Capítulo 10: Los Juegos de la Amistad
—"¿Qué has visto?"— pregunta Claire en un susurro, sus ojos llenos de preocupación mientras me mira fijamente.
Tomo un momento para ordenar mis pensamientos, todavía aturdida por la intensidad de la premonición. Las imágenes siguen danzando en mi mente, claras pero confusas al mismo tiempo.
—"Motocross... tiro con arco... y patinaje,"— murmuro, apoyando la frente en mis manos—. "Eran como... competencias, pero todo en blanco y negro. No sé qué significa, pero sentí una tensión enorme. Algo estaba a punto de salir mal."
Claire frunce el ceño y asiente lentamente, como si intentara procesar lo que le acabo de decir.
—"Podrían ser algunas de las pruebas de los Juegos,"— sugiere en voz baja, echando una rápida mirada hacia los otros estudiantes, asegurándose de que nadie nos escucha—. "Pero esa sensación que describes... no suena como si solo fueran competencias."
Levanto la cabeza y la miro, sintiendo el eco de aquella sensación extraña en el estómago. La misma inquietud que he estado arrastrando todo el día.
—"No lo sé. Solo sé que algo va a pasar,"— susurro, tratando de contener el temblor en mi voz—. "Y no parece que sea algo bueno."
Claire se queda en silencio, claramente afectada por lo que he dicho. Luego, me toma suavemente de la mano, apretándola con fuerza.
—"No estás sola en esto, Lyra,"— dice con seriedad—. "Lo enfrentaremos juntas, como siempre. Si algo va mal en los Juegos, nos protegeremos entre todos."
Su gesto y sus palabras me reconfortan un poco, aunque la sensación de inquietud no desaparece del todo. Aprieto su mano en señal de agradecimiento y trato de centrarme en lo que está por venir.
—"Gracias, Claire."— susurro—. "Pero, ¿qué hacemos? No puedo ignorar esta premonición, pero tampoco sé exactamente qué es lo que va a pasar."
Claire se queda pensativa por un momento, mordiendo su labio inferior, un gesto que hace cuando está concentrada.
—"Podemos estar atentas."— sugiere—. "Si esas pruebas están relacionadas con los Juegos, quizás podamos adelantarnos a lo que sea que esté por suceder. Si hay alguna señal de que algo va mal, actuamos antes de que ocurra."
Asiento lentamente, apreciando su pragmatismo. Ella siempre ha sido buena para mantenerse calmada bajo presión, algo que necesito ahora más que nunca.
—"Tienes razón."— respondo—. "Pero también necesitamos avisar a los demás. No puedo mantener esto en secreto, al menos no con ellos. Si algo pasa, todos estamos en peligro."
Claire asiente, aunque sus ojos reflejan una leve preocupación.
—"Sí, pero hazlo con cuidado. Sabes que algunos de ellos... bueno, podrían tomárselo de diferentes maneras,"— dice, lanzando una mirada rápida hacia el lugar donde está sentado Kevin, su ceño aún fruncido.
—"Lo sé."— suspiro—. "Kevin probablemente dirá que me estoy preocupando por nada, y Oliver... bueno, siempre tiene sus propias ideas sobre todo."
Claire sonríe ligeramente, pero su expresión vuelve a la seriedad rápidamente.
—"Aun así, es mejor que sepan lo que has visto."— dice con firmeza. "Si hay algo que podamos hacer, necesitamos estar preparados. No quiero que nos pille por sorpresa."
Justo en ese momento, el profesor entra al aula, comenzando la clase. Claire me suelta la mano suavemente, y ambas tratamos de centrarnos en la lección, aunque mi mente sigue vagando hacia la premonición. Las imágenes del motocross, el tiro con arco y el patinaje giran en mi cabeza, cada una más inquietante que la anterior. No puedo evitar sentir que esta es solo una pequeña parte de algo mucho más grande, y que muy pronto se desatará algo que cambiará todo.
Mientras las horas pasan, me doy cuenta de que tengo que hacer algo. Hablar con los demás es un buen primer paso, pero también tengo que estar lista para lo que sea que venga. Aunque aún no entiendo completamente lo que vi, no puedo quedarme de brazos cruzados esperando que todo salga mal.
Cuando la campana finalmente suena, recojo mis cosas y me giro hacia Claire.
—"Voy a hablar con los demás después de clase."— le digo en voz baja—. "Nos vemos en el almuerzo."
Claire asiente, su expresión seria.
—"Ten cuidado, Lyra."— me advierte—. "Esto podría ser más complicado de lo que pensamos."
Le doy una sonrisa rápida antes de salir del aula, mis pensamientos ya enfocados en cómo voy a explicarles todo a los demás. Sabía que los Juegos de la Amistad serían complicados, pero ahora siento que estamos a punto de entrar en algo mucho más peligroso.
—"Lowell."— me acerco a él corriendo cuándo está entrando a la cafetería.
—"¿Mhm?"— murmura dándose la vuelta.
—"Tengo algo que decirte."— digo recuperando el aliento.
—"¿Qué es?"— frunce ligeramente el ceño con una mirada preocupada.
—"No es nada entre nosotros, no te preocupes, es sobre los juegos de la amistad."— trato de aliviar sus preocupaciones.
—"¿Qué pasa con eso?"— camina hacia una mesa vacía.
—"He visto las pruebas."— murmuro.
—"¿Has tenido una premonición?"— me mira curioso.— "Pues espero que no me sitúe en el terreno de juego."
—"Ya lo creo que te sitúa en el terreno de juego."— Habla Natalia acercándose con una sonrisa.
—"Para que abriré la boca."— Lowell pone los ojos en blanco.
—"Relax, son pruebas fáciles."— Natalia toma asiento a mí lado.
—"¿Cómo lo sabes?"— pregunto.
—"Porque he ido a curiosear."— se encoge de hombros.
—"El caso, las pruebas son motocross, patinaje y tiro con arco."— vuelvo al tema principal.
—"¿Espera qué?"— Lowell nos mira perplejo.
—"Lo vamos a pasar genial."— sonríe Natalia.
—"¿Y dónde iremos nosotros?"— pregunta Lowell.
—"Primero hay pruebas para saber la atención que hemos prestado a las clases, y dependiendo de eso, los concursantes que pasen irán a la competición esa."— comenta Natalia despreocupada.
—"Atención alumnos, la primera prueba de los juegos de la amistad está por comenzar, dirigios a la entrada principal de la academia."— anuncian por megafonía.
Lowell suspira y se levanta de la mesa, tomando su bandeja de comida sin mucho entusiasmo.
—"¿Sabes? Me gustaban más los juegos cuando eran solo para diversión. Ahora parece que nos jugamos algo importante."— comenta con tono irónico, aunque se nota el nerviosismo en su mirada.
Natalia ríe suavemente, encogiéndose de hombros.
—"Siempre hay un giro inesperado en estos eventos."— dice, levantándose con energía—. "Pero es lo que hace que valga la pena, ¿no crees?"
Yo, por mi parte, no puedo evitar sentir el peso de la premonición mientras me levanto. La tensión en el aire es palpable, como si cada segundo nos acercara más a ese momento crucial que había visto en mi visión.
—"Tened cuidado, por favor."— les digo, mi voz cargada de preocupación—. "No sé qué tan literal sea lo que vi, pero algo no me deja tranquila. No es solo una competencia."
Lowell me mira, intentando sonreír, pero la preocupación también se refleja en sus ojos.
—"Estaremos atentos, ¿vale?"— dice con suavidad—. "No vamos a dejar que nada malo suceda."
Natalia, siempre más optimista, simplemente me guiña el ojo.
—"No te preocupes, Lyra. Somos los mejores. Nadie puede con nosotros."
Caminamos juntos hacia la entrada principal de la academia, el bullicio de los otros estudiantes llenando el aire. El ambiente es emocionante, pero no puedo sacudirme la sensación de que algo está a punto de desmoronarse.
Cuando llegamos a la entrada, los organizadores ya están preparando la primera prueba. Un gran tablero digital muestra los nombres de los estudiantes, asignándolos a diferentes grupos. Mi corazón se acelera cuando veo nuestros nombres juntos en uno de los grupos que compiten en la primera ronda.
—"Ahí estamos."— murmura Lowell, señalando el tablero—. "Parece que vamos a ser parte del show desde el principio."
Natalia sonríe con confianza, pero yo siento que mi pecho se aprieta.
—"Es ahora o nunca."— dice ella, mientras nos dirigimos a la zona donde comenzarán las pruebas.
El zumbido de la multitud se intensifica, y las palabras de Claire vuelven a mi mente. Necesito mantenerme alerta, estar preparada para lo que sea que venga. Pero, mientras me coloco en mi posición, no puedo evitar sentir que la realidad está a punto de superar cualquier expectativa que tengamos.
El destino está moviéndose, y no sé si estamos listos para lo que traerá.
—"¿Listos para un par de pruebas?"— Oliver camina hacia nosotros.
—"No."— Kevin aparece tras él todavía de malhumor.
—"Venga, relajaos."— Claire se acerca tranquilamente.
—"Vale, esto no es normal, estamos todos aquí."— habla Natalia cambiando por completo su actitud.
Oliver sonríe, ignorando por completo la tensión en el ambiente.
—"¿Por qué no sería normal? Vamos a demostrar de lo que estamos hechos."— Se cruza de brazos, mirándonos a todos con una chispa de desafío en sus ojos.
Kevin, sin embargo, sigue con el ceño fruncido y los brazos cruzados, visiblemente molesto.
—"Todo esto es una pérdida de tiempo."— murmura—. "No sé para qué nos metéis en estas cosas si lo importante no son las competencias."
Claire le da una mirada severa.
—"Kevin, necesitamos mantener la calma. Hay algo más en juego aquí, y lo sabes."— Su tono es firme, pero con un toque de preocupación.
Natalia, que hasta ahora había mantenido su actitud despreocupada, se pone seria por un momento.
—"Lo que quiero decir es que nunca estamos todos en el mismo equipo. Esto parece una señal, ¿no creéis?"— Su mirada se vuelve hacia mí, buscando alguna confirmación.
—"Eso es lo que me preocupa."— admito—. "En mi visión, nos vina todos involucrados en algo, y no solo como competidores. Algo... grande está por suceder, y creo que no será solo un juego."
Oliver suelta una risa ligera, aunque hay una tensión en su rostro.
—"Entonces vamos a jugar nuestras cartas lo mejor posible, ¿no? Si algo viene, lo enfrentaremos juntos."
Kevin resopla, pero no dice nada más, su silencio es un reflejo de su frustración. Mientras tanto, Claire y Lowell intercambian una mirada rápida, ambos sopesando lo que está a punto de ocurrir.
—"Vamos a cuidarnos entre todos."— dice Claire finalmente—. "Sea lo que sea, no dejaremos que nadie salga herido."
—"Estoy de acuerdo."— interviene Lowell—. "Pero también debemos mantener los ojos abiertos. No es solo lo que Lyra vio, sino lo que puede estar escondido detrás de todo esto."
—"Bien, entonces estamos de acuerdo."— dice Oliver, mirando a cada uno de nosotros—. "Nos cubrimos las espaldas, competimos lo mejor que podamos y si algo parece raro, lo investigamos."
—"Y si algo sale mal, lo afrontamos juntos."— añado, tratando de mantener mi voz firme. Aunque la inquietud en mi pecho sigue ahí, algo en la unidad del grupo me da un pequeño rayo de esperanza.
Con la decisión tomada, nos preparamos para lo que venga. Mientras nos dirigimos a nuestras posiciones para la primera prueba, no puedo evitar sentir que, por primera vez en mucho tiempo, todos estamos alineados, listos para lo que sea que el destino nos tenga preparado.
—"Bienvenidos a los Juegos de la Amistad anuales entre academias.— habla Armand desde megafonía.— "Cómo de costumbre la primera prueba consiste en lo aprendido académicamente."
—"Que rollazo."— se queja Oliver.
—"Y que lo digas."— Kevin suelta un suspiro.
—"¿Es que tenéis miedo?"— se ríe una de las vampiresas de la Academia St. Vladimir.
Lowell se cruza de brazos, mirando a la vampiresa con una media sonrisa.
—"¿Miedo? Para nada. Pero si quieres hacer esto más interesante, siempre podemos añadir una apuesta."— dice, su tono lleno de sarcasmo.
La vampiresa sonríe con suficiencia, sus ojos brillando con un desafío.
—"¿Una apuesta? Me encanta la idea. ¿Qué tienes en mente?"— pregunta, su sonrisa afilada.
Kevin rueda los ojos, claramente irritado por la situación.
—"¿En serio? ¿Ya estamos con esto?"— murmura, pero su queja es ignorada por los demás.
Oliver da un paso al frente, su entusiasmo evidente.
—"Está bien, si ganamos, ustedes deben admitir que somos superiores en frente de toda la academia."— dice con una sonrisa de satisfacción.
La vampiresa no retrocede, y su sonrisa se ensancha.
—"Y si ganamos nosotros, tendrán que... ¿qué tal si se arrodillan frente a nosotros y admiten que la Academia St. Vladimir es la mejor?"— propone, su tono lleno de confianza.
Natalia suelta una carcajada y da un paso adelante, enfrentando a la vampiresa.
—"Trato hecho. Pero no te acostumbres a la victoria, porque hoy no será tu día."— dice con una mirada desafiante.
—"Veremos."— responde la vampiresa antes de volverse y regresar con su grupo, con la misma sonrisa arrogante.
Lowell sacude la cabeza mientras Oliver parece encantado con el desafío.
—"Esto se pone cada vez más interesante."— murmura Oliver con una sonrisa traviesa.
—"¿Era realmente necesario hacer esto?"— pregunta Claire, su voz llena de preocupación—. "Estamos aquí para algo más grande que una competencia escolar."
—"Es solo una distracción."— responde Oliver, encogiéndose de hombros—. "No pasa nada, Claire. Además, una pequeña apuesta nunca ha hecho daño a nadie."
Kevin, que ha permanecido en silencio, finalmente interviene.
—"Más os vale ganar."— murmura, lanzando una mirada hacia la vampiresa que se aleja—. "No me voy a arrodillar frente a nadie."
Natalia le guiña un ojo.
—"No te preocupes. Conmigo en el equipo, la victoria está asegurada."
—"Más bien contigo estamos perdidos, ¿o tengo que recordarte tu fracaso en el campeonato sobrenatural?"— Kevin se cruza de brazos.
El ambiente se tensa mientras esperamos el inicio de la prueba. Aunque hay un aire de ligereza en las bromas y la apuesta, la sensación de algo más grande sigue pesando sobre mí. Las imágenes de mi premonición se entrelazan con la realidad, y no puedo evitar sentir que estamos jugando con fuego.
Finalmente, Armand da la señal para que comience la prueba académica. Los equipos se alinean, y la competencia oficialmente da inicio. Pero en mi mente, la verdadera prueba aún no ha comenzado.
—"Que empiece el decatlón académico."— resuena la voz de Armand por todos los megáfonos.
Los equipos se organizan frente a una serie de mesas con papeles y lápices. El ambiente se llena de murmullos y risas nerviosas, aunque puedo sentir la tensión subyacente en el aire. Al mirar alrededor, veo cómo los demás competidores de las diferentes academias también se preparan, cada uno con su propio nivel de confianza o incertidumbre.
—"Primera ronda: Matemáticas."— anuncia Armand, y una enorme pantalla en el centro del campo proyecta una ecuación complicada que parece abarcar varias ramas del cálculo avanzado.
Lowell suelta un suspiro audible, mientras Natalia agarra su lápiz con una sonrisa confiada.
—"Oh, esto va a ser divertido."— murmura Oliver mientras toma asiento.
Me concentro en la ecuación, pero las imágenes de mi premonición continúan flotando en mi mente. Mientras nuestros cerebros procesan números y fórmulas, no puedo dejar de preguntarme si algo más importante está sucediendo a nuestras espaldas. Claire me lanza una mirada rápida, como si pudiera leer mis pensamientos.
—"Concéntrate en el ahora, Lyra,"— me susurra—. "Vamos a superar esto juntos."
Con un asentimiento, me fuerzo a volver a la prueba. Al menos por ahora, esto es lo que tenemos delante.
—"¡Tiempo!"— anuncia Armand, justo cuando acabo de escribir la última cifra en la hoja. Todos levantamos la vista, algunos con expresiones de alivio, otros claramente frustrados.
—"Muy bien. Sigamos con la segunda ronda: Historia."— continúa Armand, y de inmediato aparece una pregunta sobre antiguas civilizaciones sobrenaturales en la pantalla.
—"Esto es pan comido,"— murmura Oliver mientras empieza a escribir furiosamente.
A medida que avanzan las rondas, la atmósfera se vuelve más intensa. A pesar de las bromas y la confianza de mis compañeros, puedo ver que todos están dando lo mejor de sí. La competencia, que al principio parecía una simple formalidad, ahora nos tiene completamente sumidos en el desafío intelectual.
Finalmente, después de lo que parece una eternidad, Armand levanta la mano para anunciar el fin de la prueba académica.
—"Y con esto, concluye la primera fase del decatlón académico. Ahora pasaremos a la segunda fase: Competencias físicas."— La voz de Armand resuena con energía, y la multitud aplaude.
—"Aquí es donde la diversión comienza,"— dice Natalia, estirándose mientras nos levantamos de nuestras sillas.
—"¿Estás lista?"— pregunta Claire, su mirada atenta a cualquier señal de tensión en el ambiente.
—"No lo sé,"— admito en voz baja—. "Pero lo que venga, estaremos preparados."
Nos dirigimos al área designada para las competencias físicas, y mi corazón late con fuerza. Algo me dice que lo que está por suceder será mucho más que una simple prueba de fuerza o destreza.
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