"Tu ¿Acaso eres vampiro?" Rogers preguntó, su tono esta llego de creciente ira y disgusto.

"¿Entiendes que eres peligroso para nosotros?" Varis preguntó mientras se acercaba, estaba dolido, pero no se pueden dejar ir así las oportunidades de eliminar una gran amenaza...

"Príncipes, paren por favor, Rehim no parece tener malas intenciones" Érica se interpuso, ella estaba perfectamente bien... Aunque su armadura no estaba igual, habló en mi defensa con orgullo, fue por un par de segundos, pero su confusión anuló mi ^Ilegible^ y como estaba detrás de mí, ella podía ver claramente mis datos.

"¿Te atreves a desafiarme?" Rogers que se alteró aún más, estaba por atacar a Érica, como uno de los más fuertes entre los presentes y el de más alto cargo, poseía el mayor nivel de persuasión.

"Érica, apártate, esto no tiene que ver contigo" Dijo uno de los guardias, que tenía el mismo rango que Rogers.

"Érica, haz lo que dice" Ordené y luego de un profundo respiro, llevé un trozo de plata que acababa de sacar a mi boca, dejar que me hiriera no fue la mejor idea, estuve por darle una mordida para curarme.

"¡¿ESTA COMIENDO PLATA?!" Los guardias me miraron horrorizados.

"¡¿Quién eres exactamente?!" Varis preguntó, él también empezó a irritarse.

"Espero que sean buenos hermanos mayores, y ustedes buenos guardias y hagan como que nada pasó aquí" Afirmé mientras seguía comiendo más y más metales, el efecto de esos ataques de Érica hacían que mi cuerpo se sintiera herido y me diera más hambre.

Rápidamente condensaron armas y las lanzaron contra mí, había armas color naranja (Energía), rojo (Sangre) y amarillo (Rayo), eso guardias sí que dedicaron a entrenar...

"Death... No esperen, eso no es lo que busco, /13 Tormentas Elementales (Primordial)\" Murmuré y rápidamente corregí, no tenía planeado hacer tales desastres, la situación era salvable...

El cielo retumbó estruendosamente y el caos tormentoso de los 13 elementos inundó el lugar, inmovilizando y dañando a los presentes gravemente, si hubiera usado el nivel Gyx, ya estarían hechos cenizas y no llamaríamos la atención de terceros debido a una barrera de Ϡ que cubría el campo, era muy poderosa.

"¡WHAA!" "¡EEAAH!" "¡IIAAHH!" "¡EAAHH!"

Chillaron los presentes que estaban de rodillas y retorciéndose de agónico dolor en el suelo mientras yo seguía allí parado comiendo ahora las enormes vetas de cristal que había guardado cuando maté a esos enanos, eran más eficiente para la recuperación.

"¡Rehim...! ¡Artex! ¡Para por favor!" Érica suplicó, al principio la ignoré, pero luego cuando volteé a verla terminó su oración.

"Creo que ahora si podemos llegar a un acuerdo..." Dije indiferente luego de chasquear mis dedos y disipar todo este caos y rápidamente usé /Regeneración Gyx, Revitalización Tohíx y Reestructuración\ sobre todos, que me veían con algo de miedo, como si fuera un temible demonio que solo estaba dándoles esperanzas antes de matarlos.

"Tu... ¿Qué es lo quieres de nosotros?" Preguntó Rogers que respiraba con dificultad, él estaba absolutamente bien, pero solo por el lado físico, su mente estaba bastante perturbada.

"¿Qué le hiciste al verdadero Rehim?" Varis preguntó, poniéndose de pie junto con el resto de los guardias.

"No voy a dar detalles inútiles, solo diré que yo soy yo. Estoy aquí para ustedes y ustedes debería estar para mí. Que sea capaz de erradicarlos no quiere decir que vaya a hacerlo. Yo simplemente quiero una familia... ¡No pedí venir aquí bien...!" Empecé con tono indiferente y pronto me volví sentimental, había sacado mis armas y estaba desbordando mi oscura, sangrante y ardiente aura con cada paso que daba.

"¡...!" Los guardias retrocedieron alarmados, ellos simplemente no podían hacerme frente, Rogers, Varis y Érica se mantuvieron en su lugar, ellos entendían que yo simplemente los habría erradicado si ese fuera mi objetivo, pero también notaron mi visible tristeza, ya que mis ojos estaban por soltar lágrimas.

"Rehim... ¿Puedes calmarte un poco?" Preguntó Varis con tono suave, él quería acercarse, pero solo significaba la muerte en este momento.

"Rehim yo... No tenía idea de lo que estabas pasando" Rogers habló con pesadez, su expresión era complicada.

"Artex... ¿Es un nombre muy raro no creen?" Dijo Érica intencionalmente, eso casi me hizo reír, haciendo que me calmara al momento siguiente, creo que preferiría casarme con esta mujer, ya que ella sabe cómo llevar las cosas, claro, solo en caso de ser obligatorio... También pienso que debería conocerla un poco más...

"Érica, gracias por tu ayuda, pero ese es mi apellido, mi nombre es Infrar, y soy un vampiro, así que no me confundan con esas aberraciones de piel roja" Dije sereno luego de abrazar a Érica, creo que me tomé demasiada libertad al hacerlo, pero era mejor que matarla y fue la que más sufrió de entre los presentes.

"¡...!" Érica se sonrojó sorprendida.

"Tu... ¿Cuántos nombre tienes?" Preguntó Varis con una expresión complicada.

Luego de una pequeña conversación en la que terminé de comerme las dos vetas de cristal que me quedaban, llegamos a un acuerdo, todo estaría como si no hubiera pasado nada, como me llamaban hermanito, el nombre no fue un problema, los guardias solo hicieron un voto de silencio que terminó en lo que hizo Blanco...

"¡EAAAHH!" Chillaron todos a la vez cuando los sellos mentales aparecieron en sus muñecas.

"Uhh... Lo siento..." Me disculpé con una expresión de dolor y luego tuvimos una larga conversación respecto al nuevo suceso, solo logré que los guardias se tensaran ya que tenían que ser cuidadosos con sus palabras respecto a este día... Digo noche, la información de mí que tenía Érica era conocida por todos los vampiros, eso hizo las mentiras muy factibles, así que nuevamente no sabía cómo agradecer a Azul...

***

Unos días antes de la boda, de nuevo en el campo de entrenamiento, tal vez sea excesivo pasar tanto tiempo aquí, pero la guerra contra los desconocidos 'cazadores' estaba muy cerca, así que debíamos estar en buena condición, yo ocasionalmente me unía a un combate, solo para ejemplificar las mejores tácticas contra entidades más poderosas, el resto del tiempo solo estaba de come-libros en las gradas.

"Pequeño Rehim, ¿Puedo saber por qué no estás allá abajo haciendo alarde de tus habilidades?" Preguntó mi madre, haciendo que me paralizara mientras sostenía un libro en mis manos.

"Madre... ¿Por qué dices cosas tan venenosas? ¿No es suficiente alardeo con el Hermano Mayor Roger y Hermano Mayor Varis?" Hablé con nerviosismo entre dientes, mientras me acerba más al libro.

"No, en lo absoluto, los Darkient deben demostrar de lo que son capaces a los otros nobles, así que baja ahora y tráele honor a tu sangre, o esos Duques y Duquesas querrán derrocarnos antes de ir a la guerra" Ordenó con altivez, ella era cariñosa, pero cuando se trata de esos asuntos... Es otra mujer.

"Bien..." Gruñí resignado, recogí la pila de libros y los guardé en un morral antes de meterlos en el inventario, fue alucinante cuando leí sobre lo que podías cargar en el inventario en un libro, así que ya podía cargar muchas más cosas que antes, de haberlo descubierto antes no le habría dejado la última veta de cristal a Blanco...

Salté al campo de entrenamiento desde las altas gradas y caí de pie con los brazos abiertos.

"¡Hermanito!" Rogers y Varis rápidamente notaron mi presencia y se acercaron.

"Tenemos un problema" Murmuró Varis viendo a las gradas.

"Si, Madre está aquí y quiere que arrasemos con los inocentes guardias..." Murmuré con indiferencia, pero fui interrumpido por un tenso Rogers.

"Ese no es el problema ni el objetivo hermanito..." Rogers señaló con la mirada las gradas, ya no solo estaba nuestra madre allí, estaban entrando duques y duquesas, marqueses y marquesas y todas las líneas de nobleza, el campo que rápidamente fue embellecido por los eficientes vampiros rango B que se encargaban de la limpieza y presentación favorable de todo en todo momento, fue invadido por otros jóvenes nobles y guardias; destaco que, yo era el más joven en este lugar, todo me superaban por al menos dos mil años, Érica tenía más de 3000 años y Varis la superaba, y Rogers tenía más de 5000, todos simplemente no emparejaban su aspecto con la edad que tenían... Claro eso basándose en criterios humanos...

"¡Oh, vamos! ¿Cómo se supone que no termine calcinando a alguien?" Me quejé murmurando con mis hermanos, no era que no pudiera disimular, simplemente recurriría al canto mental de mis técnicas y trataría de anunciar un nombre equivalente, únicamente si no me hacía perder la concentración, el problema era que siempre que me asestaban un golpe recurría al fuego, como era perfectamente racional termine elevando en un nivel mis técnicas de curación, aunque los demás me temían cada vez más, eran como muñecos que yo borraba y volvía a dibujar...

"Fuu... Solo enfócate hermanito ¿puedes usar ilusiones sobre tanta gente?" Rogers preguntó luego de suspirar.

"Humph ¿Con quién crees que estás hablando? Solo no funcionara con aquellos que dominen Ϡ – Mente, pero no es infalible contra los superiores cuando se enfocan en mí..." Resople arrogante, pero rápidamente explique mi limitación.

"Entonces, solo enfócate en la batalla, y no uses esas cuchillas ardientes por favor" Varis dijo y luego rogó, rara vez lo hacía...

A quien engaño, era lo primero que usaba en un combate, eran terroríficas para todos, nunca los he tocado con ellas, pero estaba seguro de que no podría curar esas heridas...

"No me limites, puedo cambiar sus propiedades, es solo que... El fuego es natural y no me desgasta" Explique alzando mis hombros.

"Hermanito... Aun no entiendo porque terminaste siendo un vampiro, creo que ser un... Wolfkami te hubiera venido mejor" Aseguró Rogers, yo sabía que iba a decir demonio, pero rápidamente cambio lo que iba a decir cuando vio mi ceño fruncido en desaprobación.

"He allí el misterio de las puertas astrales hermano" Varis destacó, había leído sobre eso, uno simplemente termina con una raza que le favorece y le desfavorece tu poder, es muy paradójico...

"¡EJEM, ATENCIÓN MIS ESTIMADOS, PREPÁRENSE, ¡PORQUE AQUÍ COMIENZA LA GRAN EXHIBICIÓN MILENARIA!" Fuimos interrumpidos por un grandioso anuncio de padre, que no sé ni cuando llegó...

***