Iris estaba maravillada con aquel lugar tan colorido y lleno de flores.

-¡¿Son flores de verdad?! ¡¿Las puedo ver?! ¡¿Tocar?! ¡Ah, este lugar es bellísimoooo!- soltó con entusiasmo dejando a los chicos atrás y yendo donde un arbusto de flores.

-Wow... nunca... nunca la había visto tan feliz antes...- admitió Shadow sorprendido.- Es un sitio agradable, Travis... gracias... por traernos...

-Entonces... solo tomemos una malteada y sentémonos a conversar en un parque. Me sería muy útil que me siguieras contando cosas de nosotros... Quiero saber más, conocerte más... Quiero saber... por qué me enamoré de ti...- dije con convicción y firmeza, confiaba en mis sentimientos, no dejaría ir a Duncan solo porque lo hubiera olvidado una vez.

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- Me alegra que os guste, este es mi lugar favorito de todo el centro. A veces me escapaba de la habitación solo para venir aquí. Puede parecer contradictorio ya que los olores fuertes no me gustan, pero este lugar me encanta.- dijo con una suave y casi tierna sonrisa al escuchar a Iris juguetear con las flores.- Pensé que a ella podría gustarle, no conozco a ninguna chica a la que no le gusten las flores. Iris, por allá hay muchas más flores diferentes de todos los colores, también hay árboles con frutas, si quieres alguna, avísame.- dijo en rubio señalando a una zona algo más cercana a ellos.

- Entonces eso haremos, tenemos mucho tiempo y podemos ir por los pasteles cuando queramos.- dije feliz de que ella quisiera saber.- Creo que hay un lugar que vende batidos de chocomenta por ahí.

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-¡Son preciosas!- dijo alegremente mientras no se dejaba de sorprender por cada nueva que veía.- ¿Puedo tomar algunas? Por favor...

-¿Es posible? Parece que quiere hacer algo... ¿se lo puedes conceder, Travis?- también pidió Shadow mirando a su hermana, estaba serio, pero sonrojado con esa imagen tan sonriente de ella.

-Te gustan mucho los pasteles, ¿verdad? Podemos comer unos también.- reí melodiosamente y lo miré con emoción.- O también, podemos comprarlos primero y luego ir a tomar las malteadas y acompañar ambas cosas. Oh, sería delicioso probar eso. ¿Qué te parece, Dudú? Oh....- no me había percatado, pero lo había llamado por aquel apodo que me había dicho Alice.

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- Claro que puedes, Iris, puedes tomar todas las que quieras... Pero ten cuidado, algunas tienen espinas y no quiero que te hagas daño.- dijo Travis sonriendo tan serenamente que ni siquiera parecía él.- Shadow, si quieres sentarte, rodar por el césped o lo que quieras, hazlo también, nadie está mirando después de todo.

- Mmm... Suena genial, vamos entonces. Cuando tengamos toda la comida, hablaremos de lo que quieras.- dije sonriendo eufórico al escucharla llamarme por el apodo por el que solo ella me llamaba, hasta me atreví a tomarla de la mano.

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Iris sonrió aún más y comenzó a tomar flores de varios colores de cada arbusto que vio. Hacía un pequeño ramito en sus manos.

-Solo me sentaré aquí a ver a mi hermana... No debo hacer muchos esfuerzos. Aún estoy bastante lastimado... Si me pongo a jugar, es posible que mis heridas se abran...- se sentó en el césped con una pose relajada y mirando con una leve sonrisa a su hermana mientras sus rojizos cabellos eran movidos por la brisa.- No tienes idea de lo hermosa que se ve cuando está así de feliz...

-¿E-eh?- me sonrojé muchísimo al verlo tan feliz y casi me explota una neurona cuando me tomó de la mano de esa forma.- D-de acuerdo, vamos entonces... ¿dónde venden esos pasteles? No quería parecer muy incómoda, pero aún estaba algo confundida con todo y tomarlo de la mano me hacía sentir sentimientos encontrados.

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- No, no tengo idea, pero escuchar su voz y cómo juega con las flores es mucho más que suficiente.- dijo Travis estirando se en el césped con las manos detrás de la cabeza.- Además, hoy va a llover, salimos en el mejor momento del día.

- Es al final de esta calle, ya verás, son los mejores del universo. Hacen de todo, creo que podemos comprar las malteadas aquí también, así podemos ahorrar tiempo.- dije emocionado.- Va a ser genial, también hay un parque cerca en el que podemos hablar mientras comemos.

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-¿Quisiste venir ahora para animarla?- notó Shadow mirando de reojo a Travis.- Parece... que piensas bien en nosotros... gracias...

Iris se acercó con muchos ánimos y riendo con alegría. Se sentó justo entre y frente a ellos.

-Les hice esto, es para ustedes.- extendió las manos al frente teniendo en cada una coronas de flores.

-Oh, gracias, Iris...- Shadow tomó una y luego señaló a Travis.- Recuerda que no puede verla. ¿Qué tal si se la pones?- al escuchar eso, Iris asintió y puso en la cabeza del rubio la coronita.

-Vaya... eso suena muy bien.- sonreí con un poco más de ánimos, Duncan parecía estarlo pasando muy bien, y al parecer era por mi culpa, entonces me gustaba asumir esa responsabilidad.- Recuerdo que iba a un parque cerca del orfanato de pequeña. Pero lo destruyeron para construir un edificio...

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- Algo así.- respondió a Shadow y rió con ganas al sentir en su sabeza la corona de flores.- Muchas gracias, Iris, es un hermoso regalo. Te gustan mucho las flores, ¿verdad?

- Este parque se hizo en honor a las víctimas del último bombardeo que se dio en el pueblo, el mismo en el que la hermanita pequeña de Travis murió.- dije señalando la placa en memoria.- ¿Dónde te apetece sentarnos?

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-¡Me encantan! Nunca las había visto de verdad. Solo en libros o fotos.- respondió la chica dejándose caer en la hierba acostada y mirando al cielo con una sonrisa.- Este lugar parece magia... me quedaría aquí toda la vida...

-Hay lugares incluso más bellos que este, Iris...- intervino Shadow dando un suave suspiro.- Aunque admito que aquí no se está para nada mal...

-Primero compremos las cosas. Luego podemos elegir con más calma. Aunque ya vi un lugar bueno para sentarnos. Ven, vamos dentro, quiero saber si de verdad tienen chocomenta o limón.- casi tiraba de su mano, me emocionaba demasiado saber que habían diferentes dulces de mis sabores favoritos.