
Capítulo tres: Encuentros y Presentaciones
Jeongin salió de la oficina del coronel Hwang con una mezcla de emociones. La culpa por lo sucedido previamente con el coronel pesaba en su mente. Decidió dirigirse al comedor, donde esperaba encontrar a su novio y capitán, Lee. Al verlo, Jeongin suspiró y se acercó, llamándolo suavemente.
-Ya estoy disponible -dijo Jeongin, tratando de mantener la compostura.
El capitán Lee asintió y le dedicó una sonrisa tranquilizadora antes de comenzar a presentar a los nuevos cadetes. Primero, señaló a un joven castaño de baja estatura.
-Este es Beomgyu -dijo Lee.
Luego, una chica rubia de ojos redondos se adelantó.
-Soy Song Yuqi -se presentó con una sonrisa.
Finalmente, el capitán presentó a un chico de cabello castaño que, por alguna razón, le parecía familiar a Jeongin.
-Y este es Han Jisung -anunció Lee.
Jeongin decidió que era el momento de presentarse. Dio un paso adelante y, justo cuando iba a hablar, Hyunjin apareció en la escena. Su presencia captó la atención de varios integrantes, tanto de su escuadrón como de otros escuadrones. Todos se levantaron para realizar el saludo militar y luego volvieron a sentarse.
Aprovechando el momento, Jeongin se presentó.
-Soy Yang Jeongin, teniente -dijo con firmeza-. También conocido como el cadete a prueba de balas -añadió Minho, provocando una leve sonrisa en Jeongin.
Después de las presentaciones, todos se encontraban comiendo. Jeongin logró captar unas risas provenientes de su mesa y alzó la mirada. Se trataba de Jisung, quien parecía estar disfrutando de una broma interna. Jeongin decidió intervenir.
-¿Hay algo gracioso? -preguntó, fijando su mirada en el castaño.
Jisung asintió, aún riendo.
-¿Es verdad que eres a prueba de balas? -preguntó con una sonrisa burlona.
Jeongin asintió, manteniendo la calma. Sin embargo, Jisung no se detuvo ahí.
-Si te disparo justo en la cabeza, ¿la bala rebotaría? -provocó.
Jeongin frunció el ceño.
-¿Es eso una amenaza? -preguntó con seriedad.
Minho, captando la tensión, intervino rápidamente.
-Jisung, guarda silencio -ordenó.
Jisung levantó las manos en señal de rendición.
-Solo quería saber por qué le tienen tanta fama a una persona común y corriente -dijo, sin perder su tono desafiante.
Jeongin sonrió de lado.
-Hablar cuando tu capitán al mando te ha dicho que guardes silencio es un acto de insubordinación y merece ser castigado -dijo con firmeza.
Jisung se defendió.
-Solo quería hacer una pregunta. No hay nada de malo en eso.
En un rápido movimiento, Jeongin se levantó.
-Ponte de pie -ordenó.
Jisung, aunque a regañadientes, obedeció. Jeongin sonrió.
-Ve al patio y corre vueltas hasta que se ponga el sol -dijo.
Jisung miró a su capitán en busca de ayuda, pero este no hizo nada. Refunfuñando, el castaño se dirigió al patio a correr. Jeongin volvió a sentarse a comer, ignorando las palabras de Minho que intentaban suavizar la situación.
(...)
Jeongin se encontraba parado frente al ventanal, observando cómo Jisung entrenaba bajo la lluvia. Las gotas caían con fuerza, empapando el campo de entrenamiento y creando pequeños charcos en el suelo. La determinación de Jisung era evidente, incluso a través del cristal empañado.
Minho se acercó sigilosamente y, con una sonrisa juguetona, tomó a Jeongin de la muñeca.
-¿Disfrutando del espectáculo? -preguntó, su voz cargada de curiosidad.
Jeongin asintió, sin apartar la vista de Jisung.
-Sí, pero tú como capitán, debes imponer respeto.
Minho soltó una risa suave. -No siempre es necesario. Recuerda que nosotros también desafiamos a nuestros superiores cuando éramos cadetes.
Jeongin frunció el ceño, girándose para mirar a Minho. -Yo nunca le falté el respeto a un teniente. Si tú lo hiciste, es decepcionante.
Minho rodó los ojos, pero no pudo evitar sonreír ante la seriedad de Jeongin. -Relájate, no era para tanto.
Jeongin suspiró, volviendo su atención al ventanal. -¿No tienes una reunión con los capitanes y el coronel?
Minho asintió, pero no se movió. En cambio, se acercó más a Jeongin, levantando su mandíbula ligeramente con un dedo. -Sí, pero prefiero estar aquí contigo.
Jeongin alzó una ceja, pero no se apartó. -Ve a tu reunión, Minho.
Minho sonrió y, en un gesto inesperado, lo atrajo hacia sí, susurrando en su oído. -Tengo un novio muy mandón.
Jeongin se sonrojó ligeramente, pero no pudo evitar sonreír. -Y una reunión que atender.
Minho soltó una carcajada y, con un último beso en la mejilla de Jeongin, se dirigió hacia la puerta. -Nos vemos luego, teniente.
Jeongin lo observó marcharse, sintiendo una calidez en su pecho. Volvió su mirada hacia el campo de entrenamiento, donde Jisung seguía entrenando bajo la lluvia, y no pudo evitar pensar en lo afortunado que era de tener a Minho a su lado... Sin embargo un sentimiento cargado de culpa quizás y algo de tristeza
(...)
El salón de reuniones estaba en silencio, solo se escuchaba el leve zumbido del proyector. Los capitanes estaban sentados en sus respectivos lugares, esperando las instrucciones del coronel Hwang. La atmósfera era tensa, todos sabían que la misión que se avecinaba no sería fácil.
El coronel Hwang se levantó y caminó hacia el frente de la sala, su presencia imponente capturando la atención de todos. Con un gesto, encendió el proyector y una serie de mapas y diagramas aparecieron en la pantalla.
-Caballeros, nuestra próxima misión es crucial para la seguridad de nuestra nación -comenzó, su voz firme y autoritaria. -El objetivo es infiltrarse en la base enemiga ubicada en las coordenadas que ven aquí. - Señaló un punto en el mapa. -Esta base es el centro de operaciones de sus actividades recientes y debemos desmantelarla... Seo aún está desaparecido y la misión es encontrarlo
Todos observaban atentamente, tomando notas mentales de cada detalle. Minho, mantenía una expresión seria.
-El equipo Alfa, liderado por el capitán Lee Felix, se encargará de la infiltración inicial - continuó el coronel Hwang. -Su misión es desactivar las defensas externas y asegurar una entrada segura para el equipo Bravo.
El rubio asintió, sintiendo el peso de la responsabilidad sobre sus hombros. Sabía que cada movimiento debía ser preciso y calculado.
-El equipo Bravo, liderado por el capitán Minho, seguirá inmediatamente después,- añadió el coronel. -Su objetivo es neutralizar cualquier resistencia interna y asegurar el control de la base... Luego debemos encontrar a Seo.
Minho intercambió una mirada con felix, un entendimiento silencioso pasando entre ellos. Sabían que debían confiar el uno en el otro para que la misión fuera un éxito.
-Recuerden, la coordinación y la comunicación serán clave, -enfatizó el coronel Hwang. -No podemos permitirnos errores. La seguridad de muchos depende de nosotros.
El coronel hizo una pausa, dejando que sus palabras calaran en cada uno de los presentes. Luego, con un gesto final, apagó el proyector y se dirigió a la puerta. -Prepárense. Partimos en dos días.
-Si señor -Dijeron unísonos.
Hyunjin encendió la luz y se sentó observando a sus capitanes, sin embargo aquel anillo brilloso en los dedos de uno llamó su atención.
-¿Cuando es la boda? -Investigó observando a lee y este se maldijo al ver que no había quitado el anillo.
-Probablemente en diciembre...
-Wow, ¿Estoy invitado?
-Mi coronel, mi amigo de la infancia... Claro que si... No seas idiota -Bromeo y hyunjin sonrió.
-Gracias, esperaré la invitación... ¿Quien es la afortunada? -Investigó aún sabiendo la respuesta.
-Yo le pregunté y no me quiso decir...-Se quejó Felix y Hyunjin soltó una sonrisa.
-No te la voy a quitar...
-Es un el, y no tengo miedo de eso... Es precaución -Dijo -Nuestra relación es secreta y así está bien.
-Aburrido -Se quejó Felix -¿Por qué no confías en nosotros? Nos conocemos desde hace décadas.
-No lo presiones lee, está bien si el no lo quiere decir...
-¿Que me dices tú Hwang? Sin hijos, ni esposa o esposo...
-estoy bien así por ahora...
-Aunque yo si te vi... Eh Hwang -bromeo el castaño -Te estabas comiendo al teniente Yang con la mirada en el comedor.
-¿Como? -Investigó Minho y Hyunjin solo sonrió -Es mi teniente Hyunjin... Dios nunca cambias.
-Nunca dije que lo hice... -Se excuso -Aunque tampoco que no lo hice...
-Yah, con el no...
-¿Te molesta? Digo no es por nada pero Yang es un buen teniente, alguien admirable y su fina espalda... No es como si no llamará la atención -Se quejó.
-Ya está conversación se tornó incómoda nos vemos luego...
-¿Te molestaste?
-no y ya me voy, tu también Félix vámonos
-Voy.
Ambos capitanes salieron de la sala dejando a Hyunjin con una sonrisa de satisfacción, por qué la verdad era que no le importaba ni una mísera el compromiso de Hwang o incluso que fueron amigos en la infancia.
-Lee Minho, tu futuro esposo es jodidamente ardiente -Susurro.
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