Capitulo XIV. Una hermandad complicada
Ya era de noche, y los parientes de Ángela no habían aparecido todavía. Aburrido y satisfecho de sus esclavas sexuales, James daba un rodeo por la mansión con los brazos cruzados tras su cabeza, dejando claro que se aburría. Paseando por el pasillo vio una luz que salía de una habitación que tenía la puerta entreabierta. Si no recordaba mal, era la habitación de la amiga de Ángela: Gina.
«Uy... Mejor vigilo que esa humana no me vea, sino... Ángela se enfadará conmigo de nuevo». Pensó él aterrado por ello. «Pasaré sin acercarme demasiado a la puerta, con cuidado, así no seré visto...»
Él así lo hizo, o al menos pensó hacerlo. Al asomar el ojo por la puerta, pudo llegar a ver que la humana en cuestión estaba tumbada en la cama inmóvil, estaba al parecer adormida a pierna suelta. Al ver eso, James no se resistió a entrar y verla mejor. El vampiro moreno quedó asombrado y fascinado por la escena que veía ante esos ojos; la rubia se mostraba realmente hermosa tumbada como estaba, de lado con las manos ante su rostro y las piernas curvadas hacía atrás, con su escote a la vista y sus piernas desnudas realmente atrayentes, pero lo mejor era su rostro y su cuello al descubierto del todo.
«Madre mía... es como un ángel de cabellos dorados...». Pensó él tragando saliva. «Es... preciosa... y, caliente».
El vampiro se sintió atraído por el bombeo de la sangre de la rubia a pesar de la distancia, las ansias de sangre le daban ganas de morderla y beber de ella para luego poseerla entera hasta hartarse. Esos eran sus deseos en ese momento. Se había saciado con Michelle y Anastasia, pero a diferencia de ellas; Gina aún era virgen por el olor que desprendía.
Ante eso, se acercó poco a poco a ella extendiendo las manos hacía ella, como poseído por la sed de sangre, relamiéndose los labios que estaban deseables de poseerla a ella. La chica se movió un poco, gimiendo al moverse y al hacerlo mostró más su cuello abierto con algunos mechones de pelo encima de su cuello y también del escote, haciéndola más hermosa y atractiva que antes para el vampiro.
James medio se sentó en el borde de la cama sin llegar a tocarla, pero estaba a punto de hacerlo. Con las manos listas como garras para sujetar a su presa indefensa, mostró sus colmillos y sus ojos rojos brillantes, se inclinaba poco a poco para morderla en el cuello, pero entonces, algo lo dejó petrificado, regresando su rostro a la normalidad.
-Creí decirte... que no hicieras ninguna tontería, James.
-Her-... mana.
A espaldas del vampiro, estaba Ángela, a menos de un metro de él. James, temblaba como nunca debido al miedo que tenía, se fue girando poco a poco hasta verla detrás suyo, manifestando su aura asesina, pero mostrando un rostro serio y molesto, que siempre solía poner Ángela cuando hablaba con él. Al tenerla cara a cara, James no vio a su hermana mayor, sino a un demonio cabreado. La morena iba ya vestida con su vestido rojo y negro para la ocasión, pero no llevaba zapatos, iba descalza y con el pelo todavía mojado, pero no tan empapado como antes. A pesar de eso, daba miedo incluso para su hermano menor vampiro.
-E-Esto... hermana... -tartamudeaba él retrocediendo entre temblores-, y-yo... verás... yo no...
-Veo que... nunca harás caso de lo que digo, ¿verdad, hermanito? -preguntó ella sonriendo sarcástica. James tuvo calambres por todo el cuerpo y la cara la tenía mucho más pálida-. Salgamos afuera, James.
-S-S-Sí, señora...
James dejó que Ángela saliera primero, preparándose para la bronca o castigo que su hermana le podría por esto. Antes de salir, la morena miró de reojo a la rubia que estaba dormida en la cama. Por suerte, Gina seguía profundamente dormida y al margen de todo. Ambos fueron a la habitación de Ángela, allí podrían hablar sin riesgo que Gina se despertará por el posible alboroto.
Una vez en la habitación, James se quedó cerca de la puerta cerrada por si tenía que salir corriendo, conociendo a su hermana, tendría que hacerlo. La morena estuvo un par de minutos de espaldas a su hermano, y eso solo hizo aterrar al vampiro. Entonces, ella se volteó y lo miró enfadada.
-Somos hermanos, yo soy la mayor de los dos... -dijo ella con las manos en la cintura-, y aun así... eres incapaz de hacerme caso.
-Va-Vamos hermana, no exageres... -intentó calmarla James, asustado y pálido-, al final... no le hice nada a esa chica, ¿no?
-Si es cierto -coincidió ella, pareciendo más calmada-, pero después de todo... estuviste a punto de morderla.
-Yo... no he llegado a eso.
De nuevo, James vio como un aura oscura y asesina que salía del cuerpo de su hermana como si fueran llamas del infierno. Estaba paralizado en su sitio mientras Ángela daba unos pasos hasta tenerlo a menos de un metro.
-Eso es muy grave, James... -aclaró Ángela con ojos rojos brillando.
-¡Lo- ¡Lo siento mucho, lo siento mucho...! -se disculpó él temblando de miedo con las manos en alto- ¡Haré lo que sea que me pidas para compensar lo ocurrido, lo juro!
-¿En serio? ¿Lo harás? -preguntó ella volviendo a ser normal-. En ese caso, James... Tengo que pedirte un favor.
-¿Eh? -exclamó él. Y el aura negra regresó, pero con más fuerza.
-Tráeme una estaca de madera... -pidió ella con voz tenebrosa y fantasmal.
-¡No!, ¡No hay manera de que pueda hacer eso! -dijo él temblando ante ella.
-¿Ah no? Bien, en ese caso... ¡Usaré esto!
La morena se giró a una de las sillas de su habitación, y en menos de un segundo rompió una de las patas para obtener una estaca.
-¡Vamos! ¡Ven aquí! -desafió ella animada, indicando con el dedo índice que se acercara mientras sostenía la estaca en la otra mano amenazándolo.
-¡P- ¡Por favor, perdona mi vida! -suplicó él llorando de miedo-, ¡Ten piedad de mí!
-¡Me temo que no!
La vampira corrió hacía él con la estaca apuntándolo y cuando estaba por apuñalarle la estaca se clavó justo al lado del rostro del vampiro que estaba contra la pared, perforando la sólida piedra como si nada. El vampiro se puso morado por la fuerza que empleó para ello. Confuso miró a su hermana, y vio que sonreía maliciosamente como solía hacer tras una travesura.
-Quiero que sepas que la próxima no la fallaré... -aseguro ella apartando la estaca de la pared-. Así aprenderás a no tocar lo que no es tuyo.
-¡Ya te he dicho que lo siento! ¡No pude resistirme al verla en ese estado tan irresistible! -se excusó él, totalmente nervioso.
-Yo la he visto en situaciones más excitantes que esa... y he sabido controlarme. -dijo Ángela, James se sintió perdido-. Así que... entiende que deba castigarte por desobediencia.
James fue arrinconado en la pared por Ángela, siendo sujetado por su cuello mientras veía como su hermana alzaba la estaca para clavársela. A los vampiros no les mataba una estaca en el corazón como se contaba en los libros y leyendas, simplemente les debilitaba y dejaba inmóviles unas horas, pero, aun así, la experiencia era sumamente dolorosa. Él quiso huir, pero ella era mucho más fuerte... Al final se resignó a que le clavará el trozo afilado de madera. Estaba por hacerlo, pero entonces picaron a la puerta deteniendo la dolorosa puñalada. Ángela se detuvo en seco con la punta de la estaca en el pecho de su hermano.
-¿Si? Adelante -dijo ella girada a la puerta. De ella entró Jon-. Ah, Jon. ¿Qué ocurre ahora? ¿Qué?, ¿han llegado ya mi madre y hermano
-No, Lady Ángela -respondió Jon-. Vengo para informarle de algo inesperado que ha ocurrido.
-¿Qué cosa?
Ángela dejo ir a James, quien cayó de culo al suelo con su alma saliendo por la boca y su rostro azul. Se había salvado de milagro. Ignorando a su hermano, la morena se acercó a su mayordomo, quien también ignoraba al vampiro desmayado.
-¿Ha pasado algo grave? -preguntó ella. Él asintió.
-Al parecer... ha ocurrido una desgracia en la academia, esta misma noche. -informó él.
-¡¿Qué dices?! -exclamó ella incrédula.
En esos momentos, en la academia Carmesí reinaba el caos. Varios profesores y estudiantes estaban reunidos en el despacho del director. Este estaba sentado en su silla, de frente su escritorio donde reposaba las manos juntas ante su rostro, pensativo debido a un hecho que pondría en alerta y riesgo a toda la academia; en uno de los laboratorios del centro, se había encontrado el cuerpo sin vida de una estudiante de segundo año, desnuda y desangrada con signos de haber sido violada y mordida por un vampiro, pero no solo eso; la habían intentado convertir sin éxito.
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