Capítulo 4: Cambio de normas
Tras terminar el entrenamiento, Kevin, Natalia y Lowell están agotados, Oliver, Claire y yo simplemente estamos sentados observando cómo ellos tres entrenan, pues son los más poderosos y tienen los poderes más ofensivos.
—"Vaya, parecen exhaustos."— comenta Claire mientras los observa, con una sonrisa divertida en los labios.
—"No me sorprende."— responde Oliver, apoyado contra una columna—."Entre Lowell con cryokinesis, Natalia con su aerokinesis, y Kevin explotando cosas, no es de extrañar que terminen así."
—"Aunque no entiendo cómo aún no han destruido el gimnasio."— añado, intentando mantener el tono ligero—."Siento que cada vez están a punto de hacerlo."
Kevin se desploma en el suelo, respirando agitadamente, y sin perder su tono malhumorado de siempre, dice entre jadeos:
—"Si tanto les divierte vernos trabajar, ¿por qué no se unen? Claire, tu levitación podría ser útil."
—"Oh, por favor."— Claire le devuelve la mirada con burla—."Sabes que te encanta ser el centro de atención, Kevin."
—"¿Y tú, Lyra?"— interviene Natalia, estirándose después de un largo ataque eléctrico—."¿No piensas usar tus habilidades pronto? Porque no te vendría mal un poco de acción. Los Juegos no serán un paseo en el parque."
—"Ya sabes que prefiero observar."— le respondo—."Además, alguien tiene que asegurarse de que no terminen explotando medio campus."
Lowell, que se encuentra tirado en el suelo con los brazos extendidos, se ríe débilmente.
—"Bueno, si te cansas de observar, siempre puedes unirte a la acción. Aunque estoy bastante seguro de que no vas a soportar el ritmo de entrenamiento de Kevin."
Le lanzo una mirada fingidamente ofendida.
—"¿Me estás retando, Lowell?"
Él sonríe, aunque no se molesta en levantarse.
—"Tal vez. Aunque ahora mismo, no puedo moverme, así que... quizá la próxima vez."
Oliver, que ha estado observando la escena en silencio, interviene con una sonrisa irónica.
—"Quizá debería ser yo el que entre en acción. Después de todo, no querría que St. Vladimir piense que solo tenemos a un montón de débiles por aquí."
—"¡Oh, por favor!"— exclama Kevin, apoyándose en los codos—."Con lo que acabas de ver, no me digas que te consideras superior, Oliver."
—"No superior."— responde Oliver, encogiéndose de hombros—."Solo mejor preparado."
La tensión en el ambiente aumenta ligeramente, aunque sé que Oliver lo ha dicho más por molestar que otra cosa. Sin embargo, Kevin lo toma como un desafío.
—"¿Mejor preparado?"— repite Kevin, poniéndose en pie lentamente—."Está bien, nuevo chico. Veamos si puedes respaldar tus palabras."
Lowell y Natalia se enderezan, claramente interesados en el nuevo enfrentamiento.
—"Oliver, no tienes que hacer esto."— le digo, levantándome para interceder.
Pero Oliver sonríe de una forma que no me gusta, como si estuviera esperando este momento.
—"No te preocupes, Lyra. Solo quiero demostrar que no soy solo palabras."
—"Genial."— Kevin se prepara, sus ojos brillando con una mezcla de emoción y agresividad—."Veamos si puedes sobrevivir a una pequeña explosión."
Oliver sonríe, se acerca a Kevin, el chico explosivo, rápidamente acelera yendo hacia Oliver, para lanzarle una explosión, Oliver se queda de pie.
—"¡Oliver, sal de ahí!"— grito abrumada.
Kevin de pronto se queda quieto, sin un rastro de malhumor, Oliver nos mira sonriendo.
—"¿Acabas de...?"— Claire lo mira confuso.
—"¿Controlarlo? Sí."— sonríe orgulloso.
—"No deberías haber hecho eso."— comenta Lowell más preocupado que alegre.
Oliver alza una ceja, Kevin comienza a moverse lentamente hacia Oliver, le agarra del cuello mientras frunce el ceño, su expresión es claramente apática y furiosa.
—"¡Kevin, suéltalo!"— grito.
—"¡Muere!"— Kevin lanza la explosión contra Oliver.
Oliver obviamente no puede esquivar la explosión que le lanza Kevin y sale rodando por el suelo, lo miro preocupada.
—"A mí no me controla nadie, aprende eso, insecto."— maldice Kevin todavía furioso.
—"Lo ha noqueado."— comenta Natalia.
—"Voy a llevarlo a la enfermería."— ofrece Claire yendo hacia Oliver.
—"¿Quieres que vaya contigo?"— camino hacia ella.
—"No, estaré bien."— sonríe cálidamente.
Claire lleva a Oliver cómo puede a la enfermería, mientras tanto frunzo el ceño mirando mal a Kevin, el cuál me mira con condescendencia.
—"¿Eres idiota o qué?"— me cruzo de brazos.
—"Cómo sigas hablando te comes la siguiente explosión."— gruñe Kevin fulminandome con la mirada.
—"Es suficiente."— interviene Lowell—. "Vamos a darnos una ducha, cambiarnos de ropa e ir a la cafetería a cenar, ¿estamos?"
—"Porque tú lo digas."— Kevin da media vuelta y se va.
Después de que Kevin se va, el silencio entre nosotros es tenso. Natalia suspira y se estira, intentando romper el ambiente denso que dejó Kevin.
—"Siempre tan dramático."— murmura mientras se sacude el polvo del entrenamiento.
—"No tenía que llegar a eso."— digo con molestia, mirando en dirección a donde Kevin se fue—. "Oliver solo estaba probando algo, no era para que Kevin explotara… literalmente."
Lowell se pone de pie, sacudiéndose la suciedad de la ropa y se acerca a mí.
—"Kevin no puede ser controlado, Lyra. Ya sabes cómo es. No soporta que alguien lo intente manejar, ni siquiera por un momento. Aunque lo que hizo Oliver estuvo... fuera de lugar."— sacude la cabeza—. "Aunque no confío en la facilidad con la que ha controlado a alguien tan irascible como Kevin."
Natalia observa a Kevin alejarse y sacude la cabeza con exasperación.
—"Ese idiota está pidiendo que alguien lo ponga en su lugar."— murmura, cruzándose de brazos.
—"Se le sube demasiado la cabeza cuando siente que ha ganado."— comento con un suspiro—. "Pero controlar a Kevin nunca es buena idea... Oliver debería haberlo sabido."
Lowell, que ha permanecido en silencio hasta ahora, se ajusta el cuello de la camiseta, claramente incómodo por la situación.
—"Es cierto que Oliver cometió un error, pero Kevin siempre ha tenido problemas con el control. Ya lo sabes, Lyra. No es la primera vez que alguien lo provoca, y desde que tenemos estos poderes, la tensión solo aumenta."
—"Lo que sea."— dice Natalia, empezando a caminar hacia la salida—. "Voy a cambiarme. No voy a seguir aquí esperando otra explosión emocional de Kevin."
Mientras ella se marcha, me giro hacia Lowell.
—"¿Crees que Oliver estará bien?"— pregunto, todavía preocupada.
Lowell me da una sonrisa leve, aunque algo cansada.
—"Aguantará. Pero Kevin va a tener que controlarse si queremos sobrevivir a los Juegos. No podemos permitirnos perder el control en una situación más seria."
Asiento en silencio, consciente de lo que está en juego. Los Juegos se acercan, y si el equipo sigue dividido por sus egos y emociones, no tenemos ninguna oportunidad.
—"Iré a darme un baño."— digo finalmente—. "Nos vemos en la cafetería."
Lowell me da un asentimiento antes de irse también. Mientras me dirijo a los vestuarios, no puedo evitar preguntarme cómo vamos a superar todas estas tensiones antes de que sea demasiado tarde.
Después de darme una ducha rápida, camino hacia la cafetería. El ambiente aún se siente cargado de la tensión del enfrentamiento, pero al llegar noto que Claire ya está allí, sentada con una bebida caliente en las manos. Me acerco y tomo asiento frente a ella.
—"¿Cómo está Oliver?"— le pregunto sin rodeos.
Claire sonríe, pero sus ojos reflejan algo de preocupación.
—"Está bien, solo un poco magullado. Nada que un poco de descanso no cure. Pero creo que lo que más le dolió fue su orgullo."— dice en tono de broma.
—"Kevin no tuvo que llegar tan lejos."— murmuro, sintiendo la frustración volver.
—"Ya sabes cómo es Kevin."— Claire toma un sorbo de su bebida—. "Le cuesta contenerse cuando se siente amenazado."
En ese momento, Natalia y Lowell entran en la cafetería y se nos unen en la mesa. Natalia se desploma en una silla y suspira.
—"Bueno, ¿alguien más siente que estamos al borde de explotar como equipo, literalmente?"— dice con una sonrisa amarga.
—"No es algo que podamos ignorar."— responde Lowell, siempre tan directo—. "Si esto sigue así, no vamos a sobrevivir a los Juegos, ni física ni emocionalmente."
—"Y aún ni siquiera hemos comenzado a enfrentarnos a nuestros verdaderos oponentes."— añado, cruzándome de brazos—. "Si no podemos ni controlarnos entre nosotros, ¿qué nos espera cuando estemos ahí fuera?"
Natalia asiente, aunque se nota que está inquieta.
—"Tenemos que encontrar una manera de trabajar juntos sin arrancarnos la cabeza cada cinco minutos."
Claire, que ha estado en silencio por un momento, interviene con calma.
—"Creo que Oliver intentaba demostrar algo importante hoy. Quizás no fue la mejor forma, pero... necesitamos tener algún tipo de control sobre Kevin, o al menos una manera de calmarlo antes de que cause un verdadero desastre."
—"Lo que sea que hagamos, tenemos que hacerlo rápido. Los Juegos no nos van a esperar."— asiente Lowell con la cabeza.
Todos nos quedamos en silencio por un momento, conscientes de lo que está en juego. El tiempo corre y nuestra unidad como equipo parece desmoronarse cada día más.
—"El director Armand."— anuncia Natalia entrecerrando los ojos.
—"¿Que hace en la cafetería? nunca viene."— Claire nos mira con sospecha.
—"Es una muy buena pregunta."— Lowell se gira para mirar al director.
—"Atención alumnos, tengo algo que anunciar."— habla suavemente el director.
Toda la cafetería queda en silencio, los estudiantes que hay miran al director con anticipación e impaciencia.
—"Me temo que tengo malas noticias."— comienza a explicar—. "Unos alumnos han desaparecido, y teniendo en cuenta que todavía no han encontrado a los hombres lobo que atacaron a Alexander el curso pasado..."— traga saliva para hacer una pausa—. "Van a cambiar muchas cosas, a partir de ahora las clases si serán obligatorias, debéis aprender a defenderos, ya os hemos escondido demasiado, debéis aprender a controlar, mejorar y confiar no sólo en vuestros poderes sino en la fuerza bruta. Os aseguro que encontraremos a esos hombres lobo que ya nos han arrebatado demasiadas vidas, Alexandra."— ante la mención de ese nombre Armand me mira—. "Alexander, el Dr.Thorne y Ruby."
—"¿Y Kol? suele estar cerca del director."— pregunto preocupada.
—"¿El profesor? bueno, pues estará haciendo dios sabe que."— Natalia se encoge de hombros.
—"Si, claro, ¿pero a nadie le parece extraño que han dicho que el Dr. Thorne y Ruby han muerto por hombres lobo?"— pregunta Lowell frunciendo el ceño.
—"Es verdad, Ruby murió por el Banshee."— comienza Claire—. "Y el profesor Thorne..."
—"Lo mataste tú."— termino la frase por ella.
—"Hiciste lo correcto."— anima Lowell.
—"Pero le quité la vida a una persona inocente."— nos mira asustada.
—"Estaba poseído, así que muy inocente no era."— Natalia la mira con amargura.
Claire baja la mirada, claramente afectada por el recuerdo de lo ocurrido. No puedo culparla. Todos hemos pasado por situaciones en las que tuvimos que tomar decisiones difíciles, pero eso no las hace más fáciles de soportar.
—"Sé que fue duro, Claire."— digo en un tono más suave—."Pero como dijo Lowell, no había otra opción. Estaba fuera de control, y tú nos salvaste a todos."
—"Aún así…"— murmura ella—."No me siento mejor por ello."
Natalia, siempre directa, se inclina hacia adelante.
—"Mira, no podemos seguir dudando de nosotros mismos en estos momentos. Con la amenaza de los hombres lobo y lo que está sucediendo ahora, no podemos permitir que nuestros errores del pasado nos paralicen."
—"Natalia tiene razón."— añade Lowell—."Lo que sea que está pasando, va a exigir lo mejor de nosotros. Y si seguimos perdiendo el control, como lo que pasó hoy con Kevin y Oliver, estamos perdidos."
Claire asiente débilmente, pero sé que todavía le pesa lo que hizo. Todos estamos cargando con algo, y en momentos como estos, esas cargas parecen hacerse más pesadas.
De repente, el director Armand vuelve a hablar, captando de nuevo nuestra atención.
—"Se reforzará la seguridad en el campus, y todos ustedes deberán asistir a entrenamientos intensivos. No puedo enfatizar lo suficiente lo importante que es que estén preparados. No sólo por los hombres lobo, sino por cualquier otra amenaza que pueda surgir."
El ambiente en la cafetería se vuelve aún más tenso, si es que eso es posible. Las miradas de los estudiantes van de un lado a otro, llenas de preocupación y miedo.
—"¿Qué crees que significa eso para nosotros?"— pregunto en voz baja, volviendo la mirada hacia mis compañeros.
—"Más estrés, más enfrentamientos, y más oportunidades para que las cosas salgan mal."— responde Natalia con una sonrisa amarga.
Lowell, siempre pragmático, asiente.
—"Pero también significa que no tenemos otra opción. O nos unimos como equipo, o fracasamos. Y en los Juegos, fracasar podría significar algo mucho peor que perder."
—"¿Como la muerte?"— pregunta Claire, su voz apenas audible.
Lowell la mira fijamente.
—"Exactamente."
Nos quedamos en silencio un momento, asimilando la gravedad de la situación. Lo que se avecina no es solo una competencia. Es una prueba de supervivencia, y estamos lejos de estar preparados.
—"No importa lo que ocurra,"— digo finalmente—."Nosotros cuatro, y Kevin, vamos a salir adelante. Sea como sea, vamos a encontrar la manera."
Natalia asiente con determinación.
—"Es hora de dejar de lado nuestras diferencias y centrarnos en lo que importa. Ganar. Sobrevivir."
—"Eso incluye a Kevin."— añade Lowell, mirando hacia la salida como si esperara que él regresara en cualquier momento—."Vamos a tener que encontrar la manera de que trabaje con nosotros, o de lo contrario será un lastre."
Claire suspira, mirando su bebida como si buscara respuestas en ella.
—"Entonces, ¿cuál es el plan?"
Me quedo en silencio por un momento, pensando en lo que podemos hacer.
—"Mañana hablaremos con Kevin."— decido finalmente—."Sea como sea, vamos a resolver esto. No podemos permitirnos más enfrentamientos. Si vamos a sobrevivir a los Juegos y lo que sea que está ocurriendo fuera de ellos, tenemos que estar unidos."
—"Eso suena bien en teoría."— dice Natalia con escepticismo—."Pero ¿cómo piensas convencer a Kevin de que nos siga?"
Le devuelvo una sonrisa desafiante.
—"De la misma manera en que convencemos a cualquiera que tenga demasiado ego. Le demostraremos que lo necesitamos. Y que él también nos necesita."
Lowell sonríe levemente, aunque parece cansado.
—"Eso será interesante."
El ambiente sigue tenso, pero al menos hay un plan. Por ahora, es todo lo que podemos hacer. Sabemos que lo que viene será difícil, pero si hay algo en lo que estoy segura, es en que no nos rendiremos sin luchar.
—"¿Nadie más siente que hay destinos peores que la muerte?"— pregunta de repente Claire.
—"Puedes preguntarle a Ruby, tienes la ouija."— bromea Natalia.
—"Que poco tacto."— Lowell pone los ojos en blanco.
—"Ojalá Ruby estuviera viva."— murmura.
—"Ya es suficiente con Kevin cómo para tener que aguantar a una egocéntrica, narcisista y con complejo de diva."— gruñe Natalia cruzándose de brazos.
—"No es momento para bromas."— le digo a Natalia, intentando mantener la calma—."Ruby era más que eso, y lo sabes."
Natalia frunce el ceño, pero no replica. Sé que detrás de su dureza también siente la pérdida de Ruby, aunque lo oculte bien.
Claire, en silencio, juguetea con su vaso, claramente afectada por la conversación. A pesar de su exterior calmado, las palabras sobre Ruby la han golpeado.
—"Quizás no estemos preparados para los Juegos ni para los hombres lobo..."— murmura Claire—."Pero lo que más miedo me da es que estamos perdiendo nuestro rumbo como equipo. Sin confianza... no tenemos ninguna oportunidad."
Lowell asiente con gravedad, como siempre viendo las cosas con una claridad brutal.
—"Claire tiene razón. Si seguimos así, no necesitaremos enemigos externos para destruirnos. Lo haremos nosotros mismos."
Miro a cada uno de mis compañeros, consciente de la gravedad de la situación. La amenaza no es solo física. Si no logramos mantenernos unidos, el caos que viene podría arrasarnos antes de siquiera enfrentarnos a los Juegos.
—"Mañana hablaremos con Kevin."— repito, más decidida que antes—."Y encontraremos la manera de volver a confiar unos en otros. O no tendremos ninguna esperanza."
Natalia asiente con una expresión sombría, mientras Claire y Lowell parecen reflexionar sobre lo que viene. El silencio en nuestra mesa es pesado, pero dentro de mí siento una chispa de esperanza. Esto no se ha acabado. No todavía.
—"Juntos o nada."— murmuro para mí misma, con la determinación de que, pase lo que pase, vamos a encontrar una forma de sobrevivir.
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