Hatcity.

La única ciudad que no tiene problemas con la lucha de héroes y villanos, además que su tasa de criminalidad es increíblemente baja.

La gente común no sabe porque es así pero están agradecidos de que sus casa, autos, trabajos, etc... No sé vean comprometidos en las luchas estúpidas.

¿Porqué el lugar es así?

Porque nadie es tan estúpido como para entrar a la guarida de un dragón a tocarle los huevos.

Cualquiera que intente dañar las propiedades de Black Hat Organization tendrá un destino peor la que la muerte.

Una inmensa banca de nubes se encontraban en estos momentos sobre la ciudad bloqueando cualquier rayo de sol que intente entrar.

En un lugar como éste es donde se encontraba la academia de Black Hat para jóvenes villanos.

Tragué saliva mientras me encontraba frente a un edificio.

Las rejas de acero negro se extendieron de izquierda a derecha hasta donde alcanzaba la vista. La entrada tenía la forma de sombrero que se alzaba por sobre un camino de cemento gris.

Cuando entré pude sentir la magnitud del inmenso patio lleno de arbustos podados para tener la forma de sombreros.

Un pequeño robot sirviente que llevaba puesto un bombín y tenía una sola rueda se acercó a uno de los arbustos y con sus manos en forma de tijeras se puso a cortar las hojas sobrantes.

Avancé por el camino mientras miraba un papel en mi mano. Era de una gran calidad y tenía algo escrito en una hermosa letra cursiva;

ℰ𝓁 ℯ𝓍𝒶𝓂ℯ𝓃 𝒹ℯ 𝒾𝓃ℊ𝓇ℯ𝓈ℴ 𝒶 ℬ.ℋ 𝒜𝒸𝒶𝒹ℯ𝓂𝓎 𝓈ℯ𝓇𝒶 𝓁𝓁ℯ𝓋𝒶𝒹ℴ 𝒶 𝒸𝒶𝒷ℴ ℯ𝓁 𝒹𝒾𝒶 𝓿𝓮𝓲𝓷𝓽𝓮 𝓭𝓮 𝓪𝓰𝓸𝓼𝓽𝓸 𝓭𝓮𝓵 𝓹𝓻𝓮𝓼𝓮𝓷𝓽𝓮 𝓪𝓷̃𝓸 𝓮𝓷 𝓮𝓵 𝓰𝓲𝓶𝓷𝓪𝓼𝓲𝓸 𝓭𝓮 𝓵𝓪𝓼 𝓲𝓷𝓼𝓽𝓪𝓵𝓪𝓬𝓲𝓸𝓷𝓮𝓼. 𝓝𝓸 𝓵𝓵𝓮𝓰𝓾𝓮𝓷 𝓽𝓪𝓻𝓭𝓮.

-𝓑.𝓗. 𝓞𝓻𝓰𝓪𝓷𝓲𝔃𝓪𝓽𝓲𝓸𝓷

(El examen de ingreso a B.H. Academy será llevado a cabo el día veinte de agosto del presente año en el gimnasio de las instalaciones. No lleguen tarde.

-B.H. Organization)

Junto a esa carta había adjunto un pequeño mapa que mostraba el camino desde la entrada hasta el gimnasio. Guardé ambos y seguí avanzando.

Llegué hasta una inmensa estructura de casi veinte metros de largo hecha de cemento negro y con cristales rojo como sangre.

Una pesa gigante estaba clavada en el techo, ¿Quién la habrá lanzado?

Estoy seguro que si eso me cayera sería convertido en caldo.

Dos grandes robots centinela estaban a cada lado de la entrada, se miraban con bastante hostilidad.

El único ojo de cada uno brilló de un color rojo al verme. E inclinaron su cabeza en mi dirección.

Esos son... Hatbots Centinel. Los recuerdo de un catálogo de Black Hat Organization.

En su momento quise comprar algunos pero están muy caros para mi pobre economía.

He intentado realizar los actos típicos de un villano; Robo a bancos, asalto, intentar destruir una ciudad, ya saben, lo típico, sin embargo siempre soy apaleado y lanzado lejos de una patada.

Aparentemente la organización P.E.A.C.E tienen una clasificación casi exclusiva para mí la cual es

"Clasificación; Muñeco de entrenamiento."
"Nivel de desastre; Hormiga."

Uno de los HatBots Centinel sacó desde su interior un portapapeles de madera.

[Nombre.]

-A-, Aqueronte...

El ojo de los centinelas cambió a un brillante azul cielo y enronces se alejaron para dejarme el paso.

[Adelante.]

Abrí la puerta y estaba por entrar cuando repentinamente los HatBots Centinel volvieron a hablar.

[Nombre.]

-¿Eh?

Pensando que me hablaban a mi me volteé para ver cómo una persona estaba siendo rodeada por los HatBots.

De cabello rojizo hasta los hombros con mechones de aquí para allá y ojos verdes cubiertos por un visor rojo, tenía malla de tela negra en los brazos y piernas junto a lo que parecían ser 8 pequeños cañones alrededor de su antebrazo.

Llevaba una camiseta blanca con un chile en llamas y la palabra "Hot" debajo de un pantalón y sudadera negra. También tenía por calzado unos zapatos rojos con suela blanca.

-S-, Sangre Picante (Spicy Blood).

Los HatBots se retiraron dejando paso libre a la chica.

-¿Huh? ¿También eres un nuevo alumno? -preguntó cuando me prestó atención.

Ella se acercó a paso rápido hasta mi.

-Emm... Si, lo soy. -ingresé al gimnasio.

-¿Y? ¿Cuál es tu objetivo? ¿Robar algo? ¿Vengarte? ¿Hacer caos? ¿Conquistar una civilización?

-¿Y eso a ti que te importa? -miré con los ojos entrecerrados a esa chica.

Yo no soy de los que se deban engañar por unos ojos bonitos.

-Tranquilo, tranquilo, solo quería saber, si nuestros objetivos coinciden tal vez podríamos cooperar.

Suspiré.

-De momento solo busco entrar a la escuela.

Decir que quiero ser "Un villano que nunca pierda contra los héroes" es algo muy vago, así que no puedo decirlo, solo me terminaría humillando.

-¡Qué curioso yo también! ¿Hacemos equipo?

-¿Contigo? -la miré de pies a cabeza.

-¿Cuál es tu habilidad?

-Err... Bueno....

-¿Hmm?

-Mi sangre es muy picante por la que la disparo desde los cañones en mis brazos... Pero aún es mi sangre por lo que si lanzó mucha me terminaré desmayando, jeje... -rascó tímidamente la parte trasera de su cabeza.

-¡Pff! ¡Jajajajajajaja!

No pude evitar comenzar a reírme, ¿Qué tan inútil puede ser el poder de alguien?

-Por esas armas puedo ver que al menos sabes construir armas.

-D-, De hecho... Esto lo compre a una fábrica de armas para villanos...

Escuché como tragó saliva mientras se reía nerviosamente.

Estaba por irme del lugar cuando...

Regla número 532; Un villano no entra en combate directo salvo que la situación lo requiera.

Recordé aquella regla de los vídeos de orientación para villanos.

Ya veo, es verdad, debo obtener secuaces.

Sin embargo sería problemático hacer subordinado a alguien poderoso. Supongo debo comenzar por algo, ¿No?

-Bien, te dejaré seguirme.

Dije y comencé a avanzar hacia las gradas del gimnasio dónde más de 100 personas estaban esperando sentadas, todas ellas eran de diferente forma, especie, vestimenta y contextura. Lo único igual entre todos nosotros es que tomamos el exámen de admisión.

Me senté en la esquina inferior derecha que estaba libre. La peliroja se sentó a mi lado.

Comencé a observar a las personas que parecían destacar.

Sentada en la primer fila y rodeada por guardias era una mujer que solo podía ser descrita como una princesa.

Vestía un pulcro traje blanco como la nieve y su cabello de oro caía como una cascada por su espalda. Sus ojos heterocromaticos tenían una mirada indiferente mientras limaba sus uñas sin prestar atención a todo.

Si mal no recuerdo ella es la heredera de una importante y acaudalada familia de villanos, la familia "Hairley".

La segunda persona era un hombre sentado casi al lado de ella, llevaba una gran armadura dorada que cubría casi todo a su cuerpo a excepción de su rostro y su cabello el cual estaba peinado hacia arriba.

Tenía una gran sonrisa egocéntrica, como si su ingreso a la academia estuviera garantizado. Se cruzó de brazos indicando que nadie lo molestara.

Mi mirada se centró específicamente en la espada de oro que llevaba amarrada a su cintura. Se miraba... Poderosa. Sentí un escalofrío al ver esa arma.

Quise seguir observando pero en ese momento la intensidad de las luces descendió drásticamente.

Toda la luz se dirigió al centro del gimnasio donde el suelo se había abierto dejando expuesta una plataforma que se levantaba lentamente.

Ahí arriba estaba un nombre con una bata de laboratorio y una bolsa de papel en la cabeza. A sus lados habían dos HatBots Centinel.

-¿Quién es el cabeza de bolsa?

-No lo sé pero quiero aplastarlo.

-Oi, oi, cuidado, tiene HatBots Centinel a su lado. Esos no son poca cosa.

Algunas personas comenzaron a murmurar.

-Es el Dr.Flug, uno de los sirvientes de Black Hat.

-¿Qué? ¿En serio? ¿Ese tipo?

-Parece que hay deficiencia de subordinados buenos está temporada jaja

-Supongo que Black Hat no es la gran cosa al final de todo jajaja~

Algunos prestaron atención a ese peligroso comentario.

-¿Hola hola? Me escuch-...

¡Iiiiiin!

Un chirrido molesto se escapó del micrófono y taladró en mis oídos.

Observe al cabeza de bolsa acomodar el micrófono antes de hablar un poco nervioso.

-B-, Bueno parece que hemos sufrido un par de problemas técnicos, p-, perdón jefecito le juro que no volverá a pasar -habló a alguien que no estaba aquí-. Bienvenidos a todos jóvenes villanos al examen de ingreso a la academia de Black Hat para jóvenes villanos. Como podrán saber ustedes son de los máximos exponentes de la villania de su generación y esperemos que siga siendo así de lo contrario -los ojos de los HatBots Centinel brillaron de un intenso carmesí durante un segundo-, tendremos que tomar ciertas medidas. Pero bueno, para darles unas calidas palabras aquí tenemos al amo ¡Black Hat!

Las luces se centraron en otro lado de la plataforma donde un símbolo rojo de sombrero estaba dibujando dentro de una estrella que estaba encerrada en un círculo de sangre.

El símbolo comenzó a soltar humo y después una gran cantidad de fuego. Dos caballos negros como la noche pero con fuego infernal sobre sus cuerpos salieron de entre las llamas y corrieron jalando un carruaje negro. Cruzaron una puerta y desaparecieron junto al fuego.

Nadie apareció.

O eso pensamos todos pues sin saber quién lo notó primero las miradas de todos se reunió en un punto.

En el lugar del símbolo un pequeño muñeco había sido dejado. Era en su mayoría de color negro con un gran sombrero de copa y afilados dientes.

Era un muñeco de Black Hat.

Todos lo miramos unos segundos hasta que las luces volvieron al cabeza de bolsa quien se estaba rascando detrás de la cabeza mientras soltaba una risa nerviosa.

-Q-, Que bromista es... B-, Bueno, creo que ya es hora de comenzar el examen de ingreso -hizo una pausa-. Bueno, para entrar tienen que superar ésto.

El cabeza de bolsa presionó un botón y entonces la plataforma se fue de golpe hacia atrás y el lugar que antes estaba ocupando se comenzó a abrir.

Desde el suelo una inmensa carrera de obstáculos se presentó.

Habían lanzallamas saliendo de las paredes, pinchos afilados que caían del suelo, trampillas que se abrían aleatoriamente, muros que se golpeaban unos con los otros, hachas que caían en péndulo. Entre muchas otras más, incluso un estanque desde el cual saltó una anguila eléctrica.

Espera no, eran pirañas. Una piraña salto y se comió a la anguila.

Olvídalo. Son tiburones. Un tiburón salto y se comió a la piraña. Después el tiburón dió una descarga eléctrica.

¿¡Tiburones eléctricos?!

Suspiré. Ésto va a doler.