Capítulo 58 - Seres (Archi Genikós)
"¡Dime quién fue!" Marcus golpeaba a la desprevenida mujer con gran violencia.
"¡No lo sé!" La esposa también era medio tarada, él le dijo que ya sabía la verdad y empezó a golpearla mientras preguntaba por el hombre que sin duda hará sufrir hasta la muerte.
Track~
"¡Papá detente!" La mujer llegó de prisa a la casa al haber visto el auto de su padre, ella vivía a algunas casas de distancia en la misma calle.
"¡Tu cállate, eres peor que ella por cubrir su infidelidad!" Marcus también la abofeteó, se sintió traicionado por su querida hija.
"¡Pero querido, yo jamás te sería infiel!" Logró decir por poco la esposa.
"¡Y como explicas esto maldita mujer!" Marcus la golpeó antes de lanzarle el papel, era un hombre violento, su pesada esposa había aprendido por las malas a mantenerlo feliz, sería incapaz de ser infiel a menos que cansara de vivir o se consiguiera a un combo maestro que le nueva identidad y tenga buenos guardaespaldas.
"¡Ella no te fui infiel papá, Marc es mi hijo!" La mujer no pudo soportar ver a su madre sufrir así por su causa, ella confesó que se había escapado a tener una aventura antes de que él se fuera a la guerra, no quería que Marcus intimidara a su novio otra vez, ella quería probar de lo que tanto le hablaban, pero fue descuidada, el muchacho que la abandonó cuando se enteró de que estaba embarazada era un seductor que le gustaba al natural.
"¡¿QUÉ?!" Marcus dejó de golpear a su esposa y se volteó a su hija, ella detalló la tontería que cometió precozmente, y Marcus se calmó con relativa facilidad, era bien bipolar el hombre, pero el aprovechador no viviría demasiado después de ese día.
"¿Dónde está Marc?" Luego de acariciar a su esposa e hija como disculpa, ya que esas palabras nunca saldrían de boca, preguntó por el muchacho, que había salido con algunos chicos desde temprano, se estaba despidiendo de sus amigos.
"No se menciona el asunto, dentro de poco nos vamos" Marcus habló con severidad, ya tenía edad para unirse a la academia militar, en la que por cierto solo había hombres, aún no consideraban que la mujer fuera apta para ir a la guerra.
***
"Eres muy tierno, pero no quiero nada contigo" Una chica rechazó por última vez a Marc, aunque tuviera un aspecto decente, su sensibilidad era mal vista, Marcus lo castigaba severamente para corrigiera esa forma de hablar y los gestos, esos ideales lo hacían sentir preso, que no era él mismo, que se estaba volviendo lo que otros quieren que sea y no lo que de verdad quería ser, pero no tenía opción, mantener el decoro ante su padre era mejor que recibir una golpiza que amenazaba a sus huesos.
"Mana, no te aflijas, mira, deberías volverte un chico malo y verás cómo te llueven las pendejas" Sugirió y rió el buen amigo que no lo juzga por ser amanerado, no es que tuviera otros gustos, él era así sin más, le salía natural y no se vinculaba con su orientación, pero Marcus no entiende eso, de hecho su madre, abuela y hermana machista no entienden eso.
"Ajajaja, seguro, pero ya no estaré más aquí, mi padre debe haber regresado para llevarme a la academia militar..." Marc no sentía motivación por unirse a ese lugar, prefería la ingeniería o alguna ciencia que no involucre el asesinato ni la violencia, aún así no dejaba ver su rechazo y por fuerza de voluntad hacía todo para estar a la altura de las expectativas de Marcus, no quería decepciónalo, pero si se moría era seguro que se escapaba.
Track~
"¡Marc, te estaba esperando, vamos afuera!" Marcus esperó en la puerta, no quería que Marc viera los moretones que le dejó a la mujeres, y luego de vana conversación sobre cómo le ha ido decidió llevarlo a convertirse en un hombre, directo al club nocturno, Marcus es una escoria, por supuesto que también se pegó las que se le antojaron, la esposa debía ser fiel a morir, pero él si podía pegarse a quién quiera y cuando quiera.
A pesar de que Marcus imponía esa creencia como la verdad absoluta, Marc no la grabó en su corazón, le resultó repulsivo, se limitó a acostarse con una y con ligero asco, de sí mismo por supuesto, se estaba mancillando al dar lo que solo se da una vez a una cualquiera, aunque su cuerpo lo disfrutara su mente empezaba le hacía sentir gran malestar.
No volvieron a casa, no era tiempo suficiente para que los moretones de las mujeres desaparecieran, Marcus visitó a su madre y explicó la situación, la Sra. Fue feliz con el resultado, ya era bis abuela, tan bipolar como su hijo trató muy bien al muchacho en la despedida, y así Marc terminó en la academia, Marcus hacía lo que tenía que hacer, como atacar los espíritus de los nuevos para que fortalecieran esas mentes, también había violencia física, tenían que poder moverse con normalidad así perdieran un miembro, matar a mano limpia a cualquier enemigo, obediencia y solo obediencia hacia las ordenes de cualquier superior, era gente opresiva que no dejaba espacio para la opinión de los bajos.
Marcus rebosaba de orgullo cuando Marc se graduó con honores y se unió a su división, le gustó era cara dura e inflexible que había formado, sintió que lo superaría algún día y llegaría a ser el jefe, era su obra maestra, su clon... superficialmente.
Un día en el tiempo libre, Marcus circulaba por la base, había malicia en esa mirada, complementada perfectamente con esa cara de malo que tenía, tenía ganas de estrenar a algún joven para su deleite, ya que no había mujeres aquí, también lo haría sufrir de otra forma, le fascinaba mucho ver la miseria en otros.
"Aaaah, Aaaah" Escuchó oculto entre el bosque los gemidos que tanto odiaba, los de placer y no dolor, solo la mujer debía gemir satisfecha, los hombres que hicieran tal cosa al ser penetrados, debía irse al infierno con prontitud, había ocasionales reportes de soldados muertos, era por supuesto Marcus limpiando el mal de la base.
"¡¿PERO QUE CARAJOS?!" Perdió la compostura al observar a los soldados que se estaban dando una buena pegada, Marc estaba recibiendo de a dos, uno era el que le gustó y el otro un curioso que los encontró y se unió con la promesa de no delatarlos.
"¡Gral. Marcus!" Todos palidecieron, si había alguien que definitivamente no quería que los descubriera sería el que rumorea que los mata, los demás solo les dan una lección hasta el borde de la muerte, además de castrarlos, aún no sé si llamar a este bando bueno, aunque es mejor que no traten a las mujeres como si fueran masas de carne vivientes, aún les faltaba darle más valor, tampoco digo que las integren nada más para que se las peguen, igualdad de condiciones es lo ideal.
"¡Basura inservible!" Dolido y encolerizado mató a los dos que intentaban huir con sus propias manos, Marc se había quedado allí como si nada esperando la muerte con las piernas abiertas, Marcus lo golpeo y mutilo con dolor, había roto su corazón, su esperanza, todo se fue alv.
"¡¿PORQUÉ?!" Marcus rugió al cielo manchado con la sangre de su orgullo que ya no era su orgullo, era el peor castigo que pudo haber recibido.
"¿Crees que debí seguir llamándote padre? Abuelo ¿No lo entiendes? Tengo corazón, sentimientos, tengo ego, no quiero ser como tú, matarme demuestra una vez más que la escoria eres tú, matar a tu descendencia debería castigar con dolorosa muerte, maltratar a tu supuestamente seres queridos también debe castigarse, maltratar a las mujeres... ¿Has pensado alguna vez en que vienes de una, tratarías así a tu madre? No verdad, no destruirías su espíritu ni la profanarías, ni la quebrarías como hiciste con todas esas mujeres y jóvenes, se salvó la vieja por esa parte, pero no eres mejor que tu padre Marcus" Clavé mis codo en sus hombros mientras decía esas palabras con severidad, me deje llevar, me sentí furioso e indignado de que haya tanta gente así en el mundo.
Taah~ Taah
"¡EAAAHH!" Marcus se estremeció ante el repentino evento que lo había inmovilizado, tomó mis brazos y me lanzó con fuerza hacia adelante luego de salir de la parálisis, no podía dejar testigos de este evento, y menos de quien oyó su miseria, mucho dejar pasar tal ofensa, ser tratado con condescendía era intolerable, decirle lo que se negó a admitir era aún más intolerable.
"Pensaba venir de rubia bonita con ojos dorados, pero aquí no entran mujeres, aunque creo que es más adecuado para romper tu mente jajaja" Me burlé de Marcus, había aterrizado perfectamente al pie del árbol cercano, lo saque de ritmo, me veía como Marc sano, pero rápidamente mis ojos se volvieron dorados y volví a ser aquel chico bonito que mandó al más allá por ser una abominación para sus ideales.
"¡¿Qué cosa eres tú?!" Marcus tenía sospechas sobre si era un rumoreado experimento del área 51 o un extraterrestre.
"La que te va a meter el chorizo por ser una mancha en el mundo, matar a tu descendencia es inaceptable ¿Acaso amas de verdad? matar todo es intolerable, disfrutar a lo desgraciado la miseria de todo lo que pasó por tus sucias manos es de lo peor, deberías reconsiderar eso de tener un aspecto justo ante el público, aunque esa cara que tienes deja en evidencia que debes ser candela pura" Me acerqué lentamente viéndome como la bella rubia que debía ser, tenía que hacerlo pagar, ya lo había encadenado así que no pudo escapar cuando intentó moverse mientras yo hablaba, era lo más extraño que le había pasado en la vida, pero solo pensaba borrarme otra vez, tenía serio problemas para ver su nueva realidad.
Klink~ Klink Klink~
"¡¿Cómo es esto posible, qué carajos eres tú?!" Marcus se agitaba con violencia y hacía uso de la fuerza bruta, los troncos se llegaron a agitar.
"Como no lo creerías, ¿Qué soy? Una raza en la que la mujer tiene chorizo, te gusta cierto, no te parece correcto? ¡Ajajaja!" Lo penetré a lo desgraciado, Marcus rugía con indignación y se hacía el duro, pero una cosa tan grande no podía ser ignorada por un agujero tan chiquito, además de estimular sobrenaturalmente esa sensibilidad.
"¡AAAAHH, TE MATARÉ!" Aún así no cedió, así que le di duro contra el árbol, le quebré los dedos uno por uno, rompí en segmentos sus huesos y lo hice tener el mejor orgasmo de su asquerosa vida como un ser hermafrodita, tenía que sacar, eso, de la forma normal, pero tenía que asegurarme de invertir esa depreciable mentalidad.
"¡Ohh, mira, pero si hay manchas allí, asco, necesito una limpieza!" Lo saqué y había dejado que la inmundicia pudiera adherirse a este sagrado cuerpo, Marcus estaba jadeando para respirar, había destrozado sus costillas y estas habían perforado sus órganos, agonizó pero aún así no dejaba de gemir con excitación que no se puede alcanzar con métodos normales, le hice lo mismo que me hizo, estaba tan indignado que intentó dañarme con una fuerte mordedura, solo podía pestañear y mover esa boca, estaba más allá de lo lisiado.
Taah~
"Lámelo bien, Archi Genikós ¿Te gusta hacérselo a otros pero odiarías a muerte que te hagan lo mismo? ¡No hagas lo que no quieres que te hagan!" Lo seguí maltratando y procedí a castrarlo y hacerlo tragarse todo, incluso su chorizo, ya no podía decir una palabra.
*** ***
"¡Despierta Aucrato!" Desperté de lo creí la peor pesadilla que podía llegar a tener cuando una suave mano acarició mi cabello y la inconfundible voz de esa mujer que me volvió loco me llamó.
"¡AAAAAAAHH!" Solo quería destruirla al saber que no fue una pesadilla, pero al ver su aspecto sobrehumano y el mundo que solo podría describir como capaz de causar dislexia, paranoia y cualquier trastorno mental mientras lo observas, me hacía difícil concentrarme.
"Creo que te pasaste de la raya" Pude ver en la cercanía un cuerpo sin forma y deslumbrante que tenía una rara voz, parecía compadecerse y saber lo que me hizo esta cosa.
"Acromo, la mujer de tus pesadilla, para que me sirvas porque soy mayor y más fuerte Aucrato, y tu no me digas nada, no sé de donde me salieron" La mujer según ella, había tomado distancia, se veía más alta de lo que antes, habló condescendiente y arrogante antes de regañar a aquel ser.
"Soy Fravuslex, no sé qué te sorprende de mi parcialidad... vamos ¿No te gusta este lugar cierto?" Esa luz se quejó con la mujer y luego pude sentir el peso de su mirada sobre mí, la mujer... había desaparecido cuando parpadeé.
"¿Este es terrible infierno al que me mandaron?" Pregunté, la presión sobre mi cerebro me abrumaba, hacer cualquier cosa me resultaba difícil, consideré que había muerto, nada de que estaba viendo era algo humanamente posible.
"¡No, como se te ocurre! Puede ser peor o mejor que eso, para los humanos estás más que muerto, no exististe jamás" Sus palabras me resultaron difíciles de comprender con tanta presión, luego me guío por un estrecho camino nuboso hasta una burbuja tan clara como un espejo en la que pude ver mi reflejo, era confuso y extraño, además de fantástico, esa luz me empujó hacia la burbuja que me llevó a otro lugar...
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