Volvemos caminando a la academia, Lowell sigue hablando sus teorías, Claire callada cómo siempre y Kevin refunfuñando ante casa teoría de Lowell, sinceramente estar con ellos es casi refrescante, es diferente a la dinámica que tengo con Ruby y Natalia.

—"Es todo muy confuso."— Lowell comenta con desesperación.

Asiento con la cabeza en respuesta, Kevin está vez no dice nada, mientras que Claire está preocupada, se le nota en la mirada.

Continuamos caminando hacia la academia, y el silencio que se ha instalado entre nosotros es pesado y lleno de tensión no resuelta. La lluvia ha cesado, pero el cielo sigue cubierto de nubes grises, reflejando nuestro ánimo sombrío.

—"No entiendo por qué todo esto está sucediendo."— murmura Claire finalmente, rompiendo el silencio. Su voz es suave, casi un susurro.

Lowell suspira, deteniéndose un momento para mirar a Claire con una mezcla de compasión y frustración. —"No estamos lidiando solo con eventos aislados. Esto es más grande de lo que imaginamos, y necesitamos encontrar las conexiones."

Kevin, que hasta ahora ha permanecido relativamente tranquilo, se detiene abruptamente, girándose para enfrentar a Lowell. —"¡¿Y qué sugieres que hagamos?! ¿Dedicar todo nuestro tiempo a seguir pistas que podrían no llevar a ninguna parte? Tenemos otras responsabilidades también."

Lowell frunce el ceño, pero antes de que pueda responder, Claire interviene. —"Basta, por favor. Discutir no va a solucionar nada. Necesitamos una estrategia, no más conflictos."

Me doy cuenta de que es mi turno de hablar. —"Claire tiene razón. Necesitamos concentrarnos y trabajar juntos si queremos resolver esto. Propongo que volvamos a la academia, recopilemos toda la información que tenemos y planifiquemos nuestros próximos pasos."

La tensión en el aire se alivia ligeramente cuando todos asienten, aunque de mala gana. Al llegar a la academia, nos dirigimos a la sala común, un lugar familiar y reconfortante a pesar de las circunstancias. Nos sentamos alrededor de una mesa, y todos sacamos nuestros teléfonos y libretas para poner en común lo que sabemos.

—"Primero, el Kanima. Sabemos que Kevin pudo derrotarlo con su explosión, lo cual es un buen indicio de que podemos enfrentarnos a estas criaturas si trabajamos juntos."— empiezo.

Lowell añade. —"Pero la presencia de polillas en el coche sugiere que hay algo más en juego aquí, posiblemente algún tipo de ritual o invocación. Necesitamos investigar más sobre eso."

Claire, que ha estado revisando sus notas, levanta la vista. —"Podríamos consultar los archivos antiguos en la biblioteca de la academia. Tal vez haya registros de algo similar ocurrido antes."

Kevin, aunque todavía visiblemente frustrado, asiente. —"De acuerdo, pero no perdamos el enfoque. Nuestro objetivo principal es asegurarnos de que nadie más salga herido."

De repente, la puerta de la sala común se abre de golpe y Ruby entra, su expresión es seria y determinada, una rara combinación para ella. Detrás de ella, Natalia la sigue con una mirada igualmente resuelta.

—"Hemos escuchado lo que ha pasado."— dice Ruby, su tono inusualmente sobrio. —"Y estamos aquí para ayudar, obviamente porque sin nosotras no haríais nada."

Natalia asiente. —"No podemos permitir que estos eventos causen pavor en la academia, debemos hacer algo."

Por primera vez en lo que parece una eternidad, siento un destello de esperanza. Con Ruby y Natalia de nuestro lado, tal vez, solo tal vez, podamos desentrañar este misterio y detener los ataques antes de que sea demasiado tarde.

—"Bien, entonces aquí está el plan."— digo, tomando una profunda respiración. —"Nos dividiremos en equipos para maximizar nuestra eficiencia. Claire y yo investigaremos más sobre las polillas y cualquier posible conexión con rituales antiguos. Lowell y Natalia, vosotros podéis revisar los archivos en la biblioteca. Kevin y Ruby, vosotros dos os encargáis de patrullar la zona y aseguraros de que no haya más ataques mientras trabajamos."

Todos asienten, listos para actuar. Con el plan en marcha, nos dispersamos en nuestras respectivas tareas. Claire y yo nos dirigimos a la sección de investigación de la academia, donde los libros antiguos y polvorientos contienen secretos olvidados que podrían ser clave para entender lo que enfrentamos.

—"Esto va a ser interesante."— comenta Claire, sacudiendo el polvo de un tomo pesado que encuentra en una estantería. —"Nunca pensé que acabaría buscando rituales antiguos, ya sabes, soy muy tímida y suelo quedarme al margen."

Sonrío a pesar de la situación. —"A veces la vida nos lleva por caminos inesperados. Pero al menos, no estamos solos en esto."

Claire y yo encontramos un antiguo grimorio que describe en detalle los rituales del culto de las polillas. El texto es complicado y difícil de entender, pero una sección en particular llama nuestra atención.

—"Aquí dice que los rituales se llevaban a cabo en lugares específicos, donde la barrera entre nuestro mundo y el de los espíritus era más delgada."— leo en voz alta. —"Si podemos encontrar uno de esos lugares, podríamos detener el siguiente ritual antes de que comience."

Claire asiente con preocupación. —"Eso es un buen punto de partida. Necesitamos buscar patrones en los lugares de los ataques y ver si hay alguna correlación."

—"Vamos a reunirnos con los demás a ver si ellos han descubierto algo."— sugiero mientras salimos de la biblioteca.

Nos reunimos todos nuevamente en la sala común, compartiendo nuestros hallazgos. Lowell y Natalia nos explican sobre un culto y sus prácticas, mientras Claire y yo hablamos sobre los lugares específicos de los rituales.

—"Entonces, si encontramos uno de estos lugares, podríamos anticipar el próximo movimiento del culto."— resume Lowell.

—"Exacto."— dice Natalia. —"Y con Kevin y Ruby patrullando, podríamos tener una oportunidad real de detener esto."

Kevin, con su expresión más seria de lo habitual, asiente. —"De acuerdo. No perderemos más tiempo. Nos dividiremos en dos equipos nuevamente. Un equipo investigará posibles lugares para el ritual, mientras el otro se mantendrá en alerta para cualquier actividad sospechosa."

Con nuestras tareas definidas, nos ponemos en marcha. Sin embargo, justo cuando empezamos a salir de la academia, un ruido ensordecedor resuena por los pasillos. Nos detenemos en seco, el miedo y la adrenalina corriendo por nuestras venas.

—"¿Qué ha sido eso?"— susurra Claire, su voz temblando ligeramente.

Antes de que alguien pueda responder, vemos una figura oscura moviéndose rápidamente hacia nosotros. Es otro Kanima, sus ojos brillando con una ferocidad inhumana.

—"¡Apartaos!"— grita Kevin, sus manos comenzando a brillar con una luz roja intensa.

El Kanima se lanza hacia nosotros con una velocidad impresionante. Kevin lanza una explosión, pero el Kanima esquiva ágilmente, su cola golpeando a Kevin y lanzándolo contra la pared.

—"¡Kevin!"— grita Claire, su voz llena de desesperación.

Lowell y Natalia se lanzan al ataque. Lowell congela el suelo bajo el Kanima, intentando inmovilizarlo, mientras Natalia lanza ráfagas de viento para desorientarlo.

Ruby y yo nos preparamos para usar nuestros poderes, pero antes de que podamos actuar, el Kanima se abalanza sobre mí. Todo sucede en un parpadeo, y siento sus garras aferrándose a mi brazo. Un dolor punzante me atraviesa y de repente, todo se vuelve borroso. El veneno del Kanima se inyecta rápidamente en mi cuerpo paralizandome por completo mis articulaciones.

Cuando recupero la conciencia, estoy rodeada por mis amigos. Kevin está magullado, pero en pie. Lowell y Natalia están jadeando, pero vivos. Y Ruby y Claire me miran con preocupación.

—"Lo hemos conseguido."— murmura Ruby, ayudándome a ponerme de pie. —"El Kanima está muerto."

—"Pero esto es solo el comienzo."— dice Lowell, su voz grave. —"Necesitamos encontrar ese lugar ritual y detener al culto antes de que sea demasiado tarde."

Nos miramos unos a otros, agotados pero determinados. La batalla ha sido dura, pero no estamos vencidos. Con una nueva resolución, sabemos que debemos seguir adelante, juntos. La lucha por descubrir la verdad y detener el mal acaba de comenzar.

—"¿Hace falta recordar que mis poderes son inútiles?"— responde Ruby.— "Apenas pude paralizarlo, y Natalia casi es paralizada por el veneno."

—"Cálmate loca."— gruñe Kevin mirándola con sus ojos rojos.— "Primero, estamos vivos, he matado ese bicho, otra vez, ya, de nada, y segundo, ¿que hacía aquí dentro?"

—"Kevin tiene razón."— murmura Claire.— "Los Kanima buscan un maestro, alguien que los maneje como marionetas, si ese Kanima estaba aquí quiere decir que alguien necesita al Kanima."

—"¿Desde cuándo eres tan lista?"— pregunta Natalia cruzándose de brazos.

—"Cada vez hay mas preguntas sin respuestas." — se queja Lowell.

—"Y yo que quería un buen drama amoroso y me encuentro con vuestras tonterías."— Ruby pone los ojos en blanco.

—"Cállate ya, eres insoportable."— gruñe Kevin con su habitual actitud malhumorada.

—"Siempre estás de tan manhumor."— Ruby pone los ojos en blanco.— "Deberías probar a relajarte de vez en cuándo sabes."

—"Eres muy pesada."— gruñe Kevin.

La tensión en el grupo es palpable, pero a pesar de las discusiones y el cansancio, sabemos que debemos seguir adelante. Kevin, aunque sigue malhumorado, se aleja unos pasos para vigilar los alrededores, mientras Ruby intenta sacudirse el polvo de su ropa con una expresión de disgusto.

—"De acuerdo,"— dice Lowell, tomando el control de la situación.— "Necesitamos averiguar quién está controlando a los Kanima y detenerlo antes de que puedan hacer más daño."

—"Primero, revisemos el área donde apareció el Kanima,"— sugiero.— "Podría haber pistas sobre quién lo invocó."

Nos dirigimos con cautela hacia el pasillo donde encontramos al Kanima. La zona está destrozada, con marcas de garras en las paredes y el suelo, también hay marcas de las explosiones de Kevin. Nos dividimos para inspeccionar el lugar minuciosamente.

—"Aquí,"— dice Natalia, señalando una serie de símbolos grabados en la pared detrás de una estantería caída.— "Estos símbolos no estaban aquí antes."

Lowell se acerca para examinar los grabados. —"Son runas antiguas,"— explica.— "Probablemente parte del ritual de invocación del Kanima."

—"Eso confirma que alguien dentro de la academia está detrás de esto,"— murmura Kevin, mirando a su alrededor con desconfianza.

Claire, que ha estado inspeccionando el suelo, se agacha para recoger un pequeño objeto. —"Esto parece un amuleto,"— dice, mostrándolo al grupo.— "Podría ser parte del ritual también."

—"Si o probablemente sea alguien con mal sentido de la moda."— responde Ruby con sarcasmo.

Regresamos a la sala común para analizar nuestras conclusiones. Con los símbolos y el amuleto, tenemos más pistas para trabajar, pero aún nos falta identificar al responsable.

—"Necesitamos averiguar quién en la academia podría tener el conocimiento para usar estas runas,"— dice Lowell, desplegando un mapa de la academia sobre la mesa.— "Y debemos hacerlo rápido."

—"Podríamos revisar los registros de los estudiantes y el personal,"— sugiere Claire.— "Tal vez haya alguien con antecedentes en estudios esotéricos o historia antigua."

—"No será fácil,"— comenta Ruby.— "Pero es un comienzo."

—"¿De dónde habéis sacado el mapa?"— pregunto frunciendo el ceño.

—"Dan uno para los novatos para que no se pierdan."— explica Natalia con obviedad.

—"La tonta de la inviabilidad podría perfectamente revisar los registros de los estudiantes y personal."— sugiere Kevin a regañadientes.

Claire y Natalia se ofrecen para patrullar los alrededores mientras Lowell, Kevin, Ruby y yo nos encargamos de revisar los registros. La tarea es ardua y tediosa, pero cada minuto cuenta.

—"Aquí hay algo,"— dice Ruby de repente, sosteniendo una hoja de papel.— "Un profesor de historia antigua, el Dr. Thorne. Ha estado investigando rituales antiguos y mitología desde que llegó a la academia."

—"Es una pista sólida,"— digo, sintiendo una mezcla de alivio y preocupación.— "Debemos hablar con él."

—"¿Y qué si el profesor de historia ha investigado?"— pregunta Kevin cruzándose de brazos.— "Es profesor de historia, está claro que debería investigar, y primero, es una academia con gente que tiene poderes y otras habilidades, segundo, sería raro si alguien no explica sobre rituales y mitología."

—"Vaya, parece que el gruñón no es tan gruñón."— bromea Ruby sonriendo.

Kevin solo gruñe y pone los ojos en blanco, Lowell sonríe ante eso, yo simplemente me cruzo de brazos ante las tonterías.

Nos dirigimos al despacho del Dr. Thorne, nuestras mentes llenas de preguntas y sospechas. Al llegar, encontramos la puerta entreabierta y el despacho en penumbra. Entramos con cautela, nuestros sentidos alerta.

El Dr. Thorne está sentado en su escritorio, rodeado de libros antiguos y pergaminos. Nos mira con una sonrisa que no alcanza sus ojos.

—"¿Puedo ayudaros en algo?"— pregunta con voz tranquila.

—"Sabemos que estás involucrado en los ataques,"— dice Kevin sin preámbulos, su tono severo.— "Encontramos las runas y el amuleto. ¿Qué estás tratando de hacer?"

El Dr. Thorne suspira, dejando caer su máscara de amabilidad. —"No esperé que descubrierais mi implicación tan rápido,"— admite.— "Pero ya es demasiado tarde para detenerme. Lo que estoy haciendo es por el bien mayor."

—"¿El bien mayor?"— repite Ruby, incrédula.— "¿Desatar monstruos en la academia es por el bien mayor?"

—"No lo entendéis,"— dice Thorne, levantándose de su asiento.— "Hay fuerzas en juego que no podéis comprender. Los Kanima son solo el principio. Si no se completan los rituales, las consecuencias serán catastróficas."

—"La única consecuencia que yo veo, es el crimen contra la moda."— acusa Ruby asqueada.

Nos miramos entre nosotros, sabiendo que la situación es más grave de lo que habíamos imaginado. El Dr. Thorne no parece dispuesto a detenerse, y debemos actuar rápidamente para impedir que complete sus planes.

—"No podemos dejar que continúe,"— digo, mi voz firme.— "Debemos detenerlo aquí y ahora."

El Dr. Thorne, anticipando nuestra reacción, levanta una mano y murmura unas palabras en una lengua antigua. El aire en la habitación se vuelve denso y cargado de energía, y sentimos una presencia oscura acercándose.

—"¡Preparaos!"— grita Lowell.

La figura oscura del Kanima emerge de las sombras, sus ojos brillando con una ferocidad inhumana. Pero esta vez estamos preparados. Lowell, Kevin, Ruby y yo nos posicionamos estratégicamente, listos para usar nuestros poderes para combatir a la criatura.

El Kanima se abalanza sobre mi, Ruby trata de paralizarlo pero no lo consigue, entonces Lowell crea un muro de hielo, impidiendo que el Kanima me ataque.

—"Gracias."— agarro el brazo de Ruby.

—"Ya, de nada, mocosa."— gruñe Kevin con las manos brillando de color rojo.

—"¡Espera, no!"— Ruby intenta impedir la explosión.

Kevin ignora a la muchacha, lanzando una poderosa y rápida explosión, carbonizando y desintegrando al Kanima, pero el impacto, nos envía a todos contra las paredes, cayendo contra el piso.

Tras despertarme observo que todos se levantan lentamente, a excepción de Kevin que nos mira con el ceño fruncido.

—"Ha escapado."— se cruza de brazos.

—"¿Y de quién es la culpa?"— Ruby se sacude la ropa mirando a Kevin.— "Te dije que esperarás."

—"¿Esperar a qué?"— responde Kevin a la defensiva.— "¿A que ese bicho nos matará? ¿debía esperar a eso?"

—"Ruby, Kevin, ya basta."— interviene Lowell.— "Ha escapado, es lo que importa, estamos vivos gracias a Kevin."

—"Ya, de nada."— responde el chico gruñón con su habitual mal humor.

—"Lyra, ¿tu que opinas?"— me mira Lowell.

—"El Dr. Thorne tenía razón, se avecina algo mayor y ni siquiera tenemos idea de cómo afrontarlo."— observo a mis compañeros.