EL HIMNO DE LOS CAÍDOS,
capítulo cuatro: volviendo a lo nuevo!

          IRINA NO PODÍA EXPRESAR SU FELICIDAD SOLAMENTE CON UNA SONRISA GENUINA. Era algo más, como si hubiese encontrado otra paz en su mundo lleno de caos. Tony llevaba a Roman en sus brazos, observándola con curiosidad y regocijo – aún le costaba creer que Irina Morgan y Steve Rogers habían creado un legado, pero dejando a un lado eso, supo que también él podía crear eso junto a Pepper. Eso le recordó cuando le preguntó a Steve si sería capaz de hacer esto: encontrar su estabilidad, estar rodeado de una familia, como había hecho Clint Barton. Esta era su respuesta: una pequeña idéntica a él.

          Ambos subieron las escaleras y Morgan se sintió super cómoda, reconociendo aquel lugar como suyo. Después de todo, se trataba de su hogar. Sin embargo, algo faltaba en él: faltaba su esposo, Steve, quien no estaba con ellas en aquel momento. Tony se acercó al sillón y dejó a la pequeña sentada mientras iba a la cocina. Él miró de reojo a la rubia—¿Café?

          Irina asintió mientras esbozaba una sonrisa—Por supuesto—observó cómo Roman se bajaba con gran dificultad del sillón donde Tony la colocó previamente y cómo caminaba hacia la gran mesada, escondiéndose de él. Tony se dio vuelta y Roman se escondió, provocando que Irina soltase una carcajada. La pequeña rubia volvió a asomarse en cuanto el millonario se dio vuelta y lo señaló, de alguna manera inquiriendo si sabía quien era él—. Él es Tony Stark, cielo.

          Tony volvió a voltearse y Roman volvió a esconderse pero el mayor fue más listo, caminó hacia el otro lado y sorprendió a la pequeña por detrás, alzándola por los aires para agarrarla en sus brazos. Roman soltó una pequeña risita, coloreando sus mejillas de un color carmesí—Corrección, soy Tony Stark, tu padrino designado. ¿Cómo la has llamado?

          —Roman, Roman Isabella Rogers. Y Sam es el padrino, deberás pelear con él para ganarte el puesto.

          Tony alzó una ceja—Diablos, eso me hiere—miró a la joven—. Así que...tú eres Roman. Eres idéntica a tu padre, espero que no seas revoltosa como tu madre.

          Irina soltó una carcajada y chasqueó la lengua—Todavía no habla correctamente, pero aprenderá rápido.

          Tony caminó hasta la mesada y agarró una bandeja, colocando las dos tazas de café y unas galletas mientras que colocaba a la pequeña sentada en sus hombros. La joven se agarró de su cabeza y rebotó levemente en sus hombros. Tony la llevó hacia el sillón donde dejó la bandeja y se sentó junto a la niña—¿Cómo ha sido la boda?¿Fue algo ultra secreto?

          Irina tomó su taza y dio un sorbo para mantenerla entre sus manos—Demasiado ultra secreta. Pero fue algo hermoso. ¡Oh! Casi lo olvido. Felicidades por tu compromiso con Pepper. Lamento no haber podido estar allí.

          —Y yo lamento tampoco el no haber estado allí. Me hubiese encantado escoltarte al altar. Por dios, hasta me hubiese gustado estar en el parto y reclamar mi derecho como padrino—declaró Tony antes de tomar un sorbo de café. La niña comenzó a moverse con inquietud pero siempre atenta a la conversación—. ¿Y ella...tiene tus poderes?

          —Tiene los poderes de ambos. Pura herencia y genética—Irina sonrió y miró a la niña, quien tomó una galleta para comer pero Tony la partió en pequeños pedacitos—. Ella es especial y será una mujer hermosa.

          —De eso, no hay dudas—replicó él sonriendo—. ¿Cómo está...?¿Cómo está el cap?

          Irina sonrió con tristeza, intentando de cerciorarse de decir las palabras correctas. Sabía que la tensión entre ellos ya había alcanzado niveles catastróficos en su relación, pero ambos se querían el uno al otro y nada de eso podría cambiarse – sin embargo, Steve no estaba allí ahora para hacer las paces con Stark, pero Irina estaba dispuesta a arrastrarlo de los pelos para arreglar sus diferencias con él. Ella asintió y miró a Tony de manera solemne, incluso genuina—Él está bien. No lo hemos visto hace un año pero sé que él está bien.

          —¿Qué ocurrió?

          —Steve fue a una misión en América Latina, pero algo sucedió y dijo que debía quedarse por un tiempo—replicó Morgan para luego soltar un suspiro—. No regresó en meses y esos meses se convirtieron en un año. Pero sé que él está bien. Y cuando lo vuelva a ver, primero lo golpearé en la cara y luego lo besaré—apretó sus labios en una fina línea y asintió—. Sí, eso es lo que haré—tomó otro sorbo de café.

          Roman soltó una pequeña risita y se subió al regazo de Tony, intentando de llegar a sus hombros otra vez, pero el mayor se lo impidió – consiguiendo que Roman protestase y terminara sentada en las piernas de Stark, quien comenzó a llevarla hacia arriba y hacia abajo, rebotando como un caballo para la pequeña quien reía de pura alegría. Irina se cruzó de piernas y miró atentamente a Tony—¿Cómo ha ido la boda? Aún no me has dicho nada.

          —Tuvimos que hacerla pública debido a un pequeño...inconveniente—respondió él y tomó un sorbo de café mientras se relamía los labios—. Este niño, Parker, no aceptó mi propuesta para estar en los Vengadores. Y tenía a la prensa en la otra habitación, y no sabía qué diablos hacer...—Irina alzó una ceja interrogativa mientras que Tony tocó los hombros de Roman y miró a la pequeña—. No repitas lo que acabo de decir.

          Irina soltó una carcajada—Entonces, ¿tu plan B era anunciar tu compromiso con Pepper? Eso sí que es romántico.

          —Steve también hizo lo mismo contigo—replanteó Tony alzando una mano—. Eso también es romántico.

          Morgan se mordió el labio y negó lentamente—Steve me propuso matrimonio en Siberia, antes de que ocurra todo el caos entre nosotros cuatro.

          Tony Stark se quedó boquiabierto y miró a Roman quien le miraba de manera curiosa, para luego rebotar en su pierna para que su padrino siguiera con el juego del caballo. El millonario continuó haciendo su tarea y suspiró, sabiendo que de alguna forma, lo que había hecho Steve Rogers, no fue absolutamente nada romántico. Irina se dio cuenta de eso y tomó un sorbo de café para no reírse en la cara de Tony. Luego dejó la taza en la pequeña mesa para tomar una galleta.

          —Entonces, Peter Parker no aceptó tu propuesta—retomó ella con diversión, orgullosa del muchacho arácnido al no haber aceptado de inmediato—. Te diré algo que me decían en mis días en HYDRA: "Vse vovremya (Todo a su tiempo)".

          —¿Qué significa eso?

          —Todo a su tiempo, Stark, él ya estará preparado para todo. Solo hay que tener paciencia y guiarlo para no abrumar al muchacho.

          —Lo sé—murmuró él y dejó su taza en la mesa, al igual que Irina para agarrar una galleta y entregársela a la pequeña rubia, quien la aceptó sin problemas—. Entonces nos casamos, en secreto pero alguien filtró la información y medio mundo sabe que estoy comprometido. Pero nadie supo de tu compromiso con Steve, ni de tu embarazo con Roman.

          —Eso es algo bueno, eso fue algo bueno—replicó ella mientras asentía—. Fue la mejor manera de ocultarnos en el exilio. Muy pocas personas saben. Tú, eres una de ellas. Y Erika es otra.

          —¿Erika?¿Erika Barton?—preguntó Tony mirando fijamente a la rubia—. ¿Está...?¿Erika está viva?

          Morgan asintió, apenada de haberle mentido—Sí. Viva y en el exilio.

          La pierna de Tony dejó de rebotar y el millonario acomodó a Roman en su regazo otra vez, ambas manos en la cintura de la niña para mantenetrla quieta. Irina se mordió el labio y miró a Tony apenada—Utilizamos el mismo compuesto que Nick Fury usó cuando ocurrió la caída de SHIELD. No fue una decisión nuestra, fue ella.

          —Clint y Nat llorando por su pérdida...y tú sabías todo.

          —No había otra forma, Tony—replicó ella posando ambas manos en sus piernas—. Erika buscaba una salida y fingir su muerte era la mejor opción.

          —Siempre hay otra opción, Irina.

          Irina negó—Esa vez no lo había.

          Tony sintió un nudo en su garganta pero eso no le impidió hablar—¿Quién más lo sabe?

          —Kyle y Tatiana—respondió Morgan y su voz se quebró al mencionar el nombre de su amiga—. Tatiana está muerta, se llevó ese secreto a la tumba.

          —¿Su paradero?

          —No puedo decirte eso, Tony.

          —Déjame ayu...

          Se escucharon unos pasos y un par de charlas, una voz femenina y una masculina. La figura de Pepper y la de Rhodey aparecieron en el umbral, ambos se paralizaron al ver la ex-Vengadora: Irina Morgan y, junto a ella, su primogénito. Pepper sonrió de manera cálida y se acercó para envolver a la rubia en un abrazo. Morgan lo aceptó con gusto mientras que Rhodey se agachaba para saludar a la pequeña.

          —No esperaba tener visitas pero realmente estoy encantada de verte aquí—declaró Potts y se separó de ella, tomando sus manos y observando la alianza de matrimonio—. Felicidades por tu compromiso—se giró y observó a la pequeña rubia sonriendo—. Y tú embarazo, claramente.

          Rhodey la abrazó y palmeó su espalda—Es bueno verte aquí, Morgan, se te ha echado de menos—ella asintió mientras se separaba de él—. ¿Cómo se llama?

          —Roman. Su nombre es Roman.

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