapó la nariz y se hizo hacia atrás para luego levantarse de la mesa. ChanYeol rodó los ojos, se cruzó de brazos y se hizo hacia atrás en la silla.

—¿Por qué no me dijiste que eras alérgico a algo?

—Pensé que lo sabías.

—¿Cómo se supone que lo sabría?

—Te dejé mis papeles de adopción sobre el velador. —BaekHyun frunció el ceño un poco herido y caminó con pasitos rápidos hasta la habitación, una vez allí tomó un montón de papeles y volvió con ChanYeol.

En cuanto entró a la cocina el alto no pudo evitar fruncir el ceño al pensar que BaekHyun estaba avergonzado o algo. El híbrido apretaba fuertemente una gran cantidad de papeles contra el pecho y una vez que estuvo lo suficientemente cerca se los entregó.

—¿Aquí sale todo sobre ti?

El chico le asintió y él dejó los papeles en la mesa para luego pararse. Sacó el plato de BaekHyun de la mesa y le hizo un gesto para que se sentará. Luego se fue hacia una de las repisas superiores para sacar un tazón junto a la caja de cereal.

—Por el momento esto es lo único que tengo. —Le entregó el pote lleno con las pequeñas pelotitas de color café.

—Esto se parece popó de conejo.

—Pues es cereal y es riquísimo —lo defendió con pasión y el contrario tomó una de las bolitas para echársela a la boca.

—Esto está bueno. ¿La caca de los conejos sabe igual?

—No, BaekHyun, no sabe igual.

Volvió a tomar asiento para continuar con su sopa al ver que el contrario comía de su tazón de cereales. Tomó la cantidad de hojas que estaban corcheteadas en una de las esquinas superiores y procedió a leer todo con atención.

—¿Se aproxima tu celo? —preguntó casi alarmado luego de leer que los dueños solían ayudar a sus mascotas con eso—. ¿Sangrarás?

—Soy un macho —se defendió el contrario con el ceño fruncido.

—¿Entonces cómo tienes un celo?

—Pues simplemente lo tengo.

—¿Y andarás diez días caliente?

El contrario puso ambas manos sobre la superficie de la mesa y suspiró—. No es necesario que me ayudes.

—Pero si soy un buen dueño debería hacerlo —alegó mientras apuntaba hacia el papel, enfadado con que definiesen a un "buen dueño" como aquel que satisface a su mascota.

BaekHyun rodó los ojos y se le fue un tanto extraño ver como las orejas perdían su fuerza para caer sobre su cabello negro—. No es como si fueras un buen dueño, de igual forma.

La comida se mantuvo tranquila a exceptuar por los reclamos que oponía ChanYeol cada vez que leía algo en el papel que no le gustaba. Al final se le pasó la hora sin darse cuenta y ya estaba llegando tarde al hospital por culpa de BaekHyun y sus papeles.

Los siguientes días no transcurrieron muy distintos a ese. BaekHyun seguía diciendo que era un mal dueño, aunque todo aquello cada vez importaba menos porque el chico en realidad no parecía muy desconforme con él.

—Hoy vendrán unos amigos a casa.

ChanYeol salió de la ducha con una toalla alrededor de la cintura y le acarició la cabeza a su mascota una vez que pasó por un costado de ella.

—¿Puedo estar con ustedes? ¿O me encerrarás?

—¿Cuándo te he encerrado? —preguntó ofendido.

—Nunca viene nadie.

ChanYeol sacó a BaekHyun con rapidez de su habitación, diciéndole que fuera a ver si la comida estaba lista mientras que él se terminaba de cambiar de ropa.

—¡A Eva se le acabó la comida!

Debía aceptar que vivir con el híbrido no era tan malo del todo. Con el tiempo pudo descubrir que era bastante útil y generalmente no oponía reclamos. Además, aunque no lo quisiera admitir, ya se encariñó con el chico de orejas negras.

—Le compráremos comida. No te olvides de acordarme.

—¿Compráremos? ¿Los dos?

—Sí. —Miró a su costado, sorprendiéndose un poco por lo feliz que parecía BaekHyun—. Nunca te he sacado a pasear.

El chico pareció tener mucha intención de festejar y de trasmitirle lo feliz que lo hacía aquella propuesta, pero todo diálogo quedó brutalmente interrumpido al escuchar el sonido del timbre. ChanYeol se acercó hasta la puerta principal y vio a través de la pequeña pantalla la cara de JongIn. Cuando le abrió pudo confirmar que llevaba a su Pooble Toy afirmado por debajo del brazo.

—¿Por qué trajiste al demonio contigo?

—¿De qué hablas, imbécil? Lo traigo para que sea amigo de BaekHyun.

ChanYeol rodó los ojos y retrocedió para darle espacio a su amigo para que entrara. Notó que BaekHyun todo ese tiempo estuvo a sus espaldas mirando hacia la puerta con aspecto curioso.

JongIn dejó el perro en el suelo y su híbrido se puso de cuclillas para acariciarle la cabeza al animal.

—Se llevarán bien —afirmó JongIn mientras cerraba la puerta.

ChanYeol aún lo mirada desde un costado sin confiar mucho en la mascota de su amigo.

BaekHyun terminó convirtiéndose en su totalidad en el perro de su raza y estiró las patitas delanteras hacia adelante mientras le gruñía al contrario en una especie de juego, pero el perro de JongIn se acercó para darle un manotazo en la cara, haciendo que BaekHyun lloriqueara. ChanYeol, sin siquiera darse cuenta, se acercó con grandes zancadas hasta los dos y tomó a su mascota luego de pegarle un ligero manotazo al perro de JongIn en el hocico.

—¡Hey, no le pegues a KyungSoo!

—¡¿Acaso no viste lo que le hizo a BaekHyun?!

Tomó a su perro en brazos y caminó hacia la sala mientras escuchaba al perrito lloriquear con la cabeza apoyada en su hombro. Iba con la clara intención de ponerlo sobre la mesa para revisar que no tuviera algún daño, pero BaekHyun terminó transformándose y gracias al peso extra se le fue necesario el sostenerse al marco de la puerta para no caer.

—¡No te transformes mientras estés en mis brazos!

—Lo siento.

ChanYeol tuvo que detenerse al escuchar la voz tristona del contrario y con rapidez lo sentó sobre la mesa, viéndole así el rasguño que tenía sobre la mejilla.

—¡KyungSoo! —gritó colérico hacia el perro que estaba tranquilamente sobre los brazos de JongIn mientras que él le acariciaba a BaekHyun la piel que estaba alrededor de la herida.

KyungSoo se transformó entonces en un chico bajito con cabello negro y se acercó hasta ellos con una mirada dura.

—No es para tanto —dijo una vez que inspeccionó a BaekHyun y este rápidamente tomó la mano de ChanYeol al sentir al otro híbrido muy cerca.

—¡Pues me duele! —alegó BaekHyun, pero rápidamente calló luego de ver la mirada del híbrido contrario. ChanYeol, casi sin darse cuenta, se puso delante de su mascota para evitar que le hiciera daño.

—¡Ya!, no seamos agresivos. KyungSoo, amor, ayúdame a servir la comida.

El aludido les dio una última mirada a ambos y se fue hacia la cocina detrás de su novio.

Luego de que ChanYeol curara a BaekHyun las cosas parecieron estar menos tensas y sorpresivamente su mascota se hizo amigo de KyungSoo, logrando así que el alto viera aquellas pocas sonrisas que solía mostrar aquel demonio, las cuales solo salían cuando estaba con JongIn.

—¿Cómo lo pasaste hoy? —preguntó una vez que la otra pareja se fue luego de cenar y ellos quedaron solos.

—Bien. Tus amigos son divertidos.

ChanYeol se puso la camiseta de pijama mientras BaekHyun estaba sentado a orillas de la cama con su pijama rosa con perritos de su misma raza esparcidos aleatoriamente por la tela.

—ChanYeol —lo llamó mientras jugaba con el cobertor y mantenía su cabeza gacha—, ¿puedo dormir contigo?

—Tú tienes tu habitación, BaekHyun.

—Lo sé, pero todavía duermo sobre mi manta en el suelo y hace frío últimamente.

ChanYeol giró para ver a su mascota y lo sorprendió sonrojado mientras que continuaba con la mirada fija en las mantas—. Está bien, esta noche puedes dormir conmigo. pero procura comportarte bien.

BaekHyun le asintió con entusiasmos y gateó hasta la cabecera de la cama, donde se metió debajo de las sábanas. ChanYeol lo imitó y luego apagó la luz de su mesilla de noche.

Estuvo bastante confiado de que BaekHyun no pondría ningún problema, por lo que le sorprendió cuando el contrario rodó de un lado a otro sobre el colchón; incluso el chico terminó sobre su pecho y mientras ChanYeol refunfuñaba medio dormido BaekHyun no dejó de intentar buscar una posición que lo dejara cómodo.

Una vez que se despertó le sorprendió ver que su híbrido estaba del otro lado de la cama donde lo dejó, es decir, pasó sobre él, aunque se preocupó aún más cuando notó lo sudado que estaba y los quedos quejidos que salían de sus labios entreabiertos.

—BaekHyun, ¿estás enfermo? —Sacudió el hombro del contrario y este abrió los ojos lentamente.

Una vez que pareció más despierto mencionó entre quejidos—. ChanYeol, necesito ayuda.

—¿Qué te duele? —El híbrido gruñó y se removió sobre la cama—. ¡¿Estás en celo?!

—No sabía que sería hoy.

ChanYeol lo vio tan acomplejado que incluso le llegó a preocupar—. ¿Intentaste... hacer algo?

—Me he tocado tres veces de lo que lleva de mañana —confesó el otro a modo de susurró mientras era acompañado por un fuerte sonrojo.

—¿Y aun así no estás complacido?

—No es tan fácil. —El chico se pasó la lengua por sobre los labios resecos y se retorció—. E-En el contrato sale un lugar donde... donde me puedes llevar, ahí me ayudaran y...

—No voy a llevarte ahí —contestó de inmediato con voz fuerte. Llevaba meses conviviendo con BaekHyun y sí investigó, por lo que no estaba dispuesto a meterlo en máquinas extrañas.

—Pero necesito ayuda.

—Yo puedo hacerlo.

Ni siquiera le sorprendió lo que él mismo dijo, aún después de que BaekHyun le dedicara una importante mirada, buscando en sus ojos si en verdad estaba dispuesto a ayudarlo o no.

El híbrido le pasó ambas manos por el cuello y lo obligó a que acortara la distancia para finalmente besarlo. ChanYeol se sintió tan violado en ese beso apasionado que incluso llegó a excitarse solo con eso. Sus manos se fueron hasta las caderas de BaekHyun mientras se posicionaba sobre su cuerpo y echó las mantas a un lado al sentir tanto calor. Desde arriba vio la bonita imagen de BaekHyun totalmente agitado.

—¿Crees que con tocarte baste?

Para su sorpresa, el híbrido negó con urgencia—. Necesito que me hagas... más.

Su respiración se entrecortó y se sintió tan jodidamente caliente arriba de su mascota que le importó poco que este se tratara de un humano con orejas y cola de perro. BaekHyun era bastante bonito y ardiente por sí solo, ese tipo de cosas era lo de menos.

Le besó la barbilla delicadamente mientras adentraba sus manos por debajo de la camiseta del contrario, sacándosela de un tirón en cuanto tuvo la oportunidad, luego de eso se sacó la suya propia y procedió a dejarle suaves mordidas al contrario sobre el pecho.

No supo cuánto tiempo realmente estuvieron toqueteándose y besándose, pero luego de un momento los dos eran completos gemidos mientras se dejaban hacer entre los brazos del contrario. Y maldición, a ChanYeol le costaba un poco aceptarlo, pero confesaría que nunca antes tuvo un sexo más exquisito que ese.

Una vez que ambos estuvieron uno al lado del otro sobre la cama miraron al techo y no hicieron más que disfrutar de las sensaciones que les provocó el momento.

—ChanYeol —lo llamó y este giró la cabeza para verlo—, sigo sin saciarme.

El alto bufó, pero una sonrisa se le asomó por ente los labios y tuvo que esconderla al darse cuenta que el contrario también le sonreía pícaramente.

Durante esos nueves días siguientes ChanYeol se la pasó durmiendo horas demás en el hospital debido a su gran trabajo físico en casa porque apenas abría la puerta veía a BaekHyun a medio vestir y con una sonrisa de encanto que lo invitaba a pecar.

Sorpresivamente, dejó de convertirse en un hombre tan hosco y empezó a disfrutar más de su vida, de sus amigos y de BaekHyun. Salía con más frecuencia e inclusive compraron más tortugas para que Eva no se sintiera sola; todo eso a petición de BaekHyun.

Al final, y con el tiempo, ChanYeol logró aceptar delante de JongIn que le encantó su regalo de cumpleaños.

Accepted

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