Me levanto de la cama, observo a mis compañeras de habitación, las cuáles siguen durmiendo, agarro mi móvil y hago una llamada mientras me encierro en el baño.

—"¿Diga?"— responde una voz al otro lado de la línea.

—"Alexandra—. saludo aliviada de que me haya respondido—. Me alegro de oír tu voz."

—"¿Ocurre algo?"— pregunta la muchacha con un atisbo de preocupación.

—"Tengo muchas cosas que contarte—. Anuncio—. Pero primero, ¿qué tal estás?"

—"Ah, genial, estaba estudiando, pero me aburro demasiado."— habla con poco entusiasmo.

—"Al menos tú te sientes como en casa."— pongo los ojos en blanco.

—"¿Qué dices?"— pregunta confusa.

—"Vale, tengo algo que contarte, pero no te asustes—. Trato de tranquilizar la situación—. Tengo poderes, bueno, premoniciones, me han cambiado a una academia dónde los estudiantes también tienen poderes, me alegra saber que tú eres lo único normal que me queda de mi anterior vida."

—"Poco a poco—. Comienza a hablar lentamente—. ¿Cómo que tienes poderes? ¿y por qué hablas como si te hubieses muerto?"

—"¿Es enserio?"— pregunto poniendo los ojos en blanco.

—"Bueno, lo importante, ¿hay chicos guapos?"— pregunta con un atisbo de picardía.

—"Eres tonta."— respondo con una sonrisa.

—"Oye, las demás queremos usar el baño."— Natalia es golpes a la puerta mientras grita de mal humor.

—"Alexandra, te tengo que colgar—. Comento desanimada—. Intentaré llamarte otro día."

—"Vale, cuídate Lyra."— cuelga antes de que pueda decir algo más.

—"No te lo digo más veces—. Golpea la puerta con furia—. ¡Sal del puto baño!"

—"Ya voy, ya voy—. Repito poniendo los ojos en blanco —. Relájate."

Salgo del baño para ver a una Natalia furiosa, la cuál me da un golpe en el hombro con fuerza, me quejo por el dolor que dura unos instantes pero ella me ignora cerrando la puerta del baño.

—"¿Qué pasa?"— pregunta Ruby somnolienta despertándose lentamente.

—"Natalia está de mal humor."— respondo cruzándome de brazos.

—"Ah, eso es normal."— responde la pelirroja volviendo a acostarse.

—"Por supuesto."— pongo los ojos en blanco.

Abro mi armario, agarro ropa, la lanzo a la cama, me quito el pijama, para ponerme la camisa de botones, falda blanca y zapatos blancos.

Salgo de la habitación compartida dónde hay dos esquizofrénicas perdidas y yo soy la única normal al parecer.

Bajo las escaleras, me dirijo a la cafetería para desayunar, pero antes de entrar choco con algo que me hace caer de culo al suelo.

—"Joder, mi culo."— gimo de dolor.

Miro hacia arriba para ver a Claire dejando de lado su invisibilidad, la chica simplemente me mira con su heterocromia y con un ceño fruncido.

—"Ten más cuidado."— Claire me tiende la mano para ayudar a que me levante.

—"Vale, gracias—. Dije dándole la mano mientras me levanto—. Creo que no nos han presentado, soy Lyra."

—"Yo Claire."— se presenta la muchacha.

—"Es un gusto."— sonrío.

—"¿Vas a desayunar?"— pregunta Claire con simpatía.

—"No, es que me apetecía caer contra el suelo."— comento sarcástica.

—"Eres muy rara."— Claire me mira frunciendo el ceño con confusión.

—"Gracias."— pongo los ojos en blanco.

Claire entra a la cafetería, yo la sigo hacia dentro. Es un amplio salón con techos altos y ventanales grandes que permiten la entrada de luz natural durante el día y muestran el cielo estrellado por la noche. Las mesas están distribuidas de manera ordenada por todo el espacio, algunas redondas y otras rectangulares, para acomodar tanto a grupos grandes como a pequeños. Están hechas de madera oscura y robusta, con sillas acolchadas que ofrecen comodidad durante las largas horas de conversación mientras los diferentes tipos de estudiantes comen.

Hay varias zonas de asientos diferenciadas, incluyendo rincones acogedores con sofás y sillones para aquellos que prefieren un ambiente más relajado. También hay bancos largos cerca de las ventanas, ideales para disfrutar de la vista exterior.

Durante el día, los ventanales permiten que la luz natural ilumine el espacio, mientras que por la noche, lámparas colgantes y luces suaves crean una atmósfera cálida y acogedora. Las lámparas tienen un diseño antiguo, con pantallas de vidrio teñido que proyectan patrones interesantes en las paredes. En las mesas hay pequeñas velas o faroles, que añaden un toque de intimidad y magia al ambiente de la cafetería durante la noche.

El área de servicio cuenta con un largo mostrador donde los estudiantes pueden pedir sus comidas y bebidas. La barra está hecha de mármol oscuro, con estantes llenos de deliciosas opciones tanto frías como calientes. Detrás del mostrador, una cocina parcialmente visible permite a los estudiantes ver a los chefs preparando los platos, agregando una sensación de transparencia y frescura.

Las paredes están decoradas con arte que refleja la temática nocturna de la academia, incluyendo cuadros de paisajes nocturnos y retratos de personajes míticos. Además, hay plantas colgantes y macetas estratégicamente ubicadas, aportando un toque de naturaleza y frescura al espacio. También hay pequeños detalles como relojes antiguos, libros apilados y artefactos mágicos esparcidos por las estanterías que añaden carácter y personalidad al lugar.

La cafetería es un punto de encuentro central para los diversos estudiantes, donde pueden relajarse, estudiar juntos o simplemente socializar después de un día de clases. La disposición del espacio fomenta tanto la interacción social como la posibilidad de encontrar rincones tranquilos para la concentración.

Tanto Claire como yo nos acercamos al área de servicio, dónde un hombre nos da bandejas con el desayuno, Claire pide un cruasán con chocolate caliente, mientras que yo pido cereales con leche. Ambas nos dirigimos a una mesa redonda y dejamos las bandejas y nos sentamos.

—"¿Cómo te estás adaptando?"— pregunta Claire mordiendo su cruasán—.

—"De momento bien, para solo llevar un día—. Remuevo los cereales en la leche—. Creo que este es mi sitio."

—"Al principio es difícil, lo entiendo."— bebe un poco del chocolate caliente—.

—"Me estoy adaptando bien, por ahora."— admito con una sonrisa incómoda.

—"Uff...—. Claire mira a la puerta de la cafetería—. Por ahí viene Alexander."

—"¿Mhm?— me doy la vuelta para verlo—. ¿es que os lleváis mal?"

—"No, es simplemente...—. mira a su alrededor—. Alexander es bastante amable y misterioso, pero es incómodo."

—"¿Incómodo?— levanto una ceja intentando comprender—. ¿por qué lo dices?"

—"Lyra, Claire—. Una voz masculina habla acercándose a nosotras—. Buenos días a ambas, Lyra, hoy te voy a enseñar tus clases, comienzas mañana, ¿entendido?"

—"Ahm... si, claro—. Intento sonar lo más casual posible.

—"Bien, te esperaré fuera."— Alexander da media vuelta para irse.

—"Menudo coñazo—. Se queja Claire—. Nos hace lo mismo a todos, no te preocupes."

—"Lo intentaré."— me levanto de la mesa para no hacerle esperar.

Abro las puertas de la cafetería, veo a Alexander apoyado contra la pared y de brazos cruzados, está vez viste diferente a cómo lo conocí, lleva una chaqueta negra, con una camisa de botones, una corbata negra, pantalones negros y zapatos, es decir, un smoking, el cuál le hace parecer aún más sexy. Su pelo pelirrojo rizado ahora está peinado hacia atrás.

—"Bien, hoy tenemos un día algo ajetreado."— comienza a caminar sin mirar atrás para verificar si le sigo o no.

—"Alexander—. Sigo caminando tras él—. tenía una pregunta, ¿por qué mañana empezaré las clases?"

—"Porque así lo han decidido."— responde sin detener el paso.

Genial.

Pensé en mí mente, todo iba genial, hasta que Alexander salió de la Academia Nocturna, yo fui tras él ya que cómo me está guiando sería de mala educación no seguirle.

Mientras camino tras él me lleva por un pequeño sendero que termina en un pequeño campo de fútbol, que se usa como entrenamiento y ejercicio para controlar los poderes. Veo a Kevin con su característico ceño fruncido y mirada furiosa, esa mirada se dirige a una chica castaña con una coleta, la cuál es morena de piel, como si fuese mucho a la playa.

—"Alexander, ¿quién es la chica?"— pregunto con curiosidad.

Antes de que pueda responderme, un sonido ensordecedor resuena por mis oídos, me cubro con las manos, pero el sonido sigue siendo igual de insoportable, miro a Alexander que parece imperturbable ante este hecho.

Una vez termina el sonido irritante, miro a Alexander, el cuál me mira con una sonrisa en su rostro.

—"Eso era echokinesis."— explica quitándose tapones de los oídos.

—"Estás muerta, hija de puta."— gruñe Kevin.

De las palmas de sus manos salen pequeñas chispas, en un pestañeo, una enorme explosión se dirige a la chica castaña. Miro a Alexander, el cuál mira a Kevin, cuándo la explosión cesa, se puede observar a la muchacha en el suelo, inconsciente.

—"Cuándo vuelvas a intentar ensordecer mis oídos, piénsalo dos veces."— Kevin frunce el ceño y se va caminando aún más furioso que antes.

Tan pronto como veo a Kevin irse, mis tímpanos resuenan, mi cuerpo se entumece, mi cabeza me da vueltas, entonces ante mis ojos aparece una imagen en blanco y negro, sobre una chica siendo atacada por una especie de animal enorme.

—"¿Lyra?"— Alexander me zarandea un poco.

—"¿Sí?"— lo miro sintiendo mi cabeza apunto de estallar.

—"¿Qué te ha pasado?—. Me mira con preocupación—. Parecía que tenías un ataque de hipo."

—"Solo era una premonición."— explico restándole importancia.

—"De acuerdo, debes controlar eso, pero ya aprenderás."— Coloca sus manos en los bolsillos de su pantalón.

—"Debo ir al baño."— miento mientras me dispongo a correr.

Intento alcanzar a Kevin, se que es una mala idea hablar con él, pero es la única persona de las que conozco con las que puedo hablar.

Detengo mis pasos, al no ver a Kevin, simplemente suspiro cansada debido a la carrera que he hecho por alcanzarlo, me doy la vuelta para que una explosión me golpeé y me lance contra un árbol.

—"¿Por qué me estás siguiendo?"— pregunta con su típica irritación y un atisbo de curiosidad.

—"Joder, eso ha dolido—. Me levanto del suelo sosteniendo mi hombro—. Te he seguido porque he tenido una premonición, sé que no somos amigos, pero cómo nos presentaron ayer, creí que podía pedirte ayuda."

Miro sus ojos rojos, esos ojos llenos de ira y malestar, ojalá saber lo que piensa, pero no soy telepata.

—"Bien—. Gruñe y se cruza de brazos—. ¿que has visto?"

—"Una criatura peluda, enorme y con dientes afilados devorando a una chica."— confieso mientras trato de recordar la premonición.

—"Genial."— frunce el ceño.

—"¿Que pasa?"— lo miro confundida.

—"Eso que tú llamas criatura—. Me mira cómo si quisiera convertirme en polvo—. Aquí lo llamamos hombre lobo."

—"¿Eso existe?"— pregunto levantando una ceja.

—"Conociste un vampiro, ¿y ahora preguntas si los hombres lobo existen?— se nota el tono irritado en la voz de Kevin—. ¿es qué eres tonta o simplemente no sabes atar cabos?"

—"¿Y que hacemos?"— frunzo el ceño.

—"Yo nada, no voy a perder el tiempo buscando a un hombre lobo que podría matarnos."— se aleja nuevamente.

—"Vaya que valiente."— comento sarcástica.

Observo cómo Kevin se aleja cada vez más, así que solo me queda un último recurso. Vuelvo a la habitación compartida, miro a Ruby todavía durmiendo, Natalia está en su cama leyendo algo en el móvil, me mira de reojo pero simplemente finge que no he entrado, lo cual me hace poner los ojos en blanco.

—"Chicas, tenemos un problema."—intento alarmarlas.

—"Cuéntaselo a alguien que le importe."— responde Natalia con indiferencia.

—"¿Y ahora qué pasa?— pregunta Ruby sentándose en su cama—. Una ya no puede dormir tranquila sin que le molesten."

—"He tenido una premonición—. Comienzo a explicar—. Vi a una chica siendo atacada por un hombre lobo."

—"Vaya—. Responde Ruby poco sorprendida—. Eso es lo más coherente que has podido ver, seguramente estará reclutando una manada o algo así."

—"Tenemos que detenerlo."— inquiero para que me ayuden.

—"Claro y de paso tomamos el té."— responde Natalia con sarcasmo uniéndose a la conversación.

—"Escucha, todo esto es nuevo para ti, lo entiendo, pero déjame decirte—. Ruby se levanta de la cama y se acerca a mí—. Que los hombres lobo pueden ser alfas, omegas o betas, así que bajo ninguna circunstancia vayas a buscar a un hombre lobo y menos sola."

—"Pues venid conmigo—.insisto una vez más—. Por favor."

Ambas chicas se miran entre si, compartiendo una mirada cómplice, Ruby me mira para después ignorarme e irse de la habitación, Natalia hace lo mismo.

Genial, estoy sola en esto.

Salgo de la habitación, me voy de la academia, camino por todo el bosque hasta que veo la civilización, es decir, mi antiguo pueblo, me dirijo hacia el parque dónde tiene lugar mi premonición, pero al ser de madrugada dudo que tenga lugar aquí. Tan pronto como llego una escena horrible se presenta ante mis ojos, Alexandra tendida en el suelo, con el cuerpo lleno de mordiscos y arañazos profundos. Mis manos van directas a mi boca, mientras caigo de rodillas viendo el cadáver de mi mejor amiga en el suelo, las lágrimas brotan de mis ojos recorriendo mis mejillas, mis manos se dirigen a mi estómago mientras emito un grito de dolor y sufrimiento.