- Sí... Lo hice... Pero era necesario.-dije fríamente, siempre pensé que debía disculparme por las vidas inocentes que había arrebatado... Pero no por las culpables... Los que debían morir debían y punto... Y así lo consideraba en este caso.

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-¿Necesario?- no me podía creer que dijera algo así de forma tan superficial.- ¡¿Crees que matar a alguien por simple capricho es necesario?! ¡¿Solo porque no tenga una buena reputación o comportamiento?!- me puse en pie y me alejé de él con tal de que mi descontrolado cabello no lo lastimara.- Si es así... ¡Entonces para ti, Travis también debería morir! ¡¿No?! ¿O tal vez Víctor? ¿O Noel? ¿O quizás, el padre de Orión? ¡¿O yo?!- sentí las lágrimas saliendo de mis ojos.- ¿Cómo pudiste...? ¿Cómo pudiste mentirme... y romper nuestra promesa...?

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- Ese chico dudaba de ti... Puede que no sepas esto... Pero desde que haya una queja, la más mínima, el proyecto de las alas C y M no saldrá adelante... Ni siquiera buscarán pruebas... El mundo está en contra y desde que un alumno, quien sea, lo esté... Podemos olvidarnos de tu meta de sacarlos de allí. Travis volvería al ala C y Alice sería encerrada también... Crees que no hay más celdas de las que has visto, pero las hay, aunque están vacías. Esto iba mucho más allá de ti, fue por el futuro de la academia... Si el proyecto falla, Orión será destituido como presidente y no podrá proteger a Alice, a Travis, a ti o a mí. Tú serás llevada a otra academia por ser mi alumna y nosotros cuatro seremos encerrados por traición y locura.

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-¡Pero no debiste ir tan lejos!- di un golpe en el suelo con mi pie y apretando los puños y los ojos.- ¿Cuántas opciones tenías con tus poderes...? Pudiste modificar su pensamiento... borrar su memoria... lo que fuera... tenías más vías... pero optaste por matarlo...- lo miré fijamente con gran molestia.- Nada de lo que he hecho hasta ahora habría sido posible sin la confianza que te tenía... ¡Contaba siempre con tu apoyo! ¡Creí que serías el único que no me mentiría!- mi cabello comenzó a soltar latigazos por todos lados.- Si tanto te importaba el proyecto... pudiste haberte dado cuenta de que nunca salió de mí... sino de la confianza que yo te tenía... y la que tú me tienes a mí... - como mi cabello se estaba acercando a él, solo me fui alejando hacia el borde del techo.- ¿Cómo crees que me siento ahora...? Me siento traicionada... dolida... porque me has hecho lo mismo que me hicieron ellos... los normales... me quisieron para luego dejarme a un lado y hacerme ver que no valgo para ellos... todo es mentira... ¡Todo es mentira!- solté antes de caer por el borde del techo y caer amortiguada por mi cabello cuando llegué al suelo.

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Me quedé solo en el tejado, el pecho me ardía y dolía, no considero que la haya dejado de lado... Siempre confié en ella y sin eso, jamás habría ayudado en su proyecto por mucho que la ame. Siempre pensé que era posible con su forma de ser.

Mi mente estaba empezando a acelerarse, mucho... Demasiado... Tanto que estaba doliéndome todo. Estaba comenzando a dolerme hasta los oídos. Sabía lo que estaba a punto de sucederme y aún así, no intenté tranquilizarme... Quizás, porque así me castigaba a mí mismo de paso. Acababa de perder a la única persona a la que he amado.

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No sabía qué hacer o a dónde ir. Estaba más que dolida, decepcionada y con el corazón roto. Mi carrera en pleno llanto me llevó a colarme en el invernadero de Orión. Allí me quedé, sentada en un rincón abrazando mis rodillas y llorando sobre estas.

Sin embargo, pasados unos minutos, mi cabeza me dio una punzada un poco fuerte y luego una sensación de vacío me atacó. Lo peor de todo, es que sabía a quién pertenecía.

-D-Dudú... -no recibí ninguna respuesta y eso me asustó.- ¡¿Dudú, estás ahí?!- me puse de pie aterrada.- Oh, no... - salí nuevamente del invernadero a buscarlo, por mucho que estuviera molesta con él, algo no andaba bien.

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En la azotea, ya no sabía en que parte me encontraba, con la poca conciencia que me quedaba me encogí en el primer rincón al que pude llegar. Allí esperé a que todo en mí se apagara... había sido una buena sobrecarga de consciencia... Tardaría mucho en despertar.

Lo último que hizo mi cerebro fue mandar un impulso de vacío a Orión y a Belly.

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Cuando llegué a la azotea y lo vi allí en ese rincón, corrí hacia él para socorrerlo. Lo tomé por los hombros y lo agité para intentar hacerlo reaccionar.

-¡Dudú, despierta! ¡Reacciona, por favor!- al no ver respuesta, tomé los tapones de los oídos y se los puse antes de ir a la habitación de Orión y él, saliendo estrepitosamente de mis sombras pues estaba muy nerviosa como para poderlas controlar bien.

-¡Orión! ¡Necesito ayuda!- dije entre lágrimas.- ¡¿Qué le pasa?!

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Orión se giró rápidamente y al ver mi estado, me cargó en sus hombros.

- Está inconsciente, ha sido una sobrecarga... Aunque no le hubieras puesto los tapones no hubiera pasado nada.- dijo reaccionando con rapidez infinita.- Vete a la enfermería, que preparen una capsula médica y que traigan una camilla, Bell... Ahora.

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-¿E-eh? S-sí...- aún estaba en shock, pero gracias a las palabras de Orión, reaccioné.

Fui directo a la enfermería y avisé a los doctores, los cuales salieron casi volando de allí con una camilla. Llegué junto con ellos a la puerta de la habitación.

-¡Ya estamos aquí, Orión!- avisé solo de abrir la puerta.

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- Doctores, sobrecarga, Duncan, 16 años, coma autoinducido... Vayan con cuidado, por favor.- decía el albino dando señas a los médicos.- Es alérgico a los antisépticos.

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Me sentí horrorizada al ver cómo se lo llevaban en aquella camilla y le colocaban todo tipo de equipos médicos. Sentí que él se me iba de las manos. Por muy molesta que estuviera porque me mintiera, no merecía que algo como esto le pasara.

-Orión... por favor... dime que estará bien...- apreté los puños con mucha fuerza.- Dime que se va a poner bien, por favor...

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- Lo estará... Pero no sé cuanto tardará en despertar. Yo ya sabía que ese chico fue asesinado por Duncan... Pero su mente no piensa ser culpable... Para él, estaba ayudándote. El chico muerto es quien se burló de ti por intentar ayudar a los del ala C. Y sinceramente... Para mí, también merecía morir.

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-Pero... yo no quería esto para Duncan... ¿Qué pasará ahora? ¿Con él...? Esto es mi culpa... él no debe pagar por esto... no quiero que sufra por esto...

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- Cuando despierte y se recupere, será sometido a sanción si su excusa es válida... Si no, será encerrado y me quedaré sin hermano.- dijo Orión muy serio.- Podríamos negociar para que sea absuelto si tu plan funciona o si se alista de nuevo al ejército.

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-¡¿Qué?! -tomé la mano de Orión y le miré con súplica.- ¡No, por favor! Su excusa es válida. ¡Fue mi culpa! Yo hice eso. Yo le dije algo que lo provocó. Por favor... Orión... no quiero que lo encierren... no lo soportaría... ni él ni yo... No quiero perderlo... Quiero quedarme a su lado... siempre...

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- Hay otra forma... Pero sería crear una gran mentira.- dijo aún más serio.- Decir que fue un jodido suicidio y encubrir todo, aún así... Si alguien se entera, yo me iré a la cárcel y Duncan a dios sabe dónde.

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-¡Nadie lo sabrá! No diré nada... Por favor, Orión, no voy a decir nada, pero quiero asegurarme de que él esté bien... ¡Haré lo que sea! Te lo suplico... déjame ayudarlo...

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- Dime una cosa, Bell... ¿Quieres ayudarle porque le amas o porque te sientes culpable por la sobrecarga? ¿Qué pasó? Le hiciste confesar y luego... ¿Qué?

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-Orión... -dije quizás con el tono más serio que había usado en mi vida.- Me hizo una promesa... y la rompió... me mintió... y me sentí más que traicionada... Yo le amo... más que a mi propia vida... pero en ese momento sentí que... no podía confiar en él... y... y... eso fue lo que le dije antes de irme...- levanté la mirada y la crucé con Orión sin duda ni miedo.- Yo quiero ayudarlo porque lo amo. Porque... aunque me mintiera... aunque rompiera nuestra promesa... aunque perdiera mi confianza en ese momento... no soy capaz de dejar de amarlo... no soy capaz de odiarlo...

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- Pero le dejaste solo... Eso es algo que no debes hacer con él después de hacerle dependiente de quien es ahora su único soporte. Cuando está aquí o no estás cerca, solo habla y piensa en ti. Puede que haya matado a alguien, vale, pero en su cabeza, lo hizo por ti... Lo hizo porque sentía que aquello en lo que tú crees, estaba en peligro.

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-Yo... -me quedé impactada ante eso, sabía que Duncan tenía en mí un gran apoyo, pero no esperaba que tanto.- ...no pensé que fuera así... Es solo que... estaba molesta... por lo que había pasado... y no sabía a dónde ir o qué hacer... Lo siento muchísimo... Yo no quería esto para él... pero tampoco pensé que fuera a pasar...

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- Tranquila... Cuando despierte, podréis hablar y seguro que tiene mil y un perdones para ti. No estoy contento con esto, pero tampoco es culpa tuya... Si él hubiera pensado un poco más, no lo hubiera hecho. Y desde luego no habría tenido que mentirte. Pero escucha bien lo que voy a decirte... Lo que Duncan vivió en la base militar, sólo lo siente él y carga sobre sus hombros, no sobre los tuyos o los míos. Aprende a ser un poco más flexible con él.

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Bajé la mirada aún con el rostro mojado por las lágrimas y asentí completamente apenada.

-Orión... quiero quedarme con él tanto tiempo como pueda... por favor... permíteme eso... no quiero que esté solo... no más solo de lo que se siente sin mí...

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- Bell... Estarán todo el tiempo intentando despertarle, tendrás que ir a clase y prometerme que te tomarás tiempo de descanso. Lo que menos querrá Duncan es que te pase algo a ti, y yo me aseguraré de que estés bien y hagas lo que debes. Aunque ya te aviso, que yo no soy tan permisivo.