✬ 23 ✬
— …Entonces acepte trabajar con él porque pensé que podría iniciar un equipo como él tuyo, pero me equivoque totalmente, no quiero terminar como Ethan y… Dejaré la Academia.
— Espera ¿Qué?
James se volvió hacia Margaret, bastante conmocionado por lo último que había logrado captar. La rubia menor puso los ojos en blanco, muy molesta.
— ¿Me estas prestando atención?
El pelirrojo debía aceptar que desde que salió de la habitación de Rosalie en el ala médica estaba en otro lado, y que Maggy le haya pedido hablar justo en el momento en que salió corriendo del lugar no fue lo mejor.
El mayor de los hermanos se acomodó mejor en la banca del pasillo y se concentró.
— Estoy algo distraído. Pero no lo suficiente como para no comprender la locura que acabas de decir. ¿Es en serio?
— No creo que pueda seguir aquí después de lo que cause.
— Maggy esto no fue tu culpa, Ethan lo ideo todo. Y lo importante es que intentaste detenerlo cuando te diste cuenta de lo que iba a hacer. No abandones tus metas por una mala decisión. Cualquiera comete errores, hermana.
— Somos hijos de nuestros padres, se supone que no tenemos que cometer errores como estos.
— No somos perfectos. Tú sabes que ni yo soy perfecto.
Su hermanita rio por el secreto que ambos sabían. Habían llegado ya a un acuerdo y una disculpa por lo de la amenaza, las discusiones y toda la discordia que llevaban acumulando, al menos Maggy lo había hecho y James la había escuchado, a medias… Pero sacando la poca valentía que le había hecho besar a Torunn, se sinceró finalmente con la joven Rogers-Romanoff.
— Lamento no haber confiado en tus habilidades hace años. Me di cuenta muy tarde que no debía protegerte de una vida que tenías derecho a elegir, si querías. Antes cuanto te veía sólo eras mi hermanita menor y quería que siguieras siendo así, pero cuando te fuiste, porque no dejamos que fueras candidata a la Academia, lo lamente bastante. Yo…
Y se había quedado sin valor para continuar, aunque Margaret se adelantó a él y le abrazó. James tardo un momento en reaccionar.
— También te extrañe.
De por si era sumamente raro las muestras de afecto entre ambos, algo que habían heredado de su madre, pero después de tanto tiempo era sumamente calmante estar juntos sin pensar en secretos o discusiones de por medio.
Para arruinar el momento, el inconfundible sonido de un teléfono tomando una foto los hizo separarse, sólo para encontrarse con Natasha y su sombra de sonrisa sobre los labios, y a Steve con el teléfono en alto tras haber tomado la foto.
— No te atrevas a subir eso a las redes.
— Maggy, es papá. —James rio, mientras Margaret eliminaba el ceño fruncido—. Me sorprende que pueda tomar una foto.
Natasha soltó una carcajada, que secundaron ambos jóvenes. Steve se limitó a sonreír, aunque su rostro demostraba que estaba algo ofendido por la clásica broma de que incluso después de años no había podido acostumbrarse a la tecnología.
Los dos adultos se sentaron a cada lado de sus hijos; Natasha junto a James y Steve a un lado de Maggy. Sería un lindo cuadro familiar.
— Es bueno verlos juntos de nuevo —comentó la pelirroja. James no recordaba la última vez que había visto a su madre mantener por tanto tiempo una sonrisa sincera como esa. Dos años tal vez.
— Lamento haber sido la causante de que nuestra familia se separara. —Maggy volvió a decaer—. Fue una mala decisión.
— Nuestra familia no está separada —afirmó Steve, siendo apoyado por ambos pelirrojos.
— ¿No estabas molesta con papá?
— Eso lo solucionamos un par de semanas después de que nos fuéramos. Todo está bien entre nosotros.
La joven Rogers-Romanoff observó a sus dos progenitores, que intercambiaban una mirada cargada de sentimiento. Algo que ella les había quitado cuando tomó la decisión de irse.
— ¿Y por qué no me obligaron a regresar entonces?
James fue consciente de que la rubia apretaba los puños contra la banca e, intentando tranquiliza su frustración, la tomó de la mano, en lo que Steve pasaba su mano por el cabello de su pequeña.
— Sabíamos que necesitabas un tiempo para calmarte. Así que esperamos hasta que estuvieras lista. No queríamos obligarte a nada, pequeña. Y tu madre siempre estuvo dispuesta a cuidarte, mientras estuvieras bien, no nos importaba alejarnos un poco.
— Ustedes siempre serán lo más importante para nosotros.
Sin saber por qué realmente, Margaret tuvo unas increíbles ganas de llorar y por primera vez en toda su vida no reprimió sus sentimientos. Así que para reconfortarla Steve fue el primero en abrazarla, seguido de los dos pelirrojos.
— Aunque tengo la imagen borrosa de alguien electrocutándome —comentó Natasha, haciendo que un escalofrío recorriera a James, pero la risa ahogada de Maggy hizo que olvidaran el tema por el momento.
— ¡Qué lindo abrazo familiar! —chilló de improvisto Jeanine.
— Que acabas de arruinar, bonita —interrumpió la inconfundible voz de Francis.
— Lo siento.
La familia levantó la vista, sin duda ambos jóvenes estaban recién llegando, y aunque Barnes estaba algo apenada seguía ayudando al joven Barton, ya que tenía que usar una muleta hasta que la herida en su pierna se sanara por completo. Había sido el único en salir herido a largo plazo. Si lo pensaban bien, él era siempre el más herido.
— ¿Hablaste con tu padre, Jean? —inquirió el Capitán América, quizás esperando a tener noticias de su viejo amigo.
— Sí, le explique lo que ocurrió y estaba bastante alarmado, pero dice que vendrá en cuanto pueda. —El semblante apenado de la muchacha no había cambiado ni un poco—. No quiero separarlos, tíos. Pero tenemos que irnos, chicos.
— Los demás que estuvimos involucrados con Nightmare nos reuniremos en el jardín, ustedes también están en ese grupo.
Ante la explicación de Francis, ambos Rogers-Romanoff fruncieron el ceño, pero sus padres los alentaron a ir, diciendo que todo estaba bien y que de todas formas ellos aún tenían que solucionar un par de cosas.
Mientras James se adelantaba para ayudar a Francis y quitarle el peso a la castaña, Margaret abrazaba a su mejor amiga, estando ambas contentas de no tener ni un rasguño.
— ¿Tía Natasha, sabes algo de mis padres? —inquirió el joven Barton, antes de que ambos adultos se fueran por otro camino—. Es que intente llamarlos, pero ninguno de los dos me contesta.
— Bobbi estaba en una misión, no sé dónde exactamente, y Clint, me dijo que iría con Laura, no sé por qué no te contesta.
— Debe estar ocupado con mis hermanos. —El peliblanco le quitó importancia, aunque para James su madre estaba más seria de lo normal—. Supongo que no importa.
Sin más se despidieron, yendo por caminos diferentes. El jardín no estaba muy lejos, aunque las dos chicas no paraban de molestar a Francis por la muleta, y James les seguía el juego, claro que el peliblanco no perdía la oportunidad de acusarlos por no haberlo ayudado al instante.
Los cuatro estaban de lo más entretenidos, hasta que se toparon con Madison y Michael, hablando en el pasillo con el ceño fruncido. Algo no parecía estar bien, pero se callaron cuando los notaron. Con un seco saludo por parte de ambos, preguntaron si también iban a la reunión, a lo que los mellizos asintieron, no obstante Madison se adelantó.
— Pero primero quisiera hablar con Francis… A solas… Si no les importa…
— Si no llego —comentó el susodicho, tras apoyarse en la muleta—, saben que fueron los mellizos Fury.
— De hecho, es Mac la que quiere hablar contigo. No yo. Suerte.
Claro que Francis notó lo increíblemente serio que estaba Michael, no obstante lo ignoro mientras los demás se iban y lo dejaban solo con Madison, quién había rehuido su mirada desde que lo vio. Algo que por supuesto no le había pasado desapercibido al arquero, pero tras todo lo ocurrido no imaginaba por qué quería conversar con él.
Francis espero a que ella empezara a hablar, pero la morena no daba indicios de querer empezar la conversación, y el silencio era tal que el peliblanco pensó en confrontarla de una vez por todas.
— ¿Por qué me salvaste, Francis? —El muchacho se quedó helado, sin comprender. Madison se volvió hacia él, pero con la mirada fija en sus pies—. Con el demonio de sombras ese… ¿Por qué lanzarte a salvarme si me odias?
— Yo no te odio. Sé que yo no te agrado por lo que te hice, pero eso no significa que me desagrades a mí.
Madison apretó fuertemente los puños, algo bastante notorio para el muchacho, que pensando que no le estaba creyendo, se acercó a ella para colocarle la mano en el hombro y hacerla mirarlo. Le volvió a asegurar lo anterior, con toda la sinceridad que era capaz de demostrar, y vio en lo profundo de sus ojos marrones que le entendía.
Francis se sintió un poco más calmado, y le sonrió coquetamente mientras se acomodaba con la muleta.
— Además, salvar a chicas bonitas es trabajo de héroes.
La muchacha se encogió un poco, y de forma casi imperceptible se sonrojo. Era morena, por supuesto, pero para Barton era más que evidente la actitud que tomaba, la misma que había visto en chicas a las que no solían decirles lo lindas que eran. Le causo gracia comprender que la gran agente dotada de S.H.I.E.L.D era en realidad algo tímida ante los piropos.
— Así que… —reaccionó rápido la Fury, intentando disimular lo que Francis ya había notado— ¿Nunca me odiaste?
— Si recuerdas bien, intente disculparme por lo que les hice a ambos, pero me mandaste al diablo y tu hermano me amenazó. Nunca me dejaron hablar y decirles que lo lamentaba... Aún lo lamento.
— Tienes razón... Supongo que eso fue nuestro error.
— ¿Un nuevo comienzo, hermosa?
Le extendió la mano, como si sólo fuera un trato que debieran cerrar después de tanto tiempo. Madison le miró un segundo, indecisa y un tanto apenada por el apodo, pero finalmente aceptó de buena gana, llegando a un acuerdo de olvidar todo lo pasado y empezar desde cero.
Así se dirigieron nuevamente hacia el jardín, en un silencio no tan incómodo como hubiera sido antes, al menos no para Francis, pues Madison en realidad estaba pensando en un tema sobre el que hablar, no tenía idea alguna.
— ¿Y cómo está tu pierna? —inquirió, torpemente.
— Ah, me amputaron la pierna, esta es una prótesis. —Madison exclamó horrorizada, aquello había sido culpa suya, pero tras un segundo Francis salto en risas—. Es sólo una broma.
— ¡Serás idiota! ¡No se juega con eso!
Dejándose llevar por la ira, la chica le empujó y salió hecha una furia, sin pensar en que había dejado al muchacho tirado en el suelo. La morena no le hizo ningún caso a las quejar del peliblanco, pues en su mente sólo había un pensamiento constante, que había intentado evitar por años;
No te gusta Francis.
No te gusta Francis.
No, te gusta Francis.
No… Sí te gusta Francis…
Quería gritar de pura rabia, ¿Cómo había llegado a tanto? No tenía idea, pero como siempre prefirió hacer sus sentimientos a un lado —no sin algo de esfuerzo— y prefirió dejar la mente en blanco para lo que fuera que tuviera que decir Samantha.
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El jardín realmente no había llevado gran daño, a pesar de que el poder de la familia Maximoff podía llegar a ser devastador, pero tenía cierto aire relajantes después de lo que había ocurrido.
El grupo de jóvenes se acomodó alrededor de dos bancas de concreto, en una zona a la sombra de uno de los edificios, aunque la mayoría había preferido sentarse en el césped —exceptuando a Francis por su pierna y a Rosalie porque era ella—, tenían una amplia vista del lugar así que observaban a los pocos estudiantes que habían decidido pasear mientras esperaban a que se reanudaran las actividades de la Academia. Todo era realmente cómodo, y se respiraba cierto aire de tranquilidad, a pesar de que aguardaban a que Samantha se decidiera por hablar.
— ¿Qué hace ella aquí? —Henry Lang señaló a Laura Logan, que recién llegaba de última, acompañada por William Wilson, haciendo que la pelinegra frunciera el ceño.
— Si me van a sacar porque soy mutante, exijo que saquen a los Maximoff y al gato.
— Yo soy mitad mutante —reaccionó Luna Maximoff-Amaquelin, inocentemente.
Altaír y Walter se cruzaron de brazos al mismo tiempo, mientras que Azari decidió ignorar el intento de provocación, aunque no le pasó desapercibido que Jeanine intentara ocultar la risa.
— No lo dije por eso. No nos habías ni mirado desde lo que paso. Pensé que harías como si no nos conocieras.
— Tenía que ver si mis amigos estaban bien. —Michael hizo ademán de hablar, pero Laura lo frenó—. Sí lo están. Y él me obligó a venir de todas formas.
William rio cuando la Logan lo señaló con el pulgar sin mirarlo. Los demás sonrieron en complicidad, y Samantha actuó como la bandera de la paz, invitando a la pareja a sentarse. Una vez listo, la joven Strange se irguió en su puesto.
— Bien, después de todo lo que paso, supongo que debemos repasar esto…
— Lo siento, no quise interrumpir… —Rebeca Banner apareció de improvisto, y al ser el centro de atención se encogió, mirando sus pies se dirigió hacia el grupo de los cinco primeros candidatos, quienes la observaban extrañados—. Quería disculparme por no ir a lo de las películas, cuando intente salir de mi habitación las puertas estaban cerradas... Aunque supongo que realmente no importa por todo lo que ocurrió...
— No te preocupes, —Torunn fue la primera en reaccionar, con la sonrisa más amable que podía colocar—, si todo sale bien con la Academia, nos volveremos a reunir.
— ¿Quieres quedarte, Rebeca? —le propuso James, pero la Banner negó.
— Me gustaría, pero tengo que ir con papá. Nos veremos por allí, espero.
Tras una corta despedida, Rebeca básicamente salió corriendo con la mirada en el suelo para alejarse, mientras los del pequeño grupo estaban realmente extrañados.
— ¿Alguno de ustedes se acordaba que habíamos invitado a Rebeca? —inquirió Francis, a lo que Henry, Azari, James y Torunn negaron de inmediato. Barton silbó—. Somos terribles.
— Véanlo por el lado bueno —saltó Walter, tras leer los pensamientos de todos, menos los de las asgardianas, aún no podía entrar en sus mentes—. Al menos al loco de Ethan no se le ocurrió usar a Hulk para atacarnos. No creo que hubiéramos podido con él, incluso teniendo a Rebeca de nuestro lado.
Los Furys le dieron toda la razón, en realidad no hubo persona alguna que argumentara contra esa lógica. Después de eso, Harold le dio un leve golpe a Samantha para que continuara lo que sea que pensara decir.
— Entonces, como decía… el guapo de Ethan Thorson Foster invocó, de alguna forma, a Nightmare, quién ataco durante el día al Santuario de Nueva York para hacer que mi padre fuera a una emboscada, donde terminó controlándolo.
— Mientras en la Academia, —continuó Rosalie, sentada en uno de los bancos, balanceaba los pies como niña pequeña—, se estuvo fortaleciendo, causando que todos estuviéramos bastante irritables, preparando poder y energía negativa para atacar en cuanto anocheciera.
— Cuando obtuvo lo suficiente —intervino William—, controló a los estudiantes que estaban en la fiesta y a nuestros padres, además de que encerró a los restantes en sus habitaciones para que no interfirieran, y genero miles de criaturas sombrías. Suerte que nosotros estábamos fuera.
— Ethan nos engañó a Maggy y a mí —prosiguió Jeanine, ganándose el ceño fruncido de Margaret, quien estaba a su lado—, con la excusa de que formaríamos un equipo para resaltar entre los estudiantes, y así utilizarnos para controlar los sistemas, haciéndonos creer que buscábamos información de las próximas pruebas.
— Pero no estuvimos de acuerdo, así que nos atacó cuando intentamos detenerlo, y uso a Fury y Stark padres para infiltrarse en los sistemas sin problemas.
— Al final —cerró Francis, tras tomar la mano de Luna—, Samantha y Wong lograron regresar a Nightmare a su dimensión sin causarle un daño a Strange, lo que deshizo a los demonios de pesadillas, y Ethan será encerrado en una prisión de Nuevo Asgard por casi volar la Academia. Bien que se lo tiene merecido.
Hubo un silencio mientras los presentes pensaban en algo que les faltara, en realidad no había nada más que agregar. Madison sintiéndose incomoda tras notar la cercanía de Barton y Maximoff-Amaquelin, inquirió;
— ¿Eso es todo?
— Eso creo… —Altaír lo pensó por un segundo más—. Es decir, lo que paso con Rosalie fue un mal entendido, que nos hizo salir de la Academia y terminamos ayudando a Samantha y Harold, que iban al Santuario. Fue una salida sin sentido.
— ¿Y la fiesta? —preguntó Jeanine, a lo que Harold se encogió con una sonrisa marca Stark.
— Una mala decisión, lo siento por eso.
— Fue divertido mientras duro —comentaron Samantha, con ojos de enamorada, y William y Laura, con una mirada que tenía detrás muchas cosas.
— Díganlo por ustedes.
Luna y Madison se miraron, y la velocista fue la primera en sonreírle, la morena le devolvió la sonrisa, pero seguía pensando en las palabras de ella cuando se conocieron; había dicho que tenía novio y ahora estaba de la mano con Francis.
Algo se retorcía en el interior de la Fury, aunque no lo demostrara externamente.
— Falta algo. —Michael medio lo dijo para sí mismo, pero los demás lo incitaron a seguir—. ¿Qué hay del ataque de los robots de entrenamiento en el laboratorio? ¿Ethan lo hizo o Nightmare?
— Nightmare no puede controlar cosas sin vida, por eso no pudo controlar a papá para que nos atacara, sino que controlo a mamá y lo inmovilizo —razonó Walter, siendo apoyado por su hermanita—. Así que no pudo ser él.
— No creo que Ethan lo haya hecho. —Las miradas se dirigieron a la joven Rogers-Romanoff, quien rodó los ojos ante la sorpresa de los demás—. No lo conozco mucho, pero sé que no es tan bueno con la tecnología como para controlar a los robots de Tony.
— Lo corroboro —saltó Torunn, con una mueca amarga.
Aunque los demás intercambiaron miradas por un segundo, fue muy evidente para Rosalie que James le dedicó una sonrisa tranquilizadora a la hija de Thor, quien al verlo se sonrojo levemente y desvió la vista. La Diosa de las Travesuras rio disimuladamente, con esos dos no parecía haber remedio.
— Eso significa… —masculló Azari, adelantándose a los demás—. Que fue otra persona.
— ¿Hay otra amenaza? —saltó Henry, con cara de horror.
— Tal vez sí. —Las miradas se fueron a Harold, quien tamborileaba los dedos sobre su rodilla—. El tío Rhodes dijo que papá había encontrado un rastro de hackeo, así que alguien tuvo que haberlo hecho.
— Pero… ¿Fue desde el exterior o desde la Academia?
La tensión se podía sentir en el aire mientras pensaban en que podría ser, o al menos casi todos estaban así, puesto que Francis se estiró con pereza, sentado en la banca, la pierna aún le dolía y quería echarse a dormir.
— ¿Podemos dejarlo para la próxima semana? Con lo de la inauguración de la Academia y Nightmare, ya tuvimos bastante.
— Otra vez, eres un…
— Vamos, Mac —intervino Luna, antes de que pudiera reaccionar, la velocista ya estaba sentada al lado de ella, abrazándola por los hombros. Madison se tensó, pero no le hizo el mínimo caso—. Déjalo. Francis tiene razón, esto fue demasiado para nosotros, y eres tan joven como todos aquí, necesitamos no concentrarnos en un posible desastre y mejor ser adolecentes.
— ¿Significa eso que dejaran la Academia?
— Claro que no. —James negó ante la pregunta de Michael, puesto que Madison se había quedado sin palabras—. Esta es nuestra herencia, por decirlo de alguna forma. Si el proyecto sigue, nosotros nos quedamos. ¿Tengo razón?
Muchos asintieron de inmediato, aunque Margaret fue la última y que Laura intentó no contestar, claro que James y William, respectivamente, las convencieron. Si bien muchos tenían sus dudas al principio, ahora las cosas estaban un poco claras, y lo intentarían de verdad.
— Crucemos los dedos entonces, porque nuestro futuro en este lugar es incierto —comentó Samantha, en lo que Harold la abrazaba de forma cariñosa.
— Mientras esperamos. —Luna saltó de nuevo, y en un segundo ya estaba sentada en la banca junto a Francis, tomándole la mano. Madison agradecía que se hubiera alejado de ella—. ¿Qué se les ocurre hacer? Tenemos tiempo libre y son un gran grupo de amigos.
Algunos rieron de la ocurrencia de Luna, pero claro que no era muy mala idea seguir juntos. Después de haber pasado por aquello, habían demostrado lo que valían ¿No? Así que empezaron a hablar entre todos, aunque hubiera muchos temas no resueltos entre algunos, se respiraba un aire tranquilo y bastante sosegado.
Una pequeña calma después de aquella tormenta de sombras.
💔 👿 ❄️
Lanzó un golpe tras otro hasta que la herida de bala se abrió y sus nudillos le empezaron a sangrar.
Estaba harto de permanecer en confinamiento, y el dolor le aliviaba de cierta forma, claro que eso no lo sacaba de la pequeña habitación donde lo habían encerrado.
Las heridas de bala vendadas le escocían con cada movimiento, pero no podía quedarse quieto. Ethan se sentía como un animal enjaulado y como tal se movía por todo el estrecho lugar. Aunque sabía que había cámaras, no le había importado cuando descargó su ira contra la mesa y las dos sillas de metal, que ahora estaban completamente destrozadas en una esquina.
Imaginó que su padre, o alguno de los otros Vengadores o héroes, aparecerían cuando vieran la sangre o su hostilidad, pero la puerta no daba señales de abrirse, ni lo haría pronto, no hasta que vinieran a llevárselo a otra prisión. Si quería ir a Nuevo Asgard, pero no de esa forma.
Se dejó caer en el suelo, con la mirada perdida. Necesitaba hablar con ella, pero en ese lugar sus poderes no funcionaban, no podía comunicarse con nadie si no entraban previamente y parecía que finalmente todos se habían olvidado de él, como siempre había sido.
Cerró los ojos, derrotado definitivamente, escuchando el sutil goteo de la sangre derramándose desde sus nudillos al suelo.
— Fallaste.
La voz lo sobresaltó y, al abrir los ojos, ella estaba allí, delante de él, sólo era una sombra por supuesto, no podía enfocar su imagen y presentía que era por el bloqueo de poder de la habitación, sin embargo la distinguía, captaba esa poderosa sensación que desprendía su ser, pero el sentimiento que le llegaba era de cólera.
— Fallaste por tu impaciencia e hiciste que un poderoso aliado fuera desterrado. Eres un estorbo.
— Espera, por favor. —El rubio se levantó de un salto, no obstante la figura se desvaneció cuando intentó acercarse y reapareció, manteniendo la distancia—. Aún puedo ganar esto.
— No, no puedes. Tenías que acabar con los futuros héroes y obtener la corona de Nuevo Asgard. Y fallaste en ambos. Ni siquiera pudiste deshacerte de tu propia hermana.
— ¡La tenía! —gritó él, golpeando el suelo con su pie tan fuerte que logró congelar una diminuta parte, parecía que el bloqueo tenía sus fallos—. Si no fuera por esa chiquilla tonta, la hubiera…
— ¡Pero no ocurrió! Me has defraudado y ya no me sirves. Si hubieras esperado a nuestros aliados todo hubiera sido diferente… Ahora, saldrás de nuestros planes.
Ethan sintió un escalofrío, algo que no le había pasado desde que ella le había otorgado su poder. Miró a su alrededor y el corazón le dio un vuelco al ver como las paredes y el suelo se cubrían de hielo con demasiada rapidez.
La temperatura descendía, podía sentirlo y eso significaba que fallaba su magia; ella se la estaba quitando. Con cada respiración le dolían los pulmones del frío y la sangre que tocaba el suelo se congelaba al instante, así como sus pies.
El semidiós reacciono, horrorizado por su destino, mientras el hielo le cubría las extremidades. No quería morir, no de esa forma, pero la figura frente a él ya se desvanecía, haciendo ademán de un adiós silencioso.
— No, no, no… ¡Amara!
😡 📲 👓
Mientras caminaba por los pasillos de la Academia, su teléfono sonó, algo extraño puesto que el doctor Banner era casi el único que le escribía, además de que su otro contacto esperaba hasta tarde para comunicarse.
Lo sacó de su bolsillo, mientras se acomodaba detrás de la oreja los rizos castaños que se habían desarreglado tras el sobresaltó.
En efecto, era de su contacto, a quien no tenía registrado por seguridad.
No pudo evitar fruncir el ceño al leer.
Contestó con rapidez y brevedad, previo a borrar la evidencia y guardar el dispositivo.
Ethan Thorson había cometido un error tras otro, había salido antes de tiempo de las sombras y había utilizado un recurso muy valioso, que había desperdiciado y finalmente perdido. Estaba de acuerdo con que lo eliminaran, aunque encerrado en la Academia no veía forma de hacerlo antes de que lo trasladaran.
Se acomodó los lentes y cuando estaba por retomar camino, sintió un escalofrío recorrerle la columna. Respiró profundo, captando esa sensación que desprendía esa muchacha tan despreciable. Ahora comprendía como lo sacarían del juego.
Deshaciéndose del desagrado que le había dejado, volvió a caminar, después de todo, Bruce Banner aún la esperaba para revisarla como siempre y tenía que seguir siendo Rebeca Banner por un tiempo más, lo que fuera necesario hasta que le ordenaran dejar de fingir.
✈️ 🐦 🏹
Clint volvió a cambiar de asiento dentro del Quinjet, estaba inquieto. Ya había revisado todas sus flechas, había cambiado la cuerda de su confiable arco y hasta se había quedado dormido un rato, pero parecía que no llegaban nunca.
— ¿Falta mucho? —le preguntó a la mujer rubia que piloteaba el vehículo, mientras se le acercaba.
— Casi llegamos. —Barbara ni se molestó en voltear a verlo, pero cuando él ya iba a empezar a caminar por el vacío lugar, ella lo detuvo—. ¿Quieres dejar de comportarte como un niño y sentarte, Clinton?
Tras ver el ademán de ella, Hawkeye suspiró y tomó asiento como copiloto, esperando a que Bobbi lo mandara a volar; no lo hizo, ni siquiera despego la vista del cielo.
Eran ex-esposos, pero nunca habían tenido una mala relación, ni siquiera después de divorciarse, mantenían una relación amistosa por Francis, quien era un problema para Clint, y por trabajo. En ese momento estaban juntos por la segunda razón y ella actuaba exactamente igual a como recordaba; centrada y fría.
Clint no podía estar tanto tiempo en silencio.
— ¿Y… Cómo está tu esposo?
— Hunter está bien, pero no vuelvas esto más incómodo. —Barton se dejó caer en el respaldo del asiento, con los brazos bruzados y moviendo frenéticamente su pie en señal de impaciencia. Bobbi suspiró—. Ya, pregunta.
— ¿Cómo controlas a Francis?
Morse sonrió.
— Es un adolescente, Clint. Es normal que sean rebeldes y que no los encuentres de vez en cuando. Tú deberías saberlo mejor que nadie, tienes tres hijos, sin contar a Francis. —Tenía que darle la razón, pero sus otros hijos no eran como el peliblanco, aun así la mujer continuó con expresión de divertida—. Además, es nuestro hijo, está bastante entrenado para esquivarnos.
— Me elude, Bobbi. —Barton jamás lo admitiría, pero estaba desesperado—. No hemos tenido una conversación real en años.
— Pero si va contigo todos los diciembres.
— Sólo va por los Maximoff y sus medios hermanos. Comparte con Laura, pero a mí me evita siempre. No sé qué hice mal.
Sin quitar las manos de los controles de vuelo, Bárbara le miró con cierta lástima, mezclada con un toque tranquilizador.
— Ten paciencia. Francis es complicado y sé que oculta cosas, pero eventualmente dice lo que piensa. Cuando se sienta seguro hablara contigo. Es un buen chico, pero saco mi lado desconfiado y tu obstinación.
No pudo evitar reír, como siempre ella tenía razón. Le frustraba no poder hablar con su hijo, no llevarse tan bien con él como con Cooper, Lila y Nathaniel, sin embargo entendía que no había criado a Francis como a sus otros hijos y que la falta de cercanía se debía a eso.
En ese momento, realmente no podía hacer nada, no mientras estuviera volando hacía una misión por petición de Fury y con las indicaciones de Tony para descubrir quien se había metido al sistema de la Academia en su día de apertura.
— No, tú eres más terca que yo. —La rubia lo miró divertida, pero se notaba que no le creía ni un poco—. Claro que sí. Recuerdo una vez que…
— No digas la misión donde nos conocimos, porque te lanzo del Quinjet.
Clint volvió a reír, más relajado al ver que Bobbi también lo hacía.
Se sentía bien volver a estar trabajando, aunque fuera con ella. Se reclinó en el asiento, dispuesto a disfrutar de la vista cuando algo apareció justo frente a ellos; cinco drones, y por la trayectoria que tenía eran claramente hostiles.
— Bobbi…
— Sujétate.
Los drones pasaron peligrosamente cerca de ellos, gracias a que Pájaro Burlón lo esquivó a tiempo, no obstante los radares indicaban que volvían y ahora estaba disparándoles.
Bárbara gruñó mientras tomaba acciones evasivas. Clint corrió a tomar los controles de armas.
Si antes no estaba seguro, ahora sí; iban por el camino correcto, y quien fuera el responsable del hackeo en la Academia no quería que ellos llegaran a su destino.
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Si damas y caballeros, este es el fin... De la primera temporada (como diría una amiga 😅)
Verdaderamente gracias a IcePrincess1609 dannaxromanogers DaughterofKrypton123
Yxsmxn00
JoletteStark
Por siempre votar y sus comentarios, sin ustedes no hubiera pensado en continuar.
Asímismo gracias también a esos lectorcitos fantasmas, estoy muy segura que no hubiera llegado a los 1k de lecturas (y pasadas). Para ustedes mis desconocidos lectores, corazoncitos fantasmales ❤️👻❤️
Ahora preguntas...
¿Alguien se dio cuenta de que Rebeca había desaparecido?
¿Qué nuevos personajes les gustaría que aparecieran (Daré créditos si ayudan a crearlos)?
¿Alguna pareja que quisieran ver... O que quieran ver separada?
Todo es válido 🤗😉
¿De quién recibe los mensajes Rebeca? ¿Quién será Amara y cuál será su papel en la segunda parte? ¿Ethan se murió?
¿Otra pregunta que deje en sus cabezas?
¿Quieren pastel?
Ya, lo dejo.
A partir de aquí pueden leer 'Red de Héroes' sin riesgos de spoilers hasta Perfiles II para saber que ocurre entre este final y la segunda parte.
No es obligatorio para entender la historia, pero es un buen complemento. La encontrarán en mi perfil si les interesa.
De nuevo gracias por leer, siganme si les gusta como escribo y no olviden que los amo 3.000 por haberme apoyado.
Hasta la próxima temporada, bye bye 😘
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