Capítulo 3: Bajo presión
Oliver y yo caminamos en silencio por los pasillos de la Academia Nocturna. A pesar de la calma que intento proyectar, la imagen de Lowell molesto sigue rondando mi mente. Nunca lo había visto reaccionar así. El peso de los juegos de la amistad y todo lo que significa parece haber despertado algo en él. No puedo evitar sentir una mezcla de inquietud y curiosidad. ¿Por qué Lowell reaccionó de esa manera? Sé que la presión de los Juegos de la Amistad es alta, pero esto es diferente. Hay algo más.
—"¿Todo bien?"—pregunta Oliver, rompiendo el silencio mientras me mira de reojo.
—"Sí, es solo que Lowell no suele actuar así."—respondo distraída—."No sé qué le pasa."
Oliver se encoge de hombros con indiferencia.
—"La gente cambia cuando está bajo presión. Tal vez teme que lo reemplaces o que no confíes en él tanto como en los demás."
—"Lowell es mi novio y mejor amigo."—digo, tratando de convencerme tanto a mí misma como a Oliver—."No tengo ninguna intención de reemplazarlo."
—"A veces, eso no es suficiente."—comenta Oliver en voz baja, con una franqueza que me descoloca.
Sigo caminando, dejando que sus palabras resuenen en mi cabeza. Oliver tiene razón en algo: las personas pueden cambiar cuando están bajo presión. Pero no puedo sacudirme la sensación de que hay algo más detrás del comportamiento de Lowell.
Finalmente, llegamos al gimnasio donde suele estar Kevin. Lo encuentro lanzando explosiones, volando por el cielo, aterrizando y practicando. Nos acercamos y, al verme, Kevin alza la vista y frunce el ceño cruzándose de brazos.
—"¿Qué haces aquí?"—pregunta, mirándonos con molestia.
—"Tenemos que hablarte de algo importante."—digo mientras me siento frente a él, y Oliver toma asiento a mi lado.
—"Los Juegos de la Amistad."—interviene Oliver antes de que yo pueda continuar—."Vas a unirte a nosotros."
Kevin levanta la ceja, claramente confundido.
—"¿Los Juegos de la Amistad? ¿Esos que solían ser sobre unir a las academias pero ahora son una competencia brutal?"—pregunta, cruzando los brazos.
—"Exactamente."—respondo—."Este año competiremos contra la Academia St. Vladimir, y necesitamos un equipo fuerte. Tú serías una pieza clave, Kevin."
Kevin se ríe suavemente, como si la idea fuera absurda.
—"¿Yo? No soy exactamente un 'jugador de equipo, Lyra. Además, ¿por qué tendría que meterme en algo así?"
—"Porque eres el mejor en lo que haces."—digo con sinceridad—."Y también porque esto no solo se trata de los juegos. Hay algo más ocurriendo. Sentimos que algo extraño está sucediendo en la academia, y no podemos ignorarlo. Necesitamos a alguien en quien podamos confiar."
Kevin nos observa en silencio por un momento, su expresión furiosa desapareciendo gradualmente. Conoce esa sensación de que algo oscuro acecha, incluso si no lo admite abiertamente. Finalmente, suelta un suspiro.
—"Bien, estoy dentro. Pero si me meto en esto, vamos a ganar. No pienso hacer el ridículo delante de esos vampiros arrogantes de St. Vladimir."
—"Exactamente lo que esperaba escuchar."—dice Oliver con una leve sonrisa, aprobando su actitud.
—"Hay más que solo competir."—le advierto a Kevin, queriendo que entienda la seriedad de la situación—."Los Juegos de la Amistad pueden ser peligrosos, especialmente con la historia reciente de la competencia."
—"¿Estás hablando de Ruby?"—pregunta Kevin, bajando la voz al mencionar su nombre.
Asiento lentamente.
—"Algo relacionado con Ruby sigue rondando, y tengo la sensación de que los juegos podrían ser más peligrosos de lo que pensamos. No quiero que nadie de nosotros salga herido."
Kevin me observa con seriedad y luego asiente.
—"Entiendo. Entonces, tenemos que estar preparados para lo que sea."
—"Así es."—responde Oliver—."Y ya que todos estamos de acuerdo, creo que lo siguiente es empezar a entrenar. No solo para las pruebas físicas, sino también para cualquier... sorpresa."
—"Lo que sea."—Kevin pone los ojos en blanco—."¿Cuándo empezamos?"
—"Tan pronto como sea posible."—respondo—."Los Juegos aún están lejos, pero no podemos subestimar a nuestros oponentes. St. Vladimir ha estado esperando una revancha desde lo que sucedió con Ruby."
Kevin asiente y se pone más serio, recogiendo sus cosas.
—"Entonces, nos vemos en la pista de entrenamiento más tarde. Tengo un par de cosas que hacer antes, pero contar conmigo para lo que sea."
Nos despedimos de Kevin, y mientras lo veo alejarse, una sensación de alivio comienza a asentarse en mi interior. Con él a bordo, el equipo parece más fuerte. Pero esa sensación inquietante sigue ahí, persistente en el fondo de mi mente.
—"Uno menos."—murmura Oliver mientras empezamos a caminar de nuevo—."Ahora solo falta asegurarnos de que todos estén listos para lo que venga."
Asiento en silencio, sabiendo que, aunque hemos dado un paso más hacia los Juegos de la Amistad, el verdadero desafío aún no ha comenzado. Antes de irme, noto que la hora ha cambiado, eso es extraño, hace un momento eran las 11:47 a.m. ¿Tanto nos hemos entretenido? ¿O es que alguien ha paralizado el tiempo?
—"Oliver."— lo miro rápidamente—. "¿Has notado la hora?"
—"No."— mira la hora en el móvil—. "Que raro, habremos perdido la noción del tiempo."
—"Dudo que sea eso."— sigo pensando que alguien ha paralizado el tiempo.
—"¿Entonces que ha sido?"— Oliver me mira escéptico.
—"Creo que alguien ha detenido el tiempo."— lo miro frunciendo el ceño.
—"Primero, es imposible, segundo, no hay nadie así."— se cruza de brazos.
—"Ruby podía detener el tiempo, ella tenía inmovilización molecular a la vez que tenía combustión molecular."— le explico.
—"Si, pero tú ex amiga está muerta."— mete el dedo en la llaga.
—"Cierto..."— admito de mala gana.
Oliver niega con la cabeza, yo noto algo en mi interior una sensación de orgullo, un orgullo demasiado elevado, me doy la vuelta en busca de ese signo, pero creo ver un cabello pelirrojo alejándose, tengo que saber si de verdad es Ruby, así que me alejo de Oliver yendo tras lo que creo haber visto.
Corro tras esa sombra pelirroja, mis pasos resonando en el pasillo vacío. Mi corazón late con fuerza en mi pecho. ¿Realmente podría ser Ruby? Todo indica que ella está muerta, pero algo en mi interior me dice que no todo es lo que parece.
—"¡Espera!"—grito mientras acelero el paso, intentando no perder la figura que se desliza entre las esquinas de los corredores.
Al doblar una esquina, la figura desaparece, pero veo algo tirado en el suelo: una cinta roja, el tipo que Ruby solía llevar en su muñeca. Mi respiración se detiene por un segundo.
—"¿Lyra?"—escucho la voz de Oliver detrás de mí, jadeante, mientras se acerca a toda velocidad—."¿Qué demonios te pasa? ¿Qué has visto?"
Le enseño la cinta roja que tengo en la mano, sintiendo el peso de la incertidumbre en cada palabra.
—"Es de Ruby... siempre llevaba una igual."—mi voz es apenas un susurro.
Oliver frunce el ceño al verla, claramente confundido.
—"¿Estás sugiriendo que Ruby está viva? Eso es... imposible."
—"No lo sé, Oliver."—respondo, sacudiendo la cabeza—."Pero si no es ella, alguien está jugando con nuestras mentes."
Oliver toma la cinta de mi mano, mirándola fijamente antes de hablar.
—"Lyra, Ruby está muerta. Lo sabemos. No podemos dejarnos llevar por fantasmas del pasado justo ahora que los Juegos de la Amistad están a la vuelta de la esquina."
—"¿Y si no lo está?"—replico—."¿Y si hay algo que no sabemos? Su muerte fue repentina, al igual está viva."
Oliver me observa en silencio, como si estuviera buscando las palabras correctas. Finalmente, suelta un suspiro pesado.
—"Mira, no podemos distraernos con esto. Sea lo que sea, lo resolveremos, pero no ahora. Tenemos que enfocarnos en ganar esos malditos juegos y asegurarnos de que St. Vladimir no tenga ventaja."
Aprieto los labios, sabiendo que tiene razón, pero la inquietud no desaparece. Algo oscuro está moviéndose en las sombras de la academia, y la sensación de que Ruby está involucrada no me abandona.
—"Está bien."—cedo—."Pero no voy a ignorarlo, Oliver. Si esto tiene algo que ver con Ruby o con lo que pasó antes, lo voy a averiguar."
—"Desde que te conozco eres muy cabezota."—dice él, poniendo los ojos en blanco—."Solo prométeme que no dejarás que esto te afecte en los Juegos."
—"Lo prometo."—murmuro, aunque sé que es una promesa difícil de cumplir.
Guardamos silencio mientras caminamos de regreso, ambos sumidos en nuestros pensamientos. El eco de mis pasos es el único sonido que me acompaña mientras la imagen de Ruby —o de lo que creo haber visto— sigue rondando mi mente.
No sé qué está sucediendo en la Academia Nocturna, pero tengo la horrible sensación de que apenas estamos arañando la superficie de algo mucho más grande y peligroso.
—"Lyra."— Claire se acerca sonriente.
—"Ey, ¿que pasa?"— dejo de caminar para que pueda acercarse.
—"Han adelantado los Juegos de la Amistad, son en febrero."— anuncia feliz.
—"Pues menos mal que estamos en septiembre."— Oliver se cruza de brazos.
—"¿Febrero?"—repito, un poco incrédula, mientras intento asimilar la noticia—."¿No se supone que son en abril?"
—"Sí, eso pensé también."—dice Claire, su sonrisa un poco más apagada ahora—."Pero aparentemente, St. Vladimir solicitó el cambio, y la Academia lo aceptó."
—"¿Por qué harían eso?"—pregunta Oliver, frunciendo el ceño—."Es mucho menos tiempo para prepararnos."
Claire se encoge de hombros.
—"No lo sé, pero la dirección dijo que era por 'razones logísticas' y que todos tenían que adaptarse. Así que, ya saben, nos toca acelerar el ritmo."
Me quedo pensando en las implicaciones de este cambio. St. Vladimir seguramente tiene alguna razón oculta para querer adelantar los Juegos, y no puedo evitar sentir que esto tiene algo que ver con Ruby... o con lo que sea que esté sucediendo en la Academia.
—"Esto no puede ser coincidencia."—murmuro, más para mí misma que para los demás.
Oliver asiente lentamente, sus pensamientos claramente alineados con los míos.
—"Están jugando sucio."—dice—."Adelantar los Juegos nos pone en desventaja, y lo saben."
—"No estamos tan mal."—interviene Claire, tratando de mantener el ánimo—."Ya hemos reunido a casi todo el equipo, y con Kevin a bordo, tenemos una buena oportunidad."
—"Sí, pero ahora tenemos que entrenar el doble de duro."—responde Oliver, su tono más serio que de costumbre—."No podemos permitirnos ningún error."
Claire asiente, aunque parece un poco menos segura.
—"Será duro, pero podemos hacerlo. Sólo tenemos que mantenernos enfocados."
—"Enfocados, sí..."—miro la cinta roja que aún tengo en la mano, mis pensamientos volviendo una y otra vez a la imagen de Ruby.
—"¿Lyra?"—Claire me observa con una mezcla de curiosidad y preocupación—."¿Estás bien?"
—"Sí, sí, sólo estaba pensando."—respondo rápidamente, intentando alejar las dudas de mi mente—."Tenemos que asegurarnos de estar preparados, y eso significa que el entrenamiento empieza hoy mismo."
—"Exacto."—responde Oliver, aprobando mi determinación—."No podemos permitirnos más distracciones."
Pero a pesar de mis palabras, sé que no puedo ignorar la sensación de que algo mucho más grande está en juego. Ruby, los Juegos adelantados, y esa sensación inquietante de que estamos siendo observados... Todo parece conectado de alguna manera. Y si queremos ganar, no sólo en los Juegos, sino en lo que sea que esté sucediendo en las sombras, tendremos que estar listos para cualquier cosa.
—"Entonces, a entrenar."—concluye Claire con una sonrisa forzada—."Nos vemos en la pista más tarde."
Asentimos, y Claire se aleja rápidamente, dejando a Oliver y a mí en silencio otra vez.
—"¿Estás segura de que esto tiene algo que ver con Ruby?"—pregunta Oliver en voz baja, su mirada fija en la cinta que aún sostengo.
—"No lo sé."—respondo sinceramente—."Pero tengo la sensación de que algo no está bien. Y no voy a dejar que nos tome por sorpresa."
Oliver asiente, aunque su expresión sigue siendo de duda.
—"Entonces tendremos que mantener los ojos bien abiertos."—dice finalmente, y juntos comenzamos a caminar hacia el campo de entrenamiento, sabiendo que el verdadero desafío apenas está comenzando.
—"Tenemos que hablar."— Lowell me agarra de la muñeca llevándome lejos de Oliver.
—"¿Que ocurre?"— lo miro preocupada.
—"Sabes perfectamente que pasa."— frunce el ceño—. "No me gusta esa sensación de tener celos, pasas demasiado tiempo con Oliver, yo también quiero estar contigo, por el amor de dios, estamos juntos y estas últimas horas no he sabido de ti, solo estás más con Oliver que conmigo y no me gusta sentirme así."
—"¿Qué?"— lo miro incrédula.
—"Ya se que suena egoísta, soy consciente de ello, ¿vale?"— Regaña más para si mismo que para mi—. "Pero por dios, ni siquiera me has hablado, escrito o cualquier cosa y me da miedo, tengo miedo de que te guste alguien más y que no me lo digas, puede que esté siendo paranoico, pero te amo, y no quiero perder lo que tenemos."
—"Lowell..."— suavizo mi tono—. "Lo nuestro no ha acabado, hemos estado todo el verano juntos, por un par de horas que pasemos separados no vamos a morir, y nuestra relación está bien, créeme, entre Oliver y yo no hay nada, él es nuevo, solo trato de que se adapte lo mejor posible."
—"¿Me dirías si ya no me quisieras?"— Lowell me mira aún inseguro.
—"Te lo diría."— sonrió.
—"Oye, idiotas, ¿venís o que?"— interrumpe Kevin con su ceño fruncido—. "Tenemos mucho tiempo, pero si preferís daros el lote delante de todos, adelante."
—"Algunos tenemos cosas que hacer."— Natalia se cruza de brazos.
—"Ya vamos, ya vamos, calmaos."— sonríe Lowell.
Me agarra suavemente de la mano, tirando hacia el, mientras caminamos para ir con el grupo, Natalia sonríe, pero Kevin sigue con su expresión malhumorada, Oliver y Claire están apartados, pues no parece que vayan a entrenar.
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