Han pasado los meses desde aquella conversación con Kevin, las vampiresas solo querían causar caos y se inventaron bastantes cosas para que dejáramos de confiar en Kevin, Lowell y yo hemos estado bastante tiempo separados, he pasado más tiempo con Claire y Oliver que con los demás. Pero los Juegos de la Amistad están a la vuelta de la esquina.

—"¿Que haces?"— Kol aparece delante de mi cruzándose de brazos.

—"Ir a clase, ¿por qué?"— miro a Kol desconcertada.

—"Lo que sea, no hagas nada típico de ti."— Kol comienza a caminar sin darme tiempo a responderle.

—"¿Nada típico de mí?"— murmuro, frunciendo el ceño—. "¿Qué se supone que significa eso?"

Kol se encoge de hombros sin mirarme.

—"Ya sabes, meterte en problemas, hacer que las cosas se compliquen... lo de siempre."

—"Eso no es justo,"— protesto, acelerando el paso para alcanzarlo—. "Ni siquiera estaba haciendo nada raro. Solo iba a clase."

Kol me lanza una mirada de reojo y suelta una risa suave.

—"Eso es lo que me preocupa. Cada vez que pareces tranquila, algo termina estallando."

Lo miro, sintiendo una mezcla de irritación y resignación. Kol siempre ha sido así: sarcástico y desconfiado, pero con un toque cruel que nunca admite abiertamente.

—"Bueno, siento decepcionarte, pero esta vez todo está bajo control,"— respondo con una sonrisa irónica—. "Nada de explosiones... por ahora."

Kol se detiene por un segundo y me estudia con seriedad.

—"Por tu bien, espero que tengas razón. Los Juegos de la Amistad no son un evento cualquiera. Si algo sale mal, no será solo entre tú y tu grupo, sino entre academias enteras."

Siento el peso de sus palabras, y aunque su tono es brusco, sé que tiene razón. Los Juegos de la Amistad no son solo una competencia. Representan una tregua entre academias, y cualquier problema podría tener consecuencias graves.

—"No tienes que recordármelo,"— murmuro, bajando la mirada—. "Sé lo que está en juego."

Kol suspira, volviendo a caminar.

—"Solo mantente alerta. Algo me dice que las cosas no serán tan amistosas este año."

Lo observo mientras se aleja, sus palabras resonando en mi mente. Aunque no lo diga abiertamente, Kol se preocupa por mí. Y si él tiene un mal presentimiento, tal vez debería prestar más atención.

—"Deja de drogarte, Kol no se preocupa por ti."— Las palabras de Oliver me sobresaltan.

—"¿De dónde sales?"— Me doy la vuelta para verlo, todavía sorprendida por su repentina aparición.

Oliver me mira con una expresión indiferente, como si no hubiera dicho algo que me descolocara por completo.

—"Estaba por aquí,"— responde, encogiéndose de hombros—. "Y escuché tu conversación con Kol. En serio, no te engañes. A él no le importas. Solo disfruta verte en aprietos."

Frunzo el ceño, cruzándome de brazos.

—"¿Y por qué crees que deberías meter tu nariz en todo esto? No necesito tus advertencias,"— replico, notando la ligera tensión en mi voz.

Oliver suelta una risa baja y se acerca, sus ojos destilando esa mezcla de astucia y confianza que siempre lo acompaña.

—"Es gracioso que digas eso, considerando lo bien que te llevas con Claire últimamente. Pensé que ya sabías lo que pasa cuando las cosas empiezan a complicarse."

—"¿Qué tiene que ver Claire en todo esto?"— respondo a la defensiva. Sabía que había algo más detrás de su comentario.

—"Solo digo,"— continúa Oliver con una sonrisa enigmática—, "que no deberías confiar en cualquiera. Ni en Kol, ni en mí, ni siquiera en Claire."

—"¿Y quién se supone que sí es digno de confianza entonces?"— pregunto, sintiendo que cada vez entendía menos.

—"Tal vez deberías confiar más en ti misma,"— Oliver se encoge de hombros, como si lo que acaba de decir no tuviera ningún peso—. "Solo piensa en ello antes de que los Juegos de la Amistad empiecen. No querrás que te sorprendan desprevenida."

Me quedo mirándolo mientras se aleja, sus palabras dejando un rastro de dudas en mi mente. Oliver siempre tiene una forma de decir las cosas que te deja pensando, aunque nunca sabes si deberías tomarlas en serio o no.

—"Buenos días."— Lowell me da un beso en la mejilla.— "¿Cómo te está yendo el día?"

Me sobresalto un poco al sentir su gesto de afecto, pero luego me relajo y le devuelvo una sonrisa, aunque algo forzada. Todavía tengo en la cabeza lo que Oliver acaba de decir.

—"Bien... supongo,"— respondo, intentando sonar convincente—. "Aunque las cosas se sienten un poco tensas últimamente, ya sabes, con los Juegos de la Amistad a la vuelta de la esquina."

Lowell me mira con sus ojos llenos de comprensión y preocupación, como si notara que algo más me ronda la cabeza.

—"Sí, se nota la tensión en el aire,"— dice, pasándome un brazo por los hombros—. "Pero ya sabes que puedes contar conmigo. Estés nerviosa o no, lo importante es que estemos juntos en esto."

Su gesto me reconforta un poco, pero no puedo evitar pensar en lo mucho que hemos estado distanciados últimamente.

—"Lo sé,"— murmuro, mirando al suelo—. "Es solo que... las cosas se sienten diferentes ahora. Entre nosotros, con los demás... No sé, siento que todo es más complicado de lo que debería."

Lowell frunce el ceño ligeramente y se detiene, girándome suavemente hacia él.

—"¿Te refieres a lo de estar separados últimamente?"— pregunta, su tono suave, pero con un toque de preocupación—. "Si es eso, puedo entenderlo. Han pasado muchas cosas... pero no quiero que pienses que algo ha cambiado entre nosotros. No para mal, al menos."

—"No es solo eso,"— respondo, mordiéndome el labio—. "Es todo. Oliver me dijo hace un momento que no puedo confiar en nadie, ni siquiera en Claire. Y Kol, bueno, es Kol... como siempre."

Lowell se queda en silencio por un momento, mirándome con esa calma que tanto lo caracteriza.

—"Oliver siempre ha sido difícil de leer,"— comenta, finalmente—. "Y Kol... bueno, ya sabes cómo es, pero Claire... no creo que te esté ocultando nada. Ha sido una buena amiga para ti, ¿no?"

Asiento lentamente, pero la duda sigue en mi interior.

—"Sí, lo ha sido. Solo que con todo lo que ha pasado últimamente, no sé en quién confiar realmente. Ni siquiera en mí misma, como dijo Oliver."

Lowell aprieta mis hombros suavemente, buscando mis ojos con los suyos.

—"Siempre podrás confiar en ti, Lyra. Y también en mí,"— dice con firmeza—. "No dejes que las palabras de los demás te hagan dudar de lo que sabes en tu corazón."

Su mirada sincera me hace sentir un poco más tranquila, pero no puedo evitar preguntarme si en realidad estoy viendo las cosas con claridad o si estoy perdiendo de vista algo importante.

—"Pero bueno, mis tortolitos favoritos,"— comenta Natalia sarcásticamente, apoyándose en el hombro de Lowell.

—"Buenos días a ti también,"— Lowell pone los ojos en blanco, claramente acostumbrado a los comentarios sarcásticos de Natalia.

—"¿Ya estás de buen humor?"— sonrío, mirándola con curiosidad.

—"Es difícil estarlo cuando estoy yendo a una tortura medieval llamada clase, pero sí, digamos que hoy no estoy de mal humor,"— responde con una ligera risa, encogiéndose de hombros.

—"¿Tortura medieval, eh?"— replico con una sonrisa divertida—. "Supongo que hoy no te apetece demasiado aprender algo útil."

—"¿Aprender?"— Natalia se lleva la mano al pecho, fingiendo sorpresa—. "Por favor, ¿a quién le importa aprender algo en este lugar? Todo el mundo solo está esperando a que empiecen los Juegos de la Amistad para ver quién explota primero."

Lowell sonríe de lado, claramente entretenido por la actitud de Natalia.

—"Tienes razón,"— dice—, "parece que todos están más preocupados por los Juegos que por cualquier otra cosa. Pero tú suenas como si ya supieras que algo va a explotar."

Natalia me lanza una mirada significativa, levantando una ceja.

—"Bueno, todos sabemos que cuando Lyra está involucrada, las cosas tienden a... agitarse un poco,"— dice, su tono mezclando burla y afecto.

—"¿Otra más con lo mismo?"— me quejo, cruzándome de brazos—. "Primero Kol, luego Oliver, y ahora tú. ¿Qué pasa con la confianza en mí?"

—"Oh, yo confío en ti,"— responde Natalia rápidamente, pero con una sonrisa traviesa—. "Confío en que si algo va mal, estarás justo en el centro de todo. Pero eso es parte de tu encanto, ¿no?"

Sus palabras me hacen sonreír, aunque con resignación. Parece que nadie espera que las cosas vayan tranquilamente a mi alrededor.

—"Vaya, gracias por la confianza,"— digo con sarcasmo—. "Solo para que conste, planeo mantenerme fuera de problemas este año."

Natalia ríe mientras comienza a caminar hacia la clase.

—"Veremos cuánto te dura esa resolución, querida. Los Juegos están cerca, y las cosas se van a poner interesantes."

La observo alejarse, con una mezcla de diversión y preocupación en mi mente. Con los Juegos de la Amistad tan cerca, parece que todos, incluidos mis amigos, tienen dudas sobre cómo irán las cosas.

—"Hablaba de Kevin, es el único con el poder explosivo,"— dice Lowell en un tono tranquilizador, como si intentara disipar mis preocupaciones.

—"¿Y dónde está el gruñón?"— levanto una ceja, sabiendo que con Kevin nunca se sabe.

—"Mejor no saberlo,"— responde Lowell con una sonrisa pequeña—. "Estará haciéndole bullying a alguien, metiéndose con alguien o entrenando... depende de su humor."

—"Ah, qué bien,"— pongo los ojos en blanco, soltando un suspiro de resignación—. "Al menos es predecible en eso."

Lowell se ríe suavemente mientras seguimos caminando hacia la clase, pero algo en mi mente sigue inquieto. Con los Juegos de la Amistad tan cerca, y las palabras de Kol y Oliver aún rondándome, siento que hay algo que no estoy viendo del todo claro.

—"Hablando de los Juegos,"— empiezo a decir, cambiando el tema—, "¿Has notado algo raro últimamente? Como si... no sé, algo estuviera a punto de pasar."

Lowell me lanza una mirada curiosa antes de asentir lentamente.

—"Sí, la tensión en el aire es innegable. No es solo por la competencia. Creo que todos están más nerviosos de lo habitual, pero no sé si se debe a algo en particular o simplemente a la presión de los Juegos."

Asiento, mordiéndome el labio.

—"Sí, lo mismo siento yo. Como si no solo fuera la típica rivalidad entre academias. Es más profundo."

Lowell me mira con seriedad por un momento antes de hablar.

—"Tal vez deberíamos estar más atentos, entonces. Algo me dice que este año no será como los anteriores."

Su mirada me da una sensación extraña, como si compartiéramos un presentimiento que no queríamos decir en voz alta. Justo cuando estoy por responder, Claire aparece corriendo hacia nosotros, con una expresión algo ansiosa.

—"¡Hey!"— saluda, respirando agitada—. "¿Podéis creer que ya están ajustando los últimos detalles para los Juegos? Están siendo mucho más estrictos con las reglas este año."

—"¿Estricto con las reglas? ¿Cómo es eso?"— pregunto, frunciendo el ceño.

Claire asiente rápidamente.

—"Sí, he escuchado a algunos profesores decir que cualquier incidente entre academias podría tener consecuencias diplomáticas serias. Parece que no están tomando ningún riesgo, como si esperaran que algo malo ocurra."

Lowell y yo intercambiamos una mirada rápida, confirmando nuestras sospechas.

—"Eso suena... preocupante,"— murmura Lowell.

—"Sí,"— responde Claire, mordiéndose el labio—. "Así que mantened un perfil bajo, ¿sí? No queremos que nadie de nuestro grupo esté en el centro de un conflicto."

—"Esa parece ser la recomendación del día,"— murmuro, recordando las advertencias de Kol, Oliver y ahora Claire.

—"Exactamente,"— responde Claire con una sonrisa tensa—. "Solo cuidaos, ¿vale? Esto es diferente a otros años."

—"No te preocupes,"— le aseguro—. "Lo tengo presente."

Sin embargo, mientras seguimos caminando hacia clase, no puedo evitar sentir que, por mucho que lo intentemos, evitar problemas será más complicado de lo que parece.

Entramos a clase, Lowell se va a sentarse al lado de Natalia, yo me siento al lado de Claire, miro el pupitre vacío dónde Ruby debería estar, luego observo a Kevin entrar por la puerta pero está con su habitual ceño fruncido. De pronto siento una sensación que hace tiempo no siento, mi cuerpo se entumece, mis tímpanos parece que vayan a estallar y de pronto una visión en blanco y negro, una carrera a motocross, tiro con arco y patinaje.

—"Acabo de tener una premonición."— murmuro a Claire.