29.-Perjudicial oculta
Hablo en serio cuando digo que está feo el cap. No me gustó del todo, pero era lo único que tuve en mente
Karita yorando pistola emoji
[- - - - - - - - - - - - - -]
Había pasado ya una semana desde lo ocurrido en los exámenes.
Desde entonces, nadie avistó nuevamente al hostil lanzaguisantes que hace días tomó a todo mundo por sorpresa y arremetió contra su compañero especial sin previo aviso.
Y más confuso aún, la forma tranquila en la que Pea tomó el asunto con calma. No parecía decaído en lo absoluto, o que se mostrara distinto a antes, y la mayoría no conocía por qué.
Pero eso ya es cosa del pasado. Ahora lo que importa, es el presente mismo.
-...-
Narra: Pea.
Esta última semana ha sido muy extraña. Todos parecen estar preocupados por mí, y lo noto por las preguntas y miradas constantes que me llegan.
Como siempre, esto logra incomodarme con frecuencia. Me fue difícil mantener la calma durante el día, por varias veces.
Por suerte, ellos están ahí, alejandome de todo lo que pudiera ocasionar otro incidente. Me agrada su ayuda, pero no quiero depender de ellos por siempre. Debo seguir intentando tener el control sobre mi problema, no importa qué.
Pero, por ahora...
-...-
Amaneció. El calor del sol empapó mi rostro, entrando a través de la ventana, hacia donde duermo siempre.
Desperté, poco después de sentir la sensación de calor. Salí de mi cama y tomé mi sombrero, en ese corto tiempo aproveché para estirar mis vainas. El sentimiento ocasionado siempre es un placer mañanero.
Bajé a la cocina, saludé a mamá y a Sarahí durante su desayuno. También me uní a comer con ellas.
Habia despertado mas temprano que siempre, y lo noté por la hora marcada en el reloj de pared.
Una vez terminé, tomé mi mochila y me fui. Aún si faltaban mas de media hora para iniciar las clases, mamá insistió en que debía llegar temprano.
No tuve alternativa, y salí de casa.
Nadie sale a la academia mucho antes de tiempo, fue por esto que no encontré a nadie que yo conociera por el camino.
O eso esperé, hasta que llegué a mi destino.
Vi a Diana cerca de la entrada del edificio. Miraba constantemente a su alrededor, como si escondiera algo de los demás.
Tambien veía su pequeño reloj, ajustado en su "mano", con frecuencia. "¿Esperaba entrar primero apenas abrieran las puertas? ¿Pero por qué?", fue lo que mi hipotética mente me dijo.
No me importó mucho y me acerqué a ella.
Narrador:
Pea: ¡Hola Diana! -saludó desde atrás.
La flor chupasangre saltó del susto por la sorpresiva presencia del lanzaguisantes. Giró rapidamente hacia el, con un fuerte desasosiego en ella.
Diana: ¡Ho-Hola Pea! -su tartamudez hizo sospechar al lanzaguisantes- ¿Qué... Qué cuentas, eh? jeje.
Pea: No, nada. Solo vine a... saludar -su forzada sonrisa le obligó a preguntar- Oye, ¿Te pasa algo?
Diana: ¡¿Qué, yo?! ¡Pff, no, nada! ¿Por qué preguntas? ¿Acaso eres detective? jaja.
Pea: Bueno. Porque parece como si estuvieras escondiéndote de alguien, o...escondiendo algo. -acercó su rostro un poco, como si quisiera causar miedo.
El poco sudor que soltaba ella, demostraba la ansiedad que sentía en ese instante. Era obvio que escondía algo, y no se requerían mas pruebas para demostrarlo.
No obstante, el sonido de la puerta abrirse, previo al sonido de la campana al interior del edificio, sacó a los dos del ambiente que tenían. Esto fue aprovechado por ella al instante, pues en cuanto vio a Pea distraído, salió corriendo al interior de la edificación académica.
Pea: ¡E-Espera, no quería hacerte sentir...! -alzó la voz, viéndola a lo lejos- ...incomoda -culminó en voz baja. Ella había salido de su área de visión
En realidad, quería saber por qué se comportaba así. Tal vez y podría ayudarla un poco si es que conocía el asunto mas a detalle. Pero por su reaccion, supuso que su método no fue muy amigable.
Aun así, esto no sería suficiente para detenerle en su cometido inicial. Su no tan nueva mentalidad de ayudar y proteger a los demás no le dejaría vivir en paz si no cumplía con su promesa.
-...-
Narra: Pea.
Después de la entrada, no he vuelto a pensar en el tema. Me he concentrado en otras cosas, como en la clase misma.
No he intentado hablar con ella otra vez, y no creo que sea un buen momento para intentar moverme otra vez, no mientras se muestre inquieta. Después de lo que terminé haciendo horas atrás, esa opción queda descartada.
Tal vez en la hora del almuerzo. Si ella intenta ocultar algo, lo probable sería que, para no levantar sospechas, vivirá su día como siempre los ha hecho, juntándose con los demás.
Eso significa que tendré una oportunidad de hablar con ella más tarde. Pero por ahora, lo pensaré mejor. Tampoco quiero lograr que todo mundo sepa lo que le ocurre.
Empeorar las cosas no es una opción en este momento.
-...-
Narrador:
Una vez el timbre sonó por tercera vez en el día, todo mundo salió de las aulas.
Un pequeño grupo de amigos, mismo en donde Pea se encontraba, llegaron a los mismos lugares de siempre. En una mesa desocupada, dentro de la cafetería.
La única ausencia que podía sentirse era la de Diana. Ella siempre llegaba a tiempo para charlar de trivialidades, temas sin interés o graciosas.
El plan comenzó a decaer con cada segundo que no llegaba. Hasta que, poco después, ella apareció. Mantenía una sonrisa nerviosa y temblorosa que mostraba a los presentes.
Una vez ella tomó asiento con ellos, una voz susurrante habló, a un lado del lanzaguisantes.
Torchwood: ¿No crees que Diana está...un poco rara?
Pea: ¿Como si ocultara algo?
Torchwood: Hmm... Tal vez. No lo había pensado.
¿Había algo que no conocía? La certera pregunta que obtuvo fue traducida como un "Sí".
Añadiendo, además de la pregunta, el extraño comportamiento de su amigo justo antes de que la flor viniera a donde estaban.
Fue su curiosidad la que apareció primero, quien intentaría saber más de lo que sucedía. Pero suponiendo, poco después, que alguien más ya estaba en el caso, ¿por qué molestar?
-...-
Los minutos transcurrían. La hora libre cada vez más llegaba a su fin y Pea no lograba acercarse a Diana por ningún lado.
Ni siquiera conectaban miradas. Ella solo parecía distraída, o alejada de ellos. Parecía no ser parte del grupo.
Fue hasta que, sin decir nada, la flor dejó al grupo sin pronunciar palabra alguna.
Pea: ¡Una oportunidad! -pensó- Oigan chicos. Iré a lavarme la cara. Vuelvo en un segundo -soltó con naturalidad.
Los presentes comenzarían a sospechar de Pea por su despedida justo despues que la de la flor vampiro.
Al final, dejarian de hacerlo una vez vieron como el lanzaguisantes tomaba un rumbo distinto al que Diana tomó. Sin embargo, pasar varios días recorriendo gran parte del edificio, de un lado a otro, le permitiría conocer cada pasillo y sus intersecciones con otros más.
Toparse con Diana por el camino no sería casualidad en lo absoluto. Pero tampoco era seguro que pasara.
-...-
Pea: Rayos. ¿Cómo se pudo esconder tan bien?
Dijo en su mente. Sintiéndo molestia al ser incapaz de cumplir una sola tarea, desde su lugar vio a su objetivo entrar al salón como si nada hubiera pasado. Se le notó mas tranquila que antes, y la causa era desconocida.
Entró, tomó su lugar y evitó mirar a su alrededor. Evitaba responder o terminaba fácilmente los intentos de conversación que otros tenían con ella.
Nadie, ni ninguno que lo rodeaba, se cuestionaba la razón.
O podía ser que, solo lo ocultaban a la perfección.
Había llegado el turno de su última chance de hablar con ella. O estaba por llegar.
En cuanto el timbre sonara, aprovecharía, o lo intentaría hacer, estando ya afuera de la institución, para hablar otra vez con ella.
Esto si o si debía suceder. Tan solo, pasado una hora desde el descanso y su estado anterior, lleno de ansiedad, regresó con fuerza. Esta vez, no tenía forma de calmarse, más solo ocultar su rostro y sus constantes espasmos.
"Debía ser ya el momento." pensaba él, con fuerza.
Y lo fue.
Dentro de su mundo, tardó en asimilar que la campana sonó hacia algunos segundos.
Ver a todos levantarse, mientras tomaban sus pertenencias, le hizo hacer lo mismo con su mochila.
Todo mundo salió al pasillo; seguido, a las afueras. Ahí, no le despegaría la vista, ni por un segundo, a la planta vampírica posicionada algunos metros lejos de él.
Soltaba grandes respiraciones, calmando su cuerpo por completo, pero de forma temporal.
Unas cuantas respiraciones más y ella estaría a punto de partir hacia donde su hogar se hallaba.
El verla caminar, en dirección a donde siempre se iba, alertó a la planta leguminosa para actuar inmediatamente.
Era ahora o nunca.
Pea: ¡Diana! -llamó- ¡Oye, necesito hablar contigo!
Con cada paso que daba, la girasol parecía querer esconderse de Pea.
Pea: Oye -continuó, a corta distancia- Solo quería disculparme por... Por lo anterior. Fue malo de mi intentar saber lo que te pasaba de esa forma -bajó su cabeza- Yo lo siento.
Diana: Si. Ya. No te preocupes -respondió con rapidez, sin mostrar su rostro.
Pea: Bueno... También, quiero decir que, si hay algo que te incómoda, puedes contarme. No sé, tal vez pueda ayudarte a superar tu...
Diana: No, gracias. Estoy bien -interrumpió
Pea: Oh. ¿Encerio? Porque yo te había visto con...
Diana: ¡Es en serio, por favor!
Pea: Diana... -insistió- Yo solo quiero ayudarte. Quiero saber que es lo que te ocurre, para que sepa que hacer y...
Fue silenciado por la repentina respuesta que recibió, llena de fuerza y frustración.
Diana: ¡¡Ya dejame en paz!!
Corrió en dirección contraria a donde siempre. Su sentir, lleno de frustración, no le permitió pensar con claridad a donde debía llegar. O a donde dirigirse.
Con una vaina levantada, que intentó, en un inicio, detenerla, se quedó viendo la figura de su compañera desaparecer a lo lejos.
A su alrededor, plantas llamadas por lo ocurrido, se acercaban a la escena. De entre todos ellos, algunos de sus amigos tomaron la palabra.
Torchwood: ¡¿Qué sucedió?! -habló al ver a Pea, entrando lentamente de entre la multitud.
Alfred: Oye. ¿Qué pasó? -entró, llegando detrás del tronco
Pea: Yo... Nada más quería...
Jeff: ¡Woow! ¡Vaya novela se montó el verdecito! -mantenía delante suya, una cámara sujetada por su catapulta.
La confianza que tenía con ellos, hacia ver a Jeff como otra planta completamente distinta, a diferencia del primer contacto con él.
A pesar de los molestos murmullos, continuó con su habla.
Pea: ...Noté qué, había algo mal en ella, y solo quise ayudarla.
Torchwood: ...Y decidiste actuar sin importar qué. ¿Verdad?
Pea asintió, cabizbajo.
Alfred: Yo también la ví distinta hoy. Pero pensé que sería normal de ella.
Torchwood: Nada es normal para nosotros, aunque nos acostumbremos a ello -soltó
El cactus pensó en sus palabras a profundidad. Torchwood guardó silencio, y Pea seguía igual, sin decir nada.
Torchwood: entonces. ¿Qué harás? -preguntó
Pea: No lo sé. Siento que ya hice demasiado.
Torchwood: ¿Y te rendirás de una vez, llegado a este punto?
Pea: ¿Qué quieres decir? -levantó su mirada confusa hacia él.
Torchwood: Hiciste un escándalo, sí. ¿Pero todo esto para nada? -hizo sentir culpable al lanzaguisantes- *suspiro* Lo único que te queda por hacer, es remediarlo todo... Continuando con tu plan.
Tenía razón en lo absoluto. Si no había forma de volver a antes, lo único que quedaba era seguir avanzando.
Pea: Gracias.
Y salió, de un salto alto, de en medio de la multitud. ¿Su dirección? El paradero de la vampira.
Corría de ahí, lleno de determinación. Si no cumplía su palabra, durante esta última oportunidad, nunca podría ser visto como la planta qué algún día aspira a ser.
Sería su culpa si no es visto como una valiosa planta de batalla.
Y no lograría cumplir con su última voluntad...
[- - - - - - - - - - - - - -]
Capítulo corto? Bueno, la razón es porque... xd
Tardé mucho, más de la cuenta, en pensar y planear el cap. Tanto que casi me paso del mes para actualizar.
Obviamente podía seguir, pero tardaría más tiempo y no me agrada dejarlos esperar.
Además de dejar un leve suspenso entre ustedes. :v
Por lo mismo, el capítulo tendrá continuidad en la siguiente (y tal vez corta) parte.
Ahora bien. Antes de irme, quiero agradecerle por todo... Y ya. :D
¡Nos vemos amikos!
2079 palabras
Posible spoiler: "Sangre"
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro