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✿ Parte 2/3 ✿


[Tres semanas después]

Tres semanas ya habían pasado y por más que practicaban cuanto practicaban a Irene no se le veía otra expresión que no sea la de cansancio y frustración.

Seulgi estaba estresada, era la primera vez en toda su carrera que se encontraba tan frustrada.

─Stop! Stop! -hizo con sus brazos una crus.

─¿Señorita Kang? -se sento en el suelo agitada.

─Bae Joohyun.

─¿Sí? -la mencionada levanto su mirada hacia la suya.

─Esto no va a funcionar -dijo frustrada apartando su mirada y dirigiéndose hasta su bolso con intenciones de irse.

─¿Qué? ¿ya te vas? -la observo mientras intentaba pararse aunque sus piernas le dolían hasta que lo hizo y se cayo.

Rápidamente Seulgi corrió hacia ella tirando su bolso al suelo. La hizo que se sentará, tomo su rostro entre sus manos para ver si se hizo algún daño, dicha acción puso extrañamente nerviosa a Irene.

─Tus piernas parecen estar bien -dijo mientras posicionada una mano sobre una de ellas- ¿Te duele?

─No es nada, solo cansancio -hablo nerviosa.

Seulgi levanto su mirada colocándose con la de su contraria. Con rapidez Irene miro hacia otro lado sacando la mano de su instructora de su pierna.

─Espera, te ayudo.

Colocando uno de sus brazos en la cintura de su contraria la levanto del suelo llevándola a una silla que estaba en el estudio.

─Lamento que no este saliendo como desearías -susurró lo suficientemente alto para que ella escuchara.

─¿Qué? No, no te disculpes -suspiró- yo debería de discúlparme contigo por mi comportamiento.

─Creo que ambas nos equivocamos -rió ocasionando lo mismo en su contraria.

─Así es. Creo que empezamos por el pie equivocado. ¿te parece volver a empezar?

─Claro. Eso me gustaría -le sonrió y luego le miro- Seulgi, ¿qué hay de malo en mí? Quiero decir, ¿por qué no me sale si he estado ensayando por mucho tiempo?

─Mm~... -murmuró pensativa- No es como que tuvieras algo malo en ti realmente. Si no te sale, perdóname que te lo diga, es porque careces de sentimientos y emociones genuinas -se cruzo de brazos-. He visto todas tus presentaciones, discursos y entrevistas, y déjame decirte que no he visto nunca emoción sincera en ti.

─¿Entonces...? No termino de entenderlo... -dijo confundida.

─Ah~, yo tampoco... -rió sutilmente- a lo que voy es a que, según mi perspectiva, no es que carezcas de sentimientos como tal, según lo veo creo que no sabes como sacarlos correctamente. Salen genuinamente cuando estás arriba del escenario dándolo todo en cada una de tus presentación y eso se nota en tus ojos, tienen un brillo muy singular... No sé si entiendas a lo que voy... -suspiró algo frustrada.

Irene asintió a lo dicho habiendola escuchando atentamente. Después de aquellas papabras que la golpearon fuerte se quedaron en silencio unos pocos minutos. Seulgi quiso cortar con tan incómodo momento pero Irene fue más rápido.

─A mí... Realmente me gusta el valet... Yo... -mordió sutilmente su labio inferior mientras miraba sus propias manos-. Yo no se hacer otra cosa, lo único que conozco en el valet. No sé hacerme mi propia comida, no se lavar ropa, limpiar, nunca he salido de mi casa para divertirme, nunca fue de fiesta, jamás he consumido alcohol, no sé lo que es escaparse de casa y encontrarte con tu pareja o amigos a escondidas, no sé si alguna vez tuve algún amigo... Mi madre me prohibía estar con mis compañeros de reparto por lo que siempre estaba sola... Lo único que conozco es el valet aunque siento que ya no lo hago por pasión al mismo sino por trabajo... Quizás por ello esta obra en particular no me sale correctamente... ¿Tú qué crees, Seulgi?

Levantó su mirada hacia ella tapándose con una expresión de sorpresa de su contraria, aunque no es para menos teniendo en cuenta esa repentina confesión.

Seulgi tomo su mano con gentileza, la miro y le dedicó una pequeña sonrisa. Ella comprendía sus palabras aún sintiendo que eso era tan solo la punto del Iceberg.

─Si ése es el caso y si me lo permites yo puedo ayudarte con ello.

─¿Cómo? -pregunto curiosa.

─Por el momento es un secreto -dirigió su vista a su reloj y sonrió-. Todavía tenemos tiempo de sobra, vamos a practicar en otro lugar, okay?

─¿Mm~?

Seulgi hizo que agarrara sus cosas y la arrastro con ella. Ambas caminaron rápido por el pasillo hasta llegar a la puerta principal donde se toparon con la señora Bae.

─¿Se puede saber a dónde van si la clase aún no ha terminado? -pregunto cruzada de brazos.

─Voy a llevar a la señorita Joohyun a practicar a otra parte.

─¿Perdón? -arqueo una ceja- Irene no se ira de aquí.

─Okay -Irene la miro confundida- llamaré al señor Park Ji-Byul para que él le refresque la memoria en cuanto a los términos y reglas del contrato que usted firmo -se puso el celular al oído- ¿Hola? Hola, señor Park, necesitab-

─Bien -interrumpió. Seulgi colgo la llamada deslizando su dedo mientras la miraba-. Quiero que vuelva a la hora que termina la clase, ni un minuto antes, ni un minuto después -dijo amenazante.

─No se preocupe, soy una persona muy puntual.

Sin decir una palabra más ambas jovencitas se retiraron del lugar. Una vez fuera Seulgi se subió a su bicicleta e hizo que Irene subiera y se sentará atrás. Solo fueron así las cinco cuadras en la que quedaba su casa.

─¿Dónde estamos?

Pregunto observando la casa al frente suyo la cual estaba llena de flores rojas, rosas, blancas y amarillas.

─Es mi casa, o bueno, mi casa temporalmente -le sonrió mientras abría el garage.

─¿Dónde íremos? -mirando el auto.

─Es un lugar un poco lejos y no creo que en bicicleta lleguemos rápido. Sube -le abrió la puerta del copiloto.

─Gracias -le sonrió.

Seulgi se subion, encendió el motor y partieron. El lugar donde iban era uno donde ella solía ir cuando era joven y se sentía agobiada y sin creatividad. Un lugar especial.

Una vez el auto estacionado ambas bajaron del mismo y caminaron hacia el lugar.

─¿Esto es un parque de niños? -pregunto fascinada con el lugar.

─Sí. ¿nunca has estado en un lugar así en tu niñez? -extrañada la miro.

─En realidad... Desde que era pequeña he pasado por estos lugares de la mano de mi madre pero ella jamás me ha dejado quedarme aquí -camino hacia los columpios y se sentó en uno-. Sentía mucha envidia de los niños que sí podían jugar aquí junto a sus padres... No sé si te ha pasado lo mismo...

Seulgi le sonrió sutilmente acercándose a ella. Se sentó en el otro columpio junto a ella y se amaco ligeramente con los pies.

─La verdad, sí comprendo ese sentimiento -miro al cielo- mis padres trabajaban todo el tiempo por lo que casi no los veía. Mis abuelos matermos cuidaron de mí: ellos eran personas muy buenas y bondadosas. Mis abuelos intentaron hacer que la ausencia de mis padres no sea tan notoria aunque en ocasiones era imposible. Creo que ninguna de las dos pudo tener una infancia normal.

Irene asintió con la cabeza y una pequeña risilla por lo irónico que eso era.

─Entonces, ¿vamos a practicar? -la miro ya de pie.

─Claro, pero deberás tomármelo con calma.

La misma asintió. Seulgi saco su celular y puso la música. Irene se sentía más relajada, sentía que sus piernas y sus pies tenían mucha más energía que cuando estaba en su casa.

Respiro hondo y con sutileza dejo ir ese aire tan puro. Para ella era una sensación extraña pero nueva, se sentía libre sin la constante mirada se su madre en su espalda.

《Al fin encontré la forma perfecta》-pensaba Seulgi mientras observaba a una Irene bailando con total libertad.

─¡Irene, ya es hora de irnos!

Grito a lo lejos Seulgi apoyada en su auto. Irene se puso los zapatos y acerco a ella bastante animada.

─¿Vamos a comer antes de irnos? ¿Mm~? -propuso igual de animada a lo que su contraria solo asintió.

Ambas subieron al auto y se dirigieron a un pequeño restaurante no tan conocio cerca la casa Bae.

Bajaron y se adentraron al pequeño negocio donde una amigable señora de la tercera edad las recibió sonriente. Las hizo sentarse y a los minutos les llevo el menu.

[─Seulgi~, tanto tiempo sin verte, ¿qué vas a pedir, mi niña?

─Sí, lamentó no avisarle que vendría -se disculpó-. Am~, yo quiero uno de sus guizados. Hace años que no como nada tan rico como eso -sonrió.

─¿Y para ella? -miro a Irene la cual solo le sonrió.

─A ella lo mismo. Es la primera vez que lo va a probar.

─Ah. Okay! Ya vuelvo -sonrió amablemente y se retiró].

[...]
Lenguaje de señas.

─¿Eso fue... lenguaje de señas? -sorprendida la quedo mirando.

─Sí. Conozco a la señora Jiwoon desde hace años, mis abuelos me traían aquí a comer los fines de semana.

─Ow~ -mirando a la señora cocinar- ¿Y lo del lenguaje de señas cuándo lo aprendiste? -curiosa.

─Ah~ -sonrió-. Cuando mis abuelos maternos fallecieron nos fuimos a vivir a Canadá donde viven mis abuelos paternos, ambos son sordo mudos por lo que para comunicarme con ellos tuve que aprender.

─Ah, ya comprendo -sonrió cabiz baja.

A los pocos minutos les llevo la comida, ambas agradecieron y comieron. Era la primera vez que Irene comía algo tan rico y no le revolvía el estómago.

Al rato se despidieron y se fueron a la casa Bae. Llegaron tan solo tres minutos antes. Las dos se miraron: Seulgi se dio cuenta de cierto brillo en los ojos de Irene. Se sonrieron y con una reverencia se despidieron.

En el momento que Irene se dio la vuelta con intenciones de abrir la puerta se detuvo, dio media vuelta, camino hacía Seulgi y la abrazo posando sus brazos al rededor de su cuello. La misma se sorprendió por tan repentina muestra de afecto.

Como estaba sorprendida dejo sus manos en los bolsillos de su chaqueta aunque tampoco hizo mucho por alejarla.

─Gracias.

Le susurró al oído. Se alejó de ella dedicándole una pequeña sonrisa para luego adentrarse a la casa. Claramente Seulgi no sabía ni como reaccionar. Sacudió su cabeza suavemente y se fue a su casa.

Irene una vez dentro saludo a su madre y se fue a duchar. Tenía una pequeña sonrisa en sus labios, se sentía bien, cómoda y ciertamente distinta. Era la primera vez que tenía una pequeña distracción en su monótono vida, además de que se sentía un tanto liberada.

Después de aquella primera "escapada" pasaron muchas más. Seulgi se encargó de sacarla de esa casa todos los días a la hora de practicar. Recorrieron muchos lugares juntas donde ensayaron, releyeron la obra, donde rieron e hizo que Irene se desatara cada día un poco más.

Cuanto más pasaban juntas su rendimiento era más y más notirio al igual que sus expresiones y las emociones que transmitía al interpretar la historia trágica y romántica al mismo tiempo.

En sus descansos mientras comían tenían largas charlas donde contaban un poco de simismas, reían y se divertían. Su convivencia hizo no solo que se volvieran más cercanas sino que pudieran crear una muy buena amistad.

─Seulgi, aunque sé que lo hiciste por la obra, te agradezco todo lo que has hecho por mí hasta ahora.

Dijo de manera repentina con una pequeña sonrisa tímida cabiz baja observando sus manos. En ese momento solo quería transmitir ese sentimiento.

Desde que comenzó a convivir más con Seulgi, Irene empezo a darse cuenta del tipo de vida que venía sosteniendo desde su infancia además de que asimismo, forzosamente, se destapó los ojos y al fin acepto que su madre realmente era la que ha estado manejando toda su vida.

Si bien Irene sabía esto y era consciente de la manipulación y el control que su padre ejercía sobre ella la misma se negaba a aceptarlo completamente, hasta este momento que decidió romper una de sus tantas cadenas que la tenían ahogada.

─No tienes que agradecer nada. Siendo honesta te había prejuzgado mal todo este tiempo, o bueno, solo al inició -rió bajito un tanto avergonzada.

─En ese caso, creo que yo también lo hice -rió relajada-. La primera vez que te vi me resultaste alguien muy bonita físicamente, pero en el momento que comenzamos a ensayar en el estudio de casa y ver lo exigente que fuiste conmigo... la verdad temía que fueras la versión joven de mi madre...

─Oye~... -se quejo mirándola.

─Pero ahora me retracto. Este corto tiempo que la he pasado contigo he visto que no eres igual que ella -se recosto en el pasto-. A diferencia de ella, tú eres como un ave libre que vive un día a la vez, mientras que mamá... ¿Sabes? Siempre he sentido que ella era como un ave que toda su vida ha vivido enjaulada y a la que le han cortado las alas desde muy joven... -suspiró-. Creo que ya comencé a divagar entre mis pensamientos -rió nerviosa.

─No sé cuál sea la historia de vida de tu madre pero -mientras estaban recostadas tomo su mano con gentileza- esta es la tuya y creo que deberías disfrutarla o al menos vivirla como tú lo desees.

La miro de lado con una sutil sonrisa sin mostrar sus dientes, acción que puso repentinamente nerviosa a Irene la cual rápidamente solto su mano y la llevo hasta su pecho.

Por un momento Suelgi pensó que la puso incómoda así que se sentó y agarro el cuadernillo.

─Creo que ya hablamos suficiente por ahora. Vamos a seguir practicando.

Irene solo asintió y se paro sacudiendo su ropa a la cual le habian caído algunas hojas de los árboles a su al rededor.

─Seulgi, una pregunta.

─¿Mm~?

─Hasta el momento me hiciste vivir muchas experiencias parecidas a la de la protagonista de la obra, entonces me preguntaba -se paro frente a ella y la miro fijamente a los ojos- ¿Cómo harás para que en el último exprese sentimientos de amor si yo nunca me he enamorado? ¿Y la frustración, el deseo, la tristeza...?

─Espera, espera -la interrumpió antes de que siguiera-. Vamos de apoco -camino a un lado de ella dirigiéndose a donde estaban sus cosas, también para no mirarla tan fijamente-. Aún no sé cómo voy a hacer eso, tenme algo de paciencia. Además no puedo decírtelo ya que sino no será lo mismo.

─Eso no es muy justo -se quejo abultado sus labios.

─Hasta ahora no te he dicho nada y has podido transmitir todas las emociones habidas y por haber de tu personaje, así que ya, -se acerco a ella riendo- no estés de quejosa -le dio un sueve golpe en la frente-. Ya levanta tus cosas y vamos a tu casa sino se hará tarde.

Su contraria le hizo una mueca arugando su nariz para luego ir y buscar sus cosas. Ya listas subieron al auto directo a su casa.

[Llamada entrante: Wife* ♡] (Esposa)

─Seulgi, tienes una llamada de... -miro el celular- "Wife".

─Ah, sí... -miro un segundo a Irene- ¿te molesta si respondo?

─No, para nada -asintió sutilmente con un pequeña sonrisa de labios cerrados.

Seulgi puso el alta voz ya que no encontraba el manos libres.

{─¡mi adorada, esposa¡ ¡Hola! -exclamo bastante animada.

─Oye, ya te dije que no gritaras cuando me llamas -fingiendo estar molesta.

─Ya, ya, señora, no se enoje -rió juguetona.

─Okay! Okay! -rió- ¿Para qué llamabas? ¿le paso algo a mi hijita?

─¡Claro que no! Siempre te preocupas por ella y no por mí -se quejo-. En fin. ¿Quieres ir a una fiesta esta noche?

─Ah, bueno... -dudosa mirando de reojo a Irene.

─¿Por qué dudas? -nuevamente se quejó- ¡Ya di que sí! -hizo berrinche.

─¡Ya, ya! -suspiro- ahí estará. Mándame la ubicación y la hora.

─¡Que linda eres! -sonrió- ahora te la mando. Bye bye!}.

Seulgi colgo la llamada antes que dijera nada ya que la conocía demasiado bien a su queridísima amiga. Suspiró hondo. Sin darse cuenta ya estaban habían llegado a la puerta de la casa.

《¿Wife no es lo mismo qué Wifi? ¡Ah! Que tonta -rió- ¿Pero "Wife" no es "esposa" en inglés?》-se pregunta en pensamientos haciendo caras "extrañas".

Solo salió de sus pensamientos cuando escucho una pequeña risilla de su compañera.

─¿Mm? ¿de qué te ríes? -la miro mientras la misma negaba con la cabeza.

─No es nada. Ya llegamos.

─Sí... Oye, ¿"Wife" no es igual a "wifi"? Es que siempre las confundo incluso cuando lo hablo.

─No son lo mismo -solto una risilla-. "Wifi" es la señal wifi de la antena mientras que "Wife" significa "esposa"...

─Ah~... -sonrió y solo basto esa "sonrisa" para que Seulgi se diera cuenta.

─Ah, pero no es lo que piensas. La chica que me llamo es una amiga desde la secundaria, nos solíamos llamar así por cariño y... -fue interrumpida.

─Quédate tranquila, no tienes por qué darme explicaciones... -abrió la puerta del auto agarrando sus cosas-. Bueno, nos vemos mañana. Que tengas una buena noche.

Salió del auto adentrándose rápido a su casa dirigiéndose directamente a su habitación ignorando a su madre. Cabe recalcar que desde que comenzo a convivir con Seulgi la relación de ella con su madre se volvió cada vez más tensa al punto que podía cortarse con los dedos.

《¡Que tonta!》

Pensaron al mismo tiempo. Seulgi fue hasta su casa para ducharse y descansar un poco antes de salir nuevamente.

Mientras tanto Irene lleno su bañera y se adentro a la misma hasta sumergir toda su cabeza. A los minutos entro la señora Choi la cual se adentro al gran baño de su señorita y dejo un vaso con una pajilla dentro.

─¿Es jugo de durazno con trozos de frutillas? -pregunto sacando su cabeza del agua.

─Claro que sí, es su favorito y supuse que querría uno -sonrió amigablemente- y quedese tranquila, lo hizo a escondidas de su madre -le guiño el ojo.

Su madre le tenía prohibido comer o tomar cosas sus pesadas para el estomago ya que constantemente la tenía en una dieta rigurosa.

─Señora Choi~ -dijo media quejosa- ¿Qué debería hacer?

─¿Con qué, señorita? -la miro mientras la hacia sentarse para lavar su espalda.

─Creo que me comporte un poco infantil con Seulgi... -hizo una mueca.

─Ahora ya la llama por su nombre -sonrió-. Recuerdo que siquiera a la señorita Park Jihyo la ha llamado por su nombre en los años que se conocen.

─Es que con la señorita Park aunque nos conocemos hace años no somos tan cercanas -tomo un poco de su jugo-. Ya sabes... Mamá no la dejaba, ni me dejaba pasar tiempo con ella -hizo una mueca.

─Lo sé -suspiró-. Ya estas lista -agarro su bata y la abrio-. Ven.

Irene asintió, dejo el vaso a un lado, se paro y se tapo con la bata para luego atarla a su cintura.

─Y con respecto a la señorita Kang, ¿Por qué no la llamas y hablas un rato con ella como lo han estado haciendo todo este tiempo? -propuso la señora Choi.

─Es que... no puedo -murmuró.

─¿Por qué no puede?

─Es que, señora Choi, ahora debe ser muy tarde, además ella irá a una fiesta con una amiga -hizo una mueca.

─Entonces, ¿por qué no le preguntas si puedes ir con ella a esa fiesta?

─¡¿Qué?! -exclamó colocando una mano en su boca-. Si mi madre se entera que quiero ir a una fiesta me mataría.

─Pero ella no tiene por qué saberlo, ¿o sí? -alzo una ceja.

─Pero...

─No te preocupes por nada, yo me voy a encargar de tu madre, pero eso sí, avisame cuando estés lista para irte y cuando vayas a volver, ¿está bien?

─Gracias, señora Choi~ -la abrazo contenta.

─Ya, ya. Ahora ve a llamarla y arreglate un poco.

La misma asintió con la cabeza. La señora Choi salió de la habitación para que ella pudiera cambiarse cómodamente. Irene fue hasta su gran armario y comenzó a buscar ropa apta para una fiesta mientras marcaba el celular de Seulgi.

[Llamando: Kang Seulgi]

[Llamada entrante: Joohyun]

{─¿Joohyun?

─Hola...

─¿Paso algo?

─No, no paso nada. Esto -dudosa- Seulgi...

─¿Quieres acompañarme a la fiesta? -pregunto rápidamente sorprendido a Irene.

─¿Cómo sabías qué iba a hablar de eso?

─No. No sabía que hablarías de eso -ambas rieron por esa coincidencia.

─En fin -sonrió- ¿Puedo ir contigo?

─Sí, por supuesto. Pero, ¿y qué pasa con tu madre? Ella se enojara muchísimo contigo si se entera...

─Con ese tema ni te preocupes, la señora Choi va a ayudarme -dijo animada.

─Ah, en ese caso Okay! -dijo con una pequeña sonrisa para ella misma-. Avísame cuando salgas así voy a buscarte.

─¡No! -exclamo bajo- no vengas aquí. Esperame a la vuelta por donde es tu casa.

─Bien. Pero date prisa, en diez tenemos que estar allá.

─Sí. Te mando un mensaje cuando salga. Nos vemos}.

Irene colgo la llama, agarro un boldo pequeña donde fácilmente entraría su celular y una pequeña billetera con dinero y sus tarjetas. Dejo el bolso a un lado y busco entre sus vestido terminando por elegir uno en color beige con un corte en "v" a un lado de la pierna la cual tenía pequeñas cadenas que iban de una punta a la otra.

Al terminar de colocarse el vestido y elegir los zapatos con los que iria se dio un pequeño retoque en la cara, algo muy sencillo. Al acabar todo le aviso a la señora Choi y se fue por la puerta trasera se la casa.

Camino unos pocos pasos hasta ver el auto de Seulgi donde la misma estaba esperandola afuera de este apoyada a un costado: ella traía puesto un top, encima del mismo una blusa semitrasparente con puntitos negros, una falda y blazer a cuadros/rallas amarillo.

Al verla acercarse la observo detenidamente, no se creía que la mujer a la que estaba mirando era la misma con la que había convivido todo este tiempo ya a los ojos de Seulgi la Irene que ell conoció es una demasiado sencilla y no es de usar vestimenta tan atrevida.

Una vez una enfrente de la otra se miraron. Las dos quedaron perplejas la una de la otra. Usualmente la vestimenta se ambas en su día a día es muy casual, nada extravagante o llamativo, bastante diferente a la que llevaban esa noche.

─Ah... Bue-bueno, ¿vamos? -dijo algo nerviosa Seulgi.

Irene sonrió y se subio al auto. La misma estaba descansa con los zapatos en la mano solo al estar ya sentada en el auto se los puso.

El lugar donde estaban haciendo la fiesta no era tan lejos de donde estaban por lo que en menos de ocho minutos llegaron al punto de reunión.

─¡Esposa~!

Exclamo una voz a lo lejos la cual se fue acercando y que repentinamente la abrazo.

─Oye... mas despacio... no respiro -expreso a cuestas.

─Ah, sí, lo siento -rió alejándose de ella- ¡Oh! ¿y ella? Nunca la había visto -miro de reojo a Irene la cual se sintió un poco incómoda.

─Ya deja de mirarla así -se quejo seria-. Ella es... -fue interrumpida.

─No le digas mi nombre artístico, dile el real, nadie me conoce por mi nombre -le susurró al oído.

─Ella es Joohyun. Joohyun, ella es Joy, mi amiga -aclaro después de presentarlas y la última lo noto.

─Encantada de conocerte -sonrió amigablemente-. Vamos adentro.

Agarro a ambas chicas colocando sus brazos al rededor de sus suyos y las adentro al lugar el cual estaba muy iluminado con luces de colores, adornado de flores artificiales, con mucha gente y la música a todo lo que daba.

Las llevo a la zona VIP donde las hizo sentarse y les sirvió una copa de champagne Chandon.

─¿Chandon? -pregunto mirando a Joy.

─Así es -dijo mirando a Irene-. Es que tu "amiga" parece de gustos caros -le guiño el ojo.

─Ya, cállate.

Irene solo escuchaba y se reía sutilmente de ambas muchachas. Para ella, aunque el ambiente era nuevo le resultaba un poco agobiante más porque las personas allí, tanto hombres como mujeres, la miraban demasiado.

Después de estar un rato allí sentadas tomando algunas copas Joy las arrastro a la pista baile. Cambiaron el tema y la gente se comenzó a dirigir a la pista de baile rodeando a las chicas; Seulgi comenzo a bailar cuando una chica de entre la multitud la saco.

A Irene también la hicieron bailar aunque no se sentía cómoda ya que la única persona a la que conocía era Suelgi y ahora a su amiga, Joy.

En cierto momento Seulgi intento ir hacia Irene pero la multitud se lo impedía hasta que con fuerza lo pudo hacer quedando frente a frente.

─Hola -la miro.

─Hola -sonrió mostrando sus dientes.

─¿Quieres bailar?

─Claro -tomo su mano.

Claramente Irene no sabía bailar el tiempo de caciones que estaban pasando así que al darse cuenta Suelgi la comenzó a guiar. Ambas al darse cuenta de ello se rieron bastante. Sacudieron sus cabezas al son de la música y comenzaron a saltar. Las dos la estaban pasando realmente bien juntas.

Eso hasta que la misma multitud las separo llevandolas lejos. Irene intento buscarla pero al encontrarla vio como una mujer la tomaba del mentón y la besaba.

Solo basto ver eso para sentir una pequeña presión en el pecho. Después de aquello dio media vuelta y se fue de allí. Seulgi la habia visto e intento ir tras ella aunque era difícil caminar entre la multitud.

─Oye, ¿a dónde vas? -pregunto Joy al verla sujetando su brazo.

─Joy, que suerte verte -dijo aliviada- ¿has visto a Irene?

─¿Irene? -pregunto confusa.

─Ah, no, Joohyun, ¿la has visto?

─No, ¿le paso algo? -preocupada.

─No le paso nada. Si no estás haciendo nada ayúdame a buscarla.

Ambas chicas comenzaron a buscarla. En cierto punto a Joy se le ocurrió buscarla arriba ya que el complejo donde estaban tenía habitaciones en la planta alta.

Entre busqueda y busqueda la terminó encontrando en una de las habitaciones en el balcón de la misma fumando.

─Que sorpresa verte aquí -la miro apoyada al respaldo del ventanal-. Irene.

La mencionada al escuchar su nombre artístico tocio por la sorpresa.

─Tranquila, Seulgi me lo dijo sin querer, anda como loca buscándote -se acerco a ella y apoyo en el barandal.

─Ah... -suspiró ya calmada.

─Nunca pensé que una chica como tú con una imagen tan pulcra fumara como locomotora -dijo con cierta ironía.

─Bueno, no todo es lo que parece -miro a la calle sin importancia.

─Ya veo -rió sutilmente-. Como ya te encontré me voy. Ah, y si quieres más privacidad toma -le lanzo la llave y la atrapó- es la única así que no la pierdas -le guiño el ojo y se fue de la habitación.

Irene no llego a entender la indirecta pero tampoco le dio tanta importancia. Joy bajo tranquilamente topándose con Seulgi. La misma le dijo donde estaba y fue corriendo hacia ella.

La observo y se acerco a ella notando que la misma estaba fumando.

─¿Me invitas uno? -pregunto repentinamente sorprendiendola.

─Es el único que tengo -se dio la vuelta apoyando su espalda en la barandilla así mirarla- pero toma -le ofreció.

─¿No te molesta? -nego con la cabeza-. Gracias.

─Sí...

─Bae Joohyun -se apoyo en la barandilla mirando hacia la calle- ¿Por qué te fuiste de la fiesta?

─Solo tenía ganas de tomar aire resco, Kang Seulgi -la miro de lado sin importancia.

─Joohyun...

─Ya me quiero ir a casa, ¿podrías llevarme? -la ignoró completamente.

─Espera.

Dejo caer el cigarro apagandolo con el zapato. Se acercó a ella y la acorralo apoyando las palmas de sus manos en la barandilla quedando sus rostros muy cerca de la otra.

─¿Qué estás haciendo? -hizo una mueca de molestia.

─¿Por qué te fuiste así de la nada? ¿Mm? -ignoro por comoleto su pregunta- ¿te incómodo algo? ¿alguien te hizo sentir agobiada? ¿ah? -su contraria desvío la mirada.

─Tú...

─¿Eh? ¿Yo? -algo confusa.

─Olvidalo. Me voy -puso una mano sobre su brazo con intenciones de apartarla pero no pudo-. Ya, muévete -ordeno.

─No hasta que me digas por que te estás comportando así -aclaro firme.

─De verdad que eres molesta -dijo de la misma forma.

─Bae Joohyun, tú-...

Irene la interrumpió colocando su dedo pulgar sobre los labios de su contraria donde los deslizó de un lado a otro dando a entender que los estaba "limpiando". Seulgi lo entendió perfectamente.

─Lo que paso abajo no fue intencional, esa chica me agarro derepente y...

Por segunda vez fue interrumpida pero esta vez con un pequeño beso en sus labios. Se miraron a los ojos sintiendo un intenso cosquilleo en el pecho. Seulgi decidió dar el segundo paso y la beso apasionadamente, tomo las manos de Irene, las levanto e hizo que esta las colocará al rededor de su cuello. Bajo sus manos recorriendo sus brazos hasta posicionarse en su pequeña cintura.

Poco a poco la adentro a la habitación dirigiendola a la cama donde gentilmente la hizo recostarse. La alzo poniéndola en el medio de la cama mientas se posicionaba entre sus piernas las cuales levanto mientras las a acariciaba haciendo sentir a Irene una sensación excitante.

─Espera... Espera -la hizo detenerse.

─¿Ah? ¿pasa algo malo? -pregunto pensando que ya no quería seguir.

─No pasa nada, solo que... -agarro la llave, se la mostró y miro hacia la puerta- Joy me dio esta llave para cerrar la habitación -la miro.

─Esa mocosa -se quejo.

Agarro la llave, se paro y la cerro la puerta. Antes de acercarse otra vez a ella se saco el blazer dejándolo en el suelo.

─¿Segura qué quieres continuar? -preguntó para estar seguro.

─Ven -hizo que se acercará y la beso apasionadamente mordiendo suavemente su labio inferior- ¿Ahora sabes la respuesta?

Sorprendida relamio sus labios y sonrió. La levanto he hizo que se sentará encima de sus muslos todo sin despegar sus labios de tal apasionado beso. Las manos frías de Seulgi iban acariciando cada parte de su cuerpo sobre el fino vestido que llevaba puesta.

Con los pocos minutos Irene iba sacando las prendas de su contraria dejándola solo con el bracier. Seulgi sonrió por ello mientras deslizaba sus manos por sus muslos hasta levantar su vestido. Fue llevando sus manos más y más arriba hasta al fin sacarselo y dejarla solo con la ropa interior.

Luego sacarse las últimas prendas que estorbaban la recosto en la cama, la beso por última más para luego bajar a su cuello y posteriormente hacia sus pechos donde se deciso del bracier tirandolo por algún lado de la habitación. Solo bastaba tocarlos con la llema de los dedos para hacer que arqueara su espalda.

─O-oye... N-no muerdas~...

Se quejo al sentir sus pientes en sus pezones. Seulgi sonrió ante la queja. Bajo por su abdomen dejando pequeños besos en este. Paso sus labios por sus muslos mordiendo ligeramente los mismos. Alzo ambas piernas y bajo su cabeza hasta su zona íntima.

Dejo pequeños besos en el abdomen bajo y sin previo aviso metió su lengua en su zona íntima haciendo que Irene sintiera escalofríos en toda su piel y ese cosquilleo intenso en el pecho. Inconcientemente apreto un poco sus piernas ya que Seulgi estaba haciéndolo demasiado rápido y ya no era capaz de silenciar sus gemidos.

─¡Mmph!... M-mas despacio... ¡Ighm!... Se-seulgi~...

La mencionada al escuhar su nombre se detuvo en seco, limpio sus labios y la miro.

─Dilo otra vez.

─¿Ah? -la miro confundida.

─Quiero que digas mi nombre otra vez -aquella petición hizo poner roja como tómate a Irene. Si de por sí su tes era pálida al sonrojarse se notoda demasiado.

─N-no, deja de decir cosas tan obscenas -avergonzada.

Sin perder tiempo Seulgi deslizó su mano por su abdomen y metió dos dedos en su zona íntima moviendolos de manera circular sabiendo perfectamente donde tocar.

─N-... pa-para~... amh~...

─¿Sabes qué sí es obsceno? -se acerco a su oído y susurró- Tus gemidos y eso me esta volviendo loca -mordio ligeramente su oreja.

─¡Mgh~! Ya... C-cállate... Tonta~

La miro, levanto sus manos y la beso con intenciones de que se callara ya que sus palabras la avergonzaban y escuchar sus propios gemidos incontrolables también.

En algún punto Irene tomo valor, no quería ser la única sintiéndose bien e hizo lo mismo que su contraria.

Para ser su primera vez lo hizo bastante bien. Tener sexo, relaciones íntimas, hacer el amor, no sabía exactamente que era pero esas emociones las sentía únicas estando con Seulgi.

[Algunas horas más tarde]

Recostadas en la cama, agitadas y mirando al techo estaban ambas chicas. Irene acomodó bien su cabeza sobre el brazo de Seulgi poniéndose de costado para poder mirarla.

─Oye, mirame -no lo ordeno, solo se lo pidió con un tono muy relajado.

─¿Mm~? -Seulgi hizo caso al segundo y la miro.

Irene alzo un dedo, lo puso en el mentón de la mencionada, la acerco más a su rostro dejando un pequeño beso en sus labios el cual sin dudarlo esta le correspondió.

─¿Y eso por qué fue? -curiosa.

─Solo tenía ganas de hacerlo -sonrió de lado dejando otro beso.

─Creo que podría acostumbrarme a esto -rió juguetona.

─Ya, deja de hablar.

Pego nuevamente sus labios a los de Seulgi destapandose un poco para ponerse encima de su regazo. Su contraria sonrió y se sentó tapandola un poco con las sábanas mientras la besaba y apretaba su cuerpo contra el suyo.

Era un momento lindo hasta que la puerta de la habitación se abrió. El primer instinto de Seulgi fue agarrar la sábana y taparla hasta los hombros mientras la abrazaba.

─¿Joy? -la miro Seulgi de reojo.

─Tú -dijo sacando un dedo por debajo de la sábana para señalarla- ¿No me habías dicho qué era la única llave?

─¡Ups! Se me escapo -rió mirándolas de reojo un poquito pícara- ¿Puedo unirme? -pregunto juguetona.

─¡Claro que no! -recibió de negativa de parte de ambas chicas.

─Ya, ¿qué quieres? -se dejo de rodeos mirándola seriamente.

─Ya, ya -se apoyo a un lado de la puerta dejándola con llave-. Irene, te tienes que ir de aquí ahora mismo -muy sería la miro.

─¿Qué? ¿Por qué? -pregunto sin entender nada.

─Cuando Seulgi te estaba buscando, ¿recuerdas que te lo dije? sin querer mencionó tu nombre artístico y al parecer algunas personas lo reconocieron y desde hace rato están hablando y buscándote. Traté de decirles que no era así y se negaron a escuchar.

─Carajo -susurró.

Bajo de encima se Seulgi agarrando otra de las sábanas que estaban ahí y se envolvió por completo, por último agarro su ropa para meterse al baño.

─Solo me voy a cambiar, en un momento salgo -ambas asistieron con la cabeza.

─¿Tu auto esta cerca, no? -asintió- genial. Yo voy a distraerlos un poco más. Ustedes cambiense y salgan por las escaleras de incendios. Sean discretas.

─Gracias -sonrió.

─Igual no te salvas, después quiero saber toda la historia -le giño un ojo y se fue.

Pocos segundos después de haberse cambiado, sin ponerse los zapatos, salieron descalzas por las escaleras de incendios. Discretamente se subieron al auto y se marcharon de allí.

Por fortuna nadie las había visto, no obstante Irene sabía que su madre se enteraría de alguna u otra manera, aunque eso ya le daba igual.

Unos pocos minutos después llegaron, de camino nomas Irene le aviso a la señora Choi que estaba llegando. Una vez fuera del auto ambas salieron.

─Joohyun, lo que paso hoy...

Algo dudosa la miro. La mencionada antes de irse se acerco a ella y la beso siendo correspondida. Antes de separarse morida su labio interior dejando una pequeña marca bastante notoria.

─¡Auch! -Irene rió bajo.

─Lo que paso hoy se puede repetir las veces que lo desees -le dio un pico- eso si no me descubren.

Le saco la lengua como burla y se metió a la casa lo más silenciosa que pudo, aunque por dentro estaba gritando emocionada y avetginzada al mismo tiempo.

Seulgi solo sonrió tocando su labio interior. Se metió al auto y fue directamente a su casa no sin antes mandarle un mensaje a Joy para que este más tranquila.

Cuandi Irene entro en su habitación en cuclillas y encendió la luz casi le da un paro cardíaco al ver a su madre sentada en su sofá para leer.

─Ma-mamá, ¿qué haces en mi habitación? -nerviosa.

─Vine hace unos minutos a ver a mi hija y me topo con que ella no estaba en su cama y casualmente ninguna de las empleadas sabe como te escapaste -dijo con cierta ironía mientras caminaba.

─Elllas no hicieron nada, yo sola lo hice ademá-... -fue interrumpida por una bofetada.

─¡Cállate! ¿Desde cuándo te has vuelto tan respondona y desobediente? -furiosa se encontraba-. Arodillada, manos arriba y mostrando las palmas -ordeno.

Irene mordió su labio sin obedecer lo pedido por su madre. Temía algo peor pero estaba dispuesta a soportarlo, además ya estaba cansada de seguir con esa vida.

─Arodillada, manos arriba y mostrando las palmas -repitió y la misma siguió sin obedecer- ¡IRENE!

Exclamo con fuerza totalmente furiosa. Aquello hizo temblar a la mencionada. Apreto sus manos con fuerza, respiro hondo y tomo valor de alguna parte de su cuerpo.

─¡NO! ¡Ya es suficiente, mamá! -firme dijo mirándola.

─¡Tú, mocosa insolente! -alzo su mano intentado abofetearla nuevamente pero ella la detuvo aún en el aire.

─Es suficiente, mamá -dijo seria soltando su mano.

─¡Ja! Esto es lo que me faltaba! -rió con ironía y rabia-. Yo no te crié de esta manera, Irene.

─¿Cuándo...?

─¿Qué? -la observo-. Habla claro -ordeno.

─¿Cuándo vas a dignarte a llamarme por mi nombre real? -se alejo de ella sentándose en la cama-. Toda la vida me has llamado "Irene" como si solo esa faseta de mí importará mientras que "Bae Joohyun" fuera nadie en tu vida...

─¿Qué...? -intentó acercarse a ella-. Hija eso no es as-...

─Por favor, vete -le ordeno sin mirarla-. Ya no soy una niña a la que puedes seguir manipulando. Esta es mi vida, no es la tuya, mamá...

La señora Bae apreto su mano en forma de puño y salió de la habitación de su hija azotando la misma.

Irene se sentía bien al poder descargar parte de sus sentimientos, aunque a su vez un sentimiento diferente e inexplicable la invadía por completo. Al final no pudo soportar más y se largo a llorar. Lloro tanto que se terminó quedando dormida.




[Algunos días después]

Algunos días pasaron desde aquella; Seulgi intento ir varias veces a su casa pero la que siempre atendía era su madre la cual pospuso todas sus clases. Le pareció raro ya que tampoco veía a la señora Choi e Irene no leía ninguno de sus mensajes ni atendía las llamadas.

─¿Aún no atiende? -pregunto Joy mientras miraban la casa desde fuera.

─No, todavía no -respondió moviéndose de un lado a otro.

Ciertamente la señora Bae se había enterado por su chófer, la señorita Yoo-young, sobre la noche que salió y los rumores que salieron posteriormente a ello. Los mismos llegaron a algunos medios pero al no ser tan conocidos los pudo callar y/o, con otros, aclarar que son falsos.

Al siguiente día de aquella noche la señora Bae le saco el celular, tablet y computadora portátil, asimismo cerro todas las ventanas con llave incluyendo la puerta de la habitación. Ella personalmente iba hasta su habitación y le dejaba la comida: desayuno, almuerzo, merienda y cena.

Por otro lado Irene casi no comía nada de lo que su madre le llevaba y se la pasaba exigiendo ver a la señora Choi así como a Seulgi.

─Mamá... Mamá, ya déjame salir -suplicó golpeando la puerta sentado a un costado de la misma- ¡Qué me dejes salir, mamá! -grito con fuerza.

Después de unos pocos minutos se levantó, agarro unas tijeras y todos sus trajes y zapatillas de valet que tenía y comenzó a romperlas todas.

─Si así es como quieres continuar está bien... continuemos así y destruire todo cuanto amas -susurró para simisma.

Al no escuchar ruidos la señora Bae se acerco lentamente a la habitación de su hija, apoyo su oreja en la puerta y solo podía escuchar las tijeras desgarrar cosas. Rápidamente entro a la habitación encontrándose con una escena aterradora para ella.

─¡Bae Joo-Hyun! ¿Qué estás haciendo?

Se acerco a ella, la empujo, se arrodilló y entre sus manos intentaba juntar todos los trozos. Irene la observo, pareciera como si hubiese recordado algo traumático.



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