-Hay lugares que me será difícil entrar... y si están atados a las camillas, necesito la fuerza de Travis para liberarlos. Alice, si puedes cubrirnos desde el pasillo este, tendré vía libre para sacarlos por el otro lado una vez que Dudú y Orión hayan sacado a los guardias... ¿Es eso posible?

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- Por supuesto que es posible, yo me encargo de la vigilancia, eso sí, desde que entres, ve directamente a por los chicos, ignora a los guardias que estén cerca, yo me encargo de ellos, solo los dejaré inconscientes hasta que haya tiempo para sacarlos.- dijo Alice.

- Yo, una vez que terminemos con todos los guardias, iré a por los que estén cerca de las celdas... Duncan estará en proceso de ayudar a los swats con los que se resistan.- dijo Orión.

- No es necesario.- dije sonriendo.- Yo los sacaré poseyéndolos.

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-Dudú, tampoco te sobrecargues. Quiero que hagas algo por nosotros.- dije apretando su mano.- Quiero que mantengas nuestras mentes conectadas todo el tiempo que puedas. Así sabremos nuestras posiciones todo el tiempo y podremos avisarnos sin que nuestros enemigos sepan de nuestros movimientos.

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-¿Acaso no lo sabes, Bell? Duncan es capaz de conectarse a la mente de todos los habitantes de un país entero si le da la gana... Y a la vez.- dijo Orión tranquilamente.- Eso es gracias a las medicinas y al control de sus poderes.

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En ese momento, un miedo rotundo atacó tanto mi mente como mi corazón. Las pastillas, no las había ido a recoger. ¿Cómo se me había podido olvidar algo como eso? Y justo cuando Jorge me había advertido de estar cerca de mi límite.

-Yo... - justo cuando iba a hablar, una señal de radio se escuchó con una voz de mando que anunciaba que estábamos llegando al objetivo.- ¡¿Eh?!

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- Estamos llegando al laboratorio.- dijo Orión colocándose bien la gorra.- Duncan, tu gorra y galones, si no, no vienes.

- Ya voy.- dije tomando lo que quedaba de mi uniforme militar y poniéndomelo.

Orión agarró la radio y puso la emisora que conectaba con todas.

- Aquí el teniente general de todos los ejércitos, Orión Evans... Cuando aparquemos, haremos el embarque, todos listos para cuando los criminales vayan saliendo... Que nadie se deje llevar por las apariencias de estos... ¿RETIRADA?

- Y UN CUERNO.- dijeron todos por las radios a la vez, también lo dijimos Travis y yo.

Pocos segundos después, los coches estaban aparcados y nosotros bajando de los vehículos.

- Duncan, abre las cremalleras de mi chaqueta.- dijo Orión a lo que obedecí y por esas mismas ranuras salieron sus alas.

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Tomé la mano de Travis como si quisiera casi pegarme a él y comencé a abrir una gran sombra debajo de nosotros.

-Alice, ven tú también. No te sueltes.- dije seriamente y tomé la mano de ella también.- Orión, Dudú... tengan cuidado...- fue lo último que les dije antes de desaparecer.

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- Lo mismo digo.- dijimos los dos a la vez antes de salir volando hacia el tejado.

Alice se pegó a Bell con calma y una sonrisa sin soltarla en ningún momento.

En cuando entré con Orión por una de las ventanas, empezó la acción, me estaba preparando para meterme en la mente de todos los empleados, por lo que no podría moverme... Por ello mismo, Orión me estaba cubriendo las espaldas.

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En cuanto aparecimos dentro del laboratorio, los guardias que estaban cerca comenzaron a dispararnos. Nos cubrí a Travis y a mí con mi cabello mientras avanzaba hacia las celdas haciendo que las balas no nos llegaran. Alice nos servía de ofensiva lanzando esferas de fuego. Por la temperatura de su cuerpo, las balas se derretían antes de hacerle daño.

-¡Aquí están!- dije a Travis al doblar un pasillo y encontrar la puerta de la celda.- Están encadenados como supuse. Debemos separarlos de esa cadenas.- con la ayuda de mi cabello, hice un gran agujero en la puerta de la celda por el que pudimos entrar.- Tranquilos, chicos. Vinimos a rescatarlos. No se asusten, los vamos a liberar.- indiqué a Travis dónde estaban aquellas cadenas para que las rompiera.

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- Es normal que estén asustados, no saben quiénes somos.- dijo Travis acercándose al primer paciente.- No vengo a hacerte daño, voy a quitarte esto, te llevaremos a un buen lugar, te lo prometo.

Las palabras de Travis parecían calmar a los que estaban presos en ese lugar. Mientras estaban siendo liberados de las cadenas, algunos se alejaban y otros temblaban asustados por la imagen de Travis o la fuerza de este.

- Bell, por favor, intenta calmar a los más nerviosos, si se alejan demasiado no podremos sacarlos como es debido.- pidió en tono de súplica el rubio.

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-Está bien, los que estén libres, vengan aquí. Conmigo, no les pasará nada. Todos estarán libres pronto.- los fui reuniendo como pude en una esquina de la celda para que no salieran. Si eso pasaba, Alice tendría problemas en protegerlos y atacar a la vez.

-Cuando todos estén libres, quiero que se abracen muy fuerte entre ustedes. Y no se pueden soltar. Si alguno de ustedes tiene un poder mortal por el contacto, dígalo ahora.- les hablaba con un tono suave a pesar de estar dando instrucciones casi como si fuera una militar, pero el tiempo era escaso.

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Ninguno de los pacientes alzó las manos o habló, pero uno de los muchachos se alejó hasta otra celda aprovechando un pequeño despiste, tenía que sacar a alguien más.

- Bell... Yo iré con él, quédate con Alice y los demás.- dijo Travis sabiendo que alguien se había alejado y yendo tras el muchacho.

Este no podía abrir la celda, pero el rubio agarró los barrotes y los rompió de un solo tirón.

- Eh... Tranquila.- dijo Travis sabiendo que era una chica por el olor.- Soy amigo, ¿me dejas acercarme? Solo quiero quitarte eso de las muñecas, ahí fuera hay amigos míos que te llevarán a un buen sitio... ¿Sí?

Travis se agachó hasta casi quedar de cuclillas, así parecía menos imponente.

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-Travis, iré con estos primero, regresaré contigo pronto.- anuncié cuando logré reunir a casi todos los prisioneros, solo aquellos dos se quedaron con Travis.

La chica se había alejado, estaba demasiado lastimada, se notaba en su cuerpo que acababa de salir de una sesión de pruebas y experimentos.

-Iris, vamos, ven con nosotros. Iris, soy yo, Shadow. Soy tu hermano. ¡Iris, por favor!- decía el joven que había ido por ella.

-.... S-Shadow... quiero... salir...

-Vámonos, Iris, tranquila...- el chico miró al rubio.- ¿Esa chica de las sombras regresará? Iris necesita atención médica...

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- Vendrá enseguida, le conseguiremos atención a tu hermana, pero primero tengo que desatarla.- dijo Travis con bastante tranquilidad.- Solo dime dónde están las cadenas, las romperé sin hacerle daño... Si no puede caminar, la cargaré, pero necesito que me guíes, soy ciego.

Travis fue con mucho cuidado hasta estar más cerca de ella.

- Iris, te llamas Iris, ¿verdad? Yo soy Travis, voy a sacarte de aquí, te lo juro por mi vida.- dijo el rubio sonriendo levemente.- Soy militar, mis amigos también, os sacaremos a todos.

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-....Tr-Travis... -la chica lo miró con una especie de asombro combinado con miedo.

-¿Ciego...?- Shadow tomó las manos de Travis y las ubicó en las cadenas que ataban a su hermana.- Aquí.

Regresé a la celda con la respiración agitada y sintiendo unos leves mareos, pero no podía detenerme. Aún tenía que llevar fuera a los que faltaban.

-Trav, ¿cómo va todo aquí...?- dije al acercarme.

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- Bien, estoy a punto de liberar a esta chica, esta muy débil, así que tendré que cargarla...- dije justo al romper las cadenas.- Iris, pequeña, voy a tener que llevarte en brazos, ¿Está bien?- dije sonriendo y tendiéndole la mano.- Tenemos que darnos prisa o te pondrás muy mal. Si quieres, podemos ir hablando, así no tendrás miedo de nada.

"Nunca pensé que mi entrenamiento militar me sirviera para algo", pensé sabiendo que Bell lo escucharía a través del poder de Duncan.

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"Se le nota más tranquila contigo, es bueno eso. Sabía que podía contar con tu ayuda."

-Vengan todos, abriré la sombra para sacarnos de aquí. Ya los demás se encargaron de todos los guardias, solo faltamos nosotros por salir.- dije sintiendo como si el mundo me diera vueltas.- Trav... cuida de ellos...- agarré al rubio y al otro chico, afincandl con fuerza mis dedos en ellos.- ¡Aquí vamos!

La sombra se abrió bajo nosotros y nos transportó fuera. Shadow estaba sorprendido, pero más preocupado por su hermana. Iris estaba abrazada con la fuerza que podía al cuello de Travis.

Cuando mi mente se aseguró de que estuviéramos fuera, me desplomé en el suelo desmayada.

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Cuando todos debían estar fuera, pedí confirmacion de cada uno, Travis informó por él y por Alice, quien estaba cerca para ayudar con los pacientes, Orión estaba conmigo y yo estaba bien... Pero Belly no contestaba a mi llamada.

Busqué con mis oídos hasta que la encontré y la tomé en mis brazos. La llamé, pero no respondía, lo que sí escuchaba era su suave respiración y los latidos de su corazón.

La cargué hasta los coches para subirla y demás, no la solté en ningún momento ni quise que nadie se acercara a ella.

En el coche venían dos pacientes, la chiquilla no quería soltarse de Travis y el hermano de la chica no quería separarse de ella, por eso los dejamos venir en el coche con nosotros. Mi mente solo pensaba en una cosa, Bell, solo ella era importante, solo deseaba con toda mi alma que abriera los ojos... Que estuviera bien.

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-¿Está bien la chica?- preguntó Shadow al ver que yo no despertaba.

Este estaba junto a su hermana, le acariciaba la cabeza y se mantenía quieto mirando a los demás.

Yo estaba inconsciente, incluso mi cabello había caído muerto y sin movimiento alguno. Mi mente estaba en blanco, no sabía lo que pasaba. Estaba colapsando por haber abusado de mi poder.

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- Por el momento solo está inconsciente.- dije acariciando su rostro.- Sabremos si está todo bien cuando despierte.

- Aunque no lo parezca, él también es ciego.- dijo Travis señalándome.- Además, la chica por la que preguntas, es su novia.

- Me alegra haber podido rescatar a todos.- dijo Orión.- Duncan, ella despertará, ten fe... Y no te olvides de decirle que hizo un buen trabajo en su primera misión.

Asentí ante las palabras de mi hermano sin dejar en ningún momento de acariciar a Belly, pues ella es lo que ocupa toda mi mente en este instante.

- Chico, ¿cómo te llamas? Yo soy Alice, ellos son Orión, Travis, Duncan y la chica se llama Bell... Somos de una academia para gente con poderes, gente como vosotros... Allí nadie hace daño a nadie y cuidamos de los demás, tu hermana y tú estaréis bien, te lo prometemos... Además, Orión es el hijo del presidente.- dijo Alice con una sonrisa cordial y tendiéndole la mano a Shadow con suavidad.- Si necesitas cualquier cosa, tienes sed, hambre o tu hermana quiere algo, solo tenéis que decirlo, y para que te fíes más de nosotros, podemos hablarte del sitio o de nuestros poderes... ¿Vale?

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-Soy Shadow... - dijo el chico un poco desconfiado, pero estrechando la mano de Alice con cierto respeto, solo que su piel tenía la dureza de una pared.- Y ella es mi hermana menor, Iris. Veo que vuestra academia no tiene reparo en mandar a discapacitados a una misión de riesgo... ¿no es eso un poco arriesgado?

El joven miraba a todos los presentes como si los estudiara con la mirada mientras la chica se mantenía en silencio, pero más que aferrada a Travis.

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- Ellos dos podrían arrasar un país entero solos si trabajan juntos.- dijo Orión.- Travis es Sargento del ejército y Duncan, mi hermano, es teniente. Ambos, por muy ciegos que sean, son igual de válidos, aún más que muchos humanos sin poderes que puedan ver.

- Lo que mi hermano quiere decir a su manera...- dije yo suspirando.- ....es que somos ciegos, pero podemos valernos por nosotros mismos. Yo por ejemplo tengo el oído tan agudo como para llegar a saber cómo es el largo de tu pelo, o escuchar los latidos de los corazones de todos los presentes, también puedo poseer mentes, cuerpos o animar estatuas gigantes... Así nos deshicimos de los guardias y los empleados de ese lugar.

- Yo por mi parte...- dijo Travis.- ...mi sentido dominante es el olfato, tengo hiper fuerza y control de los rayos.

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-Comprendo... entonces... me disculpo... Es solo que no me lo creía cuando el rubio... ¿Travis? Bueno, él fue a rescatarnos y pedía que lo guiara. Agradezco ahora por habernos sacado de allí, pero confieso que al principio creí que era una especie de broma de mal gusto.

-...Shadow... no seas tonto...- dijo la chica quizás sintiéndose cómoda para hablar por primera vez.- Ellos... nos salvaron... deberías dar gracias...

-Es lo que hice, Iris... -se cruzó de brazos haciendo un puchero.- Pero tengo que decir la verdad...

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- Bueno, mi olfato es bueno, pero no se compara en nada al oído de Duncan... Él es mucho más preciso que yo.- dijo Travis sin moverse para así no molestar a Iris.- Y tranquila, no es necesario que nos agradezcais nada, lo que más nos importa es que a partir de ahora estáis completamente a salvo.

- Travis tiene razón, no tenéis que darnos las gracias, todo esto lo hacemos porque es lo correcto.- dijo Orión siempre tan diplomático.

- Por cierto, Shadow... Lo que dijo Alice no es broma... Orión es hijo del presidente de este país.- dije tras haber entrado levemente en su cabeza.

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-¿Cómo has sabido que...? ¡¿Me has leído la mente?!- Iris le dio un leve zape a su hermano para que no gritara.

-La chica está mal... y han dicho que Duncan tiene oídos sensibles... no grites...- lo regañó la chica.

-Lo... lo siento... a ver... -se rascó la nuca.- Nuestros poderes... tienen que ver con el cambio molecular de nuestra piel... En el caso de Iris, es como si se convirtiera en un gran imán. Yo puedo incluso absorber habilidades como la fuerza del rubio. Y cambiar mi piel a nivel molecular para que tenga cualquier constitución... Espero que eso diga algo...