Me desperté muy temprano en la mañana, si puedo decir despertar ya que no pude pegar bien el ojo en toda la noche. Eso solía pasarme cuando estaba nerviosa o ansiosa, pero una taza de café cargado me ayudaría a afrontar el día. Anoche llamé a Brianna y le conté la noticia, estaba muy emocionada y feliz por mí, tanto que se puso a gritar del otro lado del teléfono, bueno... Yo también lo hice. Tenía suerte de tener una amiga como ella, no todas las personas se alegran de tus logros.

Brianna y yo nos juntamos en la entrada del instituto, cuando se abren las puertas caminamos en dirección a la oficina del director.

– ¿Entonces vas a viajar con Carolina? –Pregunta mi amiga.

–Eso parece... Espero que le toque un curso diferente al mío porque no estoy segura de poder tolerarla por un año sin que tú estés ahí para darme fuerzas y evitar que estampe su cara contra el piso.
– ¡Por favor no lo arruines! Los ingleses son estrictos y no van a dudar en mandarte de regreso a casa si no cumples sus reglas.
Brianna era algo así como mi conciencia, ella sabía lo que me convenía, así que decido tomar en cuenta sus palabras.
–Prometo que lo intentaré... No permitiré que ella arruine mi estadía allí.

Le dedico una de mis mejores sonrisas a mi amiga y ella me regresa la misma expresión.

–Bien, te espero en clases.

–De acuerdo...–Digo, para luego girarme hacia la puerta del despacho del director y tocar. Oigo una voz profunda que me dice que pase y eso hago. –Buen día...
–Buen día ¿Qué necesitas? –Dijo el hombre detrás del escritorio, su mirada estaba clavada en los papeles que tenía entre sus manos.
–Bueno ayer habló con mi madre sobre la Beca AAI, yo...
–Oh, ¿Eres Maia Martínez? –De repente deja los papeles sobre el escritorio, dedicándome toda su atención. Asiento en respuesta, tomando asiento frente a él. – Vaya, vi su trabajo, felicidades por ello.
–Gracias... Entonces... ¿Cómo es que ahora tengo la beca?
–Bueno, las obras que realizaron a modo de examen no solo las vimos los profesores de aquí y yo sino que tuve que enviárselas a los directivos de la AAI para que ellos tuvieran la última palabra. No suele pasar que se interesen por dos personas de la misma institución, pero al parecer vieron algo en usted que no quisieron dejar pasar. En mi opinión, han hecho bien. –El director Hiddleston me dedica una mirada y luego se relaja en el respaldar de su asiento antes de continuar. – No sé si sabe, pero las clases en Inglaterra empiezan en septiembre así que todavía tiene un par de semanas para prepararse. Carolina Herrera también ha sido ganadora de la beca, por lo tanto viajarán juntas en el mismo vuelo pero me han comunicado que la última plaza en la residencia será ocupada por su compañera, así que usted se hospedará con una host family, no muy lejos del recinto.

¡Genial! Mientras más lejos de ella, mejor. Me gustaría haber dicho... sin embargo...
–Me parece bien, no tengo problema con eso.

–Por otro lado la familia con la que se quedará, tiene la obligación de brindarle una habitación privada con el amueblamiento y ventilación necesaria, mínimo tres comidas al día, integrarla como si fuera parte de la familia, que prácticamente lo será por un año. Que más... –Dijo el director, revisando un par de papeles– Bueno la familia recibe un pago mensual para que pueda mantenerla a usted con lo que necesite, en cuanto a estudios... De eso se encarga la academia. Por lo que tengo entendido, al llegar la recibirá directamente su familia y le enviarán por E-mail sus clases y respectivos horarios. Creo que eso es todo ¿Está lista para su viaje?

¿Lo estaba?
–Si, señor. Estoy emocionada y algo nerviosa, a decir verdad pero espero dar una buena impresión y poder aprender bastante, no solo de la academia sino también del idioma y la cultura del país.
–Veo que tiene metas al llegar allí, creo que le va a ir bien. Como educador y como una persona que se enorgullece de sus alumnos, le puedo aconsejar que disfrute del viaje y trate de cumplir con todas sus expectativas. La estaremos esperando con los brazos abiertos en su regreso.

El director me dedica una sonrisa, por alguna extraña razón sus palabras me emocionaron un poco. La verdad que no podía quejarme de él, se preocupaba por la institución y sus alumnos como ninguna otra persona que hubiera conocido. Podía decir que realmente amaba su trabajo.

–Gracias, señor Hiddleston... Por todo. –Con una sonrisa me pongo de pie, lista para irme pero la voz del director me detiene.
–Oh, casi lo olvidaba... En caso de que se sienta incomoda con su familia, no se lleven bien o cualquier irregularidad que usted note en su estancia allí que sea inadmisible, puede hablar con las autoridades de la academia para pedir un cambio de familia. Aunque por lo que me dijeron de ella, creo que no tendrá problema alguno.

–Entendido... Por cierto ¿Como se llama la familia?
–Claro, tanto que hablé del tema y se me olvidó decir su nombre... Mmm...–Murmura leyendo entre sus papeles. – Frost.

La familia Frost... Así que esa sería mi familia londinense, no puedo decir Frost sin pensar en Jack Frost. Rio un poco por eso en mi camino hacia clases. Cuando llego, la clase de Dibujo ya había comenzado, por lo que me acomodo en un atril y saco mis lápices para comenzar a dibujar.

–y ¿Cómo te fue con el director? ¿Qué te dijo?
Brianna y yo nos habíamos conseguido un lugar en el parque del instituto para comer nuestro almuerzo, el cual consistía en pizza y algunos sándwiches de jamón que habíamos traído de nuestras casas.
–Básicamente me explicó cómo iba a ser mi estadía en Londres, voy a quedarme con una familia. –Digo para luego darle un bocado a la rebanada de pizza.
– ¿Ah sí? ¿Por qué?
–Bueno, porque Carolina ganó la beca y solo les quedaba una plaza libre en el campus. Pero para mí está bien, voy a convivir con ingleses. Seguro que me ayuda a mejorar mi inglés y conocer cómo viven allá. Adivina como se llama la familia con la que me voy a quedar.
–No lo sé, ¿Holland?
Ambas reímos. No era un secreto entre nosotras que amábamos a Tom Holland, aunque mi amiga estaba más obsesionada con Chris Evans, no la culpaba, Chris estaba buenísimo.
– ¡Dios te oiga! Por desgracia, no. Pero voy a estar con la familia Frost.
–Frost... Me suena de algo...
– ¿Jack Frost?
–Si pero no... Creo que-...
–Oh rayos–Murmuro interrumpiendo a mi amiga. –Rubia loca acercándose en 3...2...1...

–Supe que te dieron una beca. –Por el tono de su voz, supe que no le agradaba la noticia. Era de esperarse.
–Hola a ti también Carolina, que bueno verte y sí, me dieron una beca. Después de todo parece que les gustó mi trabajo. –Digo con una pequeña sonrisa, este era mi momento de fastidiarla. Pero entonces ella bufó.
–Por favor, no te creas la gran cosa. Solo hicieron caridad contigo, cariño.
– ¡Oye! ¿No tienes otra cosa que hacer? – Intervino Brianna.
Debo admitir que sus palabras logran enfadarme, entorno los ojos pero miro a mi amiga, quien estaba terminando de comer su sándwich y tratando de calmar la situación, había prometido portarme bien.
–Según lo que dijo el director... no fue así. ¿Cómo es que dijo? Oh si, "Vieron algo en usted que no quisieron dejar pasar."
Carolina aprieta los labios y se cruza de brazos ¡Punto para mí!

–Ya veremos quién los impresiona más.

Sin decir nada mas, da media vuelta y se aleja por donde había venido.
–Es una perra, la verdad no sé si quisiera ser tú en ese viaje, Maia.

Este sin duda sería un viaje interesante.

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¡Buenas!

Aquí otro capitulo, espero que les guste. Comenten y voten para saber (: