Tras el cumpleaños de Kevin, me levanto de la cama para ir a ver a Lowell a la enfermería, sí, todavía no les he contado a los demás que Lowell y yo nos hemos besado, obvio Natalia lo sabe pero dudo que vaya a decir algo principalmente porque estaba molesta y no sé si le llegue a importar.

—"Hola."— sonrío y me siento en el borde de la cama agarrándole la mano.

—"Oh por favor."— Natalia pone los ojos en blanco.

—"Me alegro que hayas venido."— Lowell sonríe y me devuelve el agarre—. "Hoy podré irme de la enfermería."

—"¡¿Qué?!"— Natalia lo mira con frustración—. "¿Cómo que ya puedes irte y yo qué?"

—"Lo mío son costillas y un brazo roto, lo tuyo es..."— Lowell evita reírse señalando lo obvio.

—"No me hables."— gruñe la castaña.

—"¿Y Claire?"— pregunto.

—"Se fue ayer, solo tenían que curarle el cuello."— Natalia pone los ojos en blanco nuevamente.

—"Oh."— asiento con la cabeza.

—"¿Y por qué estás aquí tan pronto?"— Lowell me mira.

—"Bueno, quería pasarme a saludar."— sonrío.

—"Pues ya has saludado."— Natalia me mira con desdén.

—"Ni caso, ahora está más amargada porque yo me iré antes que ella."— Lowell se burla de Natalia.

—"Cuándo te pille verás."— Natalia frunce el ceño.

—"Un mes se pasa volando."— inclino la cabeza.

—"Habla por ti, Barbie cinturón negro."— Natalia frunce el ceño.

—"Ya me voy, os veo más tarde."— sonrío.

Antes de irme beso suavemente a Lowell, el simplemente sonríe volviéndose algo tímido, Natalia suelta un jadeo exasperado, lo cuál me hace reír, le doy un último beso a Lowell y salgo de la enfermería.

Mientras me acerco a la cafetería para desayunar veo a Ruby y Kevin hablando y riéndose, ¿desde cuándo son tan buenos amigos? creía que se odiaban.

—"¿Y por qué de tan buen humor?"— me acerco a ambos.

—"Nada, lo mismo de todos los días."— se nota en la voz de Ruby que oculta algo.

—"Solo me río porque se cree la mejor y el mejor soy yo."— Kevin sonríe con arrogancia.

—"Ya veo."— les sigo la corriente.

—"¿Y tú qué tal?"— pregunta Ruby algo inusual en ella.

—"Uh... bien."— me encojo de hombros.

—"Kol es tan sexy."— suspira Ruby poniendo los ojos en blanco.

—"Lo tuyo es obsesión."— gruñe Kevin.

—"¿Nos sentamos dónde siempre?"— pregunto.

—"Lo siento mi amor."— se nota que no lo siente—. "Kevin y yo hemos decidido entrenar, solo venimos a por la comida."

—"Sí, lo siento, otro día si eso."— Habla Kevin de forma apresurada.

Vale, aquí pasa algo, ¿Ruby y Kevin pasando tiempo juntos? si son polos opuestos, lo único en común es su arrogancia, aunque ahora que me doy cuenta, es en lo que se parece el cabrón a Katsuki Bakugo.

—"¿A dónde van esos dos?"— Claire se pone a mi lado mirando perpleja el asunto.

—"A entrenar."— dije usando las mismas palabras que Ruby.

—"¿Juntos? eso es... nuevo."— Claire me mira confundida.

—"Y que lo digas."— me cruzo de brazos.

—"Bueno al menos se están llevando bien, ¿no?"— Claire trata de ver el lado positivo.

—"Si, supongo que evitaremos las discusiones absurdas."— me río.

—"¿Has visto a Alexander?"— me mira.

—"No, ¿por qué?"— levanto una ceja.

—"Por nada, solo necesitaba entregarle un trabajo, ya sabes, es nuestro profesor y mentor."— suspira.

—"Alexander es impredecible, ya aparecerá."— le doy un codazo juguetón.

—"Si, cierto, me voy con Kol."— agarra su vaso.

—"¿Con Kol?"— pregunto confusa.

—"Si, quiere que hablemos sobre algo serio."— se encoge de hombros.

Miro a Claire con preocupación pero ella me dedica una sonrisa tranquilizadora, suspiro y sonrío de vuelta.

—"Pues bueno Lyra, a investigar el amuleto."— murmuro para mí misma.

Salgo de la cafetería y me dirijo a la biblioteca. Mientras camino, no puedo evitar pensar en lo que Ruby y Kevin podrían estar tramando juntos. Algo no me cuadra, pero decido centrarme en la tarea que tengo entre manos: investigar el amuleto que encontramos en el laberinto.

La biblioteca está silenciosa como siempre. Camino hacia la sección de libros antiguos y empiezo a buscar información sobre amuletos y rituales. Después de un rato, encuentro un libro que parece prometedor: "Antiguas Artes Oscuras y Amuletos Prohibidos". Me siento en una mesa y comienzo a leer.

El amuleto que tenemos parece ser un objeto de gran poder, usado en rituales para controlar o resucitar a los muertos. Esto confirma nuestras sospechas sobre el profesor Thorne y sus intenciones. Sin embargo, el libro también menciona que destruir un amuleto de este tipo no es tarea fácil. Necesitamos un hechizo específico y una herramienta mágica, probablemente algo similar a la daga ceremonial que ya tenemos.

Justo cuando estoy anotando los detalles importantes, escucho pasos acercándose. Levanto la vista y veo a Alexander entrando en la biblioteca.

—"¡Alexander!"— lo llamo.

—"Lyra, ¿qué haces aquí?"— pregunta acercándose.

—"Sólo una pequeña investigación."— Oculto el libro—. "Claire te estaba buscando."

—"Lo sé, me dió el trabajo que debía revisar, por eso he venido a la biblioteca, espero que tú pequeña investigación vaya bien."— sonríe a la vez que asiente con la cabeza.

Vuelvo a concentrarme en el libro, buscando cualquier pista adicional que pueda ayudarnos a destruir el amuleto de forma segura.

Tras no encontrar absolutamente nada decido salir de la biblioteca, me dirijo a mi habitación compartida, al entrar no veo a Ruby por ningún lado, lo cuál no le sorprende así que miro el cajón que hay a los pies de mi cama, lo abro y saco el amuleto, tras tocarlo mis tímpanos oyen ese zumbido y mi cuerpo se entumece.

Veo una imagen en blanco y negro sobre un bosque dónde hay una ¿explosión? Tras obtener la premonición cómo si de un empujón se tratase me lanza contra la pared dejándome la espalda dolorida.

—"Perra."— gruño desde el suelo.

Me levanto gimiendo por el dolor causado, me acerco al amuleto con cuidado, lo agarro lentamente, una vez en mis manos decido meterlo de nuevo en el cajón.

—"Sabía que te encontraría aquí."— habla Lowell apoyándose en la puerta.

Miro al chico castaño, sonrío al verle, me acerco y lo abrazo con cuidado, pues tiene el brazo escayolado.

—"¿Cómo tienes las costillas?"— pregunto.

—"Duele, pero puedo soportarlo."— me rodea con su brazo bueno.

—"¿Te pondrás bien?"— pregunto preocupada.

—"Lyra, estaré bien, la enfermera dijo que debo seguir yendo hasta que deje de doler."— me aprieta un poco el agarre en la cintura.

—"¿Cómo sabías que estaba aquí?"— lo miro con curiosidad.

—"Bueno, vi a Claire con Kol y a Kevin y Ruby entrenando, tu no estabas con ellos así que lo supuse."— sonríe—. "¿Crees que Claire sale con Kol?"

—"¿Claire y Kol? imposible, son profesor y alumna, por no hablar de que Kol tiene más de mil años."— me río ante su imaginación.

—"Si, Ruby se volvería una loca si Claire sale con su querido vampiro."— se ríe suavemente.

—"No quiero imaginar el desastre que causaría solo por celos y envidia."— sigo riendo.

—"Esa chica está loca."— se ríe un poco más fuerte.

—"Demasiado."— no puedo parar de reír.

Trato de parar de reír, Lowell me sonríe, dejo de reír, lo miro y lentamente unimos nuestros labios, su lengua pide permiso para entrar a mi boca, así que eso hago, le permito el acceso directo, nuestras lenguas se unen en un baile para ver cuál es la lengua dominante, su mano baja desde la cintura hasta mi trasero dándole un ligero apretón.

Seguimos uniéndonos en el beso, mis manos rodean su cuello acercándome más a su cuerpo, mientras su mano sigue apretando ligeramente mi trasero, el beso cada vez es más hambriento pidiendo más y más.

Me separo para coger aire, mientras un hilo de saliva une nuestras lenguas, Lowell sonríe de forma pícara, cierra la puerta de una patada, su agarre en mi trasero se dirige a la cintura, me lanza a la cama poniéndose encima mientras se quita la camisa dejándome ver sus abdominales, su boca se dirige a mi cuello dejando pequeños besos y mordiscos.

Mi cuerpo involuntariamente deja escapar gemidos suaves, Lowell sonríe ante mis sonidos involuntarios, sigue bajando y mordisqueando mi piel dejando sus dientes cómo prueba, cada vez acercándose a mis muslos.

Una vez terminada la actividad placentera me encuentro entre sus brazos, nuestras pieles brillando por el sudor, jadeamos casi sin aire.

—"Eso ha sido... espectacular."— me da un ligero beso en la frente.

—"Idiota."— sonrío.

Lowell simplemente se ríe y me atrapa todavía más entre sus brazos, yo me pongo cómoda sin querer irme o alejarme de su lado, me siento bien.

—"Ojalá esté momento no acabase nunca."— murmuro.

—"¿Y por qué tiene que acabar?"— hay un atisbo de picardía en su voz.

Estoy por responder cuándo mis tímpanos oyen ese zumbido familiar, mi cuerpo se entumece. Una visión en blanco y negro aparece ante mis ojos, en mi premonición veo que estoy colocando el amuleto en un circulo de piedra en medio del bosque.

—"¿Que has visto?"— Lowell me mira preocupado.

—"Sé lo que tenemos que hacer con el amuleto."— lo miro con seriedad.

—"Claro, dime."— se sienta en la cama.

—"En mi premonición estoy sola, ¿debo ir sola?"— pregunto confusa.

—"Bueno, teniendo en cuenta que tus premoniciones suelen acertar, si, ve sola."— me besa la mejilla—. "Ya me dirás cómo ha ido."

Asiento con la cabeza, miro a Lowell vestirse sin prisa, mirándome con una pequeña sonrisa, sigo sus movimientos y me visto rápidamente, beso sus labios durante unos segundos y me voy.

—"Te olvidas de algo."— sonríe.

—"¿El qué?"— lo miro confusa.

—"El amuleto."— señala el cajón.

—"Ah, cierto."— me río.

Abro el cajón, saco el amuleto, lo meto en mis bolsillos, Lowell se ríe mientras niega con la cabeza, estoy por besarle, pero decido no hacerlo así que salgo de mi habitación.

Me voy casi corriendo, miro a Alexander hablar con Claire y Kol, asiento con la cabeza en forma de saludo y Alexander se ríe.

Me dirijo al bosque buscando ese circulo de piedra, pero no veo nada que se le parezca, aunque siento que me he perdido, camino por el bosque sintiendo que estoy dando vueltas en círculos, hasta que finalmente llego al círculo de piedra, en el centro hay un pequeño pilar de piedra, me acerco instintivamente.

—"Espero estar haciendo lo correcto."— murmuro colocando el amuleto en el pequeño pilar.

Durante unos segundos no ocurre nada así que me desanimo cuándo de repente un rayo anaranjado cae impactando contra el amuleto, el impacto me hace caer contra el suelo.

—"¿Qué?"— miro confusa.

El amuleto emite pequeños destellos naranja, cuándo de pronto una enorme explosión de energía sale del amuleto, lanzándome contra uno de los otros pilares de piedra.

No sé cuánto tiempo llevo inconsciente pero al levantarme veo que está anocheciendo, me duele la cabeza, me toco la cabeza pero noto algo caliente entre mis dedos, cuándo miro veo que es sangre.

—"No..."— miro asustada mis dedos.

Escucho aullidos, eso me aterra todavía más, me levanto del suelo adolorida, me dispongo a caminar.

—"Lyra."— Alexander aparece ante mis ojos—. "¿Que ha pasado?"

Miro confusa sobre porque estaría aquí Alexander, se que su poder es la teletransportación pero no creí que saldría de la academia solo para buscarme.

—"Uh..."— Las palabras no salen de mi garganta.

—"Estás sangrando, tengo que llevarte a la enfermería."— se acerca a mí.

Asiento con la cabeza, mi cuerpo se siente débil, pero cuándo veo que Alexander no se mueve, me preocupo, su boca comienza a sangrar.

—"¿Alexander?"— pregunto confusa y asustada.

Cuándo miro su pecho un puño lo está atravesando, pero no un puño cualquiera, no, un hombre lobo. Me cubro la boca con la mano asustada, mi mente revive el recuerdo de Alexandra muerta a manos de un hombre lobo.

—"¡Alexander!"— grito asustada.

—"Se que nunca fui el mejor hermano mayor para tu mejor amiga."— habla débilmente esbozando una sonrisa llena de sangre—. "Pero al menos intenté ser un buen mentor y hermano para ti."

—"No, no, no... no puedes dejarme."— las lágrimas se escapan a mi control.

El puño desaparece, Alexander me mira aún sonriendo y escupiendo sangre, cuándo su cuerpo cae inerte contra el suelo en un ruido sordo, grito de horror, miro al animal salvaje que tengo delante, las lágrimas siguen recorriendo mi rostro, frunzo el ceño y me abalanzo sobre él sin pensar en las consecuencias.

El hombre lobo me agarra del cuello asfixiandome, me cuesta respirar, mis ojos luchan por mantenerse abiertos.

—"Ya puedes estar quitando tus sucias zarpas de mi amiga."— oigo una voz familiar.

Intento mirar pero el agarre es demasiado fuerte, entonces una explosión impacta contra el hombre lobo lanzándolo contra un pilar de piedra haciendo que me suelte y caigo de culo al suelo.

—"Joder, tía ya te vale siempre yendo por libre."— Ruby se acerca a mí lado.

—"¿Y ese cadáver?"— comenta Kevin mirando a Alexander.

—"Es Alexander."— murmuro.

—"Ah."— Ruby responde con indiferencia.

—"Cuidado ahí viene la loca."— Kevin lanza una explosión al hombre lobo.

Miro el cadáver de Alexander sintiendo ganas de llorar por la impotencia de no haber hecho nada.

—"Sentí la tensión y vine tan rápido cómo pude."— responde Natalia.

—"¿Tú no deberías estar en la enfermería?"— pregunta Kevin.

—"La he traído yo."— responde Claire.

—"Pues ya estamos todos."— Lowell se agacha para mirar a Alexander.

—"Que bonita reunión alrededor de un cadáver."— comenta Ruby con sarcasmo.

—"Tengo algo que decir."— interrumpe Natalia—. "Soy lesbiana."

—"¿Estamos en un momento dónde vamos a compartir todos nuestros secretos?"— pregunta Ruby con más sarcasmo—. "Porque si es así, yo admito que amo a Kol."

—"Eso no es amor, es obsesión y ya lo sabíamos."— Kevin pone los ojos en blanco.

—"¿Me habéis ignorado?"— Natalia entrecierra los ojos.

—"Ah, no, ya lo sabíamos."—habla Ruby restándole importancia.

—"¿Qué?"— Natalia nos mira con confusión.

—"Creo que deberíamos volver para informar de lo sucedido con Alexander."— interviene Claire preocupada.

—"Sí."— responde Lowell.

Se van caminando, yo miro el cadáver por última vez mientras me voy junto a ellos sintiendo un dolor en el pecho opresivo.