Capítulo 49 - Seres (Híper Ánima)
*** *** ***
Taah~ Taah~~ Taah~
"¡Orden, orden!" Habló fuerte desde su pedestal mientras golpeaba la tablilla con el mazo el alto.
"..." Todos guardaron silencio de inmediato en la sala, su ira era algo que no deseaban conseguir.
TAAH~
"Por falta de evidencia y el poder que me confiere el estado, lo declaro, inocente" Dio su veredicto.
"¡Nooo, jooh, jooh...!" Una mujer entre los demandantes hizo una escena, eso le causó disgusto al gran hombre de piel clara.
Taah~ Taah~~ Taah~
"Alta señoría, con el más alto respeto, la evidencia..." El juez rechazó de inmediato las súplicas del abogado acusador.
"La evidencia es inconsistente, y ya di mi veredicto final, se cierra la sección del día y que alguien calme a esa mujer de una vez" Habló severo, desafiar sus decisiones es algo que no toleraba, y estaba perdiendo la paciencia con tanto llanto inútil, el hombre era poco tolerante en general.
"Los veredictos de la alta señoría son justos e imparciales, con su permiso" Habiendo aceptado la sentencia todos lo reverenciaron antes de salir de la sala, ganándose su sonrisa calmada, en su tribunal, que podría llamarse así debido a su imponente influencia en cualquier asunto, esa era una regla para el inicio y el final de las secciones.
La gran sala desbordante de opulencia dorada, como si fuera el tribunal de una deidad, se vació rápidamente, quedando el juez, un par de guardaespaldas y un par de personas de mal aspecto físico, pero bien vestidos, que tenía pares de pesado maletines.
Clik~ Clik~~
"Nos honra su buena fe, aquí tiene lo que acordamos gran juez Hagen... con intereses por supuesto" Los hombres de mal aspecto se acercaron al estado y mostraron el contenido de algunos maletines, eran densas barras de oro puro, hablaron con discreta reverencia y expusieron otro maletín cuando el juez los miro con severidad.
"Decentes son estas nobles ofrendas, ahora retírense" El juez habló condescendiente y rápidamente solicitó que se fueran, los hombres de mal aspecto se marcharon apresuradamente, sabían que este gran juez, era difícil de llevar, además de ser pesado, no dudaría en crear evidencia para encarcelarlos de por vida o sentenciarlos a una ejecución inmediata.
"Ya saben que hacer" Dijo el juez a los guardaespaldas, que rápidamente cerraron los maletines y los cargaron.
Esas ingentes riquezas serían usadas para cubrir algunos rincones de su casa, bañar de oro su nuevo auto y otras grandes vanidades absurdas para la autosatisfacción, comprar a este juez no era nada barato, así de importante era para esos mafiosos aquel acusado de atrocidades con infantes, que movieron cielo y tierra para sobornarlo.
De camino en su opulento y pesado vehículo, lleno de guardaespaldas solo por opulencia y no por necesidad, ya que a pesar de estar corrupto, nadie creería que es así, su buena imagen era intachable, las organizaciones que se levantaron en su contra por una casualidad de la vida encontraron su final, aunque si había críticas por su exceso de opulencia, pero habiendo tantos hombres en el mundo con esa fascinación por la extrema opulencia innecesaria, comenzando por lo de un baño en lo que lo único que no tenía oro sería la luz y el agua en si misma, lo dejaron en paz.
"Mantén tus ojos cerrados, puedo sentir tu codicia..." Él reprendió a uno de sus guardaespaldas, no le gustaba que otros desearan sus riquezas, solo que las admiraran con reverencia, el aludido luchaba por mirar a través del dorado cristal, como si quisiera robarlo, aunque en realidad estaba perdido en la belleza de una joven mujer atlética que cruzó la calle frente al vehículo, casi fue chocante, ella estaba trotando, pero casi no avanzaba cuando cruzaba la calle.
Vrroom~
El semáforo cambió y el vehículo siguió su curso, el conductor había usado cada una de sus neuronas para hacerse ver que no tenía oportunidad con la mujer, ya que era casado, los otros solo sintieron motivación, arruinada al momento siguiente.
Ella saltó sobre un delgado hombre de aspecto desalineado y lo besó, eso hizo que el vehículo acelerara, ellos no quería contemplar un restriegue de tal realidad, además de inconcebible, les causó malestar.
"Busquen a esa mujer" Ordenó saliendo del trance el juez, ya había ideado un plan, sus estándares estaban proyectados en la mujer de cabello rojo natural y piel neutra con aceptables curvas.
"..." Los guardaespaldas asintieron con gran resignación, algunos se sentían agraviados, habían perdido a sus interesadas esposas por la misma causa, el juez tenía casi una decena de esposas pelirrojas que satisfacían sus deseos, pero él era el jefe, la traición se pagaba con sangre, ninguno se atrevía a ir en contra de sus deseos, él tenía en sus manos la potestad de lo que cada uno de ellos aprecia con su vida, aunque había un par absolutamente leal, era su meta de vida, eran la amenaza más grande para los que estaban dispuesto a dejar todo para ir en su contra.
Ya es su dorada mansión, fue a su lugar favorito, la bóveda.
"Ajaja, todo mío ¿Qué dices? Quieres más, te daré más" Tenía un problema con las riquezas, les hablaba y decía que ellas le hablaban, incluso sus vestiduras llevaban grandes cantidades de oro, se consideraba una deidad, no está demasiado lejos de conseguir el cargo presidencial y promover así nuevas leyes para el país en las que haya un altar con su imagen en todo lugar de justicia y religión, aunque no pensaba dar un solo céntimo para tal objetivo, solo impondría que es una obligación que debe ser cubierta por los integrantes de esos lugares.
Luego de jugar con las montañas de oro se fue a satisfacer sus necesidades con sus esposas.
"Ven aquí, así, así, toma esto perra sucia" Él las golpeaba y hacía darle placer así no estuvieran de ánimo, eran como muñecas, pero ellas eligieron esta vida, aunque algunas estaban arrepentidas, no se sentían satisfechas con esta forma de tener relaciones, pero ese era su problema y no de él, ellas debían sentir placer al satisfacerlo.
***
Mientras él hacia lo que quería con sus esposas que solo podían mostrar reverencia y satisfacción, los guardaespaldas fueron a buscarme, si que eran molestos con eso de seguirme sin cesar por varios días, algunos eran bastante atractivos y otros muy serios, había uno audaz, así que lo usaría para mis propósitos.
"Uhuhum..." Un día, en el que por cierto el juez Aurum estaba por sentenciar a mi supuesto novio a la electrocución, estaba molesto por mi ausencia inesperada, esperaba poder agarrarme así, yo me encontraba llorando desconsolada en una gran plaza cercana a su mansión, no expondré mi anormalidad, pero solo ejecutaron a un vegetal en ese juicio.
"¡Allí esta!" Los guardaespaldas tardaron lo suyo en notar mi presencia, tanta reverencia los estaba atrofiando, me dieron algo de lástima, aunque no los culpé, me había puesto un vestido de boda para despistar, fueron muy discretos, rodearon la plaza y uno coqueto se acercó.
"¿Le dolió?" Me preguntó el gran hombre bronceado.
"¿...?" Lo miré con fingida extrañez.
"Caerse del cielo hermosa dama" Casi me reí, pero solo sonreí y lo asalté en busca de consuelo y lo que no se me perdió.
"..." Muchos quedaron anonadados al verme guindada del guardaespaldas, ese sería su fin si lo ve el Sr. Aurum.
"Srta. Cálmese por favor, solo necesito que me siga" El hombre sintió que estaría en problemas de seguir así, así que hizo lo que pudo para bajarme con suavidad.
"¿No estás buscándome para una sesión activa? Entonces vete, no me iré de aquí hasta que un gran hombre venga a ofrecerme algo bueno" Fui decisiva, me crucé de brazos frunciendo el ceño con altivez y me alejé del anonadado guardia, lo hice sentir mal, yo había gesticulado sobre ese algo que quería.
Cada uno fue a intentar convencerme, pero viendo que la delicadeza estaba fuera de discusión y eso de pasar un buen tiempo con estaba belleza los llevaría a la muerte, recurrieron a la fuerza.
"Lo siento Srta. Pero nuestro jefe no estará feliz si no la llevamos..." Se disculparon antes de acercarse desde todas las direcciones.
Taah~ Taah~~ Taah~
"Fuu... tienen suerte de que esté de buenas..." Suspiré antes de mandarlos a todos al suelo con una suave patada visible pero ineludible a sus testículos.
Taah~
"Llévame con el tipo ese" Me guindé del hombre audaz que por supuesto también había golpeado, hay que ser imparciales, solo asintió mientras luchaba por recuperarse.
***
Aurum en una sola frase, me cayó fatal, pesado a pesar de verse amable, insoportablemente egocéntrico, avaro a morir con otros que no fuera el mismo, y eso de reverenciarlo como si fuera el mejor ser sobre la tierra, me sacó del equilibrio, yo no ando con eso a pesar de tener con que.
"Me gustaría escuchar cual es su hermoso nombre" Preguntó Aurum encantador mientras me presumía la opulencia de su propiedad y sus piezas de colección.
"Estimado Sr. Hagen, mi nombre es Rubí" Hablé con falsa reverencia, lo había visto sentirse incómodo por mi falta de reverencia y modales, así que lo complací, el nombre... vino de mi hipnótico color de ojos actual, él ya sabía todo lo que podía de mí, pero quería que yo lo dijera.
"Rubí, Umm, un hermoso nombre para una hermosa mujer ¿Me acompañaría a cenar esta noche para celebrar nuestro encuentro?" Dijo Aurum con gracia que encanta, aunque era un desconsiderado, digo, había sentenciado a mi supuesta pareja casualmente el día de mi fallida boda, y ahora dijo que me encontraron de casualidad cuando la catedral está muy cerca de este lugar y me mandó a buscar.
"Estimado Sr. Hagen, sería un gran honor para mí" Si no le tuviera capricho al tipo bien capaz para leyes, economía y política, ya lo habría dejado todo y me pegaba unos cuantos guardaespaldas antes de irme... aunque tendría que volver después por, eso, así que me aguanté, los guardaespaldas me habían explicado las normas, que yo ya sabía, para hablar adecuadamente con Aurum.
Luego de eso terminamos en un lo alto de su mansión, bajo la luz de las velas, luna y estrellas, fue bastante exótico y romántico a decir verdad, pero hablaba mucho sobre sí mismo y sus virtudes.
Y así siguió su indiscreto cortejo en que estuvo dispuesto a pagarme una habitación de hotel para que no me marchara lejos ya que había rechazado estar en su casa, luego de casi una semana se le fue la paciencia, pero no desistió.
"Acepto" Casi blanqueé los ojos cuando me propuso matrimonio, trate de ser obediente para mantenerlo contento.
"¡Que empiecen los preparativos!" Ordenó a su guardaespaldas/asistente, era de lo más leal que he visto en la vida, parece haber pasado por riguroso entrenamiento y grandes dificultades.
"..." Lo reverenciaron con asentimiento y silencio, a Aurum no le gustaban las palabras superfluas.
Y así nos casamos con esas ceremonias complejas que me cansan, había mucha opulencia y jalabo entre los invitados, solo reverencia y agrado estaba presente en sus expresiones y sus palabras, todos desean tener una buena relación con el juez que estaba por lanzarse a presidente.
Viví casi la misma que el resto de sus esposas, relaciones raras, estar a su sombra, o más abajo que eso, dejar que hiciera lo que quería, nada de amor ni de cariño a algo que no sea el dinero, justo y correcto ante todos, no me gustaba estar encerrada ni a muchos metros de distancia de él cuando salíamos, no siendo parte un séquito que recibía más castigo que placer, siendo yo tan capaz, hice lo que se debe hacer.
Track~
"Uh, creo que encontré lo que no se me perdió, huhum" Entré al baño del servicio muy discretamente, allí estaba inocentemente liberando los malos fluidos el guardaespaldas audaz, de nombre Calvin, que estaría dispuesto a asumir el riesgo de la alta traición solo por amor, hablé coquetamente deseando lo que no debería por estar casada.
"¡¿Qué hace aquí gran Sra.?!" Se arregló el pantalón y me enfrentó con alarma, estaba muy lejos de mi residencia habitual, como sea, aseguré esa puerta, y la ventana, y la cámara, demonios, sí que había vigilancia aquí, así que hice lo mío, no es discreto cubrir la cámara.
"Tu, que has tenido el honor de cargarme aquel día, llévame al cielo, porque este jefe tuyo no me da lo quiero, todo es él y nada yo, vamos no temas" Dramaticé avanzando hacia Calvin muy de espacio.
"Gran Sra. No debería..." Calvin se sintió inseguro, así que fui con los métodos bruscos.
Taah~ Taah~~ Thump~
"Acaso no te gusto, JEEEE... no me digas..." Me acerqué rápidamente y lo inmovilicé en suelo, poniendo sus manos en su espalda y hablándole al oído con agravio y dolor, lo impresioné por mi dominio de la autodefensa increíblemente ejecutada.
"¡Agh, no, no es eso!" Calvin fue algo lento para percatarse de lo que quería decir.
Paah~
"Entonces vamos al asunto, este cuerpo necesita otro cuerpo para ser feliz ahora" Palmeé su firme glúteo con fascinación y lo solté, aunque podía asumir la traición eso no significa que caería ante los encantos de una mujer tan fácilmente, algunas valientes intentaron esas cosas... todos fueron sentenciados, la traición era algo que Aurum no dejaba pasar.
Muuah~
"Gran Sra. Con el más alto respeto le pido que se abstenga..." Había mucho alegato para no hacer nada, así que lo besé y le alboroté esas hormonas, fue un sucio encuentro, pero bastante bueno.
"Aquí no pasó nada, que no se te olvide querido, huhum..." Me retiré recompuesta, y así alegré mis días un poco, lo estaba encantando.
***
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