Treinta y cuatro: promesas.
El auto de Hyunjin se detuvo frente a la mansión de los padres de Jeongin, una imponente estructura que reflejaba la riqueza y el estatus de su familia. Jeongin sintió un nudo en el estómago al pensar en lo que estaba a punto de hacer, pero la mirada decidida de Hyunjin le dio un poco de valor.
Ambos salieron del coche y se dirigieron a la puerta principal. Al abrirse, fueron recibidos por la madre de Jeongin, quien sonrió cálidamente.
—¡Jeongin! ¡Qué alegría verte!— exclamó mientras le daba un abrazo. Luego, su mirada se posó en Hyunjin. —Y... Coronel Hwang Hyunjin. Bienvenido a nuestra casa.
—Gracias, señora —respondió él con una sonrisa, sintiéndose un poco más relajado.
El padre de Jeongin apareció en la entrada, con una expresión amistosa pero cautelosa. —Hyunjin, qué gusto verte aquí— dijo mientras estrechaba su mano. —Espero que tengas hambre, hemos preparado una cena.
Mientras se sentaban a la mesa, la conversación fluyó suavemente al principio. Hablaban de cosas triviales, del clima y de los últimos acontecimientos en la base. Sin embargo, Jeongin sabía que había algo más importante que debía decir.
Finalmente, su padre lo miró con curiosidad.
—Así que, hijo, ¿hay algo más que quieras compartir con nosotros? Parece que tienes algo en mente, te conozco
Jeongin tomó aire profundamente.
—Sí, papá. Quiero decirles que estoy con Hyunjin y que vamos a empezar a salir juntos a partir de ahora... Yo...
Un silencio incómodo llenó la habitación. La madre de Jeongin se quedó en silencio, observando con preocupación, mientras el padre fruncía el ceño.
—¿Qué? —dijo su padre, claramente sorprendido. —¿Estás hablando en serio? Jeongin, sabes que eso no es aceptable.
—Papá, por favor—interrumpió Jeongin. —Hyunjin no es como ellos... El...
—¿Después de todo lo que ha pasado entre nuestras familias? —replicó su padre, levantando la voz. —No puedo aceptar esto. El padre de Hyunjin ha causado muchos problemas en nuestra familia.
—Eso fue en el pasado —dijo Jeongin con firmeza. —Soy yo quien decide sobre mi vida y mi futuro, Hyunjin...
—Pero él no es una buena persona —insistió su padre. —No quiero que estés cerca de él
—Y yo tampoco soy una buena persona?— Soltó Jeongin, sintiendo cómo la frustración comenzaba a burbujear en su interior.
El padre de Jeongin sacudió la cabeza con desdén.
—No estoy de acuerdo y no lo estaré nunca.
La madre finalmente habló, rompiendo el silencio tenso. —Tienes que dejarlo vivir su vida —dijo suavemente. —Lo presionamos a estar con Minho y eso lo llevó al fracaso. No puedes seguir presionándolo, Hyunjin es un coronel de alto rango — añadió ella, intentando suavizar la conversación.
—Eso no es mi problema— replicó el padre con desdén. —No quiero que él esté con Hyunjin. No es una buena persona.
Jeongin sintió cómo las lágrimas amenazaban con brotar de sus ojos. —¡Déjame en paz! Tienes que aprender a aceptar mis decisiones, siempre fui casi perfecto, déjame hacer algo por mi esta vez.
En ese momento, Hyunjin decidió intervenir. —Señor Yang, haré todo lo posible para asegurarme de que su familia no vuelva a tocar a Jeongin nunca más en su vida —dijo con determinación. —Haré lo que sea necesario para hacerlo feliz.
El padre lo miró fijamente. —¿Estarías dispuesto a dar tu vida por él?
Hyunjin no dudó ni un segundo. —Nunca me importó mi vida hasta que estuve dispuesto a darla por Jeongin. Haría cualquier cosa, incluso sacrificar lo más valioso para mí, solo para verlo feliz.
El padre de Jeongin lo miró con desconfianza pero también con una pizca de respeto.
—No estoy de acuerdo con esto —repitió, aunque su tono era menos severo. —Sin embargo, esta vez lo dejaré pasar. Pueden quedarse esta noche; están bebidos y no deben conducir.
Jeongin sintió un alivio momentáneo al escuchar esas palabras, aunque sabía que la lucha aún no había terminado. La cena continuó en un ambiente tenso pero más calmado. Al terminar la cena ambos subieron a la habitación y hyunjin lo tomó de la cintura para comenzar a besar su cuello.
—Deja de preocuparte...
—Queria que aceptara esto... Y yo...
—Ya déjalo, no es como si me importara mucho la aprobación de las personas para estar contigo —Soltó dejándose caer en la cama. Jeongin rápidamente se posicionó sobre el regazo del Rubio y le sonrió para luego besarlo y este le sonrió.
—¿Alguna vez le he dicho lo ardiente que se ve con su uniforme, coronel?
—No... teniente Yang..
—Si
—Quiero que me la chupes —Pidió el Rubio y aquel chico sonrió.
—Sera un placer —El chico azabache relamió sus labios antes de quitarse del regazo del rubio y arrodillarse entre sus piernas, llevando sus manos al orillo del pantalón, Hyunjin levantó un poco sus caderas dándole espacio aquel chico para bajarlos junto a sus boxers, quedando aquel miembro expuesto.
Aquel teniente miró el miembro y relamió sus labios antes de llevar su lengua al glande del rubio haciendo que este gruña ante la sensación, enviando un escalofrío por todo su cuerpo. Introdujo solo una pequeña parte aquel miembro y con algo de rapidez comenzó a chupar, jugueteando con su lengua al rededor de aquella zona de piel, llevo su mano a la extensión de piel y al ritmo de sus lamidas comenzó a masturbar la polla del rubio. Hyunjin dejó caer su cabeza hacia atrás sintiendo el placer de estar en la boca del chico, tal cálida, estrecha, húmeda.
El rubio necesitaba más, llevo sus manos al cabello negro, entrelazando sus dedos e impulsando sus caderas para introducir todo su miembro dentro de la boca del chico, quien tosió ante aquel impulso haciendo vibrar la polla del rubio. Hyunjin comenzó a impulsar la cabeza de su acompañante quien se sostuvo de sus muslos mientras dejaba que el chico le follaba la boca, mientras el líquido pre-seminal del rubio lubricaba su aquellas embestidas. La parte consiente del rubio soltó el cabello de aquel chico para sacar el miembro pero jeongin no se limitó tenía un trabajo que hacer, volvió a introducir aquella polla en su boca haciendo que Hyunjin muerda su labio sintiendo el orgasmo aproximándose.
El rubio sintió su cuerpo vibrar y de un momento a otro se corrió dentro de la boca de su acompañante, quien tragó toda aquel líquido seminal del rubio mientras lo observaba de manera penetrante. El teniente se levantó y acercó sus labios a los del Rubio, sintiendo como la respiración del chico estaba acelerada y sus labios yacían entreabierta.
—¿Ahora qué quiere que haga? —Indagó. Hyunjin aun estaba en perplejo, exaltado y súper excitado. En silencio observó como el chico quitaba su uniforme quedando en boxers para luego subir nuevamente a su regazo y tomarlo de la nuca —Soy tuyo, mándame, gritame... Haz lo que quieras, acaba conmigo esta noche.
Sin pensarlo juntó sus labios a los del bailarín, sintiendo como la lengua de este se adentraba en su boca pidiendo por más. Hyunjin sintiendo aquel beso comenzó a acariciar las piernas del contrario, trazando una línea de caricias hasta llegar a sus glúteos y apretarlos, un ahogado gemido salió de los labios del chico.
Clavó sus dedos en los glúteos de este para apretarlos con fuerza y en un susurro Hyunjin habló.
—Quitatelos —Pidió llevando sus dedos al dobladillo del boxer a lo que jeongin simplemente asintió. Comenzó a quitarse aquella prenda notando como su miembro se había puesto duro dejándolo algo sorprendido.
Sacó su boxer y hyunjin solo pudo pensar en una cosa...
Sexy.
Para tomar una botella de lubricante y dársela al rubio. Hyunjin tomo aquella botella y lo miró para luego mirar al chico quien se acostó en la cama y llevó su pies hacia el miembro del rubio para presionarlo un poco, el rubio gruñó y se acercó al chico para comenzar a besar sus labios mientras esté abría sus piernas dándole espacio para que se acomode en medio de ellas.
—¿Por que hay una botella de lubricante en una habitación de huéspedes? —Investigó Hyunjin.
—Hay en todas, también hay condones —Soltó mordiéndose su labio inferior. —¿Quieres que me dé la vuelta?
—Si —El chico se dió la vuelta quedando en cuatro expuesto al rubio.
Hyunjin se alejó, rocío lubricante sobre los glúteos de aquel chico y un poco sobre su miembro. Acariciando con sus manos los glúteos ajenos y sin previo aviso introdujo uno de sus dedos, el contrario Gimió ante el acto, aferrando sus manos a la sábana. Hyunjin introdujo el segundo dedo, en busca de aquel punto de excitación comenzó a mover sus dedos de adentro afuera hasta impactar contra su próstata haciendo gemir al chico.
Sacó sus dedos y de una sola estocada introdujo su miembro casi completo haciendo que el chico grite, jeongin aferró sus manos a la sabana intentando acoplarse al miembro del rubio, pero lo sentía tan grande, que sintió como una lágrima brotaba. Por consiguiente Hyunjin salió y volvió a estocar nuevamente enterrando su polla más profundo en el teniente. Sentía como las paredes internas del menor apretaban con fuerza su miembro, jodidamente estrecho y delicioso.
Aferró sus manos a las caderas de su acompañante y comenzó a estocar contra la próstata del chico haciéndolo gemir, siguió golpeando con fuerza y rapidez aquel lugar.
——coronel...espe Ah~ —Gimió el chico mientras aferraba sus manos a las sábanas. Al sentir como el rubio lo estocada cada vez con más fuerza. Acelerando sus movimientos. Jeongin comenzaba a sentirse muy excitado y sintiendo como su erección comenzaba a palpitar. Lo deseaba, quería que aquel chico lo destrozara, que penetrara con fuerza y lo dejara sin ellas —agh~ sigue así -ah~ —gemia agobiadamente.
llevo una de sus manos al cuello del chico para jalarlo haciendo toser al chico. Quien sentía como se cortaba su respiración.
—Joder... Esto es... —En un fuerte movimiento hizo que el cuerpo del chico quedará boca arriba, logrando observar aquellas hermosas mejillas sonrojadas y llenas de excitación. Hyunjin ya sabía que aquel chico pelinegro era jodidamente sexy, Tomo las piernas de contrario posicionandolas en sus hombros para profundizar más las embestidas haciendo movimientos rápidos dentro del contrario, el líquido pre-seminal y el lubricante creaban un exquisito sonido de chapoteo entre sus cuerpos.
—Es demas...—. Sentía como el miembro de rubio penetraba con fuerza su interior, mientras tomaba su miembro para masturbarlo y su cuerpo comenzaba a temblar, estaba por correrse e igualmente Hyunjin. El teniente sintió su cuerpo explotar, provocando aquel orgasmo y arrastrando al rubio con el, sintió como el semen del mayor llenaba su interior ¿No se había puesto condón? En otras circunstancias el chico estaría súper molesto, pero si cuerpo estaba extasiado y sentía su respiración acelerarse.
Se dejó caer al lado de jeongin sin embargo jeongin acercó su mano a la gaveta de la mesita de noche para sacar un condón y abrirlo y colocarlo sobre el miembro de hyunjin para subir sobre el.
—La noche es joven.
—Teniente yang, es todo un masoquista —Soltó y jeongin sonrió acercando sus labios a los de Hyunjin, le dio un corto beso y sonrió —Te amo.
— yo a ti y si quiero pasar el resto de mis días contigo, solo prométeme una cosa.
—Lo que sea.
—No me rompas el corazón, ni me falles...
—Tendria que estar loco para querer perderte.
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