Desperté con solo un pensamiento en mi mente, la promesa de que iría a ver a Duncan en la mañana. Fui al baño a prepararme procurando no hacer ruido para no despertar a Alice.

Cuando estuve lista, me escabullí por el lugar, pero esta vez, entré materializada por la puerta y me acerqué primero al tanque donde estaba Orión.

-Buenos días, Orión. ¿Cómo te encuentras?- dije con una sonrisa cordial mientras me fijaba en sus nuevas adquisiciones físicas debido a su nocturna experiencia en el agua.

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- Bien... Aunque, si te soy sincero, tengo un hambre de lobos.- dijo el albino.- Me comería un buen pollo asado si me dejaran salir de aquí... Y no mires tanto, lo sé... Me veo muy gay ahora mismo, no puedo evitarlo, ya que es una habilidad llamada adaptación. Y ve a ver a Duncan antes de que las bestias despierten, se nota que lo estás deseando... Aah, y gracias por traernos hasta aquí... Enana...

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Feliz por ver que uno de mis amigos estaba bien al menos, le dediqué una sonrisa a pesar de que me llamara enana, me daba igual. Agitando mi mano, me despedí de él y fui hacia donde estaba Duncan. Esperaba no perturbar su sueño tampoco ahora, pero por lo que pude notar, no parecía dormir.

-Buenos días, Duncan.- dije en un susurro suave mientras me adelantaba esta vez y era yo quien tomaba su mano.

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En cuanto sentí sus pasos, pude saber que era ella, la escuché hablar con Orión, ya le golpearé por llamarla enana. Cuando escuché que me hablaba y tomaba mi mano, no pude hacer más que sonreír como un idiota.

- Buenos días, Bell, espero que tuvieras una buena noche.- sonreí aún más mientras entrelazaba mis dedos con los de ella muy suavemente.-  Me alegra tenerte cerca de nuevo, espero que ya hoy me dejen volver a mi habitación. Es que es raro pasar la noche aquí y escuchar a Orión chapotear toda la noche, apenas me ha dejado dormir.

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-Oh, vaya... eso significa que no has podido descansar bien...- dije algo preocupada y me senté en el borde de la cama.- Al menos tendrás tiempo de descansar cuando regreses a tu habitación.- sonreí levemente.- ¿Hay algo que necesites ahora? Yo... pues...- me sonrojé nuevamente y desvié la mirada sonriendo aún.- Quisiera ayudarte en lo que sea... que puedas necesitar... aunque sea... lo más mínimo... -reí levemente al recordar lo que estaba a punto de decir.- ...como acariciar tu cabello para que te concentres mejor... jijiji

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- jajajaja... Eso estaría bien, pero sería demasiado vergonzoso para ambos si alguien nos llegara a ver.- dije entre pequeñas risas, era imposible no estar animado con ella cerca.- Quizás acepte esas caricias en otro momento, ahora con hablar contigo y saber que no saliste herida, me es mucho más que suficiente.

Y lo decía totalmente en serio, no quería que nada ni nadie pudiera herirla bajo ningún concepto. Haría todo lo que estuviera en mi mente y manos para protegerla hasta de las hermosas espinas de un rosal.

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-Por supuesto que estoy bien. Hiciste de todo para protegerme...- dije con una sonrisa orgullosa.- Y por proteger a todos los demás. Eres muy valiente, Duncan. Ahora comprendo por qué todos cuentan contigo para el comité disciplinario.- apreté ligeramente su mano sin darme cuenta.- ¿Al menos me aceptas que te dé un poco de agua?

Al decir esto, una sombra muy pequeña se abrió en el aire cerca de mi mano y de esta cayó una botella plástica con agua fresca. También una pajita. Atrapé ambas cosas y se las ofrecí.

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- Así que no solo transporte de personas, sino de objetos necesarios... Interesante.- dije sonriendo al notar lo que salía de la nada, suponiendo que fuera cosa de Bell y de sus sombras.- En fin... Acepto un poco de agua, ya que parece que se la han dado toda a Orión.

No podía moverme rápidamente, así que iba bastante despacio y me dolía mucho el brazo, aunque era normal, pues me estaban dando medicación a través de vía intravenosa.

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-Espera, no te tienes que mover, te la daré yo...- dije al notar la debilidad en sus movimientos, se le notaba que no había podido descansar del todo.

Abrí la botella y le puse la pajita dentro, luego la acerqué a sus labios con extremo cuidado. De repente me sentí como una enfermera o al menos algo como eso parecía. Me sonrojé por eso, pero algo me decía que Duncan necesitaba esta ayuda, y, al parecer, nadie era tan atento como para dársela.

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Bebí agua, pero quizás con demasiado apuro, ya que nadie había ido desde la noche anterior a darme algo de beber. Por ello, me ahogué ligeramente y terminé tosiendo.

- Lo siento... Fui demasiado rápido.- dije sonriendo.- Gracias, tenía mucha sed, eres muy atenta conmigo... No sé cómo agradecértelo.

Tomé su mano con suavidad en el momento en el que escuché ruidos extraños en la sala de al lado, donde aquellos alumnos sin control estaban.

- Te han olido... Estoy seguro, pero tranquila, es imposible que salgan de sus celdas o que se levanten de sus camas. Sobre todo uno de ellos que... Bueno, es tan ciego como yo.- dije suspirando.- Es probablemente el que más sabe de dónde estás.

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Le sonreí por su agradecimiento, aunque un pequeño susto tuve al verlo toser así, pero luego me pareció algo tierno.

Sin embargo, esos ruidos de las otras salas me tenían bastante nerviosa. De no ser porque él sujetaba mi mano de esa forma tan suave y cariñosa, tal vez no me habría sentido tan segura.

-Entonces no me preocuparé. Si puedo quedarme aquí contigo un rato más, no tengo problemas con eso.- dije mientras seguía escuchando esos ruidos, pero trataba de ignorarlos.- ¿Vas a... estar bien pronto...? No... no me gusta verte así....

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- Estaré bien, no tienes de que preocuparte, mañana ya estaré como nuevo e iré recuperando facultades a lo largo del día de hoy.- dije sonriendo ampliamente y acariciando sus nudillos con mi pulgar.- Además, sería muy descortés no recuperarme cuando me estás esperando.

Los ruidos en la habitación contigua fueron cesando, al parecer mi homólogo ciego del ala C se estaba acostumbrando al olor de Bell. Eso era bueno e inquietante a la vez, ya que ahora la recordaría en todo momento... Sabría quién es ella y posiblemente si se encontraran, la atacaría.

- Fuiste a ver a Orión... ¿Cómo está él? ¿Y Alice?

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-Orión está bien, parece un tritón en su modo acuático, pero se está recuperando bien.- respondí mientras volteaba a mirar al elemental de agua y sonreía.- Alice también está muy bien.- volví a mirar a Duncan.- Está durmiendo como una princesa, es la que mejor se ha recuperado. Ahora solo falta que te mejores tú.