-No creo que tu hermano te haya casi regalado a unos científicos locos para que te dieran de comer porque ni siquiera podía mantenerte comiendo al menos una vez al día... -confesó suspirando y notándose la rabia en su expresión.- Me dijeron que la cuidarían y la alimentarían, pero solo se aprovecharon de mi ingenuidad para capturarnos y hacer lo que quisieran con ellos. Al menos no morimos, pero lo que vivimos, quizás fue peor que la muerte...

-¡Que guapa! Es una nena hermosa.- exclamó, aunque la foto estaba al revés.- Muy linda con esas coletas... Oh, Travis... tus ojos... que bonitos... un color verde tan vivo... y alegre...

-¿Un demonio?- apreté mis brazos con mis manos con más fuerza y negué con la cabeza con fuerza.- No lo eres, no digas eso... Nunca, por muy malas que hayan sido tus acciones, serás un demonio. No comprendes los sentimientos de la gente, ¿no es así? Entonces solo date tiempo para aprender... Aunque el mundo te dé la espalda... yo seguiré aquí a tu lado, Dudú... porque siento que es mi lugar en el mundo...- no me había dado cuenta siquiera que había apretado tanto mis brazos que comenzaban a sangrar levemente.- No quiero que pienses así de ti nunca más, por favor... prométeme eso...

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- No, pero estuvimos un año en la calle porque no sabíamos a dónde habían llevado a nuestro padre. Cuando llegamos aquí, tanto mi hermano como yo ya habíamos superado nuestro límite. Nos salvamos del ala C porque podíamos hacer cosas, aparatos para médicos, militares y políticos. Cuando nos dimos cuenta... Nuestro padre estaba en coma en esta misma academia y todos lo sabían... Pero nadie nos lo había dicho.

- Sí, bueno... Éramos dos hermanos muy unidos, yo no me separaba de ella para nada y ella siempre venía conmigo cuando había el más mínimo problema.- dijo Travis sonriendo dulcemente.- Era una niña tanto inquieta como adorable.

- Te lo prometo, pero deja de hacerte daño a ti misma, por favor...- dije abrazándola y dándole un dulce beso en la frente.- No volveré a decir eso de mí mismo, pero será mejor que nos vayamos de aquí, los recuerdos malos puede ser doloroso para ti.

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-Vaya... supongo que todos aqui tienen un duro pasado... Lamento mucho lo de tu padre... Espero que despierte pronto...- levantó su mano y, recordando cómo solía consolar a su hermana, acarició la cabeza de Clara.- Está bien, ¿sí? Tú misma lo dijiste, tienes a mucha gente a tu alrededor como amigos para apoyarte. Cuenta conmigo, rubia. Te aseguro que no te fallaré jamás.- dijo sonriendo, aunque, al darse cuenta de sus palabras, se sonrojó levemente.

-Se les ve muy feliz a los dos, que lindos. Jeje...- le devolvió la foto en la mano.- Pero... es extraño... ¿para qué tienes esa foto, Travis? ¿No se supone que no puedes verla? Si tienes un recuerdo de alguien, creo yo que debería ser algo que tú puedas disfrutar también....

-Con eso me basta...- sonreí un poco más animada.- Vámonos entonces... quizás venga otro día y recuerde algo más... y mejor...- cuando levanté mi mano para tomar la de él, me percaté de que tenía sangre en los dedos.- ¿Eh...? ¿Y esto...?- susurré y revisé mis antebrazos, en efecto, estaban marcados los apretones que me había dado.- Oh, no...

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- Claro, si no fuera por ellos no tendría nada... Sobre todo se lo debo a mi hermano, es quien tiene más secuelas.- dijo Clara sonriendo ampliamente.- Por eso nos cuidamos mutuamente, igual que tú e Iris. Además, tú también tienes muchos amigos ahora, me tienes a mí, a Duncan, a Bell, Alice, Orión, Travis, y por supuesto Iris también nos tiene a todos nosotros.

- Es la única imagen que tengo de mi hermana conmigo... Todo lo demás fue destruido en el bombardeo.- dijo el rubio algo afligido por ello.- Elena era mi pequeña bebé y no quiero tirarla, al menos sé que hay en la foto y sostenerla me ayuda a recordarla aunque no pueda verla nunca más.

- ¿Te has herido? Vamos, tenemos que ir a la enfermería para que te curen... Por favor, te suplico que no vuelvas a hacerlo, saber que te has hecho daño me duele a mí también... Y Alice me matará si llega a pensar que ha sido culpa mía.

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-Oye, Clara...- dijo tras unos segundos de silencio y solo mirar incrédulo a la chica.- ¿Todos ustedes son siempre así con los desconocidos que llegan o solo eres tú conmigo quien se comporta de forma tan... alegre y espontánea? Es que... incluso hablamos de cosas tristes y no has dejado nunca de sonreír... eso es extraño...- se rascó la cabeza confundido.- ¿De qué planeta vienes?

-Oh... puedo hacer algo por ti, Travis. Pero para eso debo usar un poco de mi poder. Quisiera sorprenderte, ¿me das permiso de usarlo? Será solo un poco nada más, lo juro.- propuso con una expresión juguetona.

-Creo... que mi fuerza aumentó por pasar mi límite... Antes no podía hacer eso... Vaya... lo siento, no pretendía lastimarme a mí misma...- intenté que las gotas de sangre no llegaran a mi ropa, no quería que nadie se asustara por ver eso.- Vamos, antes de que deje rastros de esto aquí...- dije yendo por la puerta hasta el pasillo.- Perdóname, Dudú... no fue a propósito esto...

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- Jajajajajaja, soy del mismo planeta que tú, solo que yo ya no quiero llorar más. Cuando lo hacía de pequeña, mi hermano se frustraba y no sabía que hacer... Se esforzaba aún más y acababa con más heridas. Por eso un día, sin más, dejé de llorar. Además, si soy feliz ahora... ¿Porque debería llorar? También es debido un poco a un trastorno de atención jejeje...

- Claro, tienes permiso... Pero solo si me juras que pararás enseguida si te duele o no puedes continuar. La foto es importante para mí, pero tú eres aún más importante.- dije dándole la foto de nuevo.- ¿Necesitas la foto?

- Tranquila, de hecho... Por favor... No te muevas.- dije con calma y tomando su mano en total silencio.- Listo, como si no hubiera pasado nada.- dije al haberla curado con mi regeneración.