Mi nombre fue escrito con tinta indeleble
sobre la blanca piel que de blanca no tiene nada.
Eres de mi pertenencia.
(Me duele la cabeza)
Eres un esclavo más.

Niños, niños.
Pobres y ricos,
niños son.
Van
jugando a la pelota,
algunos pierden
y otros han de ganar
haciendo trampas.

Los tiburones abren sus fauces,
mordisquean la carne
porque huelen la sabrosa sangre.
Quisiera morirme uno de estos días
pero vos no lo aceptarías...

Mi nombre se deshace con el agua
y lo cierto es que el escenario siniestro
en que hemos vivido sin rezar
es el único que seremos capaces de observar
a lo ancho de nuestra codiciosa vida.

También vos tenés un nombre grabado con tinta,
le perteneces a alguien, eres de tu mamá.
Eres de esta tierra, de esta vida,
le perteneces al viento y sus inmundicias.
Todos somos esclavos de una palabra
(taciturno)
somos esclavos del tatuaje que no se puede ver
en nuestra piel.
Todos somos... Aegio.

No somos capaces de respirar
si no hay aire que desechar.
¡Niega tu vida!
Y morirás.
¡Niega tu destino!
Pero cumplirás.

Todos somos esclavos,
todos somos esclavos de la vida,
somos esclavos de la humanidad.
Pero nuestras corazas
no tienen la misma talla.
Moriremos sin respirar
el aire del paraíso inventado por el ideal.

¿Eres real? ¿Estás vivo?
¿Le rezas a un dios? ¿Somos lo mismo?
¡Bienvenido! Esto es el nihilismo.
Demasiado ocupados para progresar
en nuestro descubrimiento personal.

¡Estamos perdidos!
¡Perdidos! ¡Perdidos! ¡Perdidos!
Y nos quejamos
porque es la opción más lógica.
Si errar es de humanos
quejarse provoca éxtasis en el alma.

El corazón es el refugio de los pecados.
Si lo tienes sigues siendo humano.
¡Mentira!
Has matado a un hombre,
has robado,
has follado,
has maldecido y jurado
en nombre del dios que no te creó.

¿Quiénes somos?
Estoy perdido.
¿Quiénes somos?
Estamos en el limbo.
¿Hacia dónde vamos?
Nadie se atreve a saltar.

La biblia dice...
Que todos somos más repugnantes
que la basura.
¡Vende a tu hija más joven
y ten sexo con tu madrasta!

Seamos humanos.
Humanos, humanos, humanos.
Cometamos pecados
que de esto se trata la humanidad.
Pero tengamos corazón
porque esa es la traba de la esperanza.

¿Estamos incompletos?
¿Estamos rotos o incompletos?
¿Tu también quieres morir?
Porque yo sí quiero.

No quiero ser humano,
ya no quiero respirar.
Es difícil esta soledad,
soy inadmisible
en esta sociedad
pero
con el silencio,
con el silencio todo es perfecto.

Quiero un edén de polvo estelar.
Quiero tocar las estrellas.
Pero el mundo cae en decadencia.
¿Qué hacemos?
Somos insensibles
porque ser sensible es un pecado,
porque decir que eso es un pecado
nos hace santos.

Con un papel y una firma
me puedo hacer dueño de la Tierra.
Con un papel
puedo crear una nueva moneda.

Nos estamos cayendo en picada,
porque así es la humanidad.
Nos estamos muriendo por nada
porque la humanidad es curiosa.

¿Crees en la casualidad?
¿En la atracción?
¿Realmente es el dinero
menos poderoso que el amor?
«Se vende niño sin salvación».
Cero compradores.
«Se vende niña con pechos grandes».
Y las ofertas se expanden.

Nacimos en un mundo perfecto
siendo seres imperfectos.
Nacimos en un mundo perfecto
y lo hicimos siniestro.

¡Vengaza!
Ojalá la naturaleza nos mate algún día.
Ojalá la naturaleza nos deseche
y se extinga la humanidad.