Aún tenía ese temblor en mis manos, pero tomé las suyas. Solo me dejé llevar, ni siquiera sabía lo que mi cabello hacía, pero escuchaba el gran alboroto. Trataba de calmar mi respiración mientras escuchaba sus palabras.

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Travis sonrió suavemente, intentaba encontrar las palabras que mejor la hicieran sentir, de verdad que las estaba buscando de todas las formas posibles en los rincones más desastrosos de su cerebro.

- Muy bien peque, tranquila, ¿sí? Eso es... Respira hondo, con calma. No hagas caso a nada más, si quieres cierra los ojos.- era un pequeño truco que siempre le había dado a su hermanita y esperaba que con Bell también funcionara.- Concéntrate en mi voz, ahora no hay nada más en la habitación, solo tú y yo... Así...

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Cerré los ojos como él dijo y comencé a soltar largos suspiros entre mi agitación para poder calmarme. Realmente me estaba tranquilizando. Tanto fue así, que de repente, caí de rodillas al suelo haciendo que mi cabello también cayera como muerto y sin movimiento alguno.

-...- estaba como en un trance, perdida en la oscuridad de mi mente y vagando en ella.-...no me dejes sola...

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- No me voy a mover de aquí, Bell, estoy contigo... Tranquila.- dijo Travis ahora acariciando la mejilla de ella con mucho cuidado.- No pasa nada, todo está bien, jamás te dejaré si estás mal.

La tomó entre sus brazos con cuidado hasta tenerla agarrada como si fuera una bebé. Protegiéndola de todo y todos.

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Abrí los ojos lentamente estando un poco confundida. Estaba desorientada y no sabía lo que había pasado.

-.....Duncan...- susurré con un hilito de voz, pero luego levanté la mirada y vi a la persona que me tenía entre sus brazos.- ¡T-Travis! ¿Q-qué ocurrió...? Tu mejilla... oh, Dios... yo te hice eso... ¿estás bien...?

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- Shhh... Estoy bien, calma.- dijo el rubio sonriendo muy levemente, aunque más era una sonrisa triste, le había llamado Duncan.- Lo de la mejilla no es nada, lo importante es que estás bien.

Acarició la mejilla de Bell y su pelo también, sin miedo ni remordimiento, solo quería que ella supiera que todo estaba bien.

- Además, lo de la mejilla me lo merecía de sobra... Así que la culpa es mía. ¿De acuerdo?

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-Lamento mucho esto... quería calmarte... y terminé perdiendo el control yo...

Pasé mi mano por su cara, limpiando un poco de la sangre que salía de su herida con mi pulgar. Sonreí levemente y solté un suspiro de alivio.

-Gracias por ayudarme... - miré sus manos, aún sangrantes.- ¿Me permites... terminar de curarte al menos...?- dije sonrojada.

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- Claro... Y no te disculpes... Fue cosa mía, me gané el golpe y calmarte es lo menos que podía hacer... Tú me calmas a mí todo el tiempo.- dijo sin más dejando que se separara de él y tendiéndole las manos para que terminara de curarlo.

Estaba algo más relajado... Quizás demasiado y comenzaba a tener sueño, pero no lo demostraría demasiado.

- Cuando termines, deberías ir a descansar... Seguro que hiciste mi cena y eso... Pero no tengo hambre, lo siento.

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Continúe vendando sus manos con suavidad. Aunque no sintiera dolor, el tacto lo conservaba y sentía que debía ser gentil aún así.

-Te lo dejaré aquí de todas formas... por si tienes hambre en la noche y no tienes nada para comer. Dudo que los celadores vengan a traerte algo si eso pasara.- dije con una leve sonrisa.- Listo... ya quedó. ¿Te sientes mejor?- tomé su rostro entre mis manos y con una mota de algodón, limpié la herida de su mejilla con la misma delicadeza.

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- Me siento mucho mejor... ¿Y tú? ¿Te sientes bien? Sabes que hay forma de controlar tus poderes aunque no controles tus sentimientos... ¿No? Y lo digo sin tener que renunciar a ellos.- dijo el rubio sonriendo ligeramente.- Aunque no es fácil en absoluto... Te lo digo yo que pasé por ello.

Travis parecía mucho más calmado, no tenía miedo de Bell aunque esta había perdido parcialmente el control. No tenía problemas en estar cerca de ella, aunque esta estuviera totalmente fuera de control, solo tenía formas de agradecerle, no de reducirla o temerla.

- Yo sé que eres buena... Y aunque todo el mundo comience a dudarlo, yo seguiré creyéndolo... Y estoy seguro de que el trío de raritos también.

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Me sorprendí de como Travis hasta apoyaba a los del comité disciplinario con tal de ayudarme a sentirme confiada, segura y mejor. Aún sabiendo que en el primero que pensaría sería en Duncan, ninguno de los dos somos tan tontos.

-Yo... te lo agradezco, Travis...- sonreí con una especie de alivio interno.- Justo ahora... lo único que me gustaría es poder saber que estarás fuera de esta prisión pronto... Me encantaría tenerte cerca más allá de los horarios de comida... -reí levemente.

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-Y a mí, si te soy sincero, cuando llegué aquí fue con una mascarilla inhibidora del olor y unos grilletes enormes que no me dejaban apenas caminar... Tampoco he sabido mucho de la academia porque siempre Alice y Orión actúan demasiado rápido.

Travis se relajó un poco al saber que Bell estaba más tranquila. Se sentía bien hablar con ella aunque sus cuerdas vocales le molestaban de vez en cuando.

- Una vez me escapé a las 4 de la madrugada pensando que todos estarían durmiendo... Me tenían encerrado de nuevo a los 15 minutos. A veces he llegado a pensar que esos dos no duermen.

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-Jijijiji por lo menos Alice, te puedo asegurar que lo hace y muy profundo.

Terminé de curar a Travis y me quedé un rato con él. Estando más calmada y él también solo me puse a recoger los destrozos de la habitación. No quería que se lastimara más sin darse cuenta.

-Te prometo algo. El día que te dejen salir, yo personalmente me encargaré de mostrarte toda la academia y te enseñaré el bello jardín que tienen los elementales de tierra.

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- Eso suena bien... Tener una buena guía, respirar aire fresco y estar un buen rato fuera sin grilletes ni más preocupación que ir a clase.- dijo el rubio tan tranquilo mientras escuchaba a Bell recoger todo.- Cuando estaba fuera estaba cursando la universidad... A los 12 años.

Aquello lo dijo como si nada, pues esa era su vida normal cuando tenía familia. Universidad prematura, casa en una base militar, entrenamiento por las tardes... Correr tras su hermanita y lidiar con su madre.