Desperté otra vez, recordaba poco sólo lo último que había vivido. Nada anterior, aunque me esforcé. Mi cama, la habitación, el hombre rubio, la secretaria y una mujer pequeña pelinegra que me acusaba... ¿Mi hermana?

— ¿Cómo te sientes?— una voz suave me sorprendió. Otro hombre rubio, de ojos azules intensos estaba a mi lado observándome. Traía una bata blanca, quizás también era médico.

—No lo sé. Aún me duele la cabeza, la pierna, el brazo. ¿Sigo?

— ¿Recuerdas algo?— me miró incrédulo. Era obvio que dudaba de mí.

—Sólo recuerdo despertarme aquí a Jasper... Jessica y a Alice— sonreí al recordar a aquella mujercita tan pequeña y amenazadora.

—No hay nada anormal en tus placas. Puede ser el golpe que te diste al caer el motivo de la amnesia. Tampoco puedo decirte con exactitud por cuanto tiempo estarás así, puede ser pasajero. ¿Prefieres quedarte en el hospital o quieres irte a casa?— me miró como esperando mi respuesta con mucha ansiedad.

—Prefiero quedarme aquí doctor, creo que no soy una buena persona. Debería mantenerme alejado de mi familia— si nadie me quería no iba a imponerles mi presencia.

—Soy Carlisle, tu padre— abrí los ojos de repente y lo miré desesperado. ¿Ese hombre era mi padre?

— ¿Eres... mi padre?— dije con temor. Él agudizó la mirada, podía ver sus ojos escrutar mi rostro, buscando algo. No me creía.

— Sí. Realmente no recuerdas nada. Creo que podrías ir a casa— dudaba al decirlo, tal vez sea sólo él quien me quiera en su casa.

—No es necesario, imagino que he de tener dinero, me quedaré unos días y luego iré a algún hotel o rentaré algo— necesitaba más información pero no quería molestar a nadie.

—Te llevaremos a casa mañana. Quizás Bella quisiera... debo preguntarle primero— me sonrió levemente. ¿Bella?

—No quiero que les digan a todos que no recuerdo. Quisiera saber lo que piensan de mi primero. Sé que Alice sólo decía la verdad. Jasper también me lo dijo. Creo que yo era un ser monstruoso. Espero vivir lo suficiente para enmendar lo que hice pero no podré hacerlo si no sé con certeza todo lo que pasó ni el motivo. Tu eres mi padre ¿Tienes idea por qué yo era tan malvado?— me miró con tristeza y suspiró.

—Creo que deberías hablar con tu madre primero. Ella está aquí desde ayer ha venido varias veces y te ha visto mientras duermes. Aun no sabe que tienes amnesia pero creo que debo decirle primero, no quisiera que sufriera hasta darse cuenta que has perdido la memoria— parecía que ahora  sí me creía.

—Si,  es lo mejor. Por favor pídele que entre a verme, necesito hablar con ella, disculparme, yo tampoco deseo que sufra— él me sonrió, por primera vez vi seguridad en sus ojos.

Salió de la habitación dejándome otra vez con tantas preguntas. No pasó mucho tiempo hasta que la puerta se abrió, me preparé para conocer a mi madre. Pero no era ella.

Ante mí estaba un hombre fornido,  de tez oscura y cabellos negros. Parecía un nativo americano, traté de recordar quien era pero no pude.

—Eres un maldito canalla Cullen, acabo de enterarme de la demanda que has interpuesto esta mañana. No le vas a quitar a Nessie. Te mataré primero— y diciendo esto sacó una revolver. Me alarmé, recordé lo que Jessica había dicho ayer, sobre un indio y mi esposa. ¿Sería éste su amante? No podía culpar a Isabella de nada, con lo canalla que había sido yo. Si la había golpeado y celado tanto es lógico que me engañara. Me dolió mucho eso. Ni siquiera la conocía pero me dolía. Y tal vez hasta había perdido a mi hija. Merecía que me disparara, merecía eso y mucho más.

— ¡Jake no! ¡Por favor no! Deja eso... me iré contigo... pero no lo mates— una mujer preciosa de largos cabellos castaño oscuro entro corriendo. Tenía puesto un sencillo vestido azul y su piel era tan delicada. Sus ojos tristes se posaron en mí por un segundo. Quise levantarme para quitarla de en medio, ella no debía arriesgarse así por alguien como yo.

—Es un maldito Bella,  te ha puesto una demanda por adulterio y pide la custodia de Nessie. Todos queremos lo mismo, que ya no haga mas daño. Yo sólo lo haré realidad ya que Jasper no pudo— sus fieros me decían que estaba decidido a todo.

Ella se movió impidiendo que lo vea, me daba la espalda pero a la vez me cubría con su cuerpo. Ella era Bella, mi esposa. Y aún sabiendo que yo era el ser mas despreciable del mundo ella no quería que me maten. Me conmovió mucho.

Si tuviera una oportunidad más le demostraría que ya no soy ese hombre.

—Bella quítate de allí, es peligroso— le dije tratando de tomarle un brazo y apartarla. Casi caigo de la cama. Mi brazo se desconectó de la vía, el movimiento hizo que manara sangre y la sábana se tiñó de rojo carmesí.

La puerta se abrió de par en par, una mujer muy hermosa apareció, se alarmó en cuanto vio la escena y corrió hacia mi cama. También puso su cuerpo para protegerme.

—Por favor no le hagan daño. Él no está bien— gritó muy asustada.

—Esme sé que hablas así porque lo quieres, pero Edward es malo, estaría mejor bajo tierra. No me importa ir preso, lo único que quiero es que Bella y Nessie no vuelvan a sufrir por su culpa— gritó aquel hombre.

— ¡No! Por favor, Edward no recuerda nada, lo están asustando. Bella él ha perdido la memoria. Jacob por favor, si no bajas tu arma tendré que llamar a seguridad. Por favor, esto no tiene porque llegar a extremos— me estiré un poco para ver la cara de ese hombre, Jacob.

Parecía confundido. Titubeó al escuchar la noticia.

— ¿Estas segura Esme? ¿No recuerda nada? ¿Y cómo pudo interponer una demanda hoy?— debió ser Jessica, la mujer que vino a verme ayer.

—Está en cama Jake ¿Acaso crees que fue él mismo al juzgado así como está?— Bella habló una vez más para defenderme. Su voz era dulce y suave. Como toda ella.

—Averiguaré lo de la demanda, yo no me creo ese cuento. Muy de Edward Cullen inventar algo así. Volveré— guardó su arma y salió a grandes zancadas.

Ambas mujeres se abrazaron, parecían llevarse bien y quererse mucho. De pronto ambas volvieron su vista hacia mí. Una era mi madre y la otra mi esposa y yo... yo no las recordaba para nada.

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OMG quieren matar a Edward

PATITO