Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 29

—¿Y bien? —volvió a interrogar el bicolor con suma seriedad y mostrándose lo irritado que estaba por el tono de su voz.

—Shoto... tú... desde cuándo —murmulló la menor con suma confusión ya que no podía comprender como había pasado de un lugar a otro, pues si mal no se equivocaba ella estaba sobre aquel edificio decidida a acabar con su vida.

—Yui, no me hagas repetirlo —volvió a decir pero esta vez un poco más alterado, dejando ver por fin sus ardientes ojos bicolores. Estos gritaban por destruir algo y parecía que solo bastaría su palabra para que el bicolor desatara un verdadero infierno.

Solo ella debía decir quien fue el que se atrevió a tomarla sin su consentimiento y él mismo se encargaría de hacerlo pagar; porque ahora las cosas eran diferentes. Definitivamente lo era.

Yui estaba paralizada. ¿Qué excusa podría inventar ahora? E incluso si pudiera crear una, debería lidiar con él chico que pensaría que le fue infiel. Podría decirle la verdad y rogarle para que no hiciera nada al respecto, después de todo sería demasiado problema para ella si se arma un escándalo.

"¿Puedo decirte un secreto?"

¿En serio le crearía problemas? ¿Qué era capaz de hacer Todoroki por ella?

Yui no pudo evitar dirigir su cansada mirada hacia los ojos del mayor y tragar ligeramente tratando de pasar saliva por su seca garganta. Sabia que a partir de ahora no habría vuelta atrás si dejaba que el chico actuara por su cuenta sobre ese asunto y debía elegir entre seguir como siempre o...

¿Seguir como siempre?..

Quizás el encuentro que tuvo con esa villana... tendrá más impacto en su vida de lo que pensó. Se supone que para estas alturas era sin más, solo una marioneta de sus padres que cumplía cada uno de sus caprichos y órdenes. No debería de importar lo que pasara con ella con tal de que los objetivos de sus progenitores se cumpliera.

Se supone...

"Piénsalo, te estaré mandando señales"

—Sí, fue mi padre... —respondió presionando su mandíbula con la intención de evitar que su voz saliera temblorosa y que sus ojos se llenaran de lágrimas por todos los sentimientos que pretendían salir a flote, de golpe... pero eso era ya imposible de sostener en ese momento. Ya había soportado mucho.

El silencio que se formó por unos segundos fue abrumador hasta el punto de que Yui sintió que se ahogaba. Nunca le había prestado mayor atención, pero Todoroki tenía la extraña habilidad de dar vuelta el ambiente en un abrir y cerrar de ojos. Eso se podría dar a su intimidante semblante que a veces dejaba a la vista, como ahora. Que parecía estar a punto de estallar en rabia a pesar de su silenciosa y frívola mirada.

—... Sabes que ya no puedo permanecer con los brazos cruzados —respondió el chico ciertamente siniestro mientras se iban notando sus venas en el cuello por la molestia. Ya la distancia entre ellos era casi nula porque el mayor estaba conteniendo sus impulsos de crear cualquier desastre a la ligera—, ahora eres mi pareja. ¿En serio piensas que no haré nada al respecto?

Los pies de Yui estaban rígidos al igual que todo su cuerpo, tenía miedo ciertamente. Pero era como un sin fin de descargas que fueron desgastando sus energías hasta dejarla vacía, ya en ese momento, no había nada que pudiera hacer. Ahora todo era diferente ya que veía por la mirada del chico que simplemente no había forma de que él dejara pasar lo que ocurrió.

—¿Qué piensas hacer? —murmulló la joven con cierta resignación en su voz, mientras sus lágrimas caían en silencio por sus mejillas.

Pronto sintió como el bicolor había pasado sus brazos alrededor de su cintura para apegar su cuerpo al de ella con una posesividad que incluso la había sobresaltado a ella. La menor de forma instintiva tuvo que colocar sus manos en el pecho del mayor para poder obtener algo de distancia pero aún así el agarre del chico era firme.

No había forma de escapar de él.

—Eso será asunto mío desde ahora, pero escúchame bien, Yui —advirtió este. La menor sintió sus latidos alborotarse por la repentina cercanía, pero su nerviosismo mayormente era debido al semblante perturbador del contrario—. Ni se te ocurra oponerte a lo que haré, porque realmente me harás enfadar si lo haces.

Los ojos de Yui volvieron a llenarse de lagrimas de repente y era más que nada porque se encontraba asustada. ¿Qué es lo que estaba haciendo? ¿Qué hará Shoto a partir de ahora?

¿Y qué es lo que haría ella a continuación?

Su mente estaba hecha un caos pero frente a sus ojos sólo podía ver su único salva vidas para no hundirse del todo o quizás sea la misma ancla que la empuja en lo más profundo; pero en cualquier caso, quizás sea lo único que le quede por el momento y debía asegurarse de una vez por todas de que la ayudaría hasta que finalmente pudiera salir de ese hoyo en donde está.

—Shoto...

Todoroki abrió los ojos con cierta sorpresa cuando la fémina, por cuenta propia, se abalanzó hacia él para tomar sus labios. Ella llevó sus brazos rodeando su cuello con cuidado, esperando que este pronto corresponda a la acción, lo cual sucedió algunos segundos después. Aunque Yui había sido quien había iniciado el beso, fue Shoto quien lo profundizó de más introduciendo su lengua en su cavidad bucal, sometiendo a la menor de cierta forma. El agarre que había hecho en su cintura se hizo más fuerte haciendo que cualquier distancia entre los dos se eliminara por completo. Permitiendo así que sus calores se mezclaran en uno solo.

Yui comenzaba a quedarse sin aire por la agitación y la intensidad con la que su pareja la estaba atacando, por lo que fue la primera en intentar romper el beso, lo cual fue ciertamente difícil ya que Todoroki se negaba a dejarla. Pero finalmente lo hizo.

—Shoto... gracias por lo que haces por mí —murmulló ella a pocos centímetros de sus labios, haciendo contacto visual con los frívolos ojos heterocromaticos que la observaban con atención—. Gracias por... salvarme de mi padre...

Por un segundo, el chico se sintió ciertamente identificado con la situación de la contraria. Después de todo, en su pasado, el había estado a la deriva siendo víctima de las atrocidades que su padre había cometido.

Ah... ese maldito bastardo; como lo solía llamar en su mente. Shoto también había querido que alguien lo salve en el pasado.

Muchas cosas, quizás serían diferentes en él ahora; o quizás no... eso ya nunca se sabrá.

—Te amo, Shoto —volvió a hablar Yui llamando la atención del bicolor que se había perdido momentáneamente en sus pensamientos—. Te amo más que a nadie y quiero quedarme contigo para siempre —finalizó esta haciendo que el chico pareciera interesarse en sus palabras.

Todoroki solo creía en un tipo de amor eterno y ese era el de una madre por sus hijos; después de eso, lo demás, era solo superficial e incluso inútil para él. Había pensado por mucho tiempo que no necesitaba nada más y hasta el momento sus objetivos no habían cambiado demasiado.

Lo de Yui había sido realmente repentino en su vida, pues aquel impulso que sentía desde que la vio en el estado tan deplorable en el que había estado desde su secuestro con los villanos junto a Bakugo, lo había dejado confuso. ¿Por qué tenía esa repentina necesidad de poseerla?

Poseerla, consumirla, tomarla, moldearla a su gusto y antojo. Solo para él, guardarla en un lugar donde nadie más pudiera tocar lo que le perteneciera.

Nunca sintió algo así por alguien más...

Por eso, cuando finalmente aceptó sus sentimientos y decidió acercarse a ella para experimentar esa emoción, en vez de disminuir, solo fue en aumento.

Tanto que ahora podría decir que está al borde de salirse de control.

Para siempre. Tener a Yui que dice amarlo más que a nadie y de forma incondicional para siempre, con él.

—¿Serías capaz de jurarme que estarás conmigo por siempre, Yui?

Comprendió la joven que estaba poniendo su cabeza en la guillotina. Porque así se sintió. Todoroki no le estaba haciendo una pregunta cualquiera, porque este realmente le estaba preguntando que si ella estaría a su lado sin importar qué.

¿Pero realmente seria capaz de estar a su lado de forma incondicional después de todo lo que sabía y peor aún, de todo lo que no sabía?

Lo cierto era que ahora lo amaba. Demasiado, de más, en exceso. Como quieran llamarle y era doloroso porque había demasiados sentimientos encontrados, saturándola. Porque con Todoroki era todo dolorosamente placentero, incluso en el momento de amar.

—Sí, lo juro...

En ese momento, para ocultar aquella emoción de desesperación y angustia que se mezclaba con la emoción, la joven abrazó al chico ocultando su rostro en su hombro. Por la cercanía, Yui sintió que ciertamente el chico tenía los latidos acelerados, posiblemente gracias a la declaración que ella misma había dicho.

Por suerte, él contrario no podía ver su rostro. Porque fue inevitable para ella poner esa expresión; un rostro apagado e incluso, frío.

Lo había conseguido.

—Me sorprende verte aquí, Shoto.

—No vengo por gusto, pero si para proponerte algo, Endeavor —expreso el bicolor con una mirada rígida e inexpresiva que poco a poco fue transformándose en una pequeña sonrisa ciertamente siniestra a pesar de que era casi imperceptible.

Los dos se encontraban solos en aquella oficina. Shoto en medio de esta plantándose frente al hombre que más odiaba ver, mientras que este lo analizaban en silencio detrás de su escritorio. El ambiente era realmente tenso y pesado por lo rota que estaba la convivencia entre aquellas dos personas, que a pesar de tener la misma sangre, estuvieron a punto de matarse en una ocasión.

Tantas cosas... rabia, odio, resentimiento... todo eso le había dejado ese hombre y realmente había tenido ganas de deshacerse de él. Por supuesto lo haría algún día, pero no ahora.

Todo a su tiempo.

Además, es ahora, donde lo usaría a su beneficio. O más bien, para conseguir algo que quería.

—¿De qué se trata? —interrogó sombrío el mayor, pero totalmente atento a las palabras de su hijo quien era su mayor obra para llegar al éxito.

Si Shoto tan solo lo obedeciera... pero ya ni los golpes servían para someterlo. Porque él ya conocía a su hijo mejor que nadie y es que ese chico tenía algo en su interior que ni él mismo se había imaginado que existiría.

Quiso crear un títere, pero generó otra cosa. Un monstruo o quizás algo peor, pero lo cierto es, que en cuando eso se desate por completo, los daños serían catastróficos.

No podía dejar que eso ocurriera, porque de lo contrario todos sus esfuerzos se irían por el caño. Solo por eso es que si algo llegara a filtrarse, él mismo se encargaría de volver a cubrirlo con la tierra de cementerio.

Shoto era su mayor creación, su obra maestra. Su yo.

Porque la sangre era más espesa que el agua y Shoto debía aprender eso de una vez.

Aunque quizás él ya lo comprendió.

—Necesito que inicies un operativo en específico y me hagas parte de el cuando se hagan las pasantías en la UA, vendré en tu agencia por eso —expuso con seriedad—. Tráfico de armas biológicas y contrabando de medicamentos de alto rango.

—No es necesario que intervenga si se trata de personas haciendo contrabando, eso lo puede solucionar incluso la policía —expresó alzando una de sus cejas haciendo una mueca despectiva—. ¿Por qué te interesa algo tan estúpido?

—Ese no es tu problema —respondió el contrario sin darle interés a las preguntas de su padre—, pero lo que si te incumbe es lo que yo haré por ti a cambio de ese favor.

Cuando parecía que el mayor dejaría de prestar atención a las palabras del chico, de repente, pareció recobrar el interés.

—Finalmente cumpliré tus sueños, padre —formuló el chico formando una pequeña sonrisa increíblemente falsa, pero que cumplía con su propósito—. Seré el número uno por ti.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro