- Los helados hay que comerlos despacio, Iris.- dijo Travis riendo suavemente.- Mañana os llevaré chocolate, os encantará, hay blanco, negro, con leches, almendras y miles de cosas deliciosas, chuches y gominolas.

- Me tranquiliza mucho que estés conmigo, siempre ha sido así, estoy muy en paz contigo en todo momento.- dije sonriendo dulcemente.- Ya estamos cerca, escucho la voz de Alice.

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-Es increíble... conoces mucho del mundo, Travis, al menos... más que nosotros...- dijo algo decepcionada de su propia vida.

-Calma, fosforito... date tiempo...

-¿Puedes escucharla? ¿O te refieres a en tu mente?- al decir eso, levanté la mirada, encontrando a Alice esperándonos con un paraguas además del que ella usaba.

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- No tienes que tener pena de ello, pronto sabrás tanto como yo o incluso más.- dijo el rubio totalmente tranquilo comiendo lo que quedaba de su helado.- También hay muchas cosas que no sé, no tengo poderes psíquicos como Duncan.

- La escucho hasta con los tapones, así que debe estar cerca ya, seguro que si miras bien hacia adelante, la verás agitar los brazos como una pequeña loca.

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-Oye, Travis. ¿Quién paga por todas estas cosas?- preguntó Shadow terminando su helado.- Esto es demasiado como para que sea para nosotros. Es decir... somos más que marginados sociales en el mundo...

-Bueno, al menos Shadow y yo siempre lo fuimos... Yo no lo recuerdo mucho, era muy pequeña, pero Shadow me alimentaba en un callejón porque nadie nos quería por nuestros poderes... Luego alguien llamó a los científicos locos esos y pasamos el resto de la vida en ese laboratorio...

-S-sí, Alice tan enérgica como siempre...- con un leve gesto, respondí el saludo de Alice mientras nos acercábamos a ella.- Apuremos el paso, hace mucho frío y no quiero que te enfermes...

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- Ya os dije que la academia paga por los gastos ocasionados por los alumnos, del ala C y M. Ahora perteneceis al grupo de alumnos del centro y las cosas, por así decirlo, son gratis. Ropa, libros, semillas de flores, juegos, material especializado, comida, viajes, salidas al pueblo. Todo eso lo paga la academia si no tienes dinero. También puedes ganar el tuyo propio ayudando en algunas cosas o yendo de misión, si aceptas alguna que hagan desde fuera.- explicó Travis con calma.- Pero de lo que haces dentro de la academia, todo es absolutamente costeado por el gobierno, es decir, por el padre del presidente de preparatoria, Orión.

- Sí, será lo mejor, tú también estás empapada y sería malo que con todo esto te pusieras enferma.- dije acelerando el paso con ella hasta llegar a donde Alice.

- Menudos desastres estáis hechos... Dejad que os seque.- dijo ella tocando nuestros brazos y evaporado todo el agua, por supuesto también nos calentó un poco para que se nos pasara el frío.- Listos... ¿Mejor?

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-Es demasiado... ¿cómo lograron que el gobierno cediera tantos recursos para nosotros?- esta vez fue Iris la que preguntó, puesto que más allá de su desconocimiento por algunas cosas, era seria en muchos temas.

-El gobierno nunca había tenido un programa de apoyo hacia nosotros. Según tengo entendido, antes solo tenía un lugar de exterminio, como si fuéramos una especie de plaga...- comentó Shadow.

-Gracias, Alice... mucho mejor...- tomé de sus manos el paraguas y lo puse sobre nosotros para no volver a mojarnos.- Duncan... voy a llevarte a tu habitación para que estés seguro allí... aún está lloviendo muy fuerte... y no quiero que andes dando bastonazos por los pasillos para llegar...

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- Todo cambió cuando se supo que el hijo del presidente tenía poderes. Orión es el hijo del presidente del país, Duncan es hijo adoptivo del presidente. No es de extrañar que prácticamente el control de la academia sea de Orión. Es ese amargado quien nos cuida y protege en todo momento.- dijo Travis tranquilamente.- Ah, y que sepáis que solo se exterminaban a los alumnos conflictivos, como los del ala C.

- Está bien, aunque tengo bastante práctica con el bastón... Deberías ir con Alice a descansar o deja que te acompañe yo a tu habitación... Desde allí puedo llegar a la mía con facilidad.- dije sonriendo y tomando su mano con suavidad.- Por favor... Dejame actuar genial por una vez.

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-Entonces... todo hubiera sido igual si no le hubiera tocado al presidente en persona.- se quedó pensativo Shadow.

-Bueno, al menos podemos tener todo esto. Es mejor que el laboratorio.- señaló Iris y miró fuera por la ventana.- ¡Vaya lluvia!- se levantó y fue casi corriendo a la ventana para verla.- Jijijiji que frío... Se ve muy linda la lluvia... ¿Podemos salir fuera? Aunque sea un poquito...

Reí levemente y lo miré con ternura. De cierta forma, Duncan me mostraba un lado encantador y eso me gustaba. Tal vez fuera por eso que me había enamorado, no lo sé, pero al menos me hacía reír.

-Bueno, entonces acompáñame a mi habitación y cuando pare de llover un poco al menos, regresas a la tuya, ¿sí?- miré a mi amiga con una sonrisa cordial.- Alice... ¿es mucha molestia si te pido que nos traigas un poco de té caliente a la habitación? Así se nos quitará el frío de dentro también...

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- Solo un poco... No quisiera que os pusierais enfermos, pero reconozco que cuando llueve también puede ser divertido.- dijo el rubio rebuscando en sus bolsillos en busca de pañuelos de papel, después de todo, era sensible a los resfriados y solía tenerlos, por suerte ahí estaban.- Iremos a pedir un paraguas en la recepción, siempre suelen haber.

- Claro, es muy buena idea, así podré irme cuando el tiempo esté mejor y pueda orientarme por mi cuenta.- dije sonriendo muy ampliamente.

- Os llevaré el té enseguida, id yendo allí, yo iré a la cafetería a que lo preparen.- dijo Alice casi a punto de salir corriendo.

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Iris estaba tan emocionada que fue directo a la puerta sin dejar de mirar cómo llovía, por lo que Shadow fue quien se ofreció a llevar a Travis fuera a pedir los paraguas.

-Ella está en la puerta... sujétate o te vas a estampar contra algo.- dijo con un tono algo amargo, pero a la vez tratando de ser amigable mientras le ofrecía su brazo frente a él.

-Gracias, Ali.......y.... se fue.... ni tiempo me dio de agradecerle... Dios, es demasiado enérgica...- suspiré y comencé a acercarme al edificio junto con Duncan.- Este tipo de cosas suelen llamarlas románticas, ¿no? Compartir un paraguas en un día lluvioso... Aunque esa parte de que la lluvia afecte el oído de uno como para que esté casi sordo no era parte de la escena... jeje..