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- Listo, ya está... Puedes abrir los ojos, Bell.- dijo el doctor unos segundos después en los que ella no había sentido absolutamente nada.- Puede que en los siguientes 10 segundos sientas el brazo algo entumecido, pero pasará en un minuto. Ahora solo quedan las ondas cerebrales.

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Solo asentí y me dejé llevar por él a una silla que tenía varias máquinas conectadas para hacer el monitoreo y un casco con muchos cables. Me senté y me quedé tranquila allí esperando por lo que fuera a pasar.

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El médico colocó el casco en la cabeza de Bell con mucho cuidado dejando que los cables quedaran a los lados.

- Mantente relajada, cierra los ojos como si fueras a dormirte.- dijo encendiendo la máquina.

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Cerré los ojos y solo pensé en la sensación que tengo cuando caigo profundamente dormida. Así pasé unos minutos hasta que me avisara el doctor que podía abrir los ojos.

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- Ya está, Bell... Mmm... Tengo que analizar los datos y crear las pastillas. Si quieres, puedes esperar aquí, así verás el procedimiento que hay que llevar a cabo para la creación, por cierto... Tienes que decirme cuál es tu color favorito.- dijo el médico con toda su calma.

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-Es el blanco, así como la leche líquida.- dije pensando en el color de los ojos de Duncan, puesto que eran lo que más me gustaba ver en el mundo.- Uhm, ¿es necesario que me quede...?

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- Claro que no, puedes salir cuando quieras, tendré las pastillas listas en una hora más o menos.- dijo el médico sonriendo ampliamente.- Si vas a irte, puedes tomar un caramelo de la entrada, por ser una buena paciente.

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-Ah... v-vale... gracias... - dije y salí tras tomar el caramelo, solo que me encontré a Clara justo al abrir la puerta de la enfermería.- ¿Clara? ¿Qué haces aquí?

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- Venía a darle algo al doctor, una pequeña renovación de su material médico.- dijo Clara sonriendo ampliamente.- ¿Vas a alguna parte? Si quieres te acompaño... Deja que entregue esto y vamos, ¿sí?

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-De hecho, quería pasar a verlos a ustedes. Quería saber si el dispositivo para el pequeño Pedro está listo. Porque, de ser así, quiero dárselo esta misma noche.

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- Cierto... Lo tengo ya listo en mi habitación, pensé que pasarías a recogerlo un día de estos... Pero ya que lo dices, me acompañas y te lo doy ya, así se lo entregas... Seguro que se pondrá muy contento. Oh, ¿a las chicas del ala M les fue bien? Ya sabes que se regulan solos, puedes gritar al lado de ellas y ni siquiera les molestará.

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-Les encantaron. Estaban muy emocionadas. Tanto fue así, que las dejé charlando juntas un buen rato mientras yo iba a ver a Jorge.

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- Me alegra que les haya gustado, estaba algo nerviosa por si se negaban.- dijo Clara sonriendo suavemente.- Es genial saber que tu trabajo hace feliz a los demás.

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-Por eso sabía que eras la que podía hacer esto. Tienes una gran capacidad para hacer esos inventos y si continúas así, serás un gran apoyo para ellos en la parte física. Y si con ello se siente felices, también en la mental. Ayudas más de lo que crees, Clara y me alegro muchísimo de tener tu apoyo en esto. Espero que sigas trabajando después de mañana, porque tendremos nuevos amigos que ayudar.

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- Cuenta conmigo para lo que haga falta. - dijo Clara sonriendo como una niña pequeña.- Estaré ayudando a todos esos chicos, ninguno de nosotros debería sufrir como lo hacemos.

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-Vale, adoro tu disposición.- le sonreí con entusiasmo.- Se está haciendo tarde. ¿Podemos pasar rápido a por lo de Pedro? Quisiera dárselo antes de que vaya a dormir. De seguro el pobre ya perdió el oído y está asustado.

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- Estoy segura de que le pillarías despierto si vas rápido... ¿Quieres que te acompañe? Aunque quizás es mejor que no entre a la celda, pero así no vas sola, también me gustaría ver al chiquitín.

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-No estaría mal, así se acostumbra a otras personas, al menos de vista. Aún no quiere que nadie más entre con él. Venga, deja lo que has traído y te llevo en mis sombras a tu cuarto para tomar el dispositivo.

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- Eso está hecho.- dijo Clara entrando en la enfermería y saliendo casi al momento.- Listo, vamos cuando quieras, después de todo, el transportista elige cuando salir.

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-Venga, vamos, esto será rápido.- tomé su mano con firmeza y la llevé en mis sombras hasta su habitación.- Llegamos~ Transportes Bell dando su buen servicio. Jijijiji

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- Jajajajaja, eres genial.- dijo Clara tocando en la puerta haciendo que Cris abriera a la vez que bostezaba.

- Hola, Bell...

- A mí también me gusta verte, hermanito.- dijo Clara hinchando sus mejillas a la vez que entraba y tomaba el dispositivo de escucha.- Vengo en un momento, Cris... Voy con Bell al ala C.

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-Hola, Cris. Perdón si molesto tan tarde. Es que quería arreglar algunas cosas antes de salir de misión mañana.- tomé la mano de Clara y nos volvimos a ir en una sombra, esta vez apareciendo frente al ala C.- Bienvenida.

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- Waaaa... Esto es un hotel de 5 estrellas comparado con el lugar donde nací... No me hubiera importado años atrás estar en una de estas celdas. Quizás no te lo dije, pero Cris y yo nacimos en un pueblo extremadamente pobre... Jejeje

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-Siendo de procedencia circense, me lo esperaba. Yo también nací en una familia humilde, pero al menos no éramos tan pobres, aunque sí lo era el orfanato donde me crié.- entramos al ala C, casi todos estaban ya durmiendo. Solo Rose estaba despierta leyendo y Pedro, a quien se le notaba más nervioso que antes.- Iré a verlo, espérame aquí, Clara.

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- Por supuesto... Aquí mismo te espero, Bell. No te preocupes si tardas, me pondré algo de música así que estaré entretenida.- dijo Clara con una gran sonrisa.

Dentro de la celda, Pedro intentaba hacer algunos ruidos para tratar de escuchar algo, aunque le era imposible, se había quedado absolutamente sordo. Ya hacía dos días que apenas dormía y entre ambas cosas estaba especialmente nervioso.

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