Tras la competición me voy a la enfermería a ver cómo se encuentran Natalia y Lowell. El chico tiene una venda en el abdomen y un yeso en el brazo, mientras que Natalia tiene la mitad de la cara vendada, los dos brazos con un yeso y la pierna en alto.

—"¿Que haces aquí?"— murmura Lowell de forma débil.

—"Sólo quería saber cómo estabais."— agarro su mano suavemente.

—"Yo bien, gracias por preocuparte Lyra."— la mano de Lowell me agarra con todas las fuerzas posibles.

—"¿Y Natalia?"— miro a la castaña que está tumbada en una cama a su lado.

—"Estable."— murmura.

—"¿Estás bien?"— lo miro con preocupación.

—"Sí."— su voz suena igual de débil—. "Sólo desearía que las cosas hubieran sido diferentes."

—"Ojalá haber tenido una premonición."— acaricio su mano.

—"No es tu culpa."— esboza una débil sonrisa.

—"Pero podría haber hecho algo para advertirte."— lo miro apenada.

—"Si vais a tener un momento romántico hacedlo en otro lado."— habla Natalia con su voz malhumorada mirándonos.

—"¿Estás bien?"— miro a Natalia.

—"No hagas cómo que te preocupas por mí."— pone los ojos en blanco.

—"Lyra, ¿y los demás?"— pregunta Lowell mirando alrededor.

—"Claire sigue con Kol bajo si vigilancia."— empiezo por lo más fácil—. "Pero Ruby y Kevin... no sé dónde están."

—"Genial, somos cómo la peste para esos dos."— gruñe Natalia frustrada.

—"¿Queréis que vaya a buscarlos?"— pregunto.

—"No..."— noto la decepción en los ojos de Lowell.

—"Seguramente a Ruby ni le importe."— Natalia mira hacía otro lado.

—"Vosotros tratad de recuperaros, yo tengo asuntos que atender."— trato de relajarlos.

—"Si, lo que sea."— gruñe Natalia.

No puedo evitarlo, miro a Lowell y siento la necesidad... así que tan rápido cómo aparece en mi mente acerco mis labios a los suyos. Lowell parece sorprendido al principio, pero no se aparta. Sus labios se encuentran con los míos en un beso suave. A pesar de su debilidad, él responde con ternura, cerrando los ojos y disfrutando del momento.

—"¡Oh, por favor!"— exclama Natalia con fastidio, mirando hacia otro lado—. "Esto es ridículo."

Me aparto de Lowell con una sonrisa tímida y una sensación de calidez en mi pecho. Lowell me mira con ojos brillantes, una débil sonrisa en su rostro a pesar del dolor evidente.

—"Gracias, Lyra,"— murmura Lowell—. "Eso... eso significa mucho para mí."

—"Sí, bueno, si ya habéis acabado de jugar a los enamorados, ¿puedes salir y dejarme descansar?"— gruñe Natalia, visiblemente molesta.

—"Natalia, por favor,"— dice Lowell con un suspiro—. "Lyra solo quería asegurarse de que estamos bien."

—"No necesito su compasión,"— responde Natalia fríamente—. "Ni la tuya, Lowell."

Miro a Natalia con compasión, entendiendo que su ira viene del dolor y la frustración.

—"Voy a dejaros descansar,"— dice Lyra suavemente, soltando la mano de Lowell—. "Prometo que volveré a visitaros más tarde."

Lowell asiente con una mirada de gratitud, mientras que Natalia simplemente se da la vuelta, claramente queriendo estar sola.

Cuando salgo de la enfermería, siento un nudo en el estómago. No puede evitar preocuparme por mis amigos, pero debo recuperar la daga ceremonial y necesito a Ruby y Kevin.

Camino por la academia buscando cualquier rastro de eso dos pero una puerta estalla en mil pedazos, entonces pongo los ojos en blanco, me asomo y veo a Ruby cerrando la mano en un puño.

—"Pobre puerta."— entro a la cafetería.

—"Ah, eres tú."— me mira de arriba abajo.

—"Necesito tu ayuda."— intento rogar.

—"Todos la necesitan, querida, pero no eres una prioridad."— sonríe.

—"Vas a ayudarme quieras o no."— frunzo el ceño.

Veo a Ruby sorprendida por primera vez, pero eso no dura mucho, pues si expresión cambia a una más confiada y con una sonrisa arrogante.

—"¿Y sino qué?"— se acerca desafiante—."No puedes contra mí, ni siquiera tienes poder, eres inútil, no sirves para absolutamente nada."

Contengo mi frustración, se que Ruby es así, mantengo la calma, pero esa sonrisa arrogante, no aguanto más y le suelto una bofetada.

—"¿Tengo o no tengo poder?"— sonrío.

—"Maldita niña."— gruñe frunciendo el ceño.

—"Eso a sido increíble."— aplaude Kevin apoyado en el marco de la puerta.

—"Genial, el que faltaba."— la pelirroja pone los ojos en blanco.

—"Vosotros dos os venís conmigo, ahora mismo."— ordeno.

—"Podrás mandar sobre la inútil, pero no sobre mi."— Kevin se cruza de brazos.

—"Vuelve a llamarme inútil y te reviento."— Ruby se cruza de brazos.

—"¿Crees que me das miedo?"— Kevin levanta una ceja.

—"Deberías temerme."— comenta con su arrogancia habitual.

—"Sigo aquí."— trato de hacerles ver que no me he ido.

—"¿Y?"— pregunta Kevin con desdén.

—"Lyra, esto no va contigo, no te entrometas."— Ruby sigue mirando a Kevin.

—"Lo que sea que estéis haciendo puede esperar, os necesito, vamos a recuperar la daga ceremonial."— ordenó para que me hagan caso.

—"¿Y crees que vamos a ayudarte a colarte en el despacho de un profesor?"— pregunta Ruby alzando una ceja y mirándome.

—"Habla por ti, yo pienso ayudar."— sonríe Kevin claramente tratando de irritar más a Ruby.

—"¿Que tú que?"— la pelirroja mira con incredulidad al chico explosivo—. "Si va él voy yo."

—"Ya veo que tengo vuestra atención."— pongo los ojos en blanco.

Me dispongo a caminar hacia el despacho de Kol, Ruby y Kol siguen discutiendo entre ellos por el sarcasmo de Ruby y la ira de Kevin.

Llamo a la puerta, Ruby se cruza de brazos mientras que Kevin se apoya contra la pared. Cuándo la puerta se abre le hago una señal a Ruby, la pelirroja abre las manos y asiente con la cabeza dándome permiso para entrar pero cuándo entro veo a Claire en el suelo y Kol me mira con clara molestia.

—"¿Que crees que haces?"— pregunta mirándome mientras se limpia la boca de sangre—. "¿De verdad creías que podías paralizar mi despacho, Ruby?"

Me quedo en shock, ¿cómo lo ha sabido? entonces tanto Ruby cómo Kevin entran al despacho, Kevin mirando de forma desafiante a Kol, mientras que Ruby pone si habitual expresión enamorada hacía el vampiro cómo siempre, los dos ignoran a Claire tirada en el suelo.

—"¿Por qué está Claire en el suelo?"— pregunto para que mis amigos miren a la chica.

—"¿Y a quién le importa?"— responde Ruby—. "Es irrelevante."

Miro con incredulidad a Ruby, sé que ella es indiferente, pero esto es nuevo, miro a Kevin, el cuál parece relajado, eso no es normal, entonces miro a Kol, parece demasiado tranquilo.

—"Me he alimentado de Claire."— comienza Kol con tranquilidad—. "Cómo sabrás los vampiros necesitamos sangre para sobrevivir. Yo tengo un permiso especial para alimentarme de alumnos o profesores en caso de hambre extrema, pero Claire... no fue por hambre, fue por dejarla fuera de este juego y puedo usar esa excusa y todos me creerían."

—"¡Eres cruel!"— grito de ira.

—"Querida, soy un vampiro, claro que soy cruel."— su sonrisa se vuelve malévola.

—"¿Que les pasa a Kevin y Ruby?"— pregunto mirando a ambos.

—"Son mis marionetas ahora."— si sonrisa no se desvanece.

—"Control mental."— murmuro.

—"Oí toda vuestra conversación, Ruby y Kevin no son precisamente los más silenciosos, tengo oído vampírico."— sigue sin inmutarse—. "Y al ser los más poderosos he decidido tenerlos bajo mi control. Veamos, ¿que puedo hacer con mis nuevos juguetes? ¿Hacer que se maten entre ellos? no, no, eso será aburrido... juguetes... matad a Lyra."

—"¡¿Qué?!"— lo miro atónita—. "No harán eso, son mis amigos."

—"Olvidas una cosa querida."— su sonrisa se hace más grande—. "Son crueles por naturaleza."

Miro a Ruby, parece tranquila algo normal, pero en cambio Kol está aún más tranquilo, no me gusta, no me gusta ni un pelo, me pongo a correr saliendo del despacho, pero mi cuerpo queda inmóvil, inerte en el mismo sitio.

—"Pobre cosita."— oigo los pasos de Ruby acercarse.

—"Vamos a matarla."— habla Kevin con una pequeña risa.

Intento moverme pero es inútil, la inmovilización molecular de Ruby no se va a ir a menos que pase el tiempo límite o Ruby decida quitarlo.

—"¿Que deberíamos hacer primero?"— Ruby da vueltas sobre mi.

—"Déjate de cuentos y matala ya."— responde Kevin impaciente.

—"Quiero oír sus últimas palabras."— Ruby sonríe.

De pronto puedo mover mi cabeza, miro a ambos de forma desesperada, veo de reojo el despacho de Kol, del cuál Kol sale con Claire en brazos, frunzo el ceño, hasta que Kevin me agarra del pelo y tira de él hacía atrás, haciéndome daño.

—"¿Que hacemos contigo insecto?"— el agarre de Kevin es más fuerte cada vez.

—"Chicos tenéis que despertar, no sois vosotros."— suplico.

—"Que cosita tan graciosa."— comenta Ruby con sarcasmo.

—"¡Por favor!"— grito desesperada.

—"Voy a matarla."— la mano de Kevin suelta pequeñas explosiones.

De pronto Kevin recibe una explosión convirtiéndose en humo, miro a Ruby la cuál le pasa lo mismo.

—"Serás tonta."— oigo una voz familiar acercándose—. "¿Cómo te atreves a confundirme con alguien más fea que yo?"

Me doy la vuelta y veo a Ruby, no entiendo nada, del despacho de Kol sale Kevin con la daga ceremonial, pero está con su habitual expresión de malhumor.

—"Creía que Kol os tenía bajo su influencia."— respondo recuperándome del susto.

—"Eh... No."— responde Ruby agarrándome la mano.

—"Tenemos la daga ceremonial, ¿ahora qué?"— pregunta Kevin cruzándose de brazos.

—"¿Vais a decirme que acaba de pasar?"— señalo el humo a mi lado.

—"Que te hemos salvado la vida, no nos des las gracias."— responde Ruby con su habitual arrogancia.

—"Deja de idolatrarte, tenemos que ir a por el vampiro."— exige Kevin.

—"¿Recuerdas cuándo te he dado una bofetada hace unos minutos atrás?"— pregunto mirando a Ruby.

—"¿Me diste una bofetada?"— pregunta ofendida.

Sólo por esa reacción se que es la auténtica Ruby, y que él es el auténtico Kevin, pero si ellos dos son auténticos, ¿quiénes eran esas personas parecidas a ellos?

—"Venga vámonos."— ordena Kevin.

—"Ya empieza."— Ruby lo sigue.

—"Me alegro de que seáis vosotros."— sonrío.

—"Está claro que eres demasiado tonta cómo para diferenciarnos."— gruñe Kevin.

—"¿Y que eran esas cosas?"— pregunto.

—"Personas sombra."— responde Ruby cómo si fuera la cosa más normal.

Nos vamos corriendo por el pasillo que se fue Kol con Claire en brazos, pero antes de llegar, Alexander está fuera de una puerta con los brazos cruzados, cuándo nos ve frunce el ceño.

—"¿En serio chicos?"—. Nos regaña Alexander—. "¿Era necesario colaros en el despacho de Kol?"

—"Sí, Alexander, era necesario,"— responde Ruby con impaciencia—. "Kol tenía algo que nosotros queríamos recuperar y ha estado manipulando a todos."

—"¿Manipulando a todos?"— Alexander frunce aún más el ceño—. "¿Qué quieres decir con eso?"

—"Kol tiene el control mental sobre varios estudiantes,"— explico rápidamente—. "Y se ha estado alimentando de Claire para mantenerla fuera de juego."

Alexander asiente, aunque sigue con cara de preocupación.

—"Y la daga ceremonial,"— añade Kevin mostrándola—. "Era lo que estábamos buscando y lo que Kol nos arrebató."

—"Entiendo,"— dice Alexander finalmente, suspirando—. "Pero no podéis ir por la academia como si fuera el salvaje oeste."

—"Lo sabemos,"— dice Ruby con una mirada seria—. "Pero no podíamos esperar más. ¿Dónde está Kol ahora?"

—"Lo último que supe es que iba hacia la enfermería,"— responde Alexander, señalando hacia el pasillo—. "Pero tened cuidado."

—"Gracias, Alexander,"— digo, agradecida por la información.

—"¿Vienes con nosotros?"— pregunta Kevin.

Alexander parece considerar la idea por un momento, luego asiente.

—"No."— Alexander se marcha caminando frustrado.

Rápidamente nos vamos corriendo a la enfermería, cuándo llegamos vemos a Claire siendo tratada, pero no rastro de Kol, entonces miro a Lowell y Natalia que nos miran con confusión.