- Es tal y como dice Iris, hay una medicina que controla nuestros poderes y nuestro límite. Yo las tomo y os aseguro que son totalmente inofensivas para la salud. Si no armais alboroto y os tomáis esa medicina, seréis total y absolutamente libres. Hay misiones para ganar dinero, también podéis ayudar en la academia y si no os gusta nada, el centro os pagará los gastos.- dijo Travis con calma.- No tenéis que preocuparos por nada.

- Le gusta mucho el chocolate blanco, los dulces, correr, el aire fresco, estar fuera y tranquilo. También le gusta mucho leer y cosas así.- dijo Alice felizmente.- Es muy asiduo a ayudar a los demás y ve con el oído, así que están prohibidos los ruidos excesivamente fuertes.

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-Jeeee... perfecto. Que me hagan las pruebas que necesiten, quiero salir de este lugar y poder caminar libremente por donde me plazca.- la mirada de Shadow parecía entre ansiosa y algo siniestra.

-¡Yo también! Si salgo, me vas a enseñar tooooda la academia, ¿verdad, Travis? Vamos a ir a clase juntos y almorzar juntos y.... y... y ya me estoy emocionando mucho, ¿verdad?- Iris rió levemente mientras se rascaba la nuca.

-Oh, eso debe ser terrible para él. Procuraré estar callada y no hablar muy fuerte.- me acerqué a la máquina expendedora y compré una lata de melocotón.- Vaya, está bien fría, genial. Vamos, Alice, o voy a estallar de los nervios.

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- Claro que os enseñaré todo, comeremos juntos e iremos a clase juntos todos los días... Aunque necesitáis alguien que os apadrine o algo así, como un mentor que os explique. Yo solo puedo tener una persona a mi cargo, pero podría buscar a alguien para que me ayude. Normalmente los mentores de los chicos son chicas y los de las chicas son chicos.- explicó Travis con calma.

- Cálmate, Duncan sabrá si estás nerviosa. Con que hables en un tono normal está bien. Sólo es una persona igual que tú, no tienes que estar tan nerviosa.- dijo Alice dándole unas palmadas tranquilizadoras en el pelo.

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-¿Puedes ser mi mentor, Travis?- pidió rápidamente ella.

-¡¿Eh?! ¡No lo has pensado ni un segundo, Iris!- replicó Shadow notablemente sorprendido por su hermana.

-¿Qué tiene? Me ha ayudado y explicado todo hasta ahora y nos quiere cuidar. Si es mi mentor, no me sentiría mal si tiene que atender a alguien más y pierde el tiempo con nosotros.

-Dijo que solo puede tener a una persona a su cargo, pero aún no ha dicho si tiene alguna...- aclaró el pelirrojo suspirando y rascando su cabeza.

-Fueeeeee..... es cierto... ¿Travis...?- ella lo miró casi con súplica.

-Ya, ok, ya me calmo... me estoy haciendo un lío yo sola... ¡vamos allá!- dije con ánimos, pero luego miré a Alice.- ¿Dónde queda su habitación...?- sonreí apenada.

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- No tengo a ninguna persona a mi cargo, así que puedo ser tu mentor sin problemas, Iris.- dijo Travis riendo dulcemente.- Si quieres, puedo buscar a alguien para ti, Shadow, lo normal es que el mentor sea un año más grande que el apadrinado pero no creo que eso importe en este caso.

- Comparte la habitación con Orión... Es por aquí, a la derecha ahora y.... Hemos llegado.- dijo la mayor señalando una puerta.- Es aquí, venga... Toca a la puerta.

Antes de que nadie tocara, Orión abrió la puerta con cara de estar a punto de dormir o de acabar de despertar.

- Duncan os oyó desde hace rato... Pasad.- dijo él yendo hacia la cama donde se dejó caer.

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-Meh, me da igual. Solo que sea una persona responsable y que no sea problemática. Con eso me conformo...- respondió encogiéndose de hombros.

Iris fue directo a abrazar a Travis con una amplia sonrisa.

-¡Que bien! ¡Voy a tener un mentor de pelo amarillo!- celebraba de forma alegre.- ¿Cuándo nos darán esas pastillas? Ya quiero salir y ver toda la a academia.- decía ansiosa.

-Oh, vaya... con permiso...- entré a la habitación aquella tratando de disimular los nervios.- Hola, Duncan... uhm... te he traído esto... Alice me ha dicho que te gusta mucho...- le ofrecí la lata de melocotón.

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- Jajajajaja, y yo tendré una apadrinada de pelo rojo.- dijo abrazándola muy suavemente.- Tranquilo, Shadow, encontraré a alguien que sea suficientemente tranquila y responsable.

- Muchas gracias, Bell.- dije algo más tranquilo.- ¿Cómo te encuentras? ¿Te sientes bien?- pregunté sonriendo levemente, aunque la sonrisa era bastante forzada.

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-Da igual, yo te estaré vigilando también. Espero que hagas buen trabajo con mi herma-... ¡Ay, contra!- gritó quejándose, pues su hermana lo había pellizcado.

-Respeta, Shadow. Travis hará bien su trabajo. Lo ha hecho hasta ahora, así que deja de ponerle pegas, jolín.

-Tsk... está bien...- dijo desviando la mirada muy serio, pero apenado en el fondo.

-Estoy bien en general... no me duele nada y... bueno, supongo que solo faltan mis recuerdos... Oh, espera, yo la abro por ti.- dije tomando la lata de sus manos y abriéndola.- Listo. ¿Mejor?- pregunté con una sonrisa cordial.

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- Jajajajajaja, tranquilo, haré todo lo que esté en mis manos para que Iris este cómoda, feliz y segura.- dijo sonriendo levemente.-  No dejaré que nada malo le pase, además, lo pasaremos muy bien todos juntos.

- Muchas gracias, la verdad es que me cuesta bastante abrir las latas solo.- dije dándome cuenta de que Alice no paraba de acariciar el pelo de mi hermano quien se había quedado dormido.- Me alegra mucho saber que te encuentras bien, eso es lo más importante, solo espero que no vuelva a pasar algo como lo de hoy... Estábamos todos bastante preocupados. Pero eso es lo de menos, lo que importa es que no estés herida.

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-Respondería algo más, pero quiero conservar lo poco que tengo de piel ante los pellizcos de mi hermana.- dijo con una expresión seria, pero se notaba su molestia.- Con que ella sea feliz, me vale lo demás... por ahora...

-Shadow...- Iris sonrió conociendo que su hermano le estaba dando el visto bueno para andar con Travis.- No te preocupes, sabes que siempre te querré también a ti. Además, Travis sabe lo que es que estés preocupado por tu hermanita. ¿No es así?- dijo ella mirando al rubio.

-¿Cómo te encuentras tú? Vi cómo te pusiste cuando desperté y Alice me explicó todo... o al menos un poco... Eres mi mentor... y... mi pareja... ¿no es así? ¿Cómo fue...? ¿Qué hicimos para terminar juntos...?- me senté a su lado en la cama aunque manteniendo la distancia levemente.