Mientras busco a Ruby ya que los demás confían demasiado en mi, Ruby y yo ya no somos las amigas que solíamos ser, ella ha tomado sus decisiones, y yo las mías, siempre creí que Natalia y yo nunca llegaríamos a llevarnos bien, pero ahora ella es una parte de mi que no puedo negar.

Cuánto más camino más me acerco a Ruby, que está sentada en una mesa con un chupachups en la boca.

—"¿Necesitas algo?"— levanta una ceja a la vez que se quita el chupachups para hablar.

—"Sí, necesitamos hablar."— respondo, intentando mantener la calma en mi tono mientras me acerco—. "Sobre Kol, sobre por qué estás realmente aquí, y sobre lo que planeas hacer."

Ruby sonríe, casi como si encontrara divertida mi seriedad—. "Vaya, Lyra, vienes muy directa. Pensaba que te tomarías un momento para hablar del tiempo o algo así."

—"No estoy aquí para jugar, Ruby."— digo, deteniéndome justo frente a ella y cruzando los brazos—. "Todo esto es demasiado importante, y tú lo sabes. Si realmente estás aquí para ayudarnos, entonces háblame claro. No puedo seguir en esta incertidumbre."

Ella suspira, como si mi insistencia fuera una carga para ella—. "Ay, siempre tan correcta, Lyra. Supongo que es por eso que Kol te ve cómo una 'amenaza'."

Frunzo el ceño, sorprendida—. "¿Una amenaza? ¿Por qué?"

Ruby se encoge de hombros, girando el chupachups en su boca antes de hablar—. "Bueno, en realidad, él piensa que eres una mosca molesta, pero una que podría picar en el lugar incorrecto y fastidiarle los planes. Y eso, querida, te convierte en una amenaza."

—"¿Y tú qué piensas?"— le pregunto, inclinándome un poco hacia ella—. "¿Soy una amenaza para Kol, o solo una chica que intenta entender lo que está pasando?"

Ruby se queda en silencio por un momento, observándome como si evaluara algo en mi rostro—. "Creo que eres demasiado blanda para ser una amenaza real. Pero eso es lo que me preocupa, Lyra. En este mundo, ser blanda puede hacer que te quiebres, y no quiero que te rompas... no antes de que todo esto termine, al menos."

—"¿Por qué Kol te ha mandado a vigilarme, entonces?"— la interrumpo, sintiendo que la conversación se desvíe hacia una dirección más personal—. "No soy tan especial como para que él deba preocuparse tanto por mí."

Ruby se ríe entre dientes—. "Claro que no lo eres, cielo. Pero no se trata de ti. Se trata de lo que podrías provocar, de las personas que te rodean, y de las decisiones que podrías tomar. Kol quiere mantener el control, y tú eres un factor impredecible."

Me detengo un momento para asimilar sus palabras, sintiendo un nudo de preocupación en el pecho—. "Entonces, ¿eso significa que estás aquí para evitar que interfiera en sus planes?"

Ruby ladea la cabeza, mirándome con una expresión que mezcla cansancio y diversión—. "Digamos que estoy aquí para mantener el equilibrio, Lyra. No me malinterpretes, no tengo intenciones de fastidiaros, pero tampoco puedo dejar que echéis a perder lo que Kol está intentando lograr. Si eso significa ponerte límites, pues aquí estoy para hacerlo."

—"¿Y cuál es ese gran plan de Kol, Ruby?"— insisto, sintiendo que se me acaba la paciencia—. "¿Por qué todo este juego de sombras y secretos? ¿Por qué traer de vuelta a alguien que todos creíamos muerto?"

Ruby guarda silencio por un momento, y por un segundo creo ver una sombra de duda en su rostro antes de que vuelva a sonreír de manera despreocupada—. "¿Por qué? Porque es Kol, Lyra. Siempre tiene un plan. Y yo... bueno, yo me adapto. Es lo que hago mejor."

—"Eso no me dice nada."— replico con frustración, dando un paso más cerca de ella—. "Quiero saber si estás de nuestro lado o si eres solo una pieza más en el juego de Kol. Porque, Ruby, si estás mintiendo sobre tus intenciones, no voy a permitir que nos hagas daño."

Ruby me observa con una intensidad que no le había visto antes, su expresión finalmente perdiendo la diversión—. "Y tú, Lyra, ¿qué harás si descubres que no estoy de vuestro lado? ¿Realmente tienes lo que hace falta para enfrentarte a mí?"

—"No lo sé."— admito, sintiendo la tensión en mi pecho, pero sin apartar la mirada de la suya—. "Pero eso no significa que no lo intente. Si tengo que proteger a los demás de ti y de Kol, lo haré."

Por un momento, el silencio entre nosotras es denso, lleno de palabras no dichas y de viejos recuerdos. Finalmente, Ruby se pone de pie, dejando el chupachups en la mesa y acercándose a mí, hasta que casi puedo sentir su aliento en mi rostro.

—"Espero que no llegue a eso, Lyra."—  su voz es desafiante—. "Además, no puedes contra mí."

—"Lo que tú digas, pero ya que no vas a responder mis preguntas, al menos tengamos una conversación cómo en los viejos tiempos."— sugiero cruzándome de brazos.

—"¿Vamos a empezar a hablar de cotilleos?"— levanta una ceja con una sonrisa.

—"Si, lo que tanto te gusta."— sonrío.

—"Bien, si tanto quieres hablar, cuéntame tus problemas, seré tu psicóloga personal, cómo siempre."— vuelve hacia su chupachups.

—"Mis problemas, eh."— sonrío, aunque hay un toque de amargura en mi expresión—. "No sé si eres la más indicada para escuchar, pero supongo que hay muchas cosas de las que ya estás enterada, ¿no? Como lo de Natalia. Nunca pensé que terminaría confiando en ella... pero es extraño. Es como si me entendiera de una manera que nadie más lo hace."

Ruby suelta una risita, girando el chupachups en su boca—. "Ah, claro, la ex enemiga convertida en aliada. Es un clásico. ¿Y qué dice de tu 'hermana' de antaño? Supongo que Natalia también te ha dado consejos sobre cómo lidiar conmigo."

—"No es exactamente así. De hecho, ella cree que debería mantener las cosas simples, no dejarme enredar en tus juegos."— la miro con seriedad—. "Pero no se trata solo de eso, Ruby. No todo es blanco y negro. Hay cosas que, a pesar de todo, sigo queriendo entender de ti. De nosotras. ¿Qué fue lo que pasó entre nosotras, Ruby? ¿En qué momento nos volvimos... esto?"

Ruby me observa, y durante un segundo, la veo vacilar—. "Supongo que la respuesta fácil sería decir que crecimos, que tomamos caminos diferentes. Que tú decidiste ser la heroína, y yo... bueno, yo no."— Se encoge de hombros, tratando de quitarle peso a sus palabras—. "Aunque, si me preguntas, creo que siempre fuiste demasiado ingenua, Lyra. Siempre pensando que había una forma correcta de hacer las cosas."

—"¿Y tú qué, Ruby? Siempre actuando como si nada te importara, pero... sé que no es así."— susurro, con una suavidad que casi me sorprende—. "Tal vez no siempre fui la mejor amiga, tal vez cometí errores, pero no me digas que no importaba. Porque entonces, ¿qué estamos haciendo aquí, hablando como si nos conociéramos aún?"

Ruby guarda silencio, su expresión volviéndose más seria, la diversión desapareciendo de sus ojos por un momento—. "Sabes, Lyra, a veces pienso que me quedé demasiado tiempo en ese lugar, en ese papel que me asignaron. Y, de alguna manera, tú sigues siendo la única que me mira como si pudiera ser algo más. Pero lo que no entiendes es que a veces uno se cansa de intentarlo, de intentar encajar en un mundo que ya no le pertenece."

—"Eso suena a excusa, Ruby. Todos estamos intentando encontrar nuestro lugar, todos lidiamos con eso. Pero, ¿sabes? No tienes que hacerlo sola. Nunca tuviste que hacerlo sola."— las palabras salen de mi boca antes de que pueda detenerlas, una parte de mí queriendo creer que todavía hay algo de la antigua Ruby en ella.

Ella se ríe, pero su risa suena más triste que divertida—. "Siempre tan idealista. Pero, Lyra, yo ya elegí mi camino. Y tú has elegido el tuyo. Supongo que es inevitable que nuestras decisiones choquen. Pero, eh, aquí estoy, escuchando tus problemas. Así que, ¿qué más tienes para mí, mi querida 'protegida'?"

—"Tengo más dudas que respuestas."— admito, sintiendo que mi voz se vuelve un susurro—. "Y no sé si alguna vez podré entender realmente todo esto. Pero no quiero perder a alguien más, Ruby. Ya he perdido a demasiadas personas. Si hay una forma de que sigas siendo parte de esto, de nuestras vidas... quiero saberla."

—"Si tienes más cotilleos que compartir, adelante, soy toda oídos."— relame el chupachups antes de hablar.— "Y no, yo ya no formo parte de tu grupito idealista, lo siento, guapa, pero yo soy diferente, no soy una villana de cuento, soy una antihéroe."

—"Claro."— suspiro dudando si compartir está duda—. "Creo que a Lowell le gusta Claire, le he visto coquetear con ella, aunque solo fue una vez."

—"Ay ajá."— pone los ojos en blanco—. "Lowell es tu novio, querida, no va a cambiarte por Claire, te lo digo yo, y además solo fue un cumplido hacia su ojo, no es algo importante."

—"¿Cómo sabes eso?"— miro confundida.

—"Estuve ahí, entre las sombras, así que escuché y vi la conversación."— sonríe—. "Y ahora mismo estaba vigilando a Kevin, que está entrenando, cómo siempre, ese chico es muy previsible."

—"Alguien exaltado no es previsible."— frunzo el ceño.

—"Puede que para ti no."— pone los ojos en blanco.— "Pero lo es, siempre que se enfada se va a entrenar, o sino está metiéndose con alguien para satisfacer su ego."

—"¿Y tú crees que lo conoces tan bien?"— digo, tratando de entender cuál es la verdadera posición de Ruby en todo esto—. "Porque si estás tan segura de lo que va a hacer, entonces... ¿por qué te preocupa que pueda interferir con Kol o contigo?"

Ruby se encoge de hombros, mirando su chupachups como si la respuesta estuviera ahí—. "Kevin tiene sus momentos, pero cuando se obsesiona con algo, se vuelve peligroso. No es tanto que sea imprevisible, sino que cuando decide algo, lo hace a lo grande, y eso puede arruinar los planes de cualquiera, incluido Kol. Así que sí, estoy aquí para asegurarme de que no se descontrole. Y, además, ¿por qué no? Me gusta tener a alguien a quien molestar de vez en cuando."

—"¿Así que solo estás jugando con nosotros, Ruby?"— replico, tratando de contener la frustración que hierve en mi interior—. "Todo esto, tus comentarios sarcásticos, tus juegos de sombras... ¿es solo una forma de entretenerte mientras mantienes el equilibrio para Kol?"

Ella sonríe de nuevo, pero esta vez hay algo más oscuro en su expresión—. "No todo es un juego, Lyra. Pero hay que encontrar diversión en algún lado, ¿no? No voy a disculparme por lo que hago. Y tú tampoco deberías sentirte culpable por tus decisiones."

—"No me siento culpable."— le respondo con firmeza—. "Pero sí estoy cansada de sentir que todos tienen una agenda oculta. ¿Es tan difícil ser honesta, Ruby? ¿Decir las cosas como son?"

Ruby ladea la cabeza, mirándome con un interés genuino por un instante—. "La honestidad... nunca fue algo que me sirviera de mucho. Pero mira, Lyra, tal vez te deba un poco de eso. Te diré una cosa: no estoy aquí solo por Kol. Parte de mí... parte de mí todavía quiere ver si hay algo que valga la pena en todo esto, en ti, en ellos."— Su voz se suaviza, como si estuviera confesando algo que le cuesta decir.

Me quedo en silencio, sorprendida por su apertura inesperada. La veo por un momento, tratando de encontrar a la Ruby que solía ser mi amiga en algún rincón de sus ojos—. "¿Eso significa que hay una parte de ti que aún cree en nosotras? En lo que alguna vez tuvimos."

Ruby suelta una carcajada amarga—. "No te hagas ilusiones, Lyra. El pasado es el pasado, y yo no soy la misma de antes. Pero... digamos que no quiero verte caer tan rápido. Así que, por ahora, seguiré vigilando, y tú seguirás tratando de descubrir qué diablos pasa. ¿Te parece justo?"

—"No es justo, pero al menos es algo."— admito, sintiendo un extraño alivio al saber que, al menos, la sinceridad está presente en este intercambio.

Ruby me sonríe de lado, como si la idea de nuestra extraña tregua le resultara entretenida—. "Bien, entonces déjame darte un consejo: no dejes que la incertidumbre te paralice. Porque aunque yo esté aquí para poner límites, el verdadero peligro no soy yo. Y lo sabes, Lyra. Así que no pierdas de vista a los demás."

—"Nunca lo hago."— le aseguro, sintiendo que hay algo en sus palabras que lleva más peso del que quisiera admitir.

—"Lo sé. Por eso sigues siendo tú."— concluye Ruby, antes de volver a morder su chupachups y caminar en la dirección opuesta, dejándome con más preguntas que respuestas, pero con la sensación de que, aunque hay una grieta entre nosotras, todavía hay algo que la mantiene unida.

—"Ruby."— hablo una vez más.

La pelirroja se queda de pie, se da la vuelta para mirarme y se acerca de nuevo con una ceja levantada.

—"¿Qué hay entre Kol y tú?"— pregunto.

—"Puro placer."— sonríe tras quitarse el chupachups.

—"¿Eh?"— le miro confusa.

—"Entre nosotros solo hay sexo, besos y lo que tú mente llegue a imaginar."— se encoge de hombros—. "Y por cierto, cuándo alguien intente controlarme, la próxima vez no m contendré y su cabeza saldrá disparada por los aires."

—"¿A qué vine eso?"— levanto una ceja.

—"Ya lo averiguarás."— hace el amago de irse, pero me mira.— "Pero te diré, que hay cosas que no son lo que parecen, y Lowell no coquetea con Claire, pero si te lo digo todo esto acabaría demasiado rápido y no quiero perderme la diversión."

Ahora sí, Ruby se marcha con su chupachups, entonces mi mente vuelve a los hombres lobo que mataron a Alexandra y Alexander, pero me sorprende que hay gente desapareciendo y ni siquiera sabemos nada de eso.

—"Lyra."— Oliver se acerca a mi.

—"¿Si?"— me doy la vuelta para mirarlo.

—"Han desaparecido más alumnos."— explica.

—"¿Que?"— mi confusión aumenta.

—"Se que Armand puso sus nuevas reglas hace ya meses, porque hay gente desapareciendo, pero está vez es Claire quien ha desaparecido."— Oliver me mira preocupado.

Lo miro en shock, hasta ahora eran estudiantes ajenos a nuestro círculo, ahora han secuestrado a alguien de nuestro círculo, esto demuestra que ya vienen a por nosotros.