Capítulo 1: El Despertar
El sol apenas comenzaba a asomarse en el horizonte cuándo decidí levantarme de la cama, todavía agitada por el extraño sueño de la noche anterior. El susurro persistente de "Ven a nosotros" resonaba en mi mente, dejándome con una sensación de inquietud. Trato de sacudir el malestar mientras me preparaba para la escuela, pero solo quería distraerme de aquel dolor de cabeza.
En el desayuno, me senté frente a mi madre, quien me estuvo mirando de forma preocupada.
—"¿Estás bien, cielo?" —preguntó mi madre, notando las ojeras bajo mis ojos.
—"Sí, solo tuve un sueño raro." —respondí, tratando de sonar despreocupada.
—"Bueno, pues duerme mejor la próxima vez y date prisa o llegarás tarde."—dijo mi madre, con un atisbo de preocupación mientras acaricia mi mano con ternura.
Simplemente sonreí débilmente, agradecida por el apoyo, pero no quise preocuparla más. Terminé el desayuno rápidamente y me preparé mentalmente para salir de casa para ir a la escuela.
—"Lyra—habla una voz femenina tras de mi—. Tía, podrías ir más despacio sabes."
Me doy la vuelta para encontrarme a la persona que me está llamando, ese pelo rojo como el fuego, ondulado, sus ojos avellana analizando mi cara cansada y las ojeras de mapache que tengo bajo los ojos. Lleva el uniforme del instituto al igual que yo, una chaqueta azul con la insignia, camisa blanca de botones, corbata negra, falda corta azul, calzas blancas y zapatos negros.
—"Hola— saludo tranquilamente mientras me cubro con una mano la boca para ocultar el bostezo—. Hay prisa, ya lo sabes."
—"Vaya has aprendido que debes dormir— bromea la pelirroja colocándose a mi lado—. "¿Y qué has soñado está vez?"
—"Licántropos"— confieso de mala gana debido al cansancio.
—"Genial— se burla ella con una sonrisa—. Ahora puedo decir que estás chalada y que tú vida no tiene sentido."
—"Seamos sinceras, mi vida nunca tuvo sentido."— pongo los ojos en blanco ante mi confesión.
—"Eso es verdad, ve a terapia."— aconseja mientras se ríe.
—"¿Te han dicho alguna vez que eres muy graciosa?"— comento con sarcasmo.
—"Me han llamado muchas cosas, pero graciosa, nunca"—. Admite divertida.
Ambas caminamos hacia el instituto riéndonos por las tonterías que suelta Alexandra por la boca, sinceramente no sé qué haría sin ella.
El día transcurrió lentamente. No pude concentrarme en las clases; mi mente volvía una y otra vez al sueño y al inquietante sentimiento de que algo horrible podía suceder en cualquier momento. Mientras caminaba de regreso a casa, el cielo comenzó a nublarse, y una extraña neblina se levantó del suelo, envolviendo el camino. Un escalofrío recorrió mi espalda, y aceleré el paso.
Al doblar la esquina, me encontré con una figura alta y encapuchada, que parecía estar esperándome. El desconocido levantó la vista, revelando unos ojos penetrantes que me miraron con intensidad.
—"Lyra —dijo el hombre, su voz profunda resonando en el aire—. He venido a buscarte."
Mi corazón dio un vuelco por el simple hecho de que este hombre tenía voz sexy y aparte sabía mi nombre, ¿cómo cojones sabe mi nombre? ¿es adivino? ¿está bueno? ¿tendrá novia? Lyra, céntrate.
—"¿Quién eres?"—pregunto, intentando mantener la calma.
—"Soy Alexander, un enviado de la Academia Nocturna —respondió él, quitándose la capucha para mostrar un rostro severo pero amable—. Tienes poderes, Lyra, y es hora de que los descubras y aprendas a controlarlos."
Mi mente se llenó de preguntas. ¿Academia Nocturna? ¿Poderes? ¿Era esto un sueño más? Pero todo se sentía demasiado real. Eso o creo que he tomado demasiadas setas alucinógenas, lo más probable es que vaya drogada hasta las trancas, espero que mi madre no se moleste mucho.
—"Esto debe ser un error —dije finalmente, sacudiendo la cabeza—. Yo no tengo poderes."
Alexander esbozó una leve sonrisa.
—"Todos los elegidos lo niegan al principio. Pero tú has sentido algo, ¿verdad? Sueños, visiones... Algo dentro de ti está despertando."
Mi mente recordó esos sueños recurrentes, las veces que había sentido que el tiempo se detenía a mi alrededor, y cómo las cosas parecían moverse solas a veces. No quise admitirlo, pero sabía que algo estaba pasando. Estoy empezando a sospechar que voy drogada o que este señor quiero violarme, seamos sinceros, prefiero la violación.
—"¿Y qué se supone que debo hacer?" —pregunto finalmente.
—"Debes venir conmigo a la Academia Nocturna —dijo Alexander—. Es un lugar donde jóvenes como tú aprenden a controlar sus poderes y a comprender su verdadera naturaleza. No estás sola, Lyra. Hay otros como tú."
Miro a Alexander, mi mente luchando por procesar toda la información. Algo en sus palabras resonaba con una verdad que no podía ignorar. Está claro que me han drogado, ¿habrá sido en clase? ¿en el desayuno? ¿en que momento me han drogado? espero que todo sea un sueño y me despierte por guapa.
—"Mira por mucho que me guste ver lo sexy que eres—dije finalmente—. No significa que vaya a ir dónde tú quieras que vaya, a menos que seas alguien que quiera contratarme para una discografía o para ser modelo, porque entonces ahí si decido ir contigo o por comida, o si piensas violarme, todas las opciones son válidas."
Alexander asintió y extendió su mano.
—"Entiendo que no puedas confiar en mí.— sonríe de forma cálida y agradable aún con la mano extendida—. Así que déjame compensarte llevándote a algún lugar para comer y te explicaré lo que quieras saber."
—"Bueno ante eso no puedo discutir."— admito de mala gana.
Agarré su mano, sintiendo una corriente de energía recorrer mi cuerpo. En un abrir y cerrar de ojos, todo a nuestro alrededor se desvaneció, y me encontré en la entrada de un restaurante medio lleno dada la hora que es.
—"¿Cómo te encuentras?"— pregunta Alexander soltando mi mano.
—"Algo mareada"—. Sostengo mi estómago mientras todo me da vueltas.
Entramos al restaurante, Alexander pide una mesa para nosotros dos, me siento delante de él mientras nos traen la comida.
—"¿Y bien...?— pregunta esperando que le haga alguna pregunta.
—"¿Cómo sabes mi nombre?"— es la pregunta más coherente que encuentro entre todos estos pensamientos caóticos.
—"Uno de los profesores tiene el mismo don que tú—. Comienza a explicar el hombre de unos veintidós años— es decir, la premonición o sueños premonitorios en tu caso, pero ya lo desarrollarás por completo."
—"Mhm..."—. Intento creerle.
—"Es mucho para asimilar—. Da un mordisco a su comida lentamente mientras me mira—. Pero debes saber que sigo la verdad, aunque será mejor si te lo muestro"—.
Alexander extendió su mano nuevamente. Agarré su mano, sintiendo una corriente de energía recorrer mi cuerpo otra vez. En un abrir y cerrar de ojos, todo a nuestro alrededor se desvaneció, y me encontré en un lugar completamente nuevo.
La Academia Nocturna se alzaba majestuosa ante mi, sus torres y muros antiguos irradiando una sensación de misterio y poder. A su alrededor, estudiantes de todas las edades y orígenes caminaban, algunos con características que solo había visto en mis sueños: ojos brillantes, orejas puntiagudas, colmillos relucientes. Entonces es cuando me di cuenta de que había entrado en un mundo completamente diferente y que me han drogado.
Alexander me guia hacia el interior del edificio principal, donde un gran salón con vitrales coloridos y candelabros impresionantes me esperaba. Al cruzar las puertas de la Academia, uno es recibido por un imponente vestíbulo de techos altos y suelos de mármol negro que reflejan la luz de los candelabros de cristal suspendidos en lo alto. Los vitrales, que cuentan historias de antiguos héroes y criaturas legendarias, bañan la sala en una luz multicolor que crea un ambiente místico y acogedor. Dos grandes escaleras de caracol, adornadas con barandillas de hierro forjado, conducen a los pisos superiores.
En el centro, un hombre de aspecto imponente, con ojos sabios y una sonrisa enigmática, nos recibió.
—"Bienvenida, Lyra —dijo, su voz resonando en la sala—. Soy el director Armand. Tu llegada ha sido anticipada. Este es el comienzo de una nueva vida para ti, llena de desafíos y descubrimientos. Pero no temas, estás entre aliados."
Tuve que respirar hondo para calmar mis nervios y ansiedad. Mi vida ordinaria había quedado atrás. Ahora, me adentraba en un mundo de sombras y luces, donde lo imposible se volvía posible. Y aunque no sabía qué me deparaba el futuro, estaba lista para enfrentarlo. ¿Y por qué todos parecen saber mi nombre? ¿es que soy famosa o qué?
—"Alexander, enséñale su habitación."— ordena el director de forma severa pero suave.
—"Espera—. Intervengo rápidamente sin comprender lo que está pasando aquí—. ¿Cómo que habitación? yo ya tengo una habitación y está en mi casa, tengo una mejor amiga y una vida, no podéis quitarme todo eso."
Aún así el director Armand ignora mi comentario alejándose, Alexander me observa, me hace un gesto con la mano para que lo siga, pongo los ojos en blanco.
El salón principal es una sala de reuniones y eventos, con un techo abovedado pintado con constelaciones y escenas celestiales. Grandes ventanales permiten la entrada de la luz de la luna, dándole un brillo etéreo por la noche. Las paredes están cubiertas con tapices y retratos de antiguos directores y estudiantes notables. En el centro de la sala, hay una larga mesa de banquetes rodeada de sillas talladas a mano, utilizada tanto para comidas formales como para reuniones importantes.
Alexander me lleva a la biblioteca, que es un santuario de conocimiento, con estanterías que se elevan hasta el techo y están llenas de libros antiguos y modernos sobre magia, criaturas sobrenaturales, historia y ciencia oculta. Una gran escalera de madera en espiral permite el acceso a los niveles superiores de estanterías. En el centro, hay una amplia mesa de lectura rodeada de sillones de cuero, y lámparas de pie que emiten una luz cálida y suave.
Mientras sigo el recorrido de Alexander, me lleva a las aulas de la Academia, son espaciosas y están equipadas con tecnología moderna y artefactos mágicos. Los pupitres y sillas son de madera oscura, con inscripciones antiguas talladas en ellos. Los laboratorios, por otro lado, son lugares donde se realizan experimentos y prácticas de control de poderes. Están llenos de frascos con sustancias extrañas, ingredientes mágicos, y equipamiento avanzado. Las paredes están cubiertas de pizarras y diagramas detallados de hechizos y fórmulas alquímicas.
Alexander decide llevarme a los dormitorios que están ubicados en las torres y alas laterales de la Academia. Cada habitación es acogedora y personalizada para sus ocupantes, con camas con dosel, escritorios de estudio y ventanas con vistas panorámicas del bosque circundante. Los estudiantes decoran sus espacios con recuerdos personales, creando un ambiente hogareño en medio de lo extraordinario.
Alexander decide hacerme un recorrido más por la Academia para que pueda acostumbrarme, llevándome a la sala común, es un espacio de relajación y socialización, con grandes sofás, chimeneas de piedra, y mesas de juego. Aquí, los estudiantes se reúnen para charlar, estudiar en grupo, o simplemente descansar. La decoración es ecléctica, con artefactos y trofeos de las expediciones de los estudiantes y profesores.
En el corazón de la Academia hay un jardín interior, una especie de invernadero encantado con plantas exóticas y flores que brillan en la oscuridad. Un pequeño estanque con peces luminosos y una cascada burbujeante crean un ambiente sereno y mágico. Este espacio es utilizado tanto para la meditación como para clases prácticas de botánica mágica.
Alexander con una sonrisa pícara me guía sin decir absolutamente nada. La Academia está llena de pasadizos secretos y habitaciones ocultas que sólo se revelan a aquellos que conocen los hechizos adecuados o tienen la habilidad de detectarlos. Estas áreas esconden secretos antiguos, tesoros mágicos, y lugares de práctica avanzada para estudiantes y profesores.
—"¿Que te parece hasta ahora?"— pregunta sonriendo.
—"Honestamente—. Callo para decir con cuidado las siguientes palabras—. Es demasiado increíble, me gustaría quedarme, en serio, pero ya tengo una vida y no pertenezco aquí".
—"Lyra...— me mira algo apenado, pero asiente levemente—. No te he dicho lo mejor de todo esto, compartes habitación."
—"¿Perdón?"— pregunto atónita ya que eso no lo vi venir.
Alexander simplemente suelta una risa con voz ronca, se va caminando, decido seguirlo, abre la puerta de mi dormitorio para ver mejor.
La habitación es amplia y acogedora, diseñada para ofrecer tanto privacidad como un espacio compartido donde podemos convivir y colaborar.
- **Camas**: Tres camas con dosel de madera oscura se alinean contra una de las paredes laterales, cada una con cortinas de terciopelo que pueden cerrarse para mayor privacidad. Las camas están vestidas con edredones mullidos y cojines en tonos oscuros y ricos, como burdeos, azul marino y verde esmeralda.
- **Escritorios**: Frente a cada cama hay un escritorio de estudio con silla a juego. Los escritorios están organizados según las preferencias de cada una de nosotras, con lámparas de mesa de estilo antiguo que proporcionan una luz cálida y suave. Encima de cada escritorio hay estantes con libros, pergaminos y otros materiales de estudio.
- **Armarios y Baúles**: Cada una tiene su propio armario de madera tallada y un baúl a los pies de su cama para guardar ropa, artículos personales y tesoros mágicos. Los armarios están decorados con detalles intrincados y símbolos de protección.
Al parecer también tenemos un área común.
- **Sala de Estar**: En el centro de la habitación hay una pequeña sala de estar con una alfombra de colores vivos, un sofá cómodo, y un par de sillones. Una mesita de café baja, llena de libros, revistas y juegos de mesa, se encuentra en el medio, creando un espacio acogedor para la conversación y la relajación.
- **Ventana Grande**: Una gran ventana con vidrieras de colores ilumina la habitación con una luz multicolor durante el día y ofrece vistas panorámicas del bosque encantado que rodea la Academia. Debajo de la ventana hay un banco acolchado con cojines, un lugar perfecto para leer o simplemente contemplar el paisaje.
Toda la habitación tiene su propia decoración.
- **Paredes**: Las paredes están adornadas con tapices y posters que reflejan los intereses y personalidades de las chicas. Uno de los lados podría tener un mapa detallado de constelaciones, mientras que otro tiene fotos y recuerdos de la vida antes de la Academia.
- **Estanterías**: Además de los estantes sobre los escritorios, hay estanterías compartidas llenas de libros de hechizos, pociones y artefactos mágicos. Aquí, al parecer guardan sus hallazgos y materiales de estudio.
- **Iluminación**: Además de las lámparas de mesa, hay candelabros colgantes y lámparas de pie que emiten una luz suave y cálida. Luces de hadas enredadas en las cortinas de las camas y alrededor de la ventana añaden un toque mágico al ambiente nocturno.
Mis compañeras ya tienen sus elementos mágicos añadidos a la habitación.
- **Espejo Encantado**: Un gran espejo ovalado enmarcado en plata, colgado en una de las paredes, tiene propiedades mágicas. No solo muestra el reflejo, sino que también puede revelar visiones y mensajes importantes.
- **Mesa de Alquimia**: En una esquina de la habitación hay una pequeña mesa de alquimia equipada con frascos, ingredientes y un pequeño caldero. Este es el espacio donde las chicas pueden practicar pociones y hechizos.
- **Cofre Protegido**: Un cofre con runas protectoras grabadas, ubicado cerca de la puerta, guarda objetos valiosos y secretos importantes. Solo las chicas pueden abrirlo, utilizando un hechizo conjunto.
—"Disfruta."— se despide Alexander con una gran sonrisa en su rostro.
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